Cap. 36: ¿Cómo en los Billboard?

8.3K 474 22
                                    

Capítulo 36

Todo fue muy rápido y sorpresivo. Harry se bajó del auto dejándolo completamente abierto, cogió a Jhonny del cuello, lo apretó contra la pared y golpeó su cara con un contundente y doloroso puño, Jason empezó a golpear a Harry por detrás, Harry soltó a Jhonny dejando que este se resbale por la pared hasta el piso y miró con furia a Jason gritándole “tú no te metas” Jason quiso golpearlo más pero se contuvo, apretaba la mandíbula haciendo que sus huesos sobrepasaran la piel y se llevó a Jhonny poniendo la mano de este sobre su nuca.

Lorena y yo estábamos en shock, contra la pared y con la boca abierta después de ver tremenda escena, Harry nos miró a ambas, estaba muy enojado, su boca formaba una línea recta y sus ojos verdes nos miraban con autoridad, respiraba muy agitado y seguíamos sin decir nada.

—Entren al auto —dijo por fin y se dirigió hasta el Mercedes.

Lorena y yo obedecimos y ninguna dijo nada, nos hacíamos cara de terror, pero más que de terror era de sorpresa, ¿qué había hecho mi Rulos?

—Lamento haberlas asustado —dijo Harry manejando después de un rato ya que llevábamos más de 10 minutos en carretera y sin pronunciar ninguna palabra.

—No te preocupes, Harry —dijo Lorena—, yo hubiera hecho lo mismo —y él le sonrió por el retrovisor guiñándole un ojo con diversión.

—¿Tú aun estás asustada? —me dijo Harry y puso su mano derecha sobre mi muslo provocando un choque en mi estómago.

—No, solo… Impresionada.

—Se lo merecía.

—¿Nos estabas siguiendo? —pregunté analizando la situación, ¿cómo había llegado?

—No —dijo sonriendo con diversión—. ¿Por qué siempre piensas que te estoy siguiendo?

—Tengo razones.

Él soltó una ligera carcajada y yo lo miré analizando cuan perfecto era.

—Tu madre me llamó —dijo—. Quería que te fuera a recoger y pues alcancé a ver todo perfectamente.

—¿Y por qué accediste? ¿No tienes nada mejor qué hacer? Digo, que hacer lo que mi mamá te diga.

Sonrió y separó los ojos de la carretera para posarlos sobre los mismos. —No me importa nada con tal de verte.

Mi corazón se enloqueció y empezó a saltar queriendo salirse de mi pecho, estaba muy feliz y no dejaba de brincar celebrando la muestra de amor que acababa de recibir.

—Ojos en la carretera —dijo cantando Lorena y Harry sonrió haciéndole caso.

Seguimos y poníamos música, Harry cantaba y Lorena y yo moríamos al escucharlo, era tan perfecto ese momento, cantando para nosotras en privado nuestro… Ídolo, era brutal todo por lo que estábamos pasando.

De mis ojos se asomaron lágrimas y expresé que simplemente no podía creer que Harry estuviera ahí en ese momento, que haya pasado todo eso, que los haya conocido a todos, que sepan de mi existencia, que… ¡Tantas cosas que siempre creí IMPOSIBLE estaban pasando! Y las lágrimas emotivas salían por mis ojos.

Harry dejó a Lorena en casa y se dirigió a la mía.

—Me encantó estar esta mañana contigo —dijo recordando nuestra escena y me ruboricé—. ¿Te duele algo? ¿Cómo te sientes?

—Estoy perfectamente bien —dije con una sonrisa pícara—. Creo que no me afectó en nada… Ni me afectará.

Harry sonrió con complicidad y aparcó, se bajó del auto y me abrió la puerta a mí permitiéndome bajar como toda una princesa con estilo que soy, me reí por su acto y él solo se encogió de hombros.

Llegué a la casa y mamá no estaba enojada conmigo, pero se acercó y me dijo “aún tienes algo por contarme” se me pusieron los pelos de punta y le sonreí diciéndole “vas a ver que no es nada”.

Harry entró y se sentó en la sala quitándose los zapatos y recostando todo su cuerpo en los cojines mientras veía televisión.

—¿Estás cómodo? —dijo mamá mirando la posición en la que estaba—. ¿Quieres algo de tomar? —seguía diciendo mamá sarcástica pero con humor.

—Sí, un vaso de agua, gracias —dijo Harry y ella se empezó a reír y le pegó con una almohada.

Me senté al lado de Harry y me miró de una manera extraña.

—¿Qué? —dije al ver su cara.

—Te estoy esperando.

—No entiendo.

—Necesito que vayas por tu bolso que nos vamos, maquíllate si quieres, dale.

—¿Qué? —eso me tomó por sorpresa—. ¿A dónde vamos?

Miré a mamá que estaba en la cocina escuchando perfectamente nuestra conversación pero no se opuso a nada, tal vez Harry ya le había dicho.

—Es un sitio elegante.

—Tengo que vestirme como en los Billboard —dije riéndome.

—De eso nos encargaremos más tarde —dijo acercándose y dándome un beso—. Mientras tanto muévete.

Me levanté directo hacia mi habitación y mamá estaba en la cocina riéndose, ignoré eso y empecé a maquillarme sutil pero sensualmente, hice ondulaciones en mi moreno cabello y las dejé rebeldes, no tenía ni idea de qué traje iba a usar, así que metí algunas sombras, polvos y pestañina a un pequeño bolso que tenía predestinado para eventos sociales importantes, metí mi celular, dinero, las llaves de la casa, una moña para el cabello y un pequeño espejo.

Salí y Harry se estaba terminando de poner los zapatos que hace cinco minutos se había quitado. Me miró y sonrió de una manera perversa.

—¿Lista?

—Eso creo.

Me despedí de mamá que me miraba con cara de mamá dejando a su hija por primera vez en el jardín, la besé y le recordé que la amaba, Harry también se despidió con un gesto muy caballeroso y salimos hacia el Mercedes de Rulos.

***

besitos.

Sólo una fan másWhere stories live. Discover now