Intentar mantener mi mente ocupada durante el día fue prácticamente inútil y al llegar la noche mientras esperaba que Taylor apareciera por la puerta de mi habitación para sacar mis temores pensaba en que momento me había permitido llegar hasta este punto; Siempre me había cuidado de no sentir esto por nadie y había sido fácil evitarlo hasta que Camila llego a mi vida. El pánico que me generaba perderla jamás había estado en mis planes pero estaba jodida; Enamorada y jodida.
Mire mi celular por décima vez; 5 de la mañana y no tenía ni un poco de sueño. Los nervios me estaban consumiendo hasta que sentí un auto parar fuera de casa y unos minutos después la figura de mi hermana apareció entre la oscuridad de mi cuarto.
"Hey. ¿Qué haces despierta?" pregunto mientras comenzaba a desvestirse para ponerse el pijama.
"Tome demasiado café por lo que no podía dormir" mentí "¿Cómo te ha ido?"
Vi una sonrisa pícara aparecer en su rostro "Genial ¡El baile de graduación fue tan divertido! No pude sentarme ni un segundo" señalo los zapatos desgastados "Y luego fuimos a casa de Austin; Tenía pileta, mesa de ping pong, asador..."
Mientras ella hablaba dándome cada detalle de lo que había sucedido comencé a arrepentirme por esperarla despierta, no pretendía oír lo que mi novia había hecho de la boca de otra persona aunque fuera mi hermana.
"Me alegro demasiado por ti Tay" dije con sinceridad. "Creo que intentare dormir" me excuse intentando terminar la conversación. Ella estaba recostada en su cama al parecer sin sueño.
"No seas aburrida. Aun no voy a poder dormir, tengo demasiada adrenalina en mi interior" comenzó a reír "Y tal vez un poco de alcohol en la sangre"
"Okay" dije suspirando quedándome de costado para poder mirarla.
"Bueno... Ethan ha ido conmigo a la casa también" se encogió de hombros "Mis compañeros no estaban muy felices pero después de un tiempo comenzó a caerles mejor."
"Por favor dime que no has hecho nada loco" La hermana mayor sobre protectora salió de mi interior sin ni siquiera notarlo.
"No te preocupes, solamente hemos dormido en la misma cama unas horas, esa debe ser la razón por la que no tengo sueño"
"¿Solo han dormido?" pregunte nuevamente con preocupación en mi voz.
"Si Laur, tranquila. Estábamos cansados de tanto bailar y la casa tenía varias habitaciones por lo que algunos las ocupamos, no sé lo que habrán hecho los demás pero nosotros simplemente dormimos."
"Mejor así" dije fulminándola con mi mirada.
"¿Sabes? cuando intentábamos dormir sentí ruidos proveniente de la habitación de abajo por lo que fui a ver y al abrir la puerta me encontré con Mila y Austin, la cama estaba desordenada y ella tenía el pelo revuelto, de verdad pensé que estaban haciendo algo, pero ella juro que no había pasado nada"
Y ahí estaban las palabras que tanto temía escuchar. "¿A qué te refieres con que no sabes que creer? Es tu amiga. ¿Porque no te diría la verdad?"
"Mila es muy cerrada a veces, eso me molesta, pero lo respeto. Austin estuvo detrás de ella todo el maldito día. Estaba demasiado borracho por lo que no sé si habrá podido rechazarlo al final"
"Quien sabe..." dije intentando minimizar lo que realmente estaba sintiendo en mi interior; Ella y el en una cama, su cabello revuelto, solo causo que mi estómago comenzara a doler y no solamente él sino que podía sentir mi corazón rompiéndose poco a poco.
"Bueno, vamos a dormir" dijo finalmente mi hermana cuando el sol comenzaba a entrar por las ventanas alumbrando cada rincón.
"Buenas noches" pronuncié intentando alejar los pensamientos que se hacían presente en mi cabeza una y otra vez; Camila me había engañado.
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Dormir no había ayudado a que el dolor fuera menor, pero necesitaba hablar con ella para entender porque lo había hecho. Después de unas horas en las que había debatido sobre cómo actuar recibí un mensaje de ella y me di cuenta en ese momento cuan dolida y enojada estaba ya que ver su nombre me revolvió el estómago.
C: Amor... conociendo a Taylor probablemente te haya mencionado algo sobre Austin pero déjame explicar este mal entendido ¿Podemos vernos hoy?
L: Si, lo ha hecho... Bueno, te espero en la esquina de casa en dos horas.
C: Esta bien, por favor no saques conclusiones apresuradas.
Demasiado tarde me lo advirtió, ya había sacado todas las conclusiones posibles pero aun así necesitaba escuchar su versión y me asustó darme cuenta que sin importar que me diría yo le creería, confiaba en ella ciegamente y me preguntaba si eso era producto del amor que sentía y si a todos le sucedía lo mismo; Creería que los unicornios existían si era Camila quien me lo decía.
El reloj marco la hora en la que debíamos vernos por lo que salí esperando encontrarme con ella. La camioneta de su madre estaba estacionada allí y unos nervios invadieron mi cuerpo, siempre que sabía que iba a verla me sucedía eso; La comida se mezclaba en mi estómago mientras las manos me sudaban y el pulso de mi corazón aumentaba exageradamente. Esperaba que algún día eso dejara de suceder.
Tome aire entrando en el auto y no tuve el valor de mirarla a los ojos sabiendo el efecto que tenían en mí.
"Hola" dije cuando por fin me había acomodado en el asiento "¿A dónde iremos?"
"¿No vas a darme un beso?" pregunto buscando mi mirada.
Me acerque y la bese en la mejilla; Ella se quedó quieta por unos segundos absorbiendo mi evidente dolor y enojo.
"A un lugar para que podamos hablar tranquilas." Comenzó a conducir mientras íbamos calladas en el camino.
La panza me dolía más que nunca y sabía que era debido a los nervios que sentía de escuchar la verdad. ¿Después de eso todo se acabaría?
"¿Te encuentras bien?" pregunto mientras seguía conduciendo.
"Solo tengo nauseas" confesé
"Siempre te sucede eso cuando estamos juntas ¿Lo has notado?" pregunto con cuidado. Y era verdad, pero no quería confesarle que era debido a los nervios que me causaba tenerla cerca, que me hacía vulnerable hasta el punto de sentir que podía tener un ataque mirando sus pupilas. No pretendía que ella supiera todo lo que me producía por lo que simplemente bromee.
"Debe ser que me causa nauseas tenerte cerca" Ella sonrió, quizás en el fondo sabia mis razones.
Llegamos a un mirador donde se podía apreciar toda la ciudad de Miami; Era alucinante ver las luces y los autos transcurrir con tranquilidad desde esta altura. También se podían ver las estrellas y la luna que nos alumbraba sin parar; Era una noche hermosa que lamentablemente no estaba disfrutando.
Nos quedamos unos minutos en silencio cuando ella apago el motor sin saber que decir hasta que la menor rompió el silencio.
"¿Estas enfadada conmigo verdad? Puedo notarlo porque no me has mirado desde que te has subido en el coche"
Un nudo se formó en mi garganta y tuve que mirar hacia el costado diciendo lo primero que cruzo mi mente "Tal vez nos precipitamos al intentar tener una relación exclusiva, quizás es demasiado para ti"
"Primero escúchame" dijo acercando su mano a mi cara obligándome a hacer contacto visual con ella, eso me destrozo. "No sé qué es lo que te ha dicho Taylor, pero voy a explicar lo que sucedió."
"Okay" dije respirando profundamente, sus ojos reflejaban tristeza y no estaba segura a que se debía.
"Austin estaba borracho y no dejaba de molestarme, cuando anocheció estaba acostada en una de las habitaciones debido a que no me sentía bien y el apareció recostándose a mi lado." Hizo una pausa y luego continuo "Le pedí que se fuera pero no lo hizo, luego de insistirle me quede dormida con él a mi lado y eso fue todo"
No tuve el coraje para preguntarle si se habían besado, intente procesar cada palabra que había dicho y como temía antes; le creía.
Si cualquier chico me hubiese hecho lo que Camila ni siquiera le habría dado una oportunidad para explicarse, pero con ella todo era distinto, me pasaba justificando sus acciones y en este momento me sentía una idiota.
"¿Eso fue todo?" me escuche decir mientras ella se acercaba a mi asiento. Se sentó sobre mí y me miro de esa manera que lograba derretirme.
"¿Me crees verdad? No haría nada para lastimarte Lauren." Hablaba pegada a mi boca y podía sentir su respiración adherida a la mía. Sus piernas se ubicaron a ambos costados de mi cadera dejándome sin aliento. Sentir su cuerpo tan pegado al mío me provocaba sequedad en la boca acelerando el ritmo de mis pulsaciones y me preguntaba cómo era posible seguir reaccionando a ella de esta forma. Pensaba que la reacción de una respecto a la otra iría disminuyendo a medida que pasaba el tiempo pero no era así, todo era peor cuanto más pasábamos juntas, la descarga eléctrica era aún más fuerte.
"Te creo" dije casi sin aliento embriaga por su cercanía. Y sin dejarme continuar me beso empujándome contra el asiento que tenía sobre mi espalda, sus manos rodearon mi cintura mientras sus dedos tanteaban la piel bajo mi suéter. Sus labios eran suaves en los míos ya que apenas podía responder a su lengua tentándome, la idea de ella haciendo esto con alguien más hace unas horas me saco de aquella lujuria.
"Espera Camz. Esto es demasiado para mi" Mis ojos estaban pegados a la ventana y ella parecía dolida por mis palabras. "No es fácil asimilar que has dormido con alguien más aunque solo hayan hecho eso"
"Lo sé, lo siento" suspiro con frustración. "¿Te gustaría ir a dormir conmigo esta noche? No hemos dormido juntas desde... tu visita" su voz temblaba ligeramente y los recuerdos de aquellas dos noches donde habíamos compartido intimidad por primera vez inundaron mis pensamientos.
Nuestros ojos se encontraron y sabía que ambas estábamos recordando lo mismo; Nuestros cuerpos entregándose, nuestras cabezas volviéndose lagunas donde ninguna era capaz de pensar, viajando a un lugar desconocido, amándonos inmensamente sin restricciones.
¿Cómo iba a negarme a una petición así? Era absurdo negar el amor profundo que sentía hacia la chica que tenía sentada sobre mí. Y dormir con ella era algo que anhelaba cada noche. "Está bien" dije después de unos largos suspiros "Déjame enviarle un mensaje a mi madre, le diré que me quedare en casa de Alexa"
"Alexa..." dijo con un tono de rabia en su voz.
"¿Qué pasa con ella?" pregunte sorprendida.
"¿Sabe de lo nuestro verdad?"
"No, claro que no" mentí para evitar una discusión sobre esto, yo conocía a mi amiga, sabía que no era capaz de contarle a nadie pero Camila no iba a entenderlo, y seguramente haría un lio de algo que yo tenía bajo control.
"Ok ¿Vamos a casa?" pregunto volviendo a su asiento.
"Vamos" finalice ahora sonriendo. Me preocupaba el poder que tenía la castaña sobre mí. En serio me podía, en todo sentido.
Al llegar pasamos directamente hacia su habitación ya que era tarde y agradecí no tener que saludar a ningún miembro de su familia, solo quería estar con ella. ¿Era mucho pedir tener tiempo a solas con tu novia? Al parecer no esta noche.
"¿Quieres algo de comer o de beber?" Pregunto cerrando la puerta con cerrojo.
"No, estoy bien" intente poner mi mejor sonrisa sentándome en su cama pero podía sentir que mi corazón aun dolía, aunque solamente había recibido rasguños cada uno se sentía intenso y doloroso clavándose en mi pecho haciéndome difícil respirar.
Camila se acercó de manera seductora hacia mí, sus rasgos faciales mostraban preocupación pero eso no le impidió posicionarse a horcajadas en mí, tirándome por completo en la cama. Inclinando la cabeza me beso primero lentamente, luego profundizo el beso, logrando que una oleada de calor recorría mi cuerpo en lugares donde había olvidado que se podía sentir aquella corriente eléctrica.
Rompió el beso apoyándose en sus codos para no aplastarme y sonreí ante aquello ya que era tan delgada que era imposible hacerlo. Sus ojos me miraron profundamente ahora oscurecidos como si el deseo se apoderara de cada fibra en su ser.
"Sé que últimamente me he comportado de un modo extraño pero tú no tienes nada que ver" me dijo con sinceridad. "Te amo y eso no va a cambiar nunca Lauren"
Aquellas palabras eran todo lo que necesitaba escuchar y ahora lo sabía, de pronto sentí tranquilidad dentro de mí y por fin pude besarla como había querido desde que la había visto por primera vez.
Dejé atrás toda clase de dudas dándole paso a la lujuria. Hice lo mejor que sabía hacer cuando no quería hablar, cuando necesitaba demostrarle cuanto la amaba; La bese. Pero no fue tierno, ni lento, era un beso cargado de furia, descontrolado, con un pequeño grado de violencia produciendo que Camila largara pequeños gemidos cada vez que mis labios mordían los suyos y mis manos la recorrían sin pudor. Estaba completamente sacada como si quisiera demostrarle que nadie podía hacerle el amor de la manera en que yo podía. Necesitaba marcar territorio.
"Eres mía" dije con demasiado seguridad y ella asintió cuando nos seguíamos tocando y besando rápidamente.
Me encantaba sentir el corazón de mi novia palpitando con fuerza junto al mío. "Te amo" murmuro pegada a mi boca sin ser capaz de romper la batalla de nuestras lenguas.
"Te amo más" dije después de haberle quitado la camisa recorriendo con mis dedos cada espacio de su suave piel disfrutando la sensación de tenerla junto a mi nuevamente luego de tanto tiempo.
De repente la chica menor estaba debajo y yo me subí en ella, mi largo cabello oscuro nos rodeaba como una cortina y los dedos de Camila se enredaron en ellos hasta llegar a mi cuello apretándome con fuerzas para que me acercara aún más.
Mientras la besaba intentaba percibir si había algo distinto en ella que me indicara la presencia de alguien más pero fue inútil, ella era mía, sus labios me pertenecían, siempre iba a ser mía.
Notaba sangre en mi boca y no estaba segura de sí era porque ella me había mordido o era yo quien lo había hecho pero no me importaba. ¡Dios! Necesitaba estar dentro de ella lo más pronto posible.
"¿Puedes quitarte la ropa de una jodida vez?" dijo ella jadeando. Al parecer no era la única que necesitaba aquello.
Levante los brazos permitiéndole dejarme en sostén que no tardo más de dos segundos en desaparecer también. Ella sonrió con esa sonrisa pícara que me aceleraba el corazón y se pasó la lengua por los labios mirando mi pecho sin pudor.
"Oh" solo logre decir cuando comenzó a chuparlos sin piedad. Mi espalda se arqueo sin poder ser capaz de procesar absolutamente nada.
Nuestras manos estaban entrelazadas fuertemente pero fui capaz de liberarme para desabrocharle el botón de su pantalón. Ella levanto sus caderas para que pudiera sacárselos y sin perder el tiempo la deje únicamente con su brasier.
Comencé a depositar besos por sus piernas, muslos y pude ver como su boca se formaba en una pequeña "Oh" pero todavía no era momento para aquello.
Seguí subiendo y al llegar a los huesitos de su cadera jugué con mis dedos y mi lengua en ellos causando que la pelvis de Camila subiera una y otra vez.
"¿Sabes cómo se llaman estos huesitos que tanto amo de ti?" le pregunte buscando su mirada que estaba perdida.
"No" dijo suspirando ya que volvía a chuparlos. "¿Cómo se llaman?" jadeo.
"Crestas iliacas" sonreí. "Es un nombre raro, pero suena sexy ¿No te parece? QUIERO CHUPARTE LAS CRESTAS ILIACAS HASTA ESCUCHARTE GRITAR MI NOMBRE CAMILA" Volví a dejar besos subiendo hasta su ombligo.
"¡Jesús! Tu eres sexy"
Esta vez subí a sus pechos quitando la última prenda que quedaba de su cuerpo masajeándolos con cuidado, escuchando los gruñidos de la castaña escaparse cada vez con más urgencia.
"A la mierda" Exclamó Camila y sin poder reprochar nada esta vez estaba debajo de ella. Me sacó la ropa con tanta prisa que me hizo reír. "Necesito hacerte el amor ahora mismo. ¿No te das cuenta lo mucho que te he extrañado?"
Ahora que ambas estábamos desnudas podía notar todas las partes en donde nuestros cuerpos se hacían uno solo; su mano derecha adherida a la mía, mientras la otra exploraba uno de mis pechos, sus piernas enredadas en las mías haciendo que nuestras humedades chocaran sin parar, nuestros corazones que palpitaban tan fuerte que parecían uno solo y nuestras bocas que tan bien se conocían devorándose con furia. ¡Dios había extrañado tanto esto!
"Mierda" maldije. Mi espalda arqueándose, mis manos envolviendo la cintura de Camila hasta llegar a su trasero, acercando y empujándola lo más cerca posible.
"Esto se siente tan bien" dijo ella y prácticamente me había arrancado las palabras de la boca ¡Era el puto paraíso! Su clítoris se movía en el mío, podía sentirlo con claridad, me estaba haciendo perder la cabeza con cada movimiento que realizaba la chica menor.
Camila me miro profundamente a los ojos y ambas sonreímos cuando nuestras miradas se encontraron. Enrede mis dedos en la parte de atrás de su cuello para que el contacto entre nuestras bocas continuara. Ella mordió mi labio inferior y chupo mi lengua con tanta pasión que me hizo humedecer aún más hasta que comencé a sentir unos dedos tanteando la zona y hundirse rápidamente.
"Jesus, Lauren" dijo al darse cuenta de lo húmeda que estaba, sabía que se refería a eso y no me avergonzaba en lo absoluto.
"Tú tienes la cul" no pude terminar de decir aquello ya que ahora estaba chupando mi pezón al mismo tiempo que sus dedos se hundían en mí. "¡Ahh!" grite sin poder contenerme. Las sensaciones que estaba teniendo en ese momento no me permitían procesar nada. Pero podía sentir como su lengua iba descendiendo por mi cuerpo.
"¿No te molesta esto verdad? Porque en verdad quiero hacerlo" su voz salió ronca y seductora.
"¿Estas segura?" pregunte con cuidado y al parecer cambio de opinión ya que volvió a subir, chupando el lóbulo de mi oreja, luego el punto de mi pulso haciéndome gemir con aquello, esos eran mis puntos más débiles.
"Quiero esto desde la primera vez Lauren, necesito probarte ahora mismo" afirmo mientras su boca y su lengua mojaban cada centímetro de mi cuerpo.
"Dios Camz" solté mordiéndome a la vez el labio para evitar gritar ya que su lengua estaba jugando con la zona más sensible de mi cuerpo. ¡En aquel momento me sentí morir! Y no podía dejar de mover mis caderas hacia la boca de Camila que parecía experta en aquello.
"Sabes tan bien" dijo ella tomando un respiro y volviendo a hundirse en mí. Sus manos aferradas a mis caderas tocándome en todo lugar posible, desde mis pechos hasta mi entrada turnándose para torturarme.
Cada fibra de mi cuerpo estaba contraída por la constante estimulación que recibía de mi novia, intentando no ceder ante la ola de éxtasis que quería invadirme. Pero me fue imposible aguantar un segundo más cuando sentí sus dedos hundirse en mi al mismo tiempo que su boca exploraba el nudo de nervios rosa.
Mis dedos se clavaron en su espalda rasguñando sin ningún tipo de censura escuchando gemidos salir de la boca de Camila. Vi que hacia una pequeña mueca de dolor pero era imposible contenerme ya que ella estaba haciendo un gran trabajo y realmente me era difícil creer que era la primera vez que hacia algo asi.
"En algún momento vas a tener que ceder bebe" Aquellas palabras fueron suficientes para que lo hiciera.
No estaba segura de cuánto tiempo habíamos permanecido abrazadas pero la observe de reojo cuando por fin mi respiración se había estabilizado y ella seguía sonriendo, lo había estado haciendo sin parar desde que habíamos terminado de hacer el amor y no pude evitar hacerlo también. Dejando un suave beso en su frente.
"Eres increíble ¿Lo sabes verdad?" pregunte luego de aquel pequeño gesto.
"Tú lo eres y lamento tanto haberte hecho dudar de mis sentimientos hacia ti, lamento haber sido una completa idiota, en serio lo siento amor" su voz era angustiada y no quería hacerla sentir mal, para mí eso era asunto olvidado.
"No vuelvas a decir que lo sientes de nuevo, no hace falta."
"Te amo mucho más de lo que creía que era capaz amar a alguien. Más de lo que debería posiblemente, pero no puedo evitarlo..." tomo un suspiro y continuo "Te amo" dijo firmemente y sin bacilar.
"Podría escucharte decir cuánto me amas todos los días a cada segundo y no me cansaría." Sonreí por sus palabras sin analizar demasiado lo que me había dicho, aquello era una gran confesión. "Te amo con mi vida Camz, TU ERES MI VIDA" Finalice y ambas volvimos a besarnos sin poder ser capaces de despegarnos durante lo que resto de la noche
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