Capítulo 6

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Will

Mentiría si digo que no estoy preocupado por Brooke, desapareció hace semanas y nadie sabe dónde está, bueno, yo sé que Elisa es la única que sabe, pero no me quiere decir. De hecho, estoy seguro de que eso de las "vacaciones" fue solo un pretexto para alejarse. Está bien, nos casamos de una manera no muy tradicional, pero tampoco somos la primer ni la última pareja que se casa estando ebrios.

Lo peor hasta ahora es que no dejo de pensar en lo que es "Nune aut nunquam" significa más para mí de lo que al principio creía, todo se solucionó en el momento que dejé de presionarme en recordar algo de esa noche, estaba un poco cansado de no saber por qué tomamos esa decisión, entonces hice lo de siempre, dejé que las cosas siguieran su curso, hay una razón para todo, solo que esta vez tal vez se complique un poco descubrirla.

Sentí un agudo dolor en la cabeza al recordar que gracias a mi abogado confirmé que todavía tenemos que esperar como mínimo un año para el divorcio y sobre eso no hay nada que hacer, esto no me molesta si al terminar el año seremos libres, nada nos atará y por eso es que entiendo menos su decisión de huir de esta manera. Solo nos queda esperar, la realidad está en que puede irse al otro lado del mundo si quiere, pero seguiremos casados hasta que el tiempo termine.

Retiro todas las sabanas de mi cuerpo para girarme a la chica desnuda que está a mi lado, sigue dormida, pero por la hora que está en mi reloj algo me dice que debe irse o llegaré tarde al trabajo.

Toco su hombro para sacudirla un poco, cuando la rubia abre sus ojos me da una sonrisa coqueta que me hace contenerme para poder sacarla de aquí, no tengo tiempo para lo que estoy comenzando a pensar.

-Puedes irte-entorna sus ojos completamente fastidiada.

-Como quieras, tú te lo pierdes-poniéndose el vestido que se le veía muy bien anoche, se sujeta el cabello en una coleta y el movimiento hace que me pierda un momento porque he visto a Brooke hacer lo mismo una infinidad de veces, pero por alguna razón se sujeta el cabello con más gracia y clase que la rubia, supongo que no pelear con ella me ha afectado un poco el cerebro. -Cuando quieras ya sabes dónde buscarme-se despide saliendo de mi habitación, a los pocos segundos escucho la puerta de la entrada y solo así sé que ya estoy solo. Admito que a veces mi casa es demasiado grande para mí, pero, aunque mis padres lo amarían, no puedo seguir viviendo con ellos.

Me levanto completamente para darme cuenta de que por primera vez no estoy extasiado de ir a trabajar, sé que es hora de volver al trabajo pero todo ha estado muy tenso porque la periodista que remplaza a Walker ahora Miller es una incompetente.

El señor Hitman dijo que pronto mandarían a alguien nuevo que está muy recomendado, pero de eso ya van prácticamente dos semanas y yo sigo corriendo con todo el trabajo.

Después de ducharme pienso en lo que debo usar hoy. Elijo lo más confiable, un traje negro y una camisa blanca, nunca me ha gustado lucir tan formal pero el trabajo lo amerita y es obligación, acomodo mi cabello guardando mi corbata en la bolsa del pantalón. Odio estas malditas corbatas, creo que son altamente peligrosas, alguien me podría ahorcar con esas cosas alrededor de mi cuello.

Doy una última mirada en el espejo y sonrío cuando veo que en realidad, ¡Luzco perfecto! No puedo creer que pueda lucir tan bien en tan poco tiempo, claro que siempre es con toda humildad.
Corro al automóvil para escuchar durante todo el trayecto las grandes obras de Mozart, no tenía tantas ganas de oír nada de Chopin así que hubo que adaptarnos. Pocos lo saben y los que sí no me suelen creer, pero tengo cierto amor por la música clásica.

Estaciono en mi lugar de estacionamiento y veo a Elisa batallar en cargar unos rollos de presentaciones, ¿Quién usa el papel para las presentaciones hoy en día? Para no verme mal me obligo a ir con ella, no ofrezco mi ayuda simplemente le quito el peso mayor de los brazos.

Todo lo que quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora