Capítulo 15
Mi mente no podía distinguir entre la realidad y mis sueños. ¿En realidad Zayn me estaba sujetando de las caderas? esto sólo lo imaginaba en novelas que leía y así. Pero ¿Quién interrumpió?
Miré hacia atrás y me encontré con la cara de Harry que hacía una sonrisa falsa.
—¿Qué hacen acá? —preguntó Harry aún con una sonrisa extraña.
—Nada, sólo Daniela tenía un mugre en el ojo e intentaba quitárselo —mintió Zayn—. ¿Verdad? -asentí con nervios.
—Ya entiendo —dijo asintiendo Harry—. ¿Vamos? Es hora de que vuelvas a casa.
Sólo pude asentir con la cabeza. Sentía que Styles se había enojado conmigo y me sentía confundida con lo poco que pasó con Zayn. Estuve todo el camino callada y pensativa hasta que una voz me avisó que habíamos llegado a mi casa. Era tarde pero no importaba, mi mamá no estaba en casa.
—Creo que es nuestro adiós —dijo abrazándome Louis.
—No. Es un hasta luego. Sé que pronto nos volveremos a ver —dije casi con lágrimas.
No podría ser cierto que el mejor y más emocionante día de mi vida terminara justo aquí y ahora. Ya no era un sueño, era una pesadilla. No quería alejarme de ellos. Llegué tan lejos para esto que no lo voy a dejar ir tan rápido.
—¿Por qué no vamos juntos a mi casa y tomamos algo? —pregunté emocionada.
—Mañana tenemos que preparar todo porque nos vamos a Perú —dijo Liam con lástima
—Pero, pueden quedarse un rato —insistió Lorena—. No haremos nada malo.
—Si hay comida digo que sí —dijo Niall aunque los demás no estaban muy convencidos.
Después de insistir un rato: cedieron. Fuimos entrando a mi casa, era lo bastante grande como para 7 personas. En el refrigerador tenía bastante licor, para fiestas u ocasiones especiales y esta, sí que lo es. Todos se acomodaron puse un poco de música y empezamos a hablar y a tomar y a hablar y así.
Miré mi ropa y quise vestir algo más cómodo. Me había ido arreglada al concierto pero ya estaba en mi casa, podía estar más relajada.
—Ya vengo chicos, no me extrañen mucho —dije riéndome. Creo que los tragos hacían efecto en mí.
Me fui a mi habitación en busca de ropa. Busqué en el armario una camisa gris que caía al hombro y unos shorts de Jean junto con unas babuchas de oso panda que tenía. Eso realmente era vida. Me tiré a la cama boca arriba y con la ropa en mis manos procesaba todo lo que había pasado en este largo día.
Escuché un ruido y me levanté de golpe, pero no había nadie. Luego me acordé que tenía que cambiarme. Lentamente me fui quitando mi camiseta de cuadros, creo que empecé a hacer un baile sexy... No me culpen, no estoy acostumbrada a tomar tanto licor.
Me empecé a reír de pensar en lo ridícula que me veía. Me retiré la camisa y quedé frente al espejo.
—Eres sexy —dije señalando mi reflejo.
Y justo donde quedo mi dedo al señalar, vi más allá y vi un rostro escondido tras la puerta. Giré rápido mi cabeza y quise salir pero estaba solo en bra.
—Ok, ok. Me entrego —dijo saliendo Harry tras la puerta con una sonrisa en la cara.
Cada vez hago más el ridículo, vio mi baile sexy, seguro. Pero eso no debería importarme... ¡Estoy semidesnuda frente a Harry Edward Styles Cox!
—Harry, sal de aquí, me estoy vistiendo —tembló mi voz.
—Para mí es todo un espectáculo. Podría quedarme a verlo.
—Harry vete... quiero ponerme algo cómodo... ya... ya salgo ¿sí?
—Yo te ayudo a ponértelo, o mejor... —se acercó a mi oído—, a quitártelo.
Mi cuerpo cayó bajo el encanto de Styles. Empezó a tocar mi torso desnudo y yo sólo jadeaba. Era simplemente inevitable.
—No me gustó verte con Zayn —dijo a mi oído—. Tienes que entender que te quiero para mí.
—No hacíamos nada. ¿Tienes celos señor Rulos?
—No. Ya sé que serás mía.
Esas palabras entraron como flechas a mí corazón. Dios, no podíamos dejar de desearnos, era imposible. Cada vez que intentaba separar a Harry de mi cuerpo era completamente inútil. No podía dejar de sentir un inmenso placer al sentir sus grandes manos recorrer todo mi estómago mientras sus labios besaban mis labios y cuello.