Cap. 37: Aquí y ahora.

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Capítulo 37

Aquí y ahora.

Salí de mi casa aún con el misterio del destino que me tenía Harry, me cogió de la mano y me sonrió, yo estaba feliz pero confundida, tenía ese deseo de saber qué lugar era y qué era lo que íbamos a hacer, me ruboricé al pensar en lo que habíamos hecho el día anterior y sonreí. Harry me miró con cara de duda en su cara, al parecer preguntándose porque sonreía de esa manera pero sabía perfectamente que sabía en que estaba pensando.

Salimos del conjunto en el que vivía, lo tomé de la mano y al atravesar la puerta nos chocamos con muchísimas cámaras, flashes, gente, micrófonos, era… aterrador, sentía una opresión horrible, nuestras caras pasaron de sonrientes a ceñudas, Harry empezó a esquivarlos y me llevaba de la mano, quería tapar mi rostro, las cámaras estaban cerca, era horrible, sentí que se llevaban cada pedazo de mi privacidad y me dejaban al desnudo.

Todos atacaban a Harry con preguntas, con situaciones, otros se burlaban, todas las cosas eran referentes a mí, “¿Quién es esa chica?, ¿cómo se llama tu nueva novia, Styles?, ¿otra que cayó en tu red?” y cosas que de verdad me sacaban de quicio.

Logramos llegar al auto y nos metimos a este siendo rodeados por toda esa gente y sus preguntas, y flashes y cámaras. Harry estaba enojado y pudo avanzar dejando a todos esos paparazzis atrás, su rostro se relajó un poco más y empezó a reír.

—No puedo creer que me haya enojado tanto, normalmente sólo me burlo de ellos, pero hoy me dio mucha rabia —dijo casi entre risas.

—¿Sabes el por qué?

—Tú —dijo mirándome con sus potentes ojos verdes.

—Los ojos en la carretera —dije para evitar que viera mi rubor.

Sonrió y siguió manejando mostrando el hoyuelo en su mejilla, sonriendo como un niño con un juguete nuevo, tal vez recordando algo.

—¿Qué pasa? —dije al ver su perfecta expresión—. ¿Qué te pone tan feliz?

—Pensar en el día de ayer.

Mi corazón bombeo rápido y el calor subió por mis mejillas haciéndome sonreír con picardía.

Aparcó al auto en el parqueadero de un centro comercial muy frecuentado.

—Disculpa, Styles, ¿piensas salir acá como si nada?

—Tengo un disfraz —dijo sacando de una bolsa unas extensiones de cabello, gafas, maquillaje, bufandas, chaquetas y un montón de cosas femeninas.

—Dime que estás bromeando —dije riéndome.

***

—De verdad, no, Styles, no saldrás así —dije riéndome mucho y tocando mi estómago por la presión que hacía al reírme.

—¿Qué? —dijo riendo—. ¿Acaso no me veo sexy?

—Sólo muévete —dije dándole un beso y tocando su trasero lleno de almohadas.

Entramos al centro comercial y yo llevaba a Harry con un enganche de brazos pretendiendo hacerlo pasar por mi abuela, ese era su plan y yo no podía dejar de reírme.

—Querida, ¿qué te parece ese vestido? —dijo imitando la voz de una anciana, cosa que parecía todo menos eso, yo sólo reía.

Vi el vestido y era extremadamente hermoso, era rojo, brillante pero a la vez mate, era strapless con una abertura en la parte de la pierna y caía en forma diagonal, era perfecto, pero demasiado caro.

—No me gusta —dije comiéndome mis palabras.

—A mí sí. Lo compramos —dijo jalándome hacia la mejor tienda que había en el lugar.

—No, no, Styles, ¿estás loco? ¡Está carísimo!

—¿Sabes quién soy, verdad? —dijo con su bella voz ronca que me erizó los vellos del cuello.

—Pero, no…

—¿Te encanta, verdad? —dijo sonriendo.

—No.

—Yo sé que sí —dijo dándome un beso—. Lo compramos.

—¡Abuelaaa! —grité alejándolo—. ¿Por qué me besas?

Él se rio con su bella y normal vos, sin notar que había un pequeño niño horrorizado viendo la anterior escena, Harry lo miró y le gritó “Buuh” haciendo que el niño saliera a correr buscando a su madre, él empezó a reír y me adentró bien a la tienda, compró el perfecto vestido, también me compró joyas para combinar y zapatos a juego con el vestido y mientras yo me media los zapatos él desapareció y regresó con una bolsa de Victoria’s Secret y fuimos de vuelta al carro.

***

Una vez en el carro, Harry se quitó todo su terriblemente acertado disfraz y me besó.

—Póntelo —ordenó.

—¿Aquí? ¿Ahora?

—Aquí. Ahora. —afirmó con una sonrisa.

—Rulos, este carro es muy pequeño, y para entrar en este pequeño vestido necesitaré dar muchos saltos y demasiado espacio, créeme.

—Pero para esto —dijo mostrándome la bolsa de Victoria’s Secret—, no necesitas mucho espacio ¿o sí?

Le arrebaté la bolsa viendo que había en su interior, y no eran más que unas bragas y un sostén de color rojo, acorde con el vestido.

—¿Crees que es necesario cambiar mi ropa interior para el vestido?

—Completamente —dijo mostrando su hoyuelo—. Aquí y ahora.

Sólo una fan másWhere stories live. Discover now