Brooke
El sonido de la puerta hace que deje mi atención de un pequeño moretón que se hizo en mi brazo, Dios, todavía creo que fui una estúpida.
Me parece un poco extraño, pero en cuanto veo la cabeza de Bennet asomarse me confundo un poco más, ¿Qué hace aquí y cómo lo dejaron entrar?
—¿Adelante?—entra con cautela y cuando me mira con atención puedo decir que no le gusta para nada mi situación actual.
—Lo siento tanto—no entiendo su disculpa así que se lo hago saber.
—No te estoy entendiendo aquí, Bennet ¿Pasó algo con la revista? —niega con su cabeza y comienza a llorar cuando menos me lo espero, quiero correr a abrazarlo, pero ni siquiera puedo sentarme completamente así que solo alargo mi brazo para que se acerque más.
—¿Qué sucede? ¿Will está bien?—sé que pedí no verlo, pero si algo le pasa puedo asegurar que me querré ir con él de inmediato.
—Te mentí, Brooke, te mentí desde el inicio y cuando supe lo que te pasó me asusté, temí que murieras sin saber quien soy, sin saber que estoy aquí para ti, Brooke Walker, mi nombre es Bennet Walker, no soy Caballero de nacimiento, pero nuestra tía me puso el apellido de su marido para que nuestro padre no me encontrara y soy tu hermano.
Mierda.
Busco una señal de broma, una señal de que solo quiere jugar conmigo y no me parece nada divertida esta situación, veo en su mirada esa seriedad que solo la verdad puede traer consigo.
—¿Mi hermano? —me sofoco un poco recordando a Eddie.
—Sí.
—Yo no tengo hermanos, Bennet. Mi único hermano murió, lo maté—sollozo apretando mis puños con fuerza.
—No, no, no llores por favor. Cálmate, déjame explicarte todo—al no poner objeciones continúa hablando—, mi padre es Hector Walker y mi madre fue Reina.
—Mamá y papá—susurro cuando los llama por sus nombres.
—Sí, tu los conociste así, nací cuatro años antes que tú, mamá sabía que papá era un borracho y que se estaba empezando a meter en problemas con gente peligrosa así que la hermana de nuestro padre le suplicó a mamá que no pusiera mi vida en riesgo, las dos idearon un plan para fingir mi muerte, pero en realidad Lorena Caballero, nuestra tía, me llevó lejos de los dos, mamá estaba asustada porque no tenía nada que ofrecerme, nuestro padre era agresivo y con todo ese alcohol en su sistema no podía mantener un trabajo, temía por mí así que me alejó dejándome en las mejores manos que pudo. Nuestra tía fue quien me crío y me puso el apellido de su difunto marido, crecí sin saber que tenía hermanos, no sabía de ti, Brooke... tampoco de Eddie—la mención de su nombre me lastima todavía. Creo que es una herida que no sanará jamás.
Juro que trato de seguirle el ritmo a este hombre, pero todo es simplemente demasiado, es mucho que procesar en este momento.
—¿Cómo te enteraste de nosotros? Mamá no me dijo nada de ti cuando murió y ciertamente no te vi en su funeral, ¿No se supone que es tu madre también? —no puedo dejar de preguntar. Está claro que tengo mis dudas y reservas en el tema.
—El accidente. No los conocía a ustedes, pero los nombres de mis padres sí los conocía, en esa ocasión estaba en Las Vegas cubriendo una sesión de fotos importante cuando vi las noticias, decía claramente "Incendio fatal en casa del matrimonio Walker", entonces los nombres de papá y mamá debajo, tenía tantas preguntas así que fui rápido a con mi tía, ella me contó lo que te acabo de decir, hice de mi propósito localizarte cuando me enteré de la muerte de nuestro hermano menor, pero fue más sencillo localizar a mamá, por su enfermedad no hay mucho hospitales en el mundo que la pudieran atender así que hice mis maletas y fui en busca de ellas, estaba tan sorprendida al inicio, no podía creer que fuera su bebé Bennet, la visité un par de veces más, te conocí un poco a través de ella.
—¿La fuiste a ver y no se alteró?
—No, estaba feliz de verme, me pidió perdón hasta el cansancio, cuando murió no pude ir, levantaría sospechas sobre quién soy, fue muy difícil fingir serenidad frente a ti, el caso es que cuando te localicé y supe que eras periodista con especialidad en fotografía, no pude estar más feliz, teníamos tanto en común, a pesar de haber sido separados teníamos aficiones semejantes, hice mi misión trabajar en el TroubleNews para convivir contigo, conocerte, quería no sentirme tan solo, creí que te sentirías igual, pero entonces me di cuenta de lo enredada que estaba tu vida, no quise entrometerme, entonces te enteraste de tu embarazo y tu vida no dejaba de cambiar, tenías al señor Hitman que te amaba como un padre, me dio pavor no ser suficiente. Por eso mostraba más mi valía frente a ti que frente al mismísimo señor Hitman.
Comencé a llorar, sacudí mi nariz y solo fui capaz de calmarme cuando me abrazó delicadamente, un hermano, tengo un hermano y es este hombre.
—Cuando terminamos lo de la revista quise decirte todo, tus ojos, Brooke, esos ojos se parecen tanto a los de mamá y me perdí en el momento, quería contarte la verdad, pero ya eras feliz, creí en el maldito de Miller y me equivoqué debí cuidarte yo mismo, hermanita, ¿Podrás alguna vez perdonarme?
—Bennet, yo no tengo nada que perdonarte, hiciste lo que creíste mejor para mí, incluso mantenerte al margen de tu familia. Somos familia. ¿Estás cien por ciento seguro de eso?
—Sí, puede que los días que pasé en tu casa haya tomado unas muestras de tu cabello, sentía que eras mi hermana, pero sabía que quizás tu necesitarías pruebas, así que cuando quieras verlas yo feliz de traerla.
—Tampoco te enojes con Miller, por favor, los dos nos exaltamos, no supimos manejar un conflicto, fue algo nuevo para mí ¿De acuerdo? Soy tan culpable como él en este momento.
—¿Y por eso no quieres verlo?
—No, no quiero verlo porque me daba vergüenza. No supimos controlarnos, solo una muestra de que a pesar de que nos amamos, nos hace falta mucho trabajo. ¿Por eso estabas tan feliz de hacer la revista conmigo?
—Sí, creo que tal vez Elisa sospechó algo porque preguntaba demasiado por ti, incluso me leí todos los artículos que escribiste y miré por mucho tiempo las fotos que tomaste. Te quise a lo lejos, hermanita. ¿William Miller es tu felicidad?
Su pregunta me dejó un poco tensa, porque claro que lo amo y si esa niña que espera Eva es de él no tengo problemas en que la críe como suya, porque después de todo como él dice fue concebida en una época en que no nos tolerábamos mucho, lo importante aquí es que siento que como me ocultó esta información lo hará cada vez que crea que no puedo soportar algo.
—No lo sé, Bennet, espero que sí lo sea, pero como dije, tenemos muchas cosas en qué trabajar.
—Puede que le haya dado una golpiza al entrar al hospital—eso me deja perpleja.
—Tu no eres agresivo.
—Me disculparé más tarde ¿vale?, por ahora solo quiero hablar contigo? Saber que estás bien, me dio tanto miedo no llegar a conocerte como mi hermana, tal como me pasó con Eddie, lamento mucho tu perdida, Brooke.
Creo que pasamos unas buenas horas hablando y hablando, me contó sobre todo lo que ha hecho desde que llegó a la ciudad y lo mucho que trabajó para conseguir una buena recomendación que impresionara al señor Hitman y sí, tuve que hablar de una gran parte de mi horrible niñez, pero no fui capaz de repetir todo lo que le dije a Will, no me sentía en condiciones de revivir emociones tan fuertes.
Para cuando llegó el momento de marcharse me aseguró que estaría esperando por mi salida.
—Bennet—lo llamo antes de que salga—, dile a Will que quiero verlo—asiente con una gran sonrisa y sale de la habitación.
Los minutos me parecen horas hasta el instante en que Miller decide aparecer por esa misma puerta, solo que él se ve fatal, está curado de algunos rasguños, supongo que evidencia de los golpes que le dio Bennet.
—Perdóname, Cielo—es lo primero que sale de su boca.
—Fue culpa de ambos—alcanzo a susurrar—, pero si de verdad quieres ser un hombre libre e ir con Eva, firmaré los papeles sin pelear nada, sé que no hay un contrato prenupcial entre nosotros así que puedes estar seguro de que no pelearé por una sola moneda tuya.
—Hey, escúchame—se acomoda a mi lado—, los papeles de divorcio tenían otro fin, quería pedirte matrimonio como es debido, no quiero que pienses que voy a pasar el resto de mi vida contigo por nuestros bebés o por una borrachera, no, quiero estar casado contigo porque te amo. Tú lo eres todo ¿Lo entiendes? Te amo, Cielo—los ojos se me han puesto llorosos de nuevo, quizás en este punto ya debería estar seca, cuando siento una punzada en el vientre sostengo la mano de Will.
—¡Ahhh!—algo liquido entre piernas... ¡Mierda! Ahora no Lía y Liam, ahora no.
—Will...—quiero hablar.
—De verdad te amo, no quiero que creas lo contrario porque.
—¡Will!—trato de llamar su atención.
—Espera, Cielo, quiero confesarte todo lo que siento por ti, pero no me estás dando tiempo.
—¡Maldición Miller! ¡Yo puedo esperar, pero los bebés no! ¡Ya van a nacer!—grito como loca totalmente histérica. No necesita que divague más.
—Voy por el doctor—sale corriendo de la habitación. Momentos después entra Will con una enfermera en brazos—, ¡Ayúdela!—grita todo nervioso.
—¡Ahhhhh!—De nuevo una contracción, ya no puedo. Esto duele mucho ¡Joder!
La enfermera no tengo ni idea de lo que va a hacer o está haciendo. Solo sé que momentos después estoy en lo que parece un quirófano ¿Mierda cuando llegué aquí?
☆☆☆
Will
Estoy emocionado de por fin conocer a nuestros pequeño, pero entonces veo a Brooke gritar del dolor y siento que no estoy siendo para nada útil, me da mucho miedo de que justamente hoy se haya puesto en trabajo de parto. Es de madrugada, pero no podría estar más despierto.
—Cuando yo le diga que puje, puja—indica el doctor.
—¡No me diga! ¡Yo pensé que cuando me dijera "puja" debía salir corriendo!—grita irónica Brooke. Sí, ella y su boquita intranquila. El doctor Harper no se lo toma a mal, pero imagino que debe ser algo a lo que está acostumbrado.
—Mi cielo, por favor, coopera—le digo tomando su mano.
—¡Que coopere! ¡Como tu no estás por tener a dos bebés es fácil para ti decirlo!—me grita sujetando mi mano con más fuerza.
—Lista... ¡Puja!—comienza a decirle el doctor, mucha sangre, veo mucha sangre, estaba a punto de desmayarme pero antes de eso Brooke me grita advirtiéndome.
—¡Si te desmayas, Miller juro que cuando muera resucitaré y te arrastraré al infierno conmigo!—y claro que sí, su apoyo me ayuda a mantenerme de pie. Grita como si la estuvieran matando. Quizás y podría ser lo que está pasando también con mi mano, pero me mantengo firme dejando me apriete cuanto quiera, no importa lo morada que se está poniendo.
Pasa el tiempo y los gritos de Brooke no cesan, creo que me quedaré sin mano de tanto que la sujeta.
Hasta que sucede.
Un llanto llena la habitación del hospital.
—¡Es el niño!—anuncia el doctor Harper.
—¡Nació Liam!—le digo a Brooke que parece exhausta.
—Mi niño—comienza a decir.
—Uno más Brooke, vamos, es fácil—trata de animarla el médico.
—¡Joder! ¡Si es fácil téngalo usted!—nos dice Brooke mientras vuelve a pujar. No entiendo como tiene la fuerza para volver a hacer lo que tanto dolor le causó una vez.
La enfermera una vez que limpió a mi...mi hijo, me lo entrega.
Es una hermosa criatura, tiene sus pocos cabellos castaños y sus ojitos cerrados. Es una cosita pequeña. A mis ojos no puede ser más perfecto. Solo que me equivoqué, esto sí pudo ser mejor ya que al poco tiempo se escuchó otro llanto.
Mi hija. Lía.
Veo a Brooke quién parece que acaba de correr un maratón. Y me acerco prestándole a Liam.
—Es hermoso—le llora Brooke. Está llorando y por primera vez desde que la conozco llora de felicidad. Estoy fascinado con esta vista hasta que la misma enfermera me interrumpe.
—Aquí está la pequeña—me la presta la enfermera. Los contemplamos unos momentos antes de que se los quieran llevar.
—Los amo. Will, te amo—dice Brooke besando sus frentes, uno de los aparatos empieza a enloquecer, sus sonidos se vuelven estridentes y mi Cielo se desvanece.
—¿Doctor Harper? —le pregunto asustado.
—¡Sáquenlos de aquí! —les ordena, las enfermeras me empujan fuera del quirófano y no puedo detener los latidos temerosos de mi corazón, ella es fuerte, ella no me puede dejar justo ahora.
—Señor Miller, sus pequeños irán a los cuneros, le sugerimos que vaya con su familia no hay nada que pueda hacer de momento. Pase tiempo con sus bebés.
Claro que quiero pasar tiempo con ellos, pero mi esposa, la mujer que amo no está bien. La vida no me la puede arrebatar en este momento. No más de esto, por favor.