Las dudas que me invaden.
PARTE 1
Gigi es una gran niña, perfecta en muchos sentidos y claro, con sus bellos errores.
¡Ideal para cualquiera!
Es atenta, trabajadora, inteligente y más. Aunque, también es tímida y callada, entre otras muchas cualidades y defectos.
Pero desde hace unos meses atrás, ya no ha sido lo mismo. Aunque ella no ha dejado de ser la misma, yo me siento diferente con nuestra relación, me siento inconforme. Y no se cual sea la causa. Lo pienso y realmente ella no deja de gustarme, me atrae, me exita. Pero ya no la veo con los mismos ojos enamorados que antes.
La casa en este momento es un caos. Alexia no para de gritar y de llorar, dramatizando porque Juanchito le ha robado todas sus joyas, y se ha pirado mientras dormía.
-¡Me quiero morir!- Exclama Alexia entre lágrimas. Se la oye correr de un lado a otro en el pasillo. Yo, aún dormido, abro los ojos, despertandome por causa de los gritos de mi hermana.
-¡Cállate ya la boca pesada!- Grito desde mi cuarto. De pronto, el silencio se hace. No puede ser, Alexia abre la puerta de mi cuarto, con lágrimas en los ojos, y se lanza hacia mi cama. Yo, haciendo la croqueta, salgo de la cama, levantándome del suelo lo más rápido posible y corriendo fuera de mi cuarto a toda velocidad.
La escucho gritar: -¡Keeeevin! ¡Ven aquí o te juro que te mato!
-¡Mamá!- Grito corriendo por toda la casa, que en este momento se ha convertido en todo un caos.
Mamá me agarra del brazo enfadada, y mientras Alexia se acerca a mí para pegarme, grita -¡Ya basta!-.
Alexia para de correr y Axel abre la puerta de su cuarto en calzoncillos, y un poco sudado. -Gracias por joderme el polvo- sale del cuarto y se dirige hacia la cocina.
Mamá suelta mi brazo y me manda a hacer deberes a mi cuarto. -Aprovecha el fin de semana- dice mamá mientras coge a Alexia de la mano, -mi amor, vamos a ver si te faltan muchas cosas- dice tranquilizando a mi hermana.
En ese momento, Axel entra en su cuarto con un bote de nata, cierra la puerta y se escucha a su novio gemir.
Estoy en mi cuarto, haciendo la tarea de matemáticas, mientras Alexia sigue con los gritos. Logan se asoma por la ventana de su cuarto y comenta -Parece que tu casa está un poquito ajetreada hoy ¿no? A lo que respondo con una suave carcajada y un tímido "ya ves"
-Anoche te llamé varias veces- me reprocha Logan.
-¿Ah si? Es que lo apagué, y, la verdad es que desde entonces no lo he mirado- comento tranquilamente mientras enciendo el móvil.
4 llamadas perdidas de Logan.
37 llamadas perdidas de Gigi.
1 WhatsApp de Logan.
93 WhatsApps de Gigi.
4.543 WhatsApps del grupo "Kevin es imbécil". Creado por Gigi.
Resoplo, enfadado, y llamo a Gigi por teléfono. Logan cierra la ventana de su cuarto y sale de él.
-Gigi, ¿que coño haces con tu vida?- Pregunto enfadado
Gigi comienza a llorar. Tres minutos mas tarde se digna a hablar -Anoche me dejaste en ridículo delante de tu madre-.
-Si quedaste en ridículo fue tu culpa, Gigi, yo no tengo nada que ver-.
Gigi sigue llorando. -Quiero verte, ¿vienes a casa?- pregunta con voz tierna.
Lo que menos me apetece en este momento es ver a Gigi, pero no tengo más remedio que verla, por lo que acepto su proposición. -está bien Gigi, en 15 minutos estoy allí-
Gigi se despide de mí amablemente y cuelga la llamada.
Me meto en WhatsApp para leer los mensajes: en el grupo todos me critican, Gigi no para de exigirme que le conteste las llamadas, sin embargo, el WhatsApp de Logan es un mensaje súper dulce, en el que se preocupa por mí.
"Kevin, no me ha gustado nada la manera en la que has cerrado la ventana, ¿estás bien? Sabes que si estás mal o necesitas desahogarte con alguien puedes confiar en mí ¿vale? Estaré aquí para lo que necesites. ¡Un besazo tio! Buenas noches :)"
Rápidamente me cambio el pijama por ropa de calle, entre gritos dramáticos de Alexia. Voy corriendo hacia la entrada y abro la puerta, cruzo la calle, y llamo a la casa de Logan. En cuanto éste abre la puerta de su casa, lo abrazo fuertemente, -gracias por el mensaje de anoche- le digo con voz tierna.
Logan, que al principio estaba sorprendido, dibujó una sonrisa en su cara y puso sus manos en mi espalda, siguiendo mi abrazo.
Y es que las personas pueden sorprendernos, ya que realmente hay veces en las que no sabemos con quien estamos tratando. Quien pensamos que es la mejor chica del mundo, puede resultar una histérica. Por contra, puede que al final, al chico más insoportable de tu barrio, sea a quién más le importes.
~*Hasta aquí el séptimo capítulo, gracias por leerlo. Please si te gusta no olvides darle a la estrellita y comentar ^.^ *~