Capítulo 10

24.3K 1.6K 106
                                    

Brooke

Me gusta dormir, corrijo, amo dormir, por eso el que Elisa esté tan temprano en mi departamento me hace ponerme un poco de mal humor ¿Quién interrumpe a una embarazada en su sueño? Claro que sí, ella lo hace.

—¡Y entonces el muy cabrón me dijo que yo fui la que nos puso limites! ¿Cómo iba a saber que no querría nada serio con él? Brooke, trabajo todo el tiempo, necesito un poco de acción y él era el indicado, hasta que empezó a ser lindo conmigo y no me quedó opción, tuve que enamorarme como una idiota.

Se me hace un poco extraño viniendo de ella, pero tomo la palabra mientras restriego mis cansados ojos, amo dormir, pero al ser Elisa el único ser humano además de mi en quién confío merece que la escuche, ella siempre soporta el drama andante que soy así que es lo menos que puedo hacer.

—A ver si entiendo, le dijiste al hombre que no querías nada serio ¿Y te enojaste cuando te presentó ante su mamá como una amiga?

—¡Exactamente! ¿Cómo se atreve? —en mi lógica no tiene sentido, pero por su expresión puedo deducir que cree fielmente tener la razón.

—¿Y porque no realinean los términos de su...? —busco una palabra indicada, pero no la hay, ella le dijo que no era una relación—¿Su acuerdo? —pregunto ganándome una mirada enojada, es como si hubiera dicho lo peor que puede escuchar.

—¡Él quiere que yo sea la que ceda! ¡Yo! —suena ofendida, lo que no es raro porque si hay alguien orgulloso en este mundo es ella, Eli tiene ese orgullo impenetrable.

—Entonces tu no lo amas, tú estás enojada porque él no cedió ante tu indirecta de formalizar algo.

—¡Aghhh! —grita frustrada, me acercó a la cocina para buscar lo que esté bueno en el refrigerador, eso me hace acordarme que no he ido de compras, debo alimentarme mejor, sujeto mi vientre al darme cuenta de todos esos cambios que no he hecho, pero que inevitablemente tengo que hacer.

Desde ayer que tuvimos Miller y yo esa conversación con el señor Hitman no he podido dejar de sentir todo a flor de piel es como si el mínimo momento me afectara, anoche lloré como una bebé cuando el hombre que se ha convertido en un soporte confesó cuánto extrañaba a su esposa y eso me hizo sentir no solo mal por él si no mal por mí, jamás he tenido esa clase de amor y ahora dudo seriamente que lo pueda conseguir.

Al sentir el silencio de mi amiga también puedo ver cómo es que está asimilando la verdad en mis palabras, la dejo pensar un poco en lo que preparo mis famosos wafles cubiertos de miel para despejar un poco mi mente, no debo pensarlo tanto o esto podría de alguna manera salir muy mal, nos sirvo un poco de leche y como a una niña pequeña dejo su plato preparado frente a ella esperando que dé el primer paso para comer, suspira un poco rendida aceptando la comida .

—Es que yo no sé qué es todo esto, admito que no lo entiendo tampoco me entiendo a mí, pero te aseguro que en cuanto lo descubra serás la primera en saberlo—sonrío quedándome conforme con eso, me encanta desayunar con ella, solo que no desayunar tan temprano—¿No deberías comer frutas y verduras?

Me encojo de hombros—Hasta que vaya esta tarde al supermercado es lo único que comeremos.

—¿Es diferente? —pregunta poniendo su mano sobre mi casi inexiste bolita de embarazada, dejo mi tenedor a medio comer al darme cuenta lo extrañamente intrusivo que se siente.

—Es diferente que antes ni se te hubiera ocurrido tocar mi vientre y ahora que lo haces sinceramente es algo muy... incomodo.

—Pues no creo ser la única en hacerlo Will ha tocado más que tu....

Todo lo que quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora