Después de no ver a Camila durante dos días mí humor no era el mejor y odiaba la manera en la que me ponía cuando no estaba cerca de ella ya que mi amiga no tenía por qué soportar verme así, pero era imposible sonreír cuando nos encontrábamos tan cerca y no podía verla.
"¿Quieres salir a bailar esta noche?" Pregunto la rubia a mi lado "He hablado con Dinah y no deja de quejarse porque todavía no te ha visto"
Suspire intentando no responder de mala manera. "Realmente no estoy de humor como para salir, pero si tú quieres ir yo no tengo problema"
"Si no quieres salir podemos invitarla a merendar así deja de torturarme con mensajes" Insistió. "No puedes ponerte de esta manera solo porque no la has visto por 48 horas"
"¡Claro que si puedo!" Casi grite. "Se supone que estoy aquí por ella y entiendo que debe estudiar ¿Pero tan difícil es tener una maldita hora libre para mí?"
"Tranquilízate Laur" Susurro Alex. "Y no me hagas hablar mal de ella, porque no voy a parar"
Prácticamente la fulmine con la mirada pero no estaba como para discutir esto nuevamente, ella no era una gran fan de nuestra relación, lo sabía, y a pesar que me apoyaba escuchando mis quejas una y otra vez siempre recalcaba que debía terminar todo con la chica de ojos marrones. Como si fuera tan fácil. Como si pudiera alejarme de lo único bueno que había en mi vida. Pero ella no lo entendía, nadie lo hacía.
"Dile a Dinah que venga" Suspire accediendo a sus pedidos.
"Perfecto" Agarro su celular y yo imite su acción esperando recibir un mensaje de la castaña, pero no había nada así que decidí escribirle yo. De todas maneras no perdía nada más que mi orgullo, una vez más...
L: Camz, no he tenido noticias tuyas ¿Cómo has estado?
Dinah finalmente nos visitó y luego de hablar y reír con mis amigas durante toda la tarde, había oscurecido, en el fondo agradecí su compañía que me había ayudado a mantenerme distraída.
Mi celular vibro y rápidamente abrí el mensaje esperando encontrar su nombre en la pantalla. Sonreí, era ella.
C: Amor, perdón... He estado haciendo grupo todo el maldito día. ¿Qué estás haciendo tú?
Intente demorarme para no parecer desesperada, luego de 5 minutos de mirar la pantalla respondí.
L: Con Dinah y Alex ¿Tienes planes para esta noche? Quisiera verte
C: ¿Quieres venir y ver una película? Mi hermano se ha ido...
L: ¡Perfecto en un rato estoy allí!
"Debo irme" dije mirando a mis amigas.
"¿A dónde?"Preguntó Dinah sorprendida.
"Mmm, a ver una amiga" Dije con demasiados nervios en mi voz. Dinah conocía a Camila y no tenía idea de lo que sucedía con ella, pero tampoco me sentía cómoda como para revelárselo.
"¿Tienes alguna amiga que yo no conozco?" Pregunto alzando una ceja. "Si vas a ver un chico puedes decírmelo Laur" Sonrió. "Es evidente que es así, no te preocupes no voy a cuestionar nada, suerte con él"
Alexa busco mi mirada sonriendo con complicidad y yo simplemente desaparecí en su cuarto para poder arreglarme. No era fan de mentirle a la chica más alta, o al resto de mis amigas, pero aun no sabía cómo manejar esta situación por lo que opte por callar. Saber que Alex me apoyaba en esto era suficiente por ahora.
Alise mi cabello y me coloque perfume y maquillaje. Respire profundo y puse mi mejor cara de no hagan preguntas.
"Nos vemos luego" Dije besando la mejilla de cada una.
"¡Usa condón!" Grito la chica más alta cuando había cerrado la puerta y simplemente negué con la cabeza. Gracias al cielo no lo necesitaba.
El viento helado de Los Ángeles golpeaba mi cara mientras caminaba hacia mi chica y comencé a sentir más frio de lo que esperaba.
Para mi sorpresa llegando al edificio de Camila me encontré con ella esperándome abajo.
"Hey" dije dándole un cálido abrazo. "¿Hace frio verdad?"
"¿No has traído abrigo?" Pregunto frotándose las manos para calentarlas.
"No" Dije casi apenada. "Salí tan rápido que ni siquiera comprobé el clima"
"No te preocupes puedo prestarte uno. Subamos" Me tendió la mano y no me la soltó hasta llegar a su departamento, adoraba tener mis dedos entrelazados con los suyos, el frio siempre era una buena excusa para acurrucarnos.
Cuando finalmente estábamos a solas la abrace sin poder contenerme más, juntando nuestros labios suavemente, cada célula de mi cuerpo se relajó cuando por fin la tuve entre mis brazos y no pude evitar soltar un suspiro.
"Sé que solo han sido dos días pero realmente te eche de menos" Susurre sin abrir los ojos manteniendo mis labios cerca de los suyos.
"Lo sé y perdón, quería verte pero simplemente no he podido respirar en estos días" Al abrir mis ojos pude ver la sinceridad en sus palabras.
"Está bien. Ahora lo está" Dije sentándome en frente de la televisión y haciendo seña con la mano para que me acompañara. "¿Qué vamos a ver?" pregunte divertida.
"Sé que odias las películas de terror pero no hay otra cosa en esta casa ya que Justin las adora tanto como yo" Me enseño unas cuantas y decidí elegir cualquiera, de todos modos no tenía planeado verla en absoluto.
Camila coloco la película y se acurruco a mi lado, el sofá era demasiado grande por lo que cabíamos las dos acostadas sin problema. Pasaron 10 minutos de la película y a pesar de que intentaba concentrarme, no podía. Comencé a aburrirme a pesar de que ella parecía interesada.
"¿Camz?" Pregunte cuando sentí su respiración más lenta, siempre se dormía cuando decidíamos ver una película y amaba eso tanto como lo odiaba.
"¿Si?" Pregunto levantando su mirada.
"Pensé que te habías dormido" Sonreí y ella me robo un pequeño beso.
Comencé a trazar círculos en su pierna con mis dedos mientras ella seguía mirando la película y sentí como cada musculo de su cuerpo se tensaba ante mi tacto.
"Sé lo que estas tramando" Pronuncio todavía con la vista en la pantalla. Una sonrisa apareciendo en sus labios.
"¿A qué te refieres?" Puse la voz más inocente que pude a pesar de que eran evidente mis intenciones.
Mis dedos estaban ahora cerca del botón de sus pantalones y ella agarro mi muñeca cuando quise desprenderlos. Se volteo para reunirse con mis ojos verdes intentando regañarme. Gran error. Mis ojos estaban hambrientos, ella pudo ver el deseo acumulándose allí y sin perder más tiempo se subió encima y comenzó a besarme como hace mucho tiempo no lo hacía.
Jadee en sus labios ya que sus caderas buscaban fricción en las mías y tuve que separarme para conseguir un poco de aire justo cuando su mano estaba tanteando la piel de mi estómago.
"¿Qué sucede?" Pregunto.
No respondí. Simplemente me levante con ella todavía encima mío arrastrándonos hacia su habitación. No podíamos dejar de sonreír y luego de cerrar la puerta ambas caímos en la cama, yo encima de ella esta vez.
Mis piernas estaban alrededor de su cintura y mi boca no podía abandonar la suya ni un momento, Camila me mordía el labio juguetonamente y sus manos tocaban mi trasero sin ningún pudor obligándome a que llevara mi centro lo más cerca posible del suyo.
Comencé a levantar con cuidado su remera cuando sentí un ruido proveniente de la sala.
"Mierda" Exclamo ella y prácticamente me había tirado a un costado de la cama. Se acomodó el cabello, la ropa y salió de la habitación dejándome completamente aturdida. Esto tenía que ser una jodida broma.
Escuche dos voces masculinas, no tenía que ser una experta para adivinar de quienes se trataba. Me acomode lo mejor que pude y salí a pesar de que no deseaba para nada ver al chico que tenía parado ahora en frente con una expresión completamente desorientada.
"Oh... Hola Lauren no sabía que estabas aquí" Dijo tan sorprendido que tuve que aguantar mi risa para no dejarlo en completo ridículo.
"Shawn" Dije intentando no sonar sarcástica, le di un beso en la mejilla y realice la misma acción con el hermano de mi ex novia.
"¿Cómo has estado Lauren?" Pregunto Justin sonriendo de oreja a oreja.
"Bien gracias" Respondí cortésmente. Podía sentir los ojos de Camila en nosotros y a pesar de que me gustaban sus celos, no era justo hacerla pasar por algo así con su hermano.
"Nosotras nos vamos a mi habitación" Ella me arrastro y cerró la puerta con cerrojo. "Estoy segura que Shawn no tarda en irse"
"Está bien" Respondí sentándome en su cama. Pasamos las siguientes horas recostadas charlando sobre cualquier cosa y sacándonos fotos graciosas mientras seguíamos escuchando aquellas voces no muy lejos de nosotras. Muy de vez en cuando ella me robaba un beso y adoraba la hermosa sonrisa que mostraba luego de hacerlo. Pasar tiempo juntas siempre era suficiente para que mi corazón palpitara a un ritmo más fuerte.
"¿Quieres quedarte a dormir?" Pregunto tímidamente. "Mañana debo ir a clases por la tarde, no será un problema tenerte aquí" bromeo.
"Seria genial" Dije intentando disimular lo que en verdad sentía. Adoraba dormir con ella aunque solo fuera dormir, compartir su cama, verla despertar, todo eso era algo que completamente adoraba. "Solo deja que le envié un mensaje a Lex para que no se preocupe"
Ella asintió "¿Dónde le has dicho que te quedas?"
"Contigo" Respondí y su mirada se agrando. "No te preocupes, piensa que somos muy amigas. ¿Las chicas calientes como yo pueden tener amigas sabes?" Bromee para que no comenzara un interrogatorio.
"Oh... créeme que lo sé" Respondió sonriendo.
Luego de avisar que me quedaría escuchamos una puerta cerrarse.
"¿Se han ido?" Susurre.
Me hizo una seña para que esperara y salió a comprobar. Regreso luego de unos minutos "Shawn se fue, mi hermano está en su dormitorio"
"¿No estaremos solas esta noche entonces?" Pregunte haciendo pucheros, la castaña golpeo mi hombro.
"No es por eso que te he invitado pervertida" Podía ver sus mejillas tomando un ligero color rojo.
"Pensé que lo único que te interesaba de mi era lo bien que te hago gritar" Dije seductoramente mientras la acorralaba contra la pared. Ella miro mi boca y entreabrió la suya, esperando mi beso, pero simplemente me di vuelta para volver a su cama cuando su mano alcanzo la mía, obligándome a voltearme. Rápidamente agarro mi cintura y su lengua ingreso en mi boca con pasión. Me fue imposible alejarme de aquel beso tan caliente.
Tenía el colchón contra mi espalda y a Camila completamente encima de mí luego de unos segundos, sus manos me recorrían sin pudor y su boca atacaba mi cuello con furia haciéndome gemir involuntariamente.
"Shhh" Dijo poniendo un dedo en mi boca. "Mi hermano se encuentra en la habitación de al lado" Sus ojos buscaron los míos, no me sorprendió ver que estaban completamente oscurecidos. Reflejaban pasión y lujuria, pero también amor y no entendía cómo podía haber tantas sensaciones al mismo tiempo en una persona.
"Te amo" dije sin poder evitarlo y no me arrepentí cuando sus dientes blancos aparecieron.
"Yo te amo" Acarició mi rostro con demasiado cariño. Sus manos ahuecaron los costados de mi boca y volvió a besarme pero esta vez expresando dulzura.
Dejé mi mano viajar por su cuerpo para envolver su cintura, apretándola contra mí lo mejor que pude. Mis dedos tantearon su remera revelando piel expuesta y sentí como se erizaba con mi toque soltando varios suspiros en mi oído.
Amaba tenerla encima mío porque tenía un perfecto acceso a su fabuloso trasero así que aproveche la situación y comencé a tocarla sin pudor, logrando que ella comenzara a moverse sobre mí haciendo aparecer la humedad entre mis piernas.
"Dios" Solté involuntariamente y decidí tomar el control. Agarrándola por la cintura jale de ella pasando ambas piernas a los costados de su cintura. No perdí el tiempo y antes de que supiera lo que estaba haciendo le había quitado la remera y el sostén rápidamente.
Yo estaba aun completamente vestida pero deseaba locamente sentir su suave piel en la mía y al parecer la castaña leyó mi mente ya que comenzó a subir mi remera suavemente mientras admiraba mi pecho con ternura. Ella estaba haciendo todo tan despacio que me mataba, me besaba como si quisiera recordar este momento por siempre y me acariciaba como si fuera a romperme si lo hacía más fuerte. Era tan delicada que mi cuerpo quemaba cada vez que sus labios besaban mi piel o sus dedos se enredaban en mi cabello profundizando el beso. Me tenía al borde de la locura con sus movimientos.
Cuando finalmente quito mi corpiño las cosas se pusieron mucho más calientes de lo que ya eran y tal vez se debía a la sensación de nuestros pechos unidos. Vi a Camila jadear despacio mientras mi boca bajaba lentamente por su cuello succionando cada pedazo de piel al que tenía acceso y no perdí tiempo en llevar mi mano a la zona entre sus piernas. Ella cerró los ojos con fuerzas cuando comencé a chupar su pezón y mi mano ahuecaba su centro pero rápidamente quito mi mano de ahí.
"Espera" dijo "Estamos..." Tomo aire "Estamos haciendo demasiado ruido y no creo poder ser silenciosa cuando Justin esta tan cerca" Su pecho subía y bajaba y su pelo estaba completamente revuelto.
"Está bien" dije poniéndome a un lado de ella. No quería que pensara que lo único que me interesaba de ella era tener sexo por lo que no quise discutir este tema, pero me estaba costando horrores calmar mi respiración agitada y el pulso entre mis piernas.
"¿Quieres que te preste algo para dormir?" Pregunto luego de unos segundos y yo asentí.
Me pasó un short y una remera y salió de la habitación. Aproveche en cambiarme y después de un rato ella apareció con unos pantalones cortos y la remera que utilizaba habitualmente para dormir. Sonreí al verla con las mejillas todavía encendidas, el cabello revuelto y varias marcas en su cuello. Se veía ¡Tan caliente! No de una manera mala sino del tipo que despertaba mi hambre sexual.
Nos metimos dentro de la cama en silencio y ella volvió a besarme. ¡Mierda! Pensé cuando volvió a subirse en mí, al parecer no iba a darme un respiro. Ahora sus piernas desnudas acariciaban las mías y eso sin dudas me excitaba aún más. Necesitaba tocarla y no sabía cómo hacer para contenerme.
Nuestros labios se mantenían unidos en todo momento y nuestras lenguas no dejaban de acariciarse seductoramente y así de fácil yo estaba bajando la guardia nuevamente. Ella me besaba seductoramente, se burlaba de mí y estaba segura que iba a perder la cabeza en cualquier momento si no me dejaba ir más allá.
Libero mis labios y rápidamente tome un respiro pero contuve el aliento cuando sus besos se trasladaron más abajo, ella subió mi remera nuevamente y rápidamente la quito. No me había puesto brasier por lo que mis pechos quedaron expuestos ante ella. Me enloquecía cuando los chupaba y tuve que agarrar las sabanas cuando comenzó a succionar mi pezón y a masajear el que quedaba libre ferozmente. No pude controlar más mis quejidos que comenzaron a ser cada vez más fuertes ya que su centro se frotaba contra el mío una y otra vez. Me estaba haciendo el amor con ropa y estaba segura que iba a correrme en cualquier momento porque ella hacía todo demasiado bien.
"Shhh" Volvió a repetir y esta vez ataco mis labios "Estas haciendo demasiado ruido nena"
"Mierda Camz. ¿A qué estás jugando?" Pregunte cubriéndome la cara, mi excitación era completamente vergonzosa.
Ella soltó una carcajada, al parecer le divertía verme tan frustrada. "¿Estoy haciendo algo que no es de tu agrado?" Pregunto con una voz tan seductora que me hizo morir.
"Claro que no. Es solo que quiero tocarte tanto ahora mismo y no me estás haciendo nada fácil la tarea de enfriar las cosas"
"Oh..." dijo aun sonriendo "Tal vez esto ayude" Deposito suaves besos en mi rostro una y otra vez, no de una forma provocativa sino más bien cariñosa.
"Eres idiota" Solté y ahueque su cara para volver a darle un profundo beso. "Tal vez deberíamos dormir" Dije cuando la vi bostezar. Agarre mi celular, eran las 4 de la mañana. ¿Por qué no me sorprendía? Las horas siempre pasaban así de rápido junto a ella.
"Deberíamos..." Respondió sin dejar de sonreír de esa manera que tan bien conocía. "¿O tal vez no?" Agrego llevando mis manos hacia mi cabeza. Agarro una bufanda que estaba al costado de su cama y las envolvió alrededor de mis manos, inmovilizándolas allí.
"¿Qué haces?"Pregunte sorprendida ante su iniciativa.
"Juego contigo" Respondió con orgullo en su voz. Sus ojos estaban tan iluminados mientras se colocaba encima mío que no pude detenerla. Si ella quería hacerlo así, estaba más que dispuesta.
Despacio comenzó a quitarme la poca ropa que llevaba dejándome desnuda y vulnerable ante sus ojos. Nunca antes me había detenido a mirarla mientras ella me observaba pero la adoración que mostraba mientras se mordía el labio inferior me encendió por completo.
"Eres hermosa" Exhalo lascivamente. Sus labios comenzaron a deslizarse por mi cuerpo "Y tan suave" Murmuro mientras sus dientes mordían la piel de mi abdomen.
Intente contenerme pero el primer gemido apareció y esto sin dudas aumento su deseo. "Si vuelves a intentar reprimir un gemido voy a parar y vamos a dormir ¿Entendido?" Dijo autoritariamente mirándome a los ojos.
Tuve que tragar saliva para no morirme allí mismo. ¿Quién demonios era esta chica y que había hecho con mi dulce Camila? No lo sabía pero me encantaba. "Entendido" Jadee. "¿Qué hay de tu hermano?" pregunte preocupada.
"Debe estar durmiendo de todos modos" Se encogió de hombros y volvió a bajar su mirada hacia mi centro húmedo. Su lengua apareció entre sus labios y mis caderas se alzaron cuando sus labios rozaron mi clítoris.
"¿Quieres algo en particular?" Pregunto y yo no podía pensar una respuesta coherente en este momento. Olvide que estaba inmovilizada e intente guiarla para que liberara mi deseo pero la bufanda apretada impidió movimiento. Me sentía frustrada y ella lo disfrutaba, podía verlo en su sonrisa.
"Eres mala" Me queje porque su aliento golpeaba mi intimidad y ella seguía sin hacer nada.
"¿Qué quieres que haga Lauren?" Volvió a repetir.
"Quiero que me beses..." Susurre.
Ella accedió y junto nuestros labios con fuerzas. Sus manos agarraron uno de mis pechos mientras su lengua provocaba a la mía. Mis caderas se levantaron chocando contra las de ella y esta vez fue su turno de jadear. Volví a repetir esa acción esperando sacarla de su rol pero ella no accedió. Abandono mis labios bajando con ellos por mi cuerpo. Mordió mi cuello, luego mis pezones.
"Jesucristo" Exprese mientras ella seguía jugando allí, necesitaba tocarla tanto en este momento que me sentía morir.
"Sabes tan bien" Pronuncio llevándose mi pezón entre sus dientes mientras yo moría. Luego de lo que parecieron horas continuo con su camino hacia al sur.
"Si" dije revoleando mis ojos hacia atrás cuando su lengua ingreso en mi interior. La forma en la que reaccionaba ante su acción era vergonzosa pero no podía contenerme, estaba disfrutando demasiado lo que me hacía.
Mi cuerpo tembló segundos después sin que ella hiciera mucho, su lengua girando en mi interior fue suficiente para llevarme hacia el borde pero ella se detuvo.
Casi comencé a llorar como una niña en ese momento "¿Es una broma Camila?" Pregunte agitada buscando su mirada.
Ella me sonrió hasta que sentí sus dedos penetrándome sin piedad. "Eso está mejor" Susurre poniendo los ojos en blanco nuevamente. Quería gritar en todos los idiomas posibles cuando me embestía de esa forma tan salvaje, sus dedos se deslizaban en mi metiéndose en lo más profundo logrando que gimiera una y otra vez, intentaba contenerme para no darle el placer de tenerme muriendo cada vez que me tocaba pero no podía.
"Deja de luchar Lauren" Su voz sonaba completamente diferente, más ronca y más sensual lo que me hizo terminar de explotar.
Arquee la espalda hacia atrás sin dejar de mover mis caderas contra sus dedos. Ella busco mi boca pero no pude reaccionar cuando finalmente había alcanzado mi orgasmo. Estaba aturdida por lo intenso que había sido.
Cuando recupere la compostura observe su sonrisa maliciosa. Quería tanto devolverle el favor pero me sentía exhausta. "¿Y tú eres?" Pregunte sonriendo también.
"Karla, un gusto" Respondió también agitada.
"Ni siquiera sé que decir, estuviste..." Dije intentando pasarme las manos por el cabello cuando me di cuenta que seguía inmovilizada.
"Eso es lo que tu provocas en mi" dijo acercándose para desatarme las manos. "Debo despertarme en dos horas para terminar unos trabajos" Hizo pucheros "¿Tu pones alarma?"
Sonreí ante aquella pregunta imaginando un futuro donde pudiera decirme eso cada noche. "Claro" Respondí colocándome la remera. Ella me dio la espalda invitándome a unirme. Me acurruque lo más cerca posible rodeando mis brazos en su cintura, la escuche suspirar y antes de darme cuenta ambas caímos en un profundo sueño.
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