Cap. 27: (Maratón 4/5)

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Capítulo 27

—Ya es hora de ponernos serios y buscar mi bolso —dije extremadamente seria.

—¿Y quién estaba jugando? —respondió sonriendo.

—¡En serio! Ayúdame. Llevo mi celular y el poco dinero que tengo ahí. Y un libro. ¡Santo Dios! ¡Un libro! ¿Ves lo importante que es?

—¿Un libro es lo más importante? —lo miré con cara asesina—. Ok, sí.

—Gracias.

—¿Qué libro es?

—Inferno, de Dan Brown —mentí, en realidad llevaba 50 Sombras Más Oscuras. ¿Qué pensaría de mí?

—Sé que es un gran libro.

—Sí, lo es. Ahora ayúdame a encontrarlo.

Suspiré y me levanté aún en mis rodillas y me corrí para el lado derecho en la misma posición pero me topé con Rulos.

—¿Me das permiso, por favor?

—No, estoy agotado y no pienso moverme. Tendrás (literalmente) que pasar por encima de mi cadáver.

Lo dudé sabía que no se traía nada bueno entre manos, pero hey, me urgía ir a casa, encontrar a mamá y decirle que estaba bien. Por eso necesitaba ese maldito bolso.

Pasé con cuidado mi rodilla derecha por encima de sus piernas para que no hubiera siquiera el más mínimo toque. Logré ponerla al otro lado y ahora venía la izquierda. No tenía mucho espacio así que era un poco complicado. Subí mi pierna izquierda y cuando ésta estaba en el aire, Rulos rápidamente la agarró cogiendo todo el muslo y me la puso donde estaba antes. De modo que quedé abierta encima de él.

—Déjame seguir, tranquilo, yo buscaré sóla.

—No, me gusta esta posición.

A mí también en realidad.

—Harry... Tengo... que... —mi voz se quebró debido a que él subía su mano por mi muslo izquierdo.

—Lindas piernas... ¿Cómo se verán sin esos ajustados jeans?

De verdad deseaba a ese hombre, ¿por qué no sólo disfrutar el momento?

Sin pensar más, me acerqué salvajemente a él y lo besé con pasión y enredé mis dedos en sus rulos.

—Compruébalo tú mismo

Sonrió y siguió besándome incontrolablemente. Sentía su lengua jugando con la mía y sus hermosos labios tocando la comisura de los míos. Podía sentir la pasión y el deseo que teníamos. Me quitó la camisa y la boto a algún lado. Ambos estábamos sudados debido al calor intenso que hacía. Las ventanas estaban empañadas por el calor que brotaba desde adentro.

Harry me jaló el cabello hacia atrás y solté un gemido al sentir como me besaba el cuello y bajaba lentamente por todo mi cuerpo. Me movía de una manera excitante y podía sentir a su amiguín... Perdón... AMIGOTE. Recuerdo cuando lo vi, era enorme.

Soltó el broche de mi brasier y dijo "otra vez nos vemos" me reí ante eso.

—Son los más grandes, lindos y naturales senos que he visto en mi vida —me dijo al oído.

Y volvió a bajar a ellos. Con su boca jalaba mis pezones y eso me ponía a gemir y al parecer le gustaba.

Le quité su camisa y pude ver sus hermosos tatuajes. Con mi dedo recorría cada uno.

—Éste me gusta —dije parando en su mariposa—. Dije que alguna vez le daría Nutella y créeme que no se quedarán como palabras solamente.

Harry sonrió y ambos nos sobresaltamos al escuchar que alguien golpeó a la puerta del Mercedes.

—Ponte mi camisa, ahora.

Obedecí y me senté a un lado.

Harry bajó la ventana izquierda trasera del auto para ver quién era y me di cuenta que había dejado mi mano marcada y me sonrojé.

—¡Buenas noches, señor! Su auto no puede estar parqueado acá porque es espacio privado y creo que lo que estaban haciendo... —miró hacia adentro—. ... No lo pueden hacer en sitios públicos, así que, lo lamento pero tiene que pagar esas dos infracciones.

—Sí, no hay problema.

Le entregaron un papel y se fue el policía.

Ambos suspiramos y yo me reí.

—Creo que tendremos que aplazarlo —guiñó un ojo.

—Tal vez —dije mordiéndome el labio inferior—. ¡Hey! ¿Y mi bolso?

—Está en la cajuela —afirmó

—Pero... Tú...

—Sí, lo sé, tenía otro plan pero éste resultó mucho mejor.

Sólo una fan másWhere stories live. Discover now