(EDITADO)
Emma's POV
El semáforo cambió a verde y salimos los dos a la vez. Había coches de por medio así que tuvimos que esquivarlos. Hache se cambió a mi carril, poniéndose en medio de los dos carriles para no dejarme pasar.
—Será capullo.—Maldije.
—Venga Em.—Me animaba Carol. Hacía tiempo que no la veía disfrutar tanto.
Hice un amago para adelantar a Hache por el carril derecho y cuando cerró por ese lado, aproveché para colarme por el izquierdo. Por el retrovisor podía ver las caras que se les habían quedado a los dos.
—Error de principiantes.—Me reí.
—Ni de coña nos adelantan ya.—Se reía Carol.
Apreté el acelerador hasta los 270 km/h, giré derrapando y volví a acelerar hasta que la aguja marcó los 300 km/h. Sonreía victoriosa pensando que ya no los llevaba detrás cuando miré por el retrovisor: los llevaba pegados. Era imposible. Vi a Hache que me guiñaba un ojo cuando oímos sirenas que provenían de coches de policía.
Esta calle era estrecha así que tuvimos que bajar la velocidad hasta los 200km/h aproximadamente. Bastante detrás del coche de Hache había dos coches de policía que nos perseguían. De todas las veces que había competido y había venido la policía, nunca me habían cogido y esta no iba a ser la excepción o, al menos, eso creía.
Por Hyde street cogimos el túnel de Broadway. Hache se puso al lado de mi coche e íbamos los dos a la misma velocidad. Cuando creíamos que lo teníamos hecho, aparecieron dos coches de policía en dirección contraria, cortándonos el paso. Íbamos a echar marcha atrás pero los otros dos coches de policía que antes iban detrás nuestro, aparecieron. De un momento a otro nos encontramos rodeados y tuvimos que detener los coches.
—Están rodeados ¡Bajen del vehículo!—Dijo un agente con un megáfono. Era imposible salir de ahí, estábamos rodeados por ocho agentes.
—¡Mierda!—Grité y di un golpe al volante.
Hice un gesto a Carol para que bajara del coche y bajamos las dos a la vez con las manos en alto. Siete de ellos nos estaban apuntando con sus armas.
Hache y Tyler hicieron lo mismo. El octavo policía salió del coche y era la persona que menos me esperaba ver en una persecución. Miré a Carol con miedo quien me miró con preocupación y volví a mirar hacia ese agente.
Su mirada conectó con la mía enseguida. Un nudo se había formado en mi garganta al ver su arma apuntando también hacia nosotros.
—¡Bajad las armas!—Dijo a la vez que se guardaba la suya.—¡Retiraos!—Ordenó.
—Pero jefe...—Intentó hablar uno de sus compañeros.
—He dicho retiraos.—Sonaba firme.
Tres de los coches de policía desaparecieron y quedamos nosotros cuatro frente al jefe de policía y frente a su compañero, Stuart. ¿Cómo sabía su nombre? En nada lo descubriréis.
Podía notar la mirada de los chicos, en especial la de Hache. Quemaba. No entendían que estaba pasando.
—Hija—Habló mi padre.
Sí, mi padre era el jefe de policía y Stuart además de ser su compañero, era su mejor amigo.
—Pensaba que después de lo que le pasó a tu hermano ya no corrías.—Dijo con desprecio.
Mi ceño estaba fruncido, ¿creía que se me había olvidado cómo trataron a Dani?
—No me llames hija.—Fue lo único que conseguí decir. Todavía había un nudo en mi garganta pues después de siete meses, volvíamos a estar cara a cara.
—¡¿Quieres acabar como tu hermano?!—Me gritó.
—Como si te importara, ninguno de los dos habéis ido a verle todavía...—Dije en un susurro.
—No sabes nada, Em. Tu hermano tomó una mala decisión.—Seguía sonando firme.
¿A qué se refería con que había tomado una mala decisión? En ese momento me daba igual, nada podía cambiar lo que sentía ahora hacia mis padres. Lo abandonaron cuando más lo necesitaba y se supone que la familia siempre tiene que estar ahí.
—¿Sabes? Nunca pensé que irías por el camino de Daniel.—Dijo sin ningún tipo de emoción—Te creía más inteligente.
—Y yo nunca pensé que antepondríais el trabajo a la familia.—Finalicé. Miles de lágrimas amenazaban con salir. Dolor y decepción era lo que sentía en aquel momento.
—Sube al coche, Carol.—Le dije tajante. Quería salir de ahí, más bien necesitaba salir de ahí.
Me subí rápidamente al coche ignorando la mirada de todos los demás, en especial, la de Hache. Debía estar haciéndose muchas preguntas.
Había dejado a Carol en su casa y ahora estaba saliendo del ascensor para entrar a mi apartamento. Cuando entré, Hache y Tyler estaban en el salón, sentados en el sofá viendo la televisión.
Nada más pisar el salón los dos dirigieron la mirada hacia mí. Por primera vez en mi vida podía decir que me sentía observada.
Estaba desganada, pálida. Sinceramente hubiera preferido que el octavo policía no hubiera sido mi padre. Con tal de no haberle visto de nuevo, hubiera lidiado con las consecuencias, pero lo que no había llegado a entender era por qué nos había dejado ir.
—¿Emma?—Habló con cuidado Ty.
—Estoy bien, no te preocupes.—Respondí en seguida. La verdad era que no estaba nada bien porque cada vez que lo veía o algún recuerdo suyo venía a mi mente, Dani era lo primero que se me pasaba por la cabeza.
Asintió, pero no estaba nada convencido.
—¿Habéis podido salir de ahí sin problemas?—Pregunté. Me preocupaba que pudieran haber tenido algún percance.
—Sí.—Me afirmó Ty.—¿Necesitas algo?—Añadió con preocupación.
—No, solo que ahora voy a descansar. Estoy cansada de todo el día.—Le di una leve sonrisa tranquilizadora y me di la vuelta intentando evitar la intensa mirada de Hache.
Después de estar un rato contemplando el techo, me di cuenta que no podía dormir así que me puse los auriculares y mi canción favorita comenzó a sonar.
Me pareció escuchar que llamaban a la puerta, así que pausé la música por si lo volvía a escuchar y efectivamente. Me levanté a abrir pensando que sería Ty preguntando nuevamente si necesitaba algo.
—Esto...—Se rascó la nuca.—¿Puedo pasar?—Preguntó Hache algo tímido.
Lo miré sorprendida por su timidez, pero tras unos segundos asentí.
Lo dejé pasar y cerré la puerta. No se veía nada así que encendí la lámpara de la mesilla y me senté en mi cama. Hache imitó mi movimiento.
—¿Estás bien?—Me preguntó finalmente.
—Sí.—Mentí. ¿Había venido porque estaba preocupado por mi?
Hugo's POV
Aunque la conocía desde hacía poco mas de un mes podía jugarme la mano y no la perdía a que no lo estaba.
—Puedo hacer dos cosas.—Comencé a decir mientras me miraba extrañada.—Hacer como que me lo creo o intentar hacerte sentir mejor.—Terminé. La había pillado por sorpresa, no se esperaba que le dijera eso. Aunque yo tampoco esperaba decirlo.
—Yo...—Intentaba decir.
—Si lo que te preocupa es que diga algo, puedes estarte tranquila porque no cuento nada.—La animé. No sabía por qué mierdas estaba diciendo todas esas cosas, pero no podía evitar hacerla sentir mejor después de cómo me estaba comportando con ella. No se lo merecía.
Ella suspiró pesadamente, pero al final accedió.
—Después de cómo trataron mis padres a Dani, no quise saber nada de ellos. Dani lo es todo para mí y ellos... Antepusieron su trabajo a nosotros, es como si nos hubieran traicionado. No sé qué es a lo que se refería mi padre con lo de la mala decisión pero sea lo que sea, nunca dejaré a Dani. Sé que se va a despertar...—Me confesó.
No sabía qué era lo que le había pasado a su hermano, pero ahora me creaba más curiosidad. La comprendía muy bien en el sentido de la familia. Nunca debías abandonar a los tuyos. Yo jamás abandonaría a Ty.
—Hay gente muy cabrona, niñata. Y una traición nunca viene de un enemigo.
Ella agachó la cabeza para que no viera la lágrima que resbalaba por su mejilla, pero lo hice. La limpié con mi pulgar.
—A veces la única forma de seguir adelante es retomar las cosas del pasado que te detienen. Tienes que lidiar con ellas de frente, sin importar lo escalofriantes que puedan ser. Porque una vez que se hace, verás que puedes ir más allá de lo que jamás imaginaste.—La dejé sorprendida por mis palabras. Yo también lo estaba, pero esa era la única forma de acabar completamente con la tormenta.
Emma's POV
No tenía adjetivos para describir las palabras de Hache. Qué razón tenía, aunque esas palabras solo podían haber sido dichas por alguien que estaba herido por dentro.
—Gracias.—Me dijo Hache dirigiéndose a la puerta de mi habitación.
—Las gracias te las tendría que dar yo a ti.—Respondí confusa. No entendía por qué me había dado las gracias.
Vi a Hache salir de mi habitación. Me apoyé en la pared y sonreí instintivamente. Quería contarle mi historia, el por qué me había distanciado de mi familia y lo que le había ocurrido a Dani, pero al final no lo hice.