Todo lo que quiero

By VainillaRz

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Los Miller #2 Al mujeriego y egocéntrico William Miller le llegó su hora, juegos y bromas no lo son todo. Su... More

Comencemos
Dedicatoria
Capítulo 1
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo final 41
EPÍLOGO
Agradecimientos

Capítulo 2

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By VainillaRz

Will

Ajusté mi corbata viéndome en el espejo retrovisor del auto y pasé mis dedos por mi rubio cabello que ahora está corto, estúpidas políticas de la empresa, sino me gustara tanto lo que hago seguramente hubiera renunciado desde el principio, la cosa es que no pensé enamorarme de este empleo en el periódico TroubleNews tan rápido.

Me bajé teniendo cuidado de no arruinar mis zapatos con la suciedad del suelo que hay en el estacionamiento y comencé a trotar para no llegar tarde por segunda vez en la semana, veo el gran edificio de color marrón suave, los grandes ventanales le daban ese toque de elegancia y "transparencia" que nuestro jefe, el señor Hitman siempre pide y muestra en todo.

Justo cuando creo que por fin lo voy a lograr un pequeño cuerpo choca conmigo en la entrada, vi la gran melena castaña sacudirse y casi caer hacia atrás, así que por reflejos la alcancé a atrapar, fue al ver sus ojos que supe lo peor que se pondría este día, más que cuando no pude encontrar mi loción favorita por la mañana.

— ¿Quieres fijarte por dónde vas? —el tono duro y a la defensiva de mi compañera Brooke me hace saber que este día no será tan diferente a los demás.

— ¿Quieres crecer un poco más para no pisarte como el pitufo que eres? —mi pregunta la hace abrir su boca en sorpresa, ella detesta que me burle de su estatura siendo que no es tan pequeña hasta que se topa conmigo, su metro sesenta y cinco no es mucho para mí.

La veo cruzar ambos brazos sosteniendo en una de sus manos un bolso sencillo negro, es tan grande que creo puede llevar una cabeza en el.

— Por lo que veo vienes igual de idiota que todos los días, ¿No es así, Miller? —ve a uno de nuestros compañeros que quiere pasar y me empuja poniendo ambas manos en mi pecho para no estorbar y quitarnos de la entrada, sin embargo, ya hay varios que han captado nuestro intercambio de palabras.

— Y tu sigues siendo la misma niña de ayer y que posiblemente serás mañana.

— Imbécil—gruñe viendo sus uñas despintadas.

— Torpe—su mirada se torna oscura y se acerca lentamente a mí, cuando pienso que me va a abofetear coloco mis brazos frente a mi cara para cubrir el golpe, pero no, como siempre la chica hace lo que menos pienso que va a hacer, me da un pisotón y cuando me quejo aprovecha para abofetearme, no es el golpe más fuerte que he recibido, pero el simple hecho de que se atreviera a atentar contra mi perfecto rostro me hace sorprenderme.

— ¡Me las pagarás Walker! — alcanzo a gritar con el poco aire que me queda cuando veo como da media vuelta y tiene la intención de irse, ella se gira y se vuelve a acercar a mí.

— Cuando quieras Miller—la gente que se ha puesto a nuestro alrededor y comienzan a murmurar, incluso algunos a reírse de la situación. Brooke está plantada justo frente a mi sin temerme ni un poco y es parte de lo que siempre llamó mi atención ¿Cómo puede alguien que luce tan delicado tener todo ese valor dentro de un cuerpo tan pequeño?

— Te aprovechas de que eres una...—la miro de pies a cabeza deteniéndome en su lindo atuendo de pantalón de vestir negro ajustado y camisa sencilla blanca.

— Soy ¿Qué? —me pregunta de manera altanera.

— Iba a decir dama, pero el título de dama no te va.

— No soy una dama porque en esta época no hay caballeros.

Eso me causa soltar una carcajada— Perdona ¿Acaso no me has visto todo este tiempo? Soy un perfecto caballero, uno que todas desearían tener—los suspiros de varias compañeras se escuchan dándome la razón en mi argumento.

— Eso es mucho ego ¿No crees Miller? —me está mirando con desagrado, aparece la linda pelinegra del departamento de arriba del nuestro y la jala del brazo para llamar su atención, tengo entendido que ambas tienen una amistad.

— Solo el necesario, no más, no menos—es como si cada parte de mi presencia la molestara.

— Brooke, ya basta—escucho que le susurra su amiga.

— Hazle caso muñeca, no vaya a ser que tu jefe te castigue por ser mala y llegar tarde—sé que es una burla muy baja ya que soy el jefe del departamento en que ella está y eso nunca le hizo ninguna gracia.

— Me vuelves a llamar muñeca y no respondo—se deja guiar por su amiga que va tratando de calmarla, me río porque esta mañana sí que fue entretenido, solemos pelear por cualquier cosa, solo que ahora fue en público y antes de entrar oficialmente al trabajo.

— El show terminó, vuelvan a sus puestos—la voz del gruñón de Brais me hace saber el discurso que me dará esta vez. Lo veo llegar con la expresión de gran papá oso enojado.

— ¡Brais! ¡Hermano! Que sorpresa, pero quita esa cara que no favorece a tu color de cabello oscuro, sabes, creo que te ves más viejo ¿No has pensado en teñirte de rubio? Es la moda—señalo a Matt y a mí, ambos somos rubios, solo que mi tono es un poco más claro, obviamente mis palabras no le hacen ninguna gracia, veo a Matt atrás de él y me indica que los siga.

— ¿No sientes que esto se está saliendo de control? —me pregunta Brais ignorando mi consejo anterior, de verdad creo que el rubio le haría un favor a no verse tan serio— Sabemos que tú y la chica no se llevan bien, pero ¿Es necesario hacer esto todas las mañanas? Siempre están peleando o en desacuerdo por algo, lo que hicieron no es profesional.

— Cállate Brais, por favor, solo déjalo estar ¿A caso escuchaste lo que le dijo Will? —Matt como siempre intenta aligerar el ambiente entre los tres— No digo que Brooke sea una mala chica, pero obviamente no se sabe quedar callada y eso solo nos da un mejor espectáculo a los demás, cuando le dijiste que no le quedaba lo de dama... ¡Yo sí creí que iba a romperte la cara otra vez! —frunzo mi ceño sin saber de qué lado está ahora.

— No, tu deja de animarlo—le da un empujón a su hombro mientras caminamos por los pasillos para llegar a mi oficina— No podemos estar en la oficina de esta manera, deben ser profesionales. Después de todo trabajan juntos ¿Cómo es que aún se odian? —la pregunta de Brais me hace considerarlo por primera vez.

Aunque tampoco sé de qué se sorprende. Mi respuesta es lo único que se me viene a la mente.

— Como le gané el puesto de editor en jefe esta celosa de eso—al menos no encuentro otra razón justificable para que me odie.

Mi carrera en periodismo la comencé con clases en línea cuando todos en mi familia pensaron que me había salido de la universidad, tiempo después me ofrecieron trabajar en el periódico TroubleNews, pensé que sería una buena experiencia ya que el periodismo, aunque no fue mi opción inicial siempre me llamó la atención. Luego me dieron como compañera a la bella "dama" que se llama Brooke Walker, y al principio pensé "pero que linda gatita, toda tierna y gentil por fuera" luego descubrí que en realidad es terca, obstinada, sarcástica, competitiva...en conclusión ¡Es insoportable!

Y todo se puso peor cuando el puesto de editor en jefe quedó libre, por así decirlo "Competimos". El que encontrara la mejor noticia ganaba. Nuestro jefe es el señor Robert Hitman, un hombre muy amable, pero a la vez muy firme en sus decisiones y lo más importante es que se lleva muy bien con todos sus empleados, es el jefe que todos sueñan y sé que me aprecia, pero para mí mala suerte también le cae muy bien Brooke. Decidió ponernos como "equipo" aun cuando yo le gané el puesto, no me quejo tanto porque ella tiene que obedecerme ya que soy su jefe ¿Mencioné ya que soy su jefe?

— Todo irá bien Will, no creo que ella te mate—Matt me da unas palmaditas en la espalda— Al menos no todavía, después de eso la principal sospechosa sería ella y no es tan tonta—eso lo hizo ganarse una mirada de Brais y mía con la misma pregunta.

— ¿De qué lado se supone que estás? —decimos al unísono, Matt levanta ambas manos y se encoge de hombros.

— Del lado del entretenimiento.

Su respuesta me hace recordar todo lo que nos dijimos y me comienzo a reír muy fuerte.

— Ya lo sabía—dice Brais— Lo hemos perdido, Dios devuélveme al Will normal.

— Es que no puedo creer que me haya golpeado, eso fue otro grado de insulto para ella.

— ¿Divertido? —interroga Matt mientras caminamos a paso veloz para subir al elevador— Pues dicen que los que se pelean...se desean.

En ese instante mi risa cesa y mi expresión se pone seria. ¿Yo desear a Brooke?

Admito que no es fea, tez clara, cabello castaño claro, labios pequeños y un poco rojizos, es una mujer preciosa, lo único que la opaca es su actitud, es una persona muy aburrida y siempre está a la defensiva, no sé ni cómo es que funcionamos como equipo.

Solo decido callar, más problemas ya no quiero. Nos separamos cuando salimos del elevador quedando en ir a comer más tarde.

Llegando a la oficina tomo mi lugar en el escritorio y comienzo a revisar todo el material que Brooke me trajo esta semana, odio admitirlo, pero la chica trabaja muy bien, se ve que hacer esto también le apasiona.

— ¿William? —levanto la vista y veo al señor Hitman parado en la entrada. Su cabello castaño es muy parecido al de Brooke solo que este tiene muchas canas que antes lo hacían lucir respetable, pero desde hace unos meses ha comenzado a verse cansado, parte de ello logra preocuparme.

— Pase, señor—me pongo de pie para recibirlo.

— Muchacho me alegra que estés trabajando tan bien, esta es una de las áreas más productivas del periódico—no puedo evitar sentir orgullo por su alago, pero era obvio, si estoy yo dirigiendo el barco es imposible que se hunda.

Toma asiento en uno de los lugares frente a mí y me comienza a ver con esa expresión suya de traer nuevas noticas importantes.

— Les tengo una propuesta—suelta por fin cambiando a un tono serio cuando él habla así es porque vamos a tratar algo de la empresa. Luego me doy cuenta de lo que dijo.

— ¿Les? Habló en plural señor... ¿Esperamos a alguien más? —suplico a todos los cielos ¡Por favor que no diga Brooke!, por favor que no diga Brooke, que no diga Brooke, no a Brooke, Por favor no mencione a Brooke.

— A tu compañera, Brooke.

¡Tenía que decirlo! Pongo mis ojos en blanco.

— No seas grosero William, no sé porque se odian si son un gran equipo. De hecho, serían una buena pareja.

— Con todo respeto señor, es un milagro que sigamos trabajando los dos juntos sin matarnos, ella no me soporta, yo no la soporto. Fin de la historia.

— Ya volví—aparece Brooke interrumpiéndonos, al menos se ve más tranquila— Después del accidente en la cafetería tuve que calmarme para no degollarte vivo Miller. ¡Señor Hitman! —dice sorprendida— No sabía que estaba aquí.

— Ya hablamos de esto, díganme Robert solo tengo cincuenta y cinco años, y querida Brooke necesito hablar con ambos de un negocio muy importante así que toma asiento—le indica el lugar que está a su lado.

Una vez que todos estamos acomodados nos ve con una gran sonrisa. Brooke y yo nos volteamos a ver compartiendo el mismo pensamiento "Va a decir algo que no nos va a gustar".

— Se irán a las vegas—los ojos Brooke se abren del asombro, en cambio mi sonrisa es más grande que la del gato de Alicia en el país de las maravillas. Bueno después de todo no fue algo tan malo ¡Iré a Las Vegas! Digo, también irá Brooke, pero no importa ¡Son Las malditas tremendamente fantásticas Vegas!

— No puedo—suelta Brooke rompiendo el silencio que se ha instalado— Sabe mejor que nadie que no me es permitido salir de la ciudad.

¿No le es permitido? ¿De qué está hablando esta mujer? Pongo toda mi atención en la conversación que parece que el señor Hitman y Brooke están teniendo con la pura mirada.

— Querida Brooke lo estuve pensando mucho, pero sé que eres capaz de manejarlo. Además, no irán solos, un par de sus compañeros estarán con ustedes cubriendo el mismo evento, pero para otra sección ¿De acuerdo?—ahora nuestro jefe está usando ese tono paternal que solo utiliza con Brooke, al principio creí que Brooke estaba intentando seducir al hombre, luego tuve dos puntos importantes por los que supe esa no era opción; uno, el señor Hitman es un viudo respetable y dos, Brooke, aunque no me gusta admitirlo es una chica con demasiados valores como para hacer algo así. Lo que había entre estos dos era diferente, es una relación padre e hija que han ido formando con el tiempo, lo cual no me sorprende porque nuestro jefe siempre se involucra demasiado.

Veo la lucha en todo el rostro de Brooke hasta que puede decir— No, lo siento, no puedo—se pone de pie visiblemente tensa, no le gusta negarse a nada de lo que le pide, luego sale de mi oficina.

El señor Hitman suspira negando con la cabeza— Iré a hablar con Brooke—me dice mientras sale tras ella.

No es como si pudieran dejarme así, hay veces en que me doy cuenta de que no sé nada de esta mujer, luego me convenzo de que no me importa, momentos como estos solo me confunden ¿Quién no puede ir a Las Vegas? Distraídamente me comienzo a acercar un poco a la puerta y escucho algunos susurros.

— ¡No quiero señor! No puedo hacer esto y menos en Las Vegas.

— Querida Brooke es muy poco probable que te lo encuentres ahí, de verdad los necesito, eres una de las periodistas más intrépidas y eficientes que hay en TroubleNews—¿Encontrarse a quién?

— Señor ¡William me odia!, no aceptará que lo acompañe— ¿Qué yo la odio? Bueno es la reputación que ella solita se ha ganado.

— Yo sé que podrán sobrevivir si vas con él, además son un equipo; si él va y tú no, sería como mandar a un soldado a la guerra con un arma sin balas.

— Aprecio esta oportunidad, pero no.

— Entonces será por las malas—la voz del Señor Hitman se vuelve seria.

— Necesito la mejor noticia sobre la inauguración de uno de los casinos y el presidente estará ahí, así que vas a ir o te despido.

— No me puede hacer esto—le suplica Brooke, por su tono voz me sorprende que nuestro jefe no haya cedido, puedo decir que también le está costando trabajo a él.

— Cuando entraste a trabajar tú me dijiste que me debías una y que no me arrepentiría de contratarte así que es momento de demostrarlo, no hagas que me arrepienta Brooke.

Después de eso se escuchan los pasaos del señor Hitman que seguramente se aventura en regresar a mi oficina. ¡Mierda! ¡Mierda! Comienzo a correr en círculos.

Control Will. Me recuerdo mentalmente.

Tomo asiento en mi lugar atrás del escritorio y pongo mi celular en mano como si estuviera mandando un mensaje, segundos después la puerta se abre otra vez.

— Y bien... ¿Qué dijo? —le pregunto haciéndome el interesado, claro, como si no hubiera escuchado ya todo lo que dijeron allá afuera.

— Sé que no se negará —se limita a contestarme— Y dime William ¿Cómo va tu familia? —una sonrisa se extiende por todo mi rostro, me gusta hablar de mi familia, siento que ellos han sido un motor clave en lo que soy y he logrado, sobre todo mi hermana melliza Azul.

— Pues ya sabe que somos muchos, mamá está loca con mis hermanos y sobrinos, papá trabajando, se retirará muy pronto—escucho como murmura un "que afortunado", pero decido no decir nada al respecto todavía— Mis hermanos menores estudiando, creo que están planeando con mi hermano mayor un negocio y mi hermana sigue sin aceptar la propuesta de matrimonio de mi cuñado.

Una risa se le escapa por eso ultimo— Ese es un buen hombre, por lo que me has dicho se nota que la ama, mi amada esposa no aceptó mi propuesta hasta la quinta ocasión, claro que yo tampoco era un hombre fácil de vencer.

— Bueno, señor Hitman, Jayden sabe que mi hermana lo ama y juntos son unos padres grandiosos para mi sobrino Kian así que supongo que eso eventualmente llegará, soy fiel creyente de hacer las cosas en el momento correcto, mi sobrino es grandioso ¿Qué otro lazo más necesitan? —como siempre que hablo de mi sobrino una sonrisa traicionera se cuela por mi rostro.

— ¿Te gustan los niños, William? — dice divertido.

— Claro, mis sobrinos son fantásticos, desde los trillizos de mi hermano mayor hasta el piccolo de Kian, pero porque tienen unos padres excepcionales.

— Seguro que sí ¿Y tú para cuándo? —estoy seguro de que si estuviera bebiendo agua hubiera escupido todo.

— Bueno...no quiero hablar de eso—sueno incómodo, pero no es precisamente mi tema favorito.

— No dejes pasar mucho tiempo. Mi esposa y yo no queríamos nada más que tener con nosotros a una pequeña, lamentablemente nunca se logró y ella murió demasiado pronto—fue inevitable que una parte de esa historia agitara mi corazón, nunca sabré lo que él siente, pero tengo claro que sin mi familia yo no sería nada y él está solo, quizás en Brooke encontró a esa niña que nunca tuvo.

La puerta se abre de golpe y precisamente aparece Brooke.

— ¡Querida Brooke! ¿Qué pensaste al final? —la pregunta del señor Hitman la mantiene en la entrada de la oficina.

— ¿Cuándo nos vamos? —nos dice forzando una sonrisa.

— Perfecto. Aquí está todo lo que necesitan—nuestro jefe deja unas carpetas en el escritorio, pero antes de salir me susurra.

— Por cierto, Will, escuchar conversaciones ajenas está mal.

¡Él lo sabía! Y me dejó fingir como idiota que yo no tenía ni idea.

Quedamos Brooke y yo, ambos mirando los papeles. Por experiencia sé que ella respeta mi espacio en la oficina y por supuesto que no se acercará a mi escrito para abrir algo que el jefe me dejó, no hasta que yo lo haga primero.

— ¿Piensas abrirlos en algún momento? ¿O te quedarás ahí nada más? —me pregunta.

— Pero que irritable estás este día—abro la carpeta y lo primero que veo es la fecha— Nos vamos mañana—le informo quedándome estático.

— ¿Qué? —se apresura y me arrebata los papeles— Mierda—odio admitirlo, pero estoy con ella.

— Mierda por dos.

Luego recuerdo de la pelea que tuve con mi Sorella y obviamente debo arreglar eso antes de irme a cualquier lugar y tiene que ser ahora, saco mi celular mientras Brooke lee las demás hojas, marco el número deseando que por primera vez tenga el celular en la mano, esa mujer nunca me responde.

¿Hola? —contestan en la otra línea.

— ¡Bambino! —digo emocionado al escuchar la voz de mi sobrino— ¿Esta mi Sorella ahí?

¡Zio! ¡Zio! Le gané a papá en el video juego tes veces—su vocecita refleja emoción, noto que volvió a equivocarse en la "r".

— ¡Felicidades bambino! —Brooke me mira enarcando una ceja.

Voglio vederti, zio (Quiero verte tío) —me dice en italiano.

— Anch'io voglio vederti, Kian (Yo también quiero verte, Kian) —le contesto igual en italiano, es muy raro cuando él me habla en el idioma natal de mi padre y solo lo hace cuando hay algo especial que decirme, por eso me veo obligado a responderle igual, aunque estoy seguro de que mi italiano ya está oxidado de tanto que no lo uso.

— Mamá dijo que tal vez ya no me cuidarás.

— Siempre que pueda lo haré, pero justo ahora necesito hablar con mi Sorella ¿Me la pasas?

— ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! —comienza a gritar. No me pierdo que Brooke está muy interesada en los documentos, no quiero ya ni saber lo que viene ahí, son demasiadas páginas para un viaje tan corto, de repente la emoción que sentí fue remplazada por la preocupación de cómo sacar la nota que pidió el señor Hitman.

— ¿Hola? —la voz de mi Sorella me hace sentir un poco aliviado.

— ¡Azul!

— ¿Qué pasa Fratello?

— Me voy a las Vegas—la otra línea parece haber muerto por unos segundos.

— Si es de fiesta te mato, Will—sonrío por su respuesta.

— Es de trabajo, pero necesito que vengas al TroubleNews con Kian, antes de que te niegues de verdad es importante y te lo digo por el honor de pato—bendito gato que llamamos Pato cuando éramos niños.

— Está bien, Will. Voy para allá, sabes que no me gusta estar peleada contigo por mucho tiempo—al colgar siento algo de tranquilidad, es un lema no viajar si estoy enojado con mi familia, díganme tonto, pero nunca sabemos lo que puede pasar en ese tiempo. Siento la mirada de Brooke y cuando levanto la vista es definitivamente ella la que me está mirando con una curiosidad interesante.

— ¿Hablas italiano?

— Muñeca, yo soy italiano—pensé que Brooke se enojaría por el apodo de "muñeca" como lo hizo esta mañana, pero sorprendentemente no.

— ¿Naciste en Italia o solo eres italiano de parte de tus padres? —no sé cuándo le dio interés mi vida, aunque tampoco me voy a quejar por una mínima amabilidad.

— Nací en Italia junto con mi hermana Azul, somos mellizos—ella me vuelve a ver sorprendida.

— Vaya... Miller, eres más que un egocéntrico de mierda—y la Brooke grosera volvió.

— ¿Y tú de dónde eres Walker?

— No te importa—dice saliendo de mi oficina.

Está bien, eso fue extraño, pero al final de cuentas no podía esperar mucho siendo Brooke.

Tuve el tiempo para dejar un poco organizado todo el trabajo de los próximos días, Brooke ayudó a ambos departamentos al igual que Matt, estuvieron de arriba para abajo y viceversa. Tres horas después por fin vi entrar en mi oficina a mi Sorella y precioso sobrino Kian, ese chico definitivamente será tan apuesto como yo.

— Fratello lamento la tardanza, pero Kian pidió un helado después se ensució y tuvimos que regresar, el tráfico es grande y Jayden no pudo venir a traernos, anda muy ocupado en su trabajo, no pensé decirlo jamás, pero creo que necesita un momento para ponerse en orden.

— ¡Zio! —grita el bambino tirándose a mis brazos.

— Están perdonados solo si me trajeron algo y sobre Jayden está bien que le den un poco de espacio, ¡Se acaba de asociar con una empresa de reparaciones de motocicletas muy importante! No es para menos—Kian mete la mano a una de sus pequeñas bolsas del pantalón y me muestra un paquete de gomitas.

— Perdonado—exclamo de inmediato mientras abro mis amadas gomitas.

— Ahora sí, habla Will.

— Bambino ¿Por qué no vas por agua? Está aquí saliendo de mi oficina—él asiente y sale corriendo con todo el ánimo posible.

— Como te dije me voy a Las Vegas, pero quería verlos antes de irme. Disculparme por lo de antier, lo pensaba hacer mañana, pero con todo esto no podía. Me voy mañana—era una disculpa sincera y ella lo sabía así que solo me sonrío antes de responder.

— Fratello lo que dije es verdad, pero eres mi hermano Will, y te amo, tengo mucho que agradecerte, además mi hijo te ama y no podría alejarlo de su mejor amigo.

— Sé que no puedo hacer esto toda la vida, ya sabes, divertirme y jugar, ser guapo solo dura un tiempo—le digo para tratar de aligerar el ambiente.

— Pero ¿Qué estoy escuchando? ¿William Miller admite que dejará de ser atractivo?

— Oh, Sorella, lo atractivo está no solo en mi belleza externa—ella se burla, pero termina asintiendo.

— Tienes razón, tú eres hermoso y no solo por fuera, tienes los sentimientos más nobles y la determinación tan grande de los Miller, eso es lo que te hace especial.

— Me vas a sonrojar, sorella—me levanto y la tomo en un abrazo fuerte. Ambos sabemos que nuestra conexión desde siempre ha sido tan grande y en parte agradezco a la vida el que pude crecer con una hermana tan maravillosa como lo es ella.

— Kian ya tardó—murmura Azul. La ayudo a quitarse su saco dejándola con su atuendo de profesora y es que ha ido trabajando con una nueva librería que abrió sus puertas en la ciudad. Ella siempre lució más elegante que guapa, eso no quiere decir que no sea hermosa, después de todo es mi hermana, atractiva obviamente es, solo que nunca se enfocó en ello tanto como yo, sin embargo, agradezco que Jayden sea el que vio más allá de toda esa fachada que ella quería mostrar.

— Vamos a ver qué pasa—le ofrezco, solo que al abrir la puerta no puedo creer lo que veo. Brooke está jugando con Kian a embarrarse pastel en la cara y ambos parecen felices ¡Brooke puede sonreír! Y los más extraño es que parece conectar muy bien con Kian.

— ¡No huyas Booke! — grita el bambino.

— Es Brooke—le dice riendo.

— Sip, pero Booke suena más bonito—la felicidad en el rostro de mi sobrino no se puede aparentar, esto es real. Muy real y no puedo creer que Brooke sea participe de esto— ¡Gané! — le dice al terminar de comer su rebanada de pastel.

— Pequeño, has hecho trampa, me pusiste la mitad de eso en la cara—sentencia ella.

— Puede ser—admite el bambino. Claro que sí, con ella sí admite que hizo trampa.

— Vamos a limpiarnos—Brooke le extiende la mano y el pequeño la toma con tanta confianza que me hace enojar un poco ¿Qué si es una roba niños?

— ¿Está en buenas manos? —me interroga Azul que vio todo junto a mí.

— No sé—lo único que sé es que estoy impactado, jamás me imagine a Brooke así, no en ese lado empático o uno donde siquiera pueda hablar con las personas sin ser grosera o directamente mortal.

— Trabaja contigo ¿Cómo es que dices no saber?

— Bueno tenemos una relación... complicada, nos odiamos, pero trabajamos juntos—le respondo cuando regreso a mi lugar.

— Está en buenas manos—afirma mi Sorella volviendo a su asiento.

— ¿Cómo lo sabes? —¿Ahora ella está de su lado también? Esto dos son muy confiados al parecer.

— William, eres tú. Si esa chica representara algún peligro por minino que sea hubieras ido por el bambino de inmediato y como pudiste regresar a la oficina solo me queda creer que confías en ella más de lo que realmente crees.

— Tal vez—admito sin querer decir más.

La puerta de la oficina se abre dejando ver a un bambino feliz y con el rostro limpio.

— ¡Volví! —nos anuncia como su fuera una gran hazaña.

— ¿Algo que quieras compartir a la clase? —ante mi pregunta nos ve nervioso y sonríe en dirección a su madre.

— Tengo una nueva amiga y è molto bella (es muy hermosa)—esta contrariado en esa parte así que lo dejé ahí.

— Ven acá—le digo palmeando mi regazo— Debo decirte algo.

Antes de hablar Brooke entra con un vaso de agua.

— Lo siento Miller, pequeño aquí está tu vaso de agua dijiste que quería uno, pero volviste sin el.

— No te preocupes Walker, ella es mi hermana Azul—mi sorella se pone de pie y le da un gran abrazo, agradezco que, aunque visiblemente se pone incomoda con el gesto no es grosera con mi sorella

— Un placer—le dice en su lugar.

Cosa stavi per dirmi?(¿Qué me ibas a decir?)—la pregunta de Kian me hizo acordarme de la noticia que le tenía que dar, no quise esperar a que Brooke se fuera porque tampoco creo que le importe demasiado.

— Bien, bambino te decía que me iré por unos días.

— ¿A dónde vamos Zio? —pregunta emocionado, casi me mata tener que sacarlo de su error.

— Tu no irás, bambino, tu Zio debe ir a trabajar un poco lejos—le explica Azul acercándose a nosotros. Entro un poco en pánico cuando los ojos de mi sobrino se comienzan a llenar de lágrimas.

— ¡No te vayas Zio! —y ahora está llorando— Si es porque me porte mal ¡No lo vuelvo a hacer! ¡Zio no me dejes! —se aferra tan fuerte a mis brazos que solo me queda sostenerlo.

Volteo a ver a Brooke y parece sorprendida, luego reacciona y sale de mi oficina con un gran portazo. Si sigue azotando la puerta así voy a tener que poner una nueva cada semana.

— Bambino todo estará bien, volveré y te traeré una sorpresa.

— ¿De verdad? —pregunta limpiando con sus puñitos las lágrimas.

— Claro—ahora ambos estamos sonriendo.

Después del drama que debo admitir me entristeció ya no volví a ver a Brooke, me di cuenta de que Matt también iría, pero Brais como es de contabilidad no, también algunos compañeros que cubren otras áreas de la empresa, ojalá encuentre una buena manera de relajarme mientras esté por allá.

Puede que no sea tan malo ¿Qué es lo peor que pueda pasar?

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