La vida de Lorelay

By _mydandelions

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Lorelay no pensó que ir al colegio de nuevo le traería grandes personas a su vida y, dentro de ellas, él y su... More

IMPORTANTE
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capíutlo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39

Capítulo 40

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By _mydandelions

 – Lo siento, ¿Si?

 – ¡No haces nada con eso! ¿Por qué no me avisaste?

 – Oh, Lorelay, cálmate. Se debe haber olvidado, tu sabes cómo es ella. – trata de calmarme mamá.

 Gruño en desesperación y me dejo caer con pesadez en el sillón de papá.

 Addie vino a casa hoy a buscarme y, mientras hacíamos tiempo leyendo la revista Gossip, me admitió que fue ella quien subió la foto de Derek y yo a twitter. Dijo que me iba a avisar, pero se le olvidó. No estoy enojada, pero no entiendo cómo no se le ocurrió decirme. O sea, ¡Ahora todo el mundo anda rebuscando en mi vida privada! Juro que todavía no entiendo qué pasa por la mente de esas personas para querer saber sobre mi vida. ¡Es que no tiene nada de interesante! O sea, la vida propia es interesante para uno mismo ¡No para que otra gente quiera husmear!

 – Lo siento, Lori. – se disculpa sumisa.

 Suspiro con resignación.

 – Está bien, Addie. Te perdono solo porque sé que tienes un millón de cosas nuevas en tu cabeza por que preocuparte – comento sin pensar.

 Un segundo después, me doy cuenta de mi enorme error. Addie me mira con terror y frunce sus labios, sabiendo que mi mamá no la puede ver porque le está dando la espalda. Ella nos mira con curiosidad.

 – ¿Qué cosas?

 Mi prima se aclara la garganta.

 – Oh, uhm... tu sabes, tía. Todo esto con Robbie – dice con una risa nerviosa.

 Mamá sabe que ellos tuvieron una noche juntos, pero no sabe sobre el embarazo.

 Asiente con la cabeza y vuelve su vista a la computadora. No hace ningún comentario, pero sé que no le creyó del todo. Le dirijo una mirada de disculpa a Addie y ella me hace un gesto con la mano, como restándole importancia; sé que es porque ahora estamos a mano.

 Maddison saca su celular para mirar la hora y me hace un ademán hacia afuera.

 – Deberíamos ir yendo. – recomienda.

 – Ve al auto y espérame.

 Ella asiente y saluda a mi mamá con un beso en la mejilla antes de salir. Hay un par de dudas que tengo sobre mi querida madre y ya no puedo aguantar el interrogarla. Me levanto lentamente y me acerco hacia el escritorio, colocándome justo en frente. Mamá no rompe la conexión visual con la pantalla de la computadora al hablar.

 – ¿Qué pasa mi amor?

 – Me gustaría preguntarte un par de cosas antes de irme a lo de Zack.

 Clickea un par de veces antes de despegar los ojos del aparato y mirarme con una sonrisa.

 – Dispara.

 Oh. Aurora le pegó la costumbre.

 – Uhm... primero que nada. ¿De dónde conoces a la mamá de Thomas?

 Frunce el ceño.

 – ¿La mamá de Thomas?

 – Johanna Parker.

 Al salir las palabras de mi boca, su expresión de confusión cambia a una totalmente a una cariñosa y sonriente, aún más que antes.

 – ¿Cómo sabes que conozco a Johanna antes de que haya venido aquí el día de tu vuelta?

 – Ella mencionó algo hace tiempo.

 – Veo... siguiente pregunta.– responde evasiva.

 – ¿No vas a responderme?

 – Todo a su tiempo. Siguiente pregunta. – insiste.

 – Bueno... – digo dubitativa; niego la cabeza y recobro la compostura – las veces que hablé sobre Derek contigo, me dabas una mirada que me dejaba con intriga. Como si supieras algo que yo no, como si supieras un secreto que nadie mas sabe. Esa mirada tuya me persigue hasta el día de hoy y aún no descubro la razón.

 – Mmm... quieres saber de dónde conozco a Joey y por qué te miraba de esa manera cuando hablabas de chico a quien quieres-

 – ¿Joey? – pregunto interrumpiendo.

 – Johanna. De esa manera solía llamarla.

 – Entonces... ¿Eran amigas?

 Sacude la cabeza sonriendo; no negando, sino decidida a no responder ninguna de las preguntas que acabo de hacerle.

 – Esas dos preguntas que acabas de hacer, las vas a descubrir con el tiempo, Lorelay. Johanna te dio una pista al decir que nos conocíamos, pero no te dijo nada mas que eso. Algún día te enterarás, al igual de por qué, según tu, sé un secreto que nadie mas sabe. – sin decir mas, volvió a mirar la computadora.

 Me quedo congelada en el lugar luego de escuchar sus palabras. ¿Por qué no me responde en vez de todo el rodeo de <<algún día te enterarás>>? ¿Tan importantes serán las respuestas? ¿Tanto le cuesta ir directo al grano?

 – Te están esperando afuera, hija.

 – Oh, uhm, sí. Adiós, mamá. – saludo antes de salir de la biblioteca, aún algo disturbada por sus palabras.

 Ahora mi intriga es más grande que antes y no sé si quiero esperar a ese <<algún día>> para saber las respuesta. El que mi mamá haya llamado a Johanna por ese apodo, quiere decir que en alguna parte del pasado fueron cercanas... o eso se hace parecer.

 Antes de salir, me doy un rápido vistazo en el espejo de la entrada. Vaqueros ajustados claros, sweater rosa y zapatillas blancas combinando con un bolso. Agarro mi montgomery negro y salgo de casa. Fuera de ésta, veo que el auto de mi hermano no está, lo que quiere decir que él, Robbie y Jane ya se fueron. Bien.

 – Al fin mujer, estabas tardando. – se queja Addie cuando tomo asiento.

 – Relájate, ya estoy aquí. Oh, y lo siento por haber dicho eso frente a mi mamá.

 – Hilarante, Lorelay. – dice con sarcasmo – Casi me echas al muere antes de tiempo.

 – Sabes que mi mamá no hubiera dicho nada malo, ella tuvo a Liam a los veintidós.

 – Tu mamá estaba casada y amaba a tu papá. Yo no estoy casada, ni siquiera estoy en un relación amorosa con el padre y no lo amo.

 – Sabes que con el tiempo puedes llegar a hacerlo, ¿Verdad?

 Ella suspira y sigue con la mirada en la carretera.

 – Sí, lo sé. Pero eso no me importa mas que el que se esté haciendo cargo de la futura vida. Del fruto de nuestro no amor. – agrega con emoción fingida.

 – Oh, no seas así – digo riendo.

 Ella niega con la cabeza sonriendo y seguimos el camino a casa de Zack en silencio.

 Los días en Pretty Land siguieron normales después del lunes. A penas llegué al colegio el miércoles, acordé con la profesora Stewart salir de la escuadra de animadoras, dejándole saber que si me necesitan no duden en llamarme, pero que por ahora prefiero quedar fuera del puesto y brindarlo a alguien que realmente lo quiera.

 El cuerpo estudiantil es mas gentil y amigable de lo normal. Algunos me saludan al pasar, otros me sonríen y, el resto – Stacy y sus seguidores – me fulminan con la mirada. No es que me afecte, solo me da risa el intento de odio hacia mi persona.

 Thomas y Zack, siendo lo locos que son, decidieron hacer una reunión en su casa para celebrar mi llegada a su manera. Rezongué muchísimo, o sea, salí del hospital hace más de una semana y, además, la bienvenida esa ya la había organizado mi mamá el mismo día que salí de éste.

 No me dejaron rechistar, se excusaron diciendo que querían hacer una donde podamos bromear y hacer tonteras sin la mirada acusadora y escrutadora de mis familiares. Ahí les di la razón, por lo que ahora nos estamos dirigiendo a su casa.

 – ¿Sabes? Con Robbie planeamos en decir a Liam sobre mi embarazo hoy. Y de paso a Rory que tampoco sabe nada.

 – ¿Estás segura? – pregunto con sorpresa.

 Me tomó desprevenida.

 – Sí – afirma en un suspiro. – Cuando mas pronto, mejor.

 – Como tu quieras... sabes que estaré contigo cuando lo hagas. Solo espero que no se tome muy a mal. Ni siquiera podía creer que ustedes dos dejaron la fiesta de Max juntos en el momento, no sé cómo se lo va a tomar.

 – Yo tampoco, pero no pienso correr el riesgo de posponerlo hasta que tenga seis meses de embarazo encima y tenga que decir que me tragué una sandía.

 – Me gustaría ver eso – digo riendo.

 Ella ríe también y seguimos el camino en silencio.

 Todas las otras personas ya están en lo de Zack, esperando nuestra llegada. No es que quiera llegar tarde a propósito, es solo que los eventos de esta tarde lo ameritaron y además... ¿Cuándo la aludida no llega última a su propia bienvenida? ¡Claro! Típico y aquí estoy yo, llegando tarde y última.

 Cuando llegamos, Addie maldice por lo bajo, ya que no hay lugar donde ella quiere para estacionar. Sí, bueno, a ella le gusta estacionar justo frente a la puerta para no tener que caminar mucho hacia la entrada... vaga.

 – Nunca entendía por qué la gente bromeaba sobre la ansiedad de una mujer embarazada, pero ahora lo entiendo perfectamente. Las ganas de algo de chocolate me están matando – comenta cuando salimos del auto.

 – ¿Por qué no compraste de camino? – le pregunto riendo.

 – Voy a pedirle a Robbie que lo haga – dice sonriendo, con un encogimiento de hombros.

 – Pobre chico.

 – ¡Hey! – se queja riendo.

 Yo río también y toco el timbre. Desde aquí se escuchan las múltiples voces de adentro y los <<sh, sh>> de Thomas queriendo callarlos. Con Addie intercambiamos miradas y reímos bajito para que no se no escuche. Si fueran más disimulados... además yo ya sabía todo esto, no tiene sentido que quieran gritar "¡Sorpresa!" cuando yo ya sé de todo esto. Tampoco puedo evitar que lo hagan.

 – ¡Está abierto! – se escucha a Tom gritar del otro lado de la puerta.

 Nos tapamos la boca para ahogar nuestra risa y, cuando ya está mas o menos calmada, procedemos a abrir la puerta. Está todo oscuro y en silencio y estoy tratando de poner una cara seria para cuando salten a "sorprenderme", pero creo yo que no lo estoy consiguiendo y Addie tampoco.

 – No nadie aquí Addie – comento con susto fingido.

 Ella ni siquiera puede responderme del ataque de risa que tiene.

 De repente, la luz se prende y todos salen de sus escondites.

 – ¡¡¡Sorpresa!!! – gritan todos.

 Los miro sonriendo sin decir nada, ni siquiera haciéndome la sorprendida, solo muedo mi labio tratando de retener el ataque de risa que está amenazando por salir. Mi prima no tiene tanta suerte, ya que comienza a reírse cual loca y hasta le salen lágrimas.

 El único sonido en la habitación son las carcajadas en descenso de Addie; todos nos miran sin entender nada, hasta que Zack decide comentar.

 – ¡Te dije que era estúpido! ¡Ella ya sabía todo! – le reprocha a Thomas, que solo le responde con un encogimiento de hombros.

 – Esperen – reclama Nate. ¡Nate está aquí! – ¿Ella ya sabía que nosotros estaríamos aquí?

 – Uhm, no sabía que tu estarías aquí. – comento sonriendo.

 – ¡Thomas! ¿Por qué no nos dijiste? Ahora quedamos como tontos – rezonga Mike.

 Y de ahí algunos comienzan a quejarse con él, ya que los hizo hacer el ridículo. Yo solo los miro sonriendo, al igual que algunas otras personas que sabían que yo sabía. Como mi hermano, Jane y Robbie. Rory también lo sabía. Siento una mano en mi hombro y sonrío al reconocer de quién es.

 Giro sobre mis talones y me encuentro con la expresión divertida de Derek.

 – Hey. – saluda con una sonrisa que hace mis rodillas tiemblen.

 Yo solo le sonrío devuelta y me pongo en puntas de pie para darle un pequeño beso en forma de saludo.

– Aw, ustedes son tan lindos. – comenta Addie a nuestro lado, secándose el par de lágrimas de que salieron en su risa.

 – Si tu no los detienes, nadie lo hará – me comenta Derek.

 Suspiro. Tiene razón. Antes de que la comida comience a volar por los aires, me acerco a donde Thomas con cara de cachorro lastimado y me pongo frente a él, haciendo que los gritos de Mike, Zack, Nate y Josh cesen abruptamente.

 – ¿Pueden calmarse? ¡No hay razón para enojarse tanto! – exclamo moviendo mis brazos.

 – Pero nos hizo hacer eso sin razón. – se queja Nate en un tono más calmado.

Le doy una mirada de pocos amigos antes de colocarme al lado de Tom, ponerme en puntas de pie y pasar mi brazo por sus hombros.

 – Mi amigo Thomas aquí, no lo hizo con mal corazón. Seguramente solo quería hacerme reír, ¿Verdad? – la envío a Tom una mirada que dice que ¡Mas le vale decir que sí!

 Él lo capta enseguida.

 – Oh, sí, sí. Era eso. Quería que Lori se riera. – dice con una risa nerviosa.

 Los otros lo fulminan con la mirada antes de unirse en conversaciones con las otras personas desparramadas por sala. Él único que se queda, es Zack.

 – Estúpido. – maldice.

 – ¡Hey! Yo solo quería jugarles una – se disculpa Thomas.

 – ¡Deténganse! Él no tenía malas intenciones, no tenían por qué enojarse, Zack. ¡Me reí un montón! – exclamo sonriendo como excusa.

 La expresión de Zack se suavisa.

 – La voy a dejar pasar solo por eso – dice con un amague de sonrisa.

 – No puedes resistirte a esto – bromeo señalando con mi índice una gran sonrisa dientuda en mi cara.

 Él niega con la cabeza divertido antes de hacer un ademán hacia atrás de él. No entiendo qué quiere decir hasta que me da la espalda y se agacha un poco abriendo los brazos.

 – ¡Vamos! – me anima.

 Río y me acomodo el pantalón antes de saltar a su espalda. Thomas ríe detrás, pero no sé qué hace ya que Zack comenzó a caminar hacia donde hay otras personas para que salude.

 – ¡Abran paso, la señorita Lorelay Hastings va a saludar! – exclama él atrayendo atención.

 Primero me lleva hacia donde está Derek, a quien vuelvo darle un pico en los labios. Addie y Eppy, quien se puso a su lado en algún momento en que me aparté para acabar con la discusión, me hacen una reverencia, haciendo con sus manos un movimiento como si tuvieran puesto un vestido de época. Yo solo río.

 Cada uno me saluda a su manera. No me sorprende ver a Addie sacando fotos en cada persona en la que Zack se detiene para que yo salude. ¡Esta mujer va con su cámara para todos lados y yo ni siquiera me di cuenta que la tenía encima! Jane y Elle están juntas, al igual que Rory y Charlie, Liam y Robbie, y, afortunadamente, Nate ya está congeniando con Mike y Josh, a quien atrapé dirigiéndole miradas a Epperly. No sé de qué va eso pero le preguntaré a la pelirroja a ver si tiene idea.

 Siento una mirada constante sobre mi y, cuando volteo a ver de parte de quién es, me toma por sorpresa una rubia con ojos celestes parada sola, aislada en la sala. Me está fulminando con la mirada y no es hasta que Zack me dirige a ella que me doy cuenta quién es. Cuando llegamos a ella, me bajo de su espalda y me acomodo la ropa cuando lo hago.

 – Lori, esta es mi novia, Peggy. Peggy, esta es mi amiga y novia de Derek, Lorelay.

 Lo sabía.

 En el momento que las últimas palabras salen de la boca de Zack, la expresión de ella cambia por una de alivio. ¿Estaría celosa?

 – Un placer conocerte – saludo con una sonrisa.

 – El placer es todo mío – dice sonriendo también, abrazándose a Zack, como queriendo mostrar que él es de ella.

Él le frunce el ceño y yo enarco una ceja, para que vea lo ridícula que está quedando. Ella sonroja un poco, pero sigue en la misma posición.

 – Uhm... voy a ir con Derek, mi novio – digo con énfasis cada palabra, para que le quede claro que con su chico no busco mas que una amistad y compañerismo, ya que estamos en la misma banda.

 Sin más, giro sobre mis talones y me dirijo hacia donde están mis primas y Derek.

 – Mi lady – saluda Maddison volviendo a hacer la reverencia.

 – Deja de hacer eso – le digo riendo.

 Ella ríe también y se pone a ver las fotos de su cámara.

 – Oye tu – llamo la atención de Eppy, ella me arquea una ceja para que siga hablando. – ¿Conoces a Josh?

 – ¿Estás bromeando? – me pregunta de mala manera.

 – Uh... ¿No? – digo insegura.

 Su tono no me afecta, pero no tengo idea del motivo. Ella resopla con fastidio antes de hablar y siento a Derek poniéndose a mi lado, colocando una mano en mi hombro.

 – ¿No recuerdas cuando hace tiempo atrás les conté que me gustaba un chico? ¿Que se llamaba Joshua Doyle, le decían Josh y tocaba la batería en una banda?

 Con eso, me cae la ficha.

 – ¡No! – exclamo con asombro.

 Ella asiente y pone los ojos en blanco.

 – Ese es nuestro Josh – menciona Derek a mi lado, aún con su mano en mi hombro.

 – Nunca supe que era él – digo aún conmocionada.

 – Tampoco te dije cómo lucía – se excusa ella con un encogimiento de hombros.

 Abro y cierro mis boca un par de veces, sin saber exactamente qué decir. Todo este tiempo estuve al lado del chico que a una de mis mejores amigas le gustaba y ¡No hice nada! Me maldigo por no haberlo descubierto antes.

 – ¡Oh! ¿Ese es el chico Josh? No te culpo, tiene buenas pintas – interviene Addie.

 – Ese no es el punto, se hacía el lindo conmigo cuando lo hacía con todas las otras chicas del instituto. Como sea, ya no tengo ningún interés en él. – aclara Eppy.

 Derek se ríe entre dientes, haciendo que Addie y yo lo miremos con curiosidad y Epperly lo mire con cara de pocos amigos.

 – Tendrías que haberte acercado a él o algo, cuando las clases comenzaron no paraba de hablar de una chica pelirroja que llamó su atención. Nunca pensé que sería una de las primas de Lorelay.

 Epperly solo se encoge de hombros.

 Maddison desaparece un segundo y vuelve sin la cámara en sus manos.

– Quiero hacerlo ahora, Lori.

Frunzo el ceño, sin entender.

 – ¿A qué?

 – Decirles a tus hermanos.

 Oh.

 – ¿Le preguntaste a Robbie? Tal vez él no está listo.

 – Mira, ambos tuvimos la culpa de tomar como su no hubiera mañana y terminar enredados en las mismas sábanas. Si Liam quiere matarlo, es su problema, como va a ser el mío cuando tenga que contarle a mis padres. Es ahora o nunca. – dijo con firmeza.

 – Ella tiene razón – opina Derek susurrándome el oído.

 Suspiro en derrota. ¿Alguna situación en la que Derek no tenga razón?

 – Bueno... vamos.

 Addie y Eppy comienzan a caminar y nosotros vamos detrás. Mi novio deja su bazo sobre mis hombros y me da un beso en la sien mientras caminamos hacia donde están mi hermano, mi hermana, Charlotte, Jane y Robbie. Busco con mi vista a Elle y veo que está con Peggy, Thomas, Zack, Nate, Mike y Josh.

 Maddison se aclara la garganta cuando llegamos a donde están ellos, tratando de que dejen de reír para que le presten atención.

 – Hey, Addie, ¿Qué pasa? – pregunta Liam.

 – Me gustaría decirte algo. A ti y a Rory.

 Robbie abre los ojos a la par y la mira con terror, negando con la cabeza.

 – Seguro, dinos. – responde él.

 – Quizás deberías sentarte – le dice empujándolo al sillón detrás de él por los hombros.

 Liam la mira con el ceño fruncido y, sin decir mas, Rory se sienta a su izquierda seguida de Charlie; Jane toma asiento a su derecha. Robbie se pone a un lado de Addie y con Eppy y Derek estamos al otro lado.

 – ¿Qué demonios está pasando? – pregunta mi hermano con clara confusión.

 Addie suspira y toma la mano del próximo a ser padre.

 – Me hubiera gustado esperar un par de años para decirte esto pero, uhm... – Robbie se queda sin palabras.

 En realidad, tiene miedo de la reacción de mi hermano al embarazar a una de sus primas.

 – Tenemos que hacerlo ahora. – completa Maddison.

 – ¿Pueden escupirlo ahora? – urge Aurora.

 Ellos comparten una mirada antes de mirar a mis hermanos.

 – Estoy embarazada – admite Addie con voz firme.

 Y lo único que se escucha en la sala después de sus palabras son las respiraciones de todos. Al parecer, los otros también escucharon lo que mi prima dijo y, echándoles un vistazo, veo que Zack y Thomas están boquiabiertos. Claro, ellos dos conocían a Addie, los otros no; ni siquiera Nate.

 Mi hermano se queda pálido de un momento a otro, con una expresión de conmoción en sus facciones. Aurora tiene la boca abierta en una sonrisa y sus ojos están maravillados, al igual que los de Carlotte y Jane.

 – ¿Están hablando en serio? – pregunta Liam a penas audible.

 – Sí – afirma ella.

 – ¿Me están diciendo que esta noche en la que se fueron juntos, ni siquiera fuiste capaz de usar un maldito condón? – pregunta mi hermano con vos en aumento.

 Uh, oh. Está enojado.

 – ¿Qué está pasando? –pregunta Nate con un susurro en mi oído, haciendo que me de un respingo.

 – ¡Me asustaste! – grito-susurro.

 El se encoge de hombros con una sonrisa en su cara. Siempre tan idiota.

 – ¿Tu crees que lo hice a propósito? – le espeta Robbie devuelta.

 – ¿Entonces...? – vuelve a susurrar Nate.

 – ¿Recuerdas lo que te conté de Addie y Robbie en una noche descontrolada de alcohol y sin memoria? – susurro devuelta.

Nate entrecierra los ojos, pensante. De pronto, se queda boquiabierto y me mira con los ojos ojos bien abiertos también.

 – ¡No puede ser!

 – Oh, sí.

 – ¡Eres un hombre Robbie! ¡Se supone que siempre tienes que andar precavido con ese tipo de cosas! – el espeta Liam.

 – Cálmate, William. – interviene Addie. – Ninguno de los dos quería esto, fue un error pero ahora es una vida de la ambos vamos a hacernos cargo de ahora en más. Puedes enojarte todo lo que quieras, pero tu no tienes que decirles a tus padres que estás embarazada de alguien con quien no tienes una relación, o peor, ¡Que pasó en una noche donde ni siquiera recuerdas! Así que guárdate tus comentarios para ti mismo y muestra un poco de compasión por la situación de tu prima y tu mejor amigo.

 Como si la voz de Addie fuera algún bálsamo mágico, la expresión de Liam se suaviza y la sorprende con un abrazo de oso. Acción que después de unos segundos, ella le devuelve. Él le dice algo al oído y ella sonríe. Se separan y Rory salta a abrazarla feliz.

 Liam niega con la cabeza viendo a Robbie, pero sonríe y lo abraza palmeando su espalda, en modo de felicitación. ¡Si! Sabía que el enojo no le iba a durar mucho. O sea, ¡Va a ser tío!

 Las demás personas proceden a felicitar a la pareja – no pareja – por la vida en camino. Como yo ya tuve tiempo con ella, aunque todavía no le felicité como se debe porque las circunstancias del momento en que nos enteramos no lo ameritaban, me quedo al lado de Derek, quien se pone frente a mi con ambas manos en mi hombros. Me sonríe con amor y yo el devuelvo el gesto.

 Besa mi frente, mi ceño, el tabique de mi nariz, la punta de ésta y, por último, mis labios. Aprovechando que no somos el centro de atención en este momento, lo abrazo por la cintura y continúo el beso, disfrutando de su característico sabor. Él encierra sus brazos detrás de mis hombros, besándome con el mismo amor con el que yo lo hago. Se separa unos milímetros, haciendo que abra los ojos y le sonría.

 – ¿Ya te dije lo mucho que te quiero? Porque es muchísimo – murmura contra mis labios.

 Sonrío aún más y asiento con mi cabeza.

 – Sí. Muchísimo.

 Él me sonríe radiante y picotea mi boca con la suya, haciéndome reír. Frota su nariz con la mía, antes de atraerme a su pecho en un abrazo. Apoya su mentón en mi coronilla y aprecia lo mismo que yo.

 Todas esas personas, riendo, bromeando y felicitando a dos de las personas que mas quiero. Todos se ven felices, al igual que yo lo soy ahora.

 A mi mente viene el título de Gossip: La vida de Lorelay Hastings. Se empeñan en querer saber sobre mi vida, y es que no importa cuanto escarben en ésta, nunca van a saber cómo realmente es. Antes de entrar en Pretty Land High este año, mi vida era una total monotonía: las mismas personas, las mismas relaciones, las mismas situaciones. Eso no me hacía menos feliz; pero desde el tres de septiembre mi vida no es la misma. Desde ese día, personas increíbles entraron, dándole un gran, hermoso e increíble giro.

 Si el día en que comencé las clases, me decían que dos meses después estaría de novia, en una banda y rodeada de personas excelentes, me les hubiera reído en la cara. Mi vida estaba basada solo en mi familia, en mi relación con ellos. Nunca había experimentado tener amistades fuera de ella y es ahora que me arrepiento el no haberlo echo antes.

 La vida de Lorelay esto, la vida de Lorelay aquello. Mi vida no sería nada sin las personas que están en este cuarto junto a mi. Sin la persona que está cubriéndome con sus brazos. ¿Cuánto puede cambiar tu vida en solo dos meses? Pues miren la mía.

 Nunca fui solitaria, siempre tuve a mi familia rodeándome, siempre fui feliz. Pero esa felicidad, no se compara con la siento en este instante, en esta etapa de mi vida. La alegría de tener todas estas grandes personas conmigo. Hay cosas que todavía rondan por mi cabeza, como las que hablé con mamá rato atrás, pero puedo sobrevivir sin saberlas... por ahora.

 Recuerdo cuando vine a esta casa por primera vez, triste, conmocionada y asustada por la aparición de Brandon en By Deep. Mis labios se curvan en un sonrisa; ese día fue en el que me fijé en Derek por primera vez. La primera vez que miré en las verdes órbitas de sus ojos y mi cabeza y corazón comenzaron a complementarse. Ambos con miedo y ambos queriéndolo cerca, cicatrizándolos.

 En conclusión, gracias a loca idea de mis padres al anotarnos a mi y a mi hermana en Pretty Land High, nuestra vida cobró mas sentido. O por lo menos para mi. Ahora tengo amigos, amigas ¡Y hasta tengo novio! Una de las mejores personas que conozco para ser concreta, alguien que de seguro voy a tener mucho tiempo en mi vida.

 Antes, tenía una vida monótona y feliz. Ahora, mi vida tiene sus altos y bajos, y soy aún más feliz, porque sin todas estas personas La vida de Lorelay Hastings, como dice la revista Gossip, no existiría.

 – Te quiero, Lorelay – Derek me saca de mis pensamientos con un suave murmullo.

 Sonrío aún sabiendo que no me puede ver.

 – Te quiero, Derek.

                                                                                                                          Continuará...


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