Epílogo

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Epílogo

4 años después

Pintaba mis uñas mientras seguía pensando en todos los proyectos que tenía para la universidad, la compra de mi nuevo apartamento y el sustento de mi nuevo perro. Nunca creí que eso de ser responsable fuera tan complicado.

Me dediqué por completo a mi estudio y a mi futuro. Deje varias de mis actividades libres por empezar a construir mi camino. Mi relación con Lorena ha cambiado bastante porque ella lo ha hecho; mientras yo estoy trabajando por todas mis metas ella se la pasa fumando con sus nuevos amigos. Tal vez sea mi culpa por ser una amargada, o pues fue exactamente lo que me dijo ella.

Mis uñas se secaron y una llamada entró.

¿Aló? —dije cerrando el esmalte que estaba a punto de regarse.

Al otro lado de la línea solo pude escuchar la respiración de alguien.

¿Quién es?

Soy yo.

Mi cuerpo se heló, mi corazón empezó a latir y mis manos a temblar. En mi cara se dibujó una hermosa sonrisa y solo pude decir—: hola, Harry.

No sabes lo mucho que me gustaría ver tu rostro ahora mismo.

¡Uhh! Creí que preguntarías como ha sido mi vida en estos años incomunicados.

Eso es muy cliché, prefiero que después me lo cuentes mirándome a los ojos.

Para esa época ya tendré hijos.

¿Estás embarazada?

¿Qué? —reí—. No entendiste, me refiero a…

Asómate.

¿Qué? —sonreí mirando hacia mi ventana con los nervios y la posibilidad de que él estuviese esperándome.

Estoy en la puerta de tu casa.

Mi corazón empezó a latir muy, muy rápido. Sentía como los nervios subían por todo mi cuerpo y hasta logré sonrojarme.

¡Carajo! Tenía puesta una diminuta pijama y él estaba a tan solo unos pasos.

Siendo la persona más rápida de todas logré ponerme un pantalón ancho gris y una camisa fucsia pegada al cuerpo estropeando mi gran manicure de hora y media.

Bajé con una gran sonrisa y traté de acomodar lo más que pude mi cabello.

Abrí la puerta y estaba él ahí sonriéndome y dejándome ver esos hoyuelos que tanto me enloquecían. Su sonrisa era tímida y expectante y sus ojos tiernos y amorosos, traía una bandana en su cabeza ocultando su rizado cabello. Llevaba una camisa negra con un pantalón del mismo color pegado a su cuero, le quedaba realmente pegado.

—¿Te quedarás mirándome y no me darás un abrazo? —en ese momento los ojos dejaron caer una lágrima y me tiré hacia él abrazándolo con fuerza y deseo. Lo extrañaba demasiado y tenerlo en mi casa seguía siendo increíble. Mi fangirl interior salió y seguía sin creer que Harry Styles estuviera en la puerta de mi casa pidiéndome un abrazo—. ¡Ey, no llores! Aquí estoy, no te he olvidado y no lo haré.

—Creí que sí lo habías hecho y jamás te volvería a ver —sollocé mientras él me sostenía de las caderas y tras decir esto, me puso frente a él y se quedó mirándome con profundidad.

—Mírame —ordenó—. Estoy aquí y es única y exclusivamente por ti. No había podido pero no sabes las tremendas ganas que tenía de verte.

Sin más preámbulos lo besé descargando mis cuatro años enteros imaginándome ese preciso momento. Necesitaba tener otra vez entre mis labios los suyos y que estos pudiesen unirse. Realmente lo necesitaba y era lo que en ese momento tenía.

Harry se quedó un tiempo conmigo, nos divertimos como nunca en el poco mes en el que se quedó. Estuvimos solos todo el tiempo porque mamá estuvo todo el tiempo en un viaje de cuatro meses, de manera que pudimos hacer muchas cosas.

Me quedaba tan solo un año de universidad por ende mi decisión de nuevo fue quedarme en Colombia estudiando, pasado el año me fui a vivir a Londres.

No vivía con Harry pero éramos vecinos, lo que nos permitía tener nuestra relación sin que los medios se enteraran. Tiempo después logré comprar mi propio apartamento y seguir sustentando a Ícaro, mi perrito.

Ahora me encuentro en Londres trabajando con una de las mejores revistas de la ciudad, cosa que resulta realmente irónica ya que tengo los chismes más candentes de la estrella juvenil más cotizada del Reino Unido.

Sin pensarlo resulté con él, Harry Styles, en esta hermosa ciudad, con mi hogar y un gran trabajo. Todo por ser solo una fan más.

Sólo una fan másWhere stories live. Discover now