El aula es espaciosa, con gran capacidad para muchos alumnos, un lugar perfecto para tomar las clases es algo complicado de averiguar, elegir un asiento y estar ahí por cada día. Me senté en los bancos de en medio, no quería estar enfrente, ni tan atrás. Coloqué mi cuaderno sobre la paleta del banco y comencé a observar el lugar más a profundidad y a detalle.
— ¿También eres nueva? —Uno de alado preguntó.
—Si—Le contesté.
— ¿De dónde eres? —Siguió preguntando.
—Soy de Orange. —Respondí.
—Yo soy de los Ángeles. —Me dijo.
—¿Oh enserio? Es genial que vengas de allá, es muy concurrido. —dije.
—Así que solo hay nuevos cadetes aquí—Otro chico dijo en voz alta.
—Si, son los que acaban de ingresar—respondió el chico con el que hablaba.
Volteé a ver la entrada del aula, llegan más y más personas, en poco tiempo se llenaron todos los bancos del lugar. Es cuestión de unos minutos para que empezara la clase. Me ponía nerviosa, no sabía que iba a suceder a partir de ahora. — ¿Cómo será nuestro profesor? —me llené de pensamientos.
—Buenos días alumnos. —El maestro dijo mientras entraba. Se mira joven y agradable. Una persona que al ver es digna de respetar, deslumbra con su rudeza física, una persona que, con verla una vez, te viene en ti una sola cosa "Disciplina" joven pero que es alguien a quien respetar con solo verlo.
—Bienvenido se han todos. Yo seré su profesor de la materia de civil. Aprenderán muchas cosas respecto hacer un buen soldado y cuáles son nuestras obligaciones y responsabilidades como tal hacia el país. La manera de cómo actuar en las diferentes situaciones que se les presente, el trato con las personas que será su deber cuidar y proteger y el como ver por ellas. Ahora se levantarán y se presentarán ante todos aquí de uno en uno y me dirán su nombre, edad y de dónde son.
—Odio ese tipo de presentaciones—pensé. Todos de uno en uno se fueron levantando de sus asientos y presentándose como dijo el maestro. Estaba en los asientos de en medio así que era cuestión de tiempo para que yo siguiera. Mis nervios estaban a punto de colapsar en ese momento, estaba a punto de ser alguien débil frente a todos.
Mi compañero de enfrente se levantó y comenzó a hablar. —Ya sigo yo—pensaba cada segundo en lo que miraba mi turno venir. Mi corazón estaba alterado, sentía que iba a salir de mi pecho, respiré profundamente y solté el aire varias veces, pero aún seguía mis nervios.
—Gracias, el siguiente—dijo el maestro.
—Me llamo Histon Rad. Soy de Orange, California y tengo 13 años. —Me levante y hable. Mi voz estaba quebrándose, apenas podía hablar claramente.
—Muchas gracias Rad, eres muy joven aún. —dijo. Estaba a punto de sonrojarme por el comentario, remarco lo único que no quería que hiciera, mi edad. Al cabo del tiempo terminaron todos de presentarse.
—Soy el soldado Mitch, pertenezco al escuadrón civil. Me mandan al servicio cuando hay problemas civiles, revuelas, desorden público grave, para resolver los problemas que estos estén causando. Tengo doce años trabajando aquí de maestro al igual de ser soldado activo. Si tienen dudas, no duden en preguntarme, estaré a su disposición siempre. Muchas gracias a todos por presentarse hace unos momentos, les agradara la materia como tal en este curso. Es muy interesante ver el como reaccionaran a las investigaciones y trabajo en equipo que se dejaran. Iniciaremos las clases a partir de este momento y bienvenidos al ejército. —Después de eso comenzó la clase.
—Es realmente interesante todo esto—pensé que en un momento me aburriría y dejaría de poner atención, fue todo lo contrario. Explico cosas muy interesantes y sin darme cuenta se me pasó rápido el tiempo, la hora ya había terminado. Fue tan rápido que aún no puedo asimilar que ya seguía otra clase. Revise mi horario y me encamine a la siguiente. La mañana iba terminando rápidamente, iba tras clase y clase y todas eran increíbles, la manera que explican todo con fluidez y fácil de entender, hacen que comprenda y me interese más, el uso terminológico de las palabras que utilizan es muy complejo, tengo que anotarlas para investigarlas y no seguir perdiéndome en lo que dicen cuando las utilizan.
La clase de historia era la última de teoría que tenía el día de hoy, fue agotador. El maestro comenzó a argumentar una parte de la historia del país, en la clase completa tenía que hacer anotaciones, pero el maestro hablaba y hablaba, que no hacía ninguna pausa alguna para poder escribirlo completamente. Comenzaba a escribir y solo lograba a completar media frase porque él ya casi iba a la mitad de otra cosa y en un punto me perdía escribiendo que tal vez mezcle los hechos con otros. La clase completa fue así y no creo que fuera la única a quien le sucedió lo mismo.
—Esta clase será difícil—Pensé mientras suspiraba. La mañana fue agotadora, solo esperaba la hora de la comida para descansar un poco y prepárame para las clases vespertinas.
Fui a mi habitación a ponerme el uniforme que debe ser usado en el turno vespertino. Consta de una playera y short largos del color que diferencia al ejército, el color de camuflaje, son bonitos. Fui al lugar de asignación que la hoja decía, el gimnasio.
—Aquí es donde nos reuniremos con Dylan, no sé si tendré que actuar frente a él y hacer que no lo conozco, sería una buena idea. — Solo se encontraban diez personas de las doce que deberíamos ser. Me senté en unas de las sillas que estaban ahí y solo me dediqué a observar.
—Por que tarda tanto—Dije. En ese momento, entró Dylan deprisa llegando al centro del gimnasio, donde estamos nosotros.
—Siento el retraso —Dijo Dylan. Lo miré y traté de hacer que no lo conocía.
—Hola Rad ¿Cómo estás? —Escuche que dijo.
— ¡Qué! Yo pensé que no lo haría tan obvio. —Pensé.
—Hola —dije desconcertada.
—Muy bien, vamos a empezar con lo más básico, con el tiempo aumentaremos de dificultad gradualmente dependiendo de sus avances. A diario estarán conmigo por las tardes, soy Dylan Smith su tutor, seré yo el responsable de todos ustedes, lo que les pase es mi responsabilidad, cosa que hagan, movimiento que realicen, lo sabré, así que sigan las reglas al pie y no hagan que los sancione.
—Lo mejor del día acaba de comenzar—pensé.
—Empezaremos con 20 sentadillas, 20 lagartijas, y abdominales, empezaremos con lo básico que todos ya conocen. —Dijo. Es fácil para mí, estuve un mes entrenando y desarrollando demasiada resistencia, mi límite es más que esto.
Fue tan fácil hacerlo que me sentí bien al haber hecho esos sacrificios en mi casa, si no tal vez ahorita estuviera decepcionada de mí y avergonzada.
—Ahora veremos cómo están sus reflejo. Colóquense todos ahí en el centro y les estaré aventando pelotas en diferentes ángulos con diferentes velocidad, eviten que una de ellas los toque, si no están fuera.
Comenzó a lanzar las pelotas de diferentes tamaños, con velocidades aleatorias, cada uno al principio fueron lentas y con poca fuerza, que evitamos sin ningún problema. El tiempo pasaba y aumentaba, fue peor, era complicado poder esquivar cada uno sin tener que estar en riego en otro ángulo. —Es bueno lanzando las pelotas —Pensé. Durante ese ejercicio una pelota golpeó mi pierna derecha, mientras evitaba otra en mi lado izquierdo, es difícil, pero se puede mejorar.
—De acuerdo chicos, con el tiempo mejoraran, vamos a fuera. —dijo.
Nos llevó al patio de entrenamiento, había tierra por todo el alrededor, paredes de maderas altas, alambre, lodo, obstáculos de llantas, todo como aparece en las películas.
—Hoy será un día largo—dije mirando todo.
—Partirán e irán haciendo los obstáculos, tienen que llegar al final del recorrido, por ahora háganlo a su ritmo para que se memoricen lo que tienen que hacer, después tendrán que hacerlo a mayor velocidad como si su vida fuera a terminar en este instante ¿Entendido?
—Si—dijimos todos al escucharlo.
Comenzamos a trotar por el camino, parecía fácil, pero no quería confiar bastante, la tierra se levantaba y esparcía por el aire que me provocaba estornudar. Lo primero son las llantas, tener que pisar el centro de ellas es fácil, solo es no dudar en donde pisar, debe ser con ritmo porque si dudas, es posible que caigas por pisar en otro lado.
Llego la parte un poco difícil, escalar la pared con la cuerda amarrada arriba.
—Imposible—dije. Cogí la cuerda, estaba iniciando a hacer fricción con mis manos y comenzaron a dolerme, a arder, tuve que soltarla. Quede observando a los demás desde abajo para ver como lo intentaban, pero lo hacían ver fácil.
— ¡Vamos Rad, inténtalo una vez más! —Dylan grito.
Volví a intentarlo una y otra vez, mis manos estaban descarapelándose y no avanzaba en lo absoluto, me explicaban como ellos lo hacían, es solo cuestión de agilidad en piernas y brazos. Aún seguía en el mismo obstáculo después de un tiempo.
—Maldición—dije.
—Bien chicos, descansen un poco. —Dylan dijo.
—Tengo que lograrlo—dije. Volví a intentarlo, pero fue inútil.
—A ver tus manos—dijo Dylan. Se las mostré.
—Es mejor que terminemos aquí o empeoraran aún más—dijo.
—Está bien— Contesté. Mi ropa estaba sucia y estaba sudando. —Fue genial haberme cortado el cabello.
—Es verdad, lo cortaste—dijo Dylan sorprendido.
—Muy bien, por ser el primer día todos vayan a ducharse y a descansar, nos veremos mañana— Comenzamos a dirigirnos a la salida después de escuchar esas palabras mágicas.
—Rad, espera tu no—dijo.
— ¿Qué? Está bien— dije mientras me quedaba aquí.
—Ahora comenzara tu entrenamiento—Suspiré tan profundo mientras escuchaba esas palabras de terror para mí, estaba cansada, muerta, pero no podía rendirme.
—De acuerdo. —Dije con voz vaga.
—Te enseñare defensa. Ven por favor, Zac. Él será tu compañero de pelea. Es lo más importante que tienes que aprender, no habrá diferencia si eres una mujer o un hombre no habrá delicadezas. Es tu responsabilidad aprender a dominarlo sin salir muy lastimada. — Yo sabía que lograría darme varios golpes fuetes estaba preparada para ello, debo evitarlos a que lleguen a mayor grado de gravedad. Tengo que concentrarme y fijar cada movimiento que la vaya a hacer. En casa lo que me percate fue que mis reflejos son rápidos, pero mi punto débil es que dejo una abertura, lo cual es fácil de atacar, no tengo una buena defensa. Me puse en guardia. Al inicio logre esquivar y evitar los golpes, respondía bien en ese momento. Detuve un golpe con las palmas de la mano, fue doloroso, más por las heridas que me hice con la cuerda. Me golpeo el antebrazo, no lo había mirado y no pude esquivarlo, dolió, no lo demostré y seguí varias veces sin detenerme. Llegue al punto de estar a nada de derribarlo, pero no lo lograba.
—Vas bien, no te distraigas y concéntrate en sus pies y brazos—Dylan observaba.
—Si —Asentí con la cabeza. Perdí la concentración en ese momento, no vi su pierna. Paso atrás de la mía golpeando, perdiendo el equilibrio caí de espaldas, quede en el suelo acostada, era mi limite, estaba exhausta que no me levante, el impacto dolió bastante, fue un buen contrincante.
—Nos detendremos, tendremos que mejor algunas cosas y enseñarte aún más.
—De acuerdo—Dije aun el suelo.
—Sobre las hojas que te mostré aquella ves, estuve pensando y no creo que te sirvan por ahora, una vez que madures y seas perfectamente capaz de dominar todo y formes parte del equipo de elite, te las daré. —Dijo Dylan.
—Sí, es lo mismo que pensé, estoy de acuerdo. —Es verdad, de que me servirían ahora saber la verdad, no podría hacer nada y solo tendría eso en mi cabeza sin dejarme avanzar y obstaculizaría con la impotencia de no poder hacer nada por mi misma.
—Nos vemos mañana. —Me despedí de él mientras salía para irme.
—Descansa—Dijo.
Tome una ducha, me sentía muy bien, el agua relajo mi cuerpo.
—El primer día—dije mientras suspiraba.
Fui a la biblioteca a leer un rato, tal vez ahí podía encontrar información, un libro, algo referente sobre la historia. Hay muchos libros que no se cual elegir. Me enamore de este lugar con solo mirarlos en los libreros. Está biblioteca guarda libros de mucho valor. Tome un libro y busque un lugar para leer tranquilo. Al principio era un poco aburrido, habla de historia del país, aunque había notas que me sorprendieron, era información que pudiera ser nula para las demás personas o algo que no tuviera importancia o relevancia.
"En 1955 se debilitaron las fuerzas especiales a causa por el soldado a cargo del equipo Jeremy Histon por sabotear planes gubernamentales en proceso. "
— ¡Qué demonios!
" Por dudar de las acciones que se realizaban al país el cual, el 19 de agosto de 1969 fue ejecutado y catalogado como traidor a su nación"
"Tras su muerte, personas que eran sus seguidores estuvieron desafiando y tratando de perjudicar al país como protesta tras tal sentencia. En un interrogatorio con personas cercanas a él, se descubrió que Jeremy formo un grupo de soldados para derribar al ejército internamente y sus otras dependencias gubernamentales vinculadas, buscando y exigiendo derrocar a su actual presidente John Healver que fue asesinado 2 años después de la ejecución de Histon Jeremy"
Cerré el libro y lo llevé a mi habitación, no podía creer lo que acababa de leer. Había información que nunca espere encontrar. Saqué el ordenador y le escribí a Isabel no sabía si realmente funcionara, pero lo intentaré
— Veamos Isabel que puedes descubrir sobre esto—Me dije a mi misma en mi habitación vacía, con un libro importante sobre mi cama. Le escribí un mensaje con solo dos nombres como texto.
¿Puedes investigar todo lo que encuentres de Información sobre estas dos personas Isabel? Se que lo harás, confió en ti.
Jeremy Histon.
John Healver.
R.
Lo que ella logre encontrar, será de mucha ayuda. Si es verdad lo que dice esta página del libro, no será nada bueno. Cuando mande el correo a Isabel, no sabía en qué pensar, todo lo que el libro decía temía que fuera cierto, con solo pensar que en un pasado ambas familias tuvieron sus conflictos eso —¿Cómo nos afectaría a ambos?— Riñas familiares, eso lleva a desencadenar eventos en mal aspecto, el rencor y el odio se trasmite con el tiempo, permanecen ocultos hasta que algo detona eso. Por el momento esperare la respuesta de Isabel y nadie sabrá de la página del libro, aunque solo sea escasa la información que esta escrita aquí, tiene demasiado.
Ha pasado una semana desde que llegué a este lugar, y desde entonces no he visto a Grey, es como si desapareciéramos de nuestros mapas, estamos demasiados ocupados cada uno de nosotros en nosotros mismos, que es imposible saber de nosotros aun estando aquí. Yo estoy recibiendo entrenamiento extra con Dylan, fuera del horario, lo que hace que me agote mas de lo que debería. No me quejo, estoy mejorando mi defensa personal vale la pena el sacrificio, cada golpe que he recibido, unos siendo casi letales que otros, en partes del cuerpo que son delicados: Estomago, pecho y cabeza. Cada día al bañarme después de terminar el día, mi cuerpo tiene nuevos moretones que ayer no tenia, unos pequeños, otros mas grandes de diferentes colores.
Descubrí que las cosas tienen un punto débil, todas tienen una. En las clases de teoría todo ha ido muy bien en esta semana, los temas a tratar van mejorando y avanzando rápido, se aprende rápido aquí. Los sábados y Domingos que son los días libres establecidos de nosotros, serán días de entrenamiento con Dylan fuera del cuartel. Eso hace que todos dentro se pregunten el porqué de tanta "capacitación" hacia mí. Rumores rondan dentro del cuartel, quien lo diría no es diferente a una escuela. —"Me entrenan por la diferencia de edad que existe en los demás y yo" —"Que soy una excesiva con las actividades" —"Quiere impresionar a los altos rangos" y la que me da mucha risa —"Que soy una sádica" —¡Ay por favor!— ¿Creen que me gusta que me golpeen? Les juro que me gustaría estar en mi cama temprano y dormir, y tener mis días libres para dedicarme tiempo tomando un café y viendo "El mentalista" todo el día. Pero no, tengo deberes que van primero.
Y mis padres, de vez en cuando me han enviado mensajes para saludar. Espero que se encuentren bien, nuestros mensajes suelen ser muy cortos y breves, creo que es normal. Siempre termino los mensajes con "Es agotador " es una forma de expresar todo en una simple palabra.