¿Qué es enamorarse?
Sencillamente dos corazones que se corresponden mutuamente en un mismo sentimiento.
Lindo, ¿no?
Eso pensé hace tiempo cuando lo conocí, él un hombre atractivo, risueño de unos ojos juguetones que con una simple sonrisa me tuvo a sus pies.
- Jong In no vendrá, cuñada.
- ¿Como...?
Sus ojos lo decían todo, la vergüenza por su hermano menor.
Kim Jong In el hombre con quien me casaría, un hombre de negocios que pasa viajando por todo Sur Corea entre las sucursales empresariales de la familia Kim.
- Me pidió que no te preocupes los negocios terminaran pronto y retomaran los votos.- a ningún momento me miro a los ojos.
Los murmullos de los fisgones atravesaron mis oídos, "Seguro se dio cuenta de su clase baja", "se supo un día antes que estaba borracho y con otra mujer" este ultimo me hizo reaccionar y darme cuenta que tenían razón, un año de novios lleno de solo escusas he ignorándome.
Kim Min Seok el hermano mayor de Jong In un hombre igual de atractivo con aspecto cerio de unos ojos chocolate expresivos lo supe con el poco tiempo que vivo en la casa Kim, no nos hemos dirigimos mucho la palabra.
- Es vergonzoso saber que tu prometido te pone la misma escusas hasta para la boda.- una primera lagrima resbalo por mi mejilla.
Min Seok tomo mi mano arrastrándome dentro el auto evitando alguien más vea mis lágrimas de vergüenza.
- Tu mamá tardo nueve meses en formar tu corazón, no dejes que alguien como él venga y lo destruya en 15 segundos.- deslizo sus pulgares limpiando las lágrimas sonriendo de una manera tierna.
Sus dulces palabras llenas de verdad me conmovieron no se en que momento mi corazón se detuvo para latir fuertemente confundiéndome.
[...]
Meses después lo descubrí, Jong In solo necesitaba una novia linda y trabajadora nada vulgar como sus muchas conquistas, una tonta que lo pueda socapar en sus parrandas, tenía que haberme ido de esa casa.
"No... no Fernanda no te vayas estamos acostumbrados a ti, por favor."
Las suplicas de mis suegros me tienen como la hija que no pudieron tener en todo el año con Jong In ellos me dieron mucho, son muy amables no podía dejarlos.
- Buen día.- saludo Min Seok.
- Buen día tu desayuno está listo con tu periódico, provecho.- sonreí sirviéndole café.
- Porque te portas así... - tomo un sorbo.- gracias.
- Quiero saber si soy una buena esposa, qué opinas.
- No hay buenas ni malas esposas si un hombre decide casarse es porque la ama.- sus ojos chocolate me miraron fijamente, nerviosa baje la mirada.
No pude articular palabra, desde aquella vez de la boda cuando lo veo mi corazón se acelera y siento que quiere salir.
- Esta listo el auto, Min Seok.- lo llamo Max desde la puerta.
Lo acompañe hasta la puerta con su maletín, desde hace un tiempo he deseado haberlo conocido a él no a su hermano, pero sé que nunca se fijaría en mí, simplemente por haber sido la novia de su hermano.
- que tengas buen día, Min Seok.- amable le tendí su maletín.
- Igualmente, cuñada.- mordí mi labio por su forma de seguirme tratando.
- ¿Min Seok? - se fijó en mi asintiendo.- no me digas "cuñada", por favor.- apreté los puños sonrojándome.- dime solo Feña o Nanda son lindos, ¿no?
- Eres mi cuñada no puedo tener esas confianzas con la mujer de mi hermano.- incomodo subió al auto.
Sera mejor apartarme, debería irme de esta casa ya no puedo ser parte de ella.
- Querida... - me llamo Nía la madre de Min Seok que al verme se cortó.- ¿porque lloras?
Que, ¿llorar?
Toque mis mejillas el agua salada resbalaba por ellas hasta desaparecer en mi barbilla.
- Lo lamento, recordé... - mentí mordiendo mi labio, ella me abrazo en compresión.
- no entiendo que hicimos para merecer un hijo como el... - se lamentó limpiando mis lágrimas.- perdona.
Me aparte un poco negando con la cabeza, ellos no tiene la culpa.
- Iré a descansar un momento en la tarde bajare para hacer la cena.- no me retuvo dejándome pasar escaleras arriba.
Min Seok es el dueño de mis nuevas lágrimas.
- Me enamore de mi cuñado.- murmure para mi dejándome caer en la cama.
[...]
Tenemos una fiesta por el 30 aniversario de la compañía; y si como la prometida de Jong In debo ir pero como siempre me ha estado esquivando, debo ir con Min Seok en representación.
- Querida pedí este vestido es perfecto.- Nía me lo entrego.
Rápidamente entre en la ducha al salir me maquille natural, secando y peinando mi cabello finalmente colocándome el vestido.
- Hermosa - con las mejillas sonrojadas asentí en agradecimientos.- nos vamos.
Me tendió su brazo que con gusto tome, me abrió la puerta del copiloto hoy conducirá el, dejado a Max descansar.
Alguna vez han sentido que todos te mirar para criticar a tu espalda hasta asfixiarte... bueno eso y mucho sentí al momento que entre a la recepción del brazo de Min Seok.
- Olvídate de los comentarios lo hacen solo para lastimarte, tu eres una mujer fuerte.- apretó mi brazo susurrando a mi oído.
- Gracias...
El tiempo en este lugar lo sentí eterno deseando desesperada estar en casa. Agradezco a Min Seok no dejarme sola a ningún instante.
- podemos irnos... - susurre para mi acompañante.
- Vamos
Nos dirigimos al ascensor hasta que un hombre abrasando a una rubia exuberante capto mis ojos, no puede ser que este aquí.
- ¿¡Jong In...!? - dijo su hermano apretando los puños.
También nos vio mostrando una sonrisa cínica, su mirada paso por sobre el hombro de su hermano escaneándome de pies a cabeza.
- ¿Hermano como estas? - Abrazo a la rubia por la cintura.- Fernanda, pensé que habías comprendido cuando no llegue a la boda, te creía más inteligente.
- ¿Es tu prometida? - pregunto la rubia con burla.- ¿que le viste?
- nada, pensé sería una buena esposa...
- Ella es perfecta esposa.- con enojo se le acercó peligrosamente.- es única no la mereces, nunca la merecerás... - con rapidez le saco una tarjeta dentro la chaqueta.
- ¡Hey, espera es la tarjeta de mi habitación de hotel!
Sorprendida sentí a Min Seok acercarme a él por las caderas haciéndonos alejar de Jong In y sus quejas.
- No me interesa hermanito... - por primera vez vi en él una sonrisa maliciosa.- las necesito, busca otra habitación.
Me arrastro a otro ascensor ahí nos fundimos en un profundo silencio hasta salir a un gran pasillo. ¿Sera posible? Estoy loca, solo fue por decir, si seguro.
- ¿Estas llorando porque todavía sientes algo por mi hermano?
- lloro porque tiene razón, debí haberme ido hace mucho pero mis suegros son muy cariñosos y tú eres muy amable conmigo no me importaban las tontas escusas de mi prometido.
- Desearía ser tus lágrimas
- Eh?
- sí, porque ellas nacen de tus ojos, viven en sus mejillas y mueres en tus labios.- acaricio con su pulgar mi labio inferior. – quédate a mi lado.
- ¿como? – nos hizo entrar acorralándome contra la puerta de la habitación.
- Tu solo tienes que quedarte a mi lado, Fernanda.
- U-Un... Min Seok... ¡Espera! – acerco su rostro a centímetros del mío.
- deja de hablar...
Todo pensamiento o palabra desapareció de mi cabeza con el simple roce de sus suaves labios, pase mis brazos alrededor de su cuello atraiéndolo fundiendome en el dulce sabor a vino y menta de su boca contra la mía; a los minutos nos separamos juntando nuestras frentes.
- eres muy perspicaz, Fernanda.- con una sonrisa tierna beso mi nariz.- me costó mucho esconder mis sentimientos por ti.
Mi amable, amable cuñado es el único al que he estado viendo, amando en silencio todo este tiempo.
- Eres muy bueno, Min Seok. – capture su rostro llenándolo de besos.- Creí que nunca te fijarías en mí.
Después de eso, no tomo mucho tiempo y esta vez sí me convierto en Kim Fernanda.
Mis suegros están que rebosan de felicidad, estoy completamente feliz con este perfecto hombre que desde el día más infeliz de mi vida fue el único que me consoló y apoyo, estaremos por siempre juntos.
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Hola!
Mil perdones la demora pero tuve una pequeña falta de inspiración y llena de trabajo... dedicado para:
tsumiki-chan ~ Fernanda
Espero te guste...
Comenten... mucho... mucho, no olviden su voto.