Someday maybe (Camren fanfic)

By camrengarchando

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Lauren Jauregui, estudiante de medicina tiene 19 años cuando conoce a Camila Cabello, la mejor amiga de su he... More

Capitulo I
Capitulo II
Capitulo III
Capitulo IV
Capitulo V
Capitulo VI
Capitulo VII
Capitulo VIII
Capitulo IX
Capitulo X
Capitulo XI
Capitulo XII
Capitulo XIII
Capitulo XIV
Capitulo XV
Capitulo XVI
Capitulo XVIII
Capitulo XIX
Capitulo XX
Capitulo XXI
Capitulo XXII parte 1
Capitulo XXII parte 2
Capitulo XXIII
Capitulo XXIV
Capitulo XXV
Capitulo XXVI
Capitulo XXVII
Capitulo XXVIII
Capitulo XXIX
Capitulo XXX
Capitulo XXXI
XXXII
Capitulo XXXIII
Capitulo XXXIV
Capitulo XXXV
Capitulo XXXVI
Capitulo XXXVII
Capitulo XXXVIII
Capitulo XXXIX
Capitulo XL
XLI
Capitulo XLII
Capitulo XLIII
Noticias!
Maybe Tomorrow

Capitulo XVII

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By camrengarchando

Una alarma comenzó a sonar fuertemente trayéndome a la realidad en la que esta vez me encuentro junto a la chica de mis sueños.

Recuerdo inmediatamente todo lo sucedido y me siento más viva y más feliz que nunca, no quisiera que esto acabe jamás.

Camila estaba recostada a mi lado, yo no lograba soltar su cintura; La manera en la que mis brazos encajaban perfectamente en ella me hacía enloquecer.

Mis labios estaban demasiado hinchados pero no me importaba, siempre terminaban así a causa de sus mordidas y debía admitir que adoraba cuando se descontrolaba de esa manera.

Unos pasos acercándose a la habitación me sacaron de mis pensamientos y supongo que debe ser Sinu. ¡Demonios! Posiblemente querrá entrar y la puerta esta con llave. No quiero volver a pasar por lo de ayer por lo que rápidamente me despabilo.

"Amor" susurré sacudiendo despacio a Camila. "¡Bebe, despierta!"

"Mmm" Murmuró ella en sueños sin querer levantarse.

"Tu madre esta despierta. ¿No crees que vaya a entrar? La puerta sigue con llave" Camila no respondía.

Rápidamente me levante dejando unos suaves besos en los labios de mi chica y al llegar a la puerta gire despacio la llave. Volví a acostarme prácticamente corriendo pero esta vez en la cama de al lado. Agradezco haber despertado ya que automáticamente su madre ingresa en la habitación y no puedo pensar lo que hubiese pasado si encontraba la puerta trabada. Cierro los ojos fingiendo estar dormida mientras siento su mirada en nosotras.

Cuando la escucho salir vuelvo a abrir los ojos y suspiro aliviada. Camila sigue durmiendo pacientemente mientras mi corazón late fuertemente. Eso estuvo demasiado cerca.

Dejo que ella descanse una hora más, se ve realmente cansada y no quiero romper su sueño. Mientras la miro dormir pienso en lo afortunada que soy por estar presenciando este momento. ¡Dios! Estoy completamente enamorada de esta chica.

Luego de un momento ella empieza a moverse y al abrir los ojos se encuentra con los míos mirando desde la otra cama.

No pude evitar recorrer su cuerpo con mi mirada y por alguna razón que desconozco quiero tirarme arriba de ella en ese preciso momento.

"¿Qué sucede?" preguntó sonrojándose al darse cuenta de mi mirada mientras se refregaba los ojos.

"Tu" dije sonriendo. "Eres..." me pasé las manos por el cabello mientras intentaba encontrar las palabras adecuadas para expresar lo que me producía verla de esa manera. "No lo sé, solo...Eres demasiado perfecta"

"Basta" expresó tapándose la cara "Tu eres la perfecta"

"Definitivamente mi versión preferida de ti es cuando recién te levantas; Con el pelo revuelto, la voz rasposa, eres tan sexy e inocente al mismo tiempo que tengo ganas de arrancarte la ropa en este preciso momento" solté sin pensarlo.

"No puedo creer que te guste mi versión por las mañanas, soy un completo desastre"

"No pienso eso." comencé a acercarme posicionándome arriba suyo. Mis ojos la miraban como si fuese una presa a la que deseaban comer. Me siento así en este momento ya que ella está completamente intimidada debajo de mí.

"Cuando te pones de esta manera tan dominante eres aún más irresistible ¿Lo sabes?" Lo dijo con mucha calma pero a mí me disparo las pulsaciones.

"¿Te gusta que te domine Camila?" Agarre sus manos poniéndolas arriba de su cabeza quedando completamente cerca de sus labios. Pero no hago nada más que observarla; Está aún más nerviosa, tanto que no puede tragar con facilidad. Su respiración es irregular y sus pulsaciones están aumentando de manera que puedo sentirlas debajo de su cintura haciendo que mi sinapsis se dispare a un ritmo mucho más rápido.

"¿Puedes besarme de una maldita vez?" preguntó con dificultad reflejando su ansiedad por probar mis labios.

"No me he cepillado los dientes aun" dije sonriendo y alejándome mientras ella intentaba capturar mis labios.

"No me importa eso"

"Diu Camila" me levante liberando sus manos "Voy a ir al baño. Regreso y espero que no te hayas movido de esta posición porque tengo ganas de comerte y es en serio" la fulminé con la mirada sonriendo al darme cuenta que realmente le divierte verme de esta manera 'dominante' y para ser sincera comienzo a disfrutarlo.

Al salir me encuentro con su hermano. Yo estaba prácticamente en ropa interior ya que el bóxer con el que habitualmente dormía era demasiado corto y el me miraba de arriba hacia abajo sin pudor.

"Buenos días" dijo mientras seguía observándome.

"Buenos días Justin." Rápidamente entre al baño para evitar tener una conversación incomoda.

Una vez que termine de arreglarme volví a la habitación y para mi sorpresa ella se encuentra a pocos centímetros de la puerta, mirándose al espejo.

"Pensé que habíamos acordado que ibas a esperarme en la cama" dije mientras me acercaba a ella lentamente.

"Solo estaba observando los chupones que debo tapar gracias a ti" respondió la morena enseñándome las marcas que tenía en el cuello. Tenía por lo menos 5 visibles sin contar todas las que había esparcido por su torso.

"¿Ahora vas a regañarme? Yo también tengo algunos" La sonrisa de la chica menor se hizo más grande acercándose para estudiarlas.

Sin darme cuenta de sus intenciones comenzó a guiarme hacia atrás dejándome contra la puerta de su habitación. Sus ojos no abandonan los míos en ningún momento y estoy desesperada por conectar nuestros labios.

"¿Vas a besarme?" pregunte divertida ya que ahora su mirada esta aferrada a mi boca.

"Pensé que la dominante eras tú" murmuró a pocos centímetros de mis labios.

"¿Puedo proponerte un juego?" ni siquiera nos habíamos tocado y ya estaba perdiendo el control por lo que decidí hacer esto un poco más divertido teniendo en cuenta que era demasiado temprano y había gente en su casa.

"¿Tengo opción?" pregunto la castaña

"No, en realidad no." Dije dándole un pequeño beso. "Vamos a besarnos, pero no está permitido tocarnos. La primera en tocar a la otra pierde"

Camila levanto las cejas divertida ante mi sugerencia. "Laur, no puedes tener tus manos alejadas de mi cuerpo ni un segundo. ¿En serio quieres perder?" pregunto riéndose a carcajadas.

Quería probarle que podía estar sin tocarla así que comencé a besarla poniendo las manos en mi espalda. La lengua de Camila rápidamente busco la mía y al encontrarse comenzaron una lucha interna.

Nunca pude imaginar que besarnos así iba a ser tan excitante pero después de unos pocos minutos el cuerpo de Camila empujo el mío contra su puerta con demasiada fuerza, con desesperación evidente de tener algún tipo de contacto y verla de esa manera me excito aún más.

Tuve que cortar el beso y comencé a reír por la urgencia de su cuerpo de conectar con el mío.

"Perdedora" dije en sus labios.

"Shh" dijo Camila y volvió a encerrarme contra la puerta con sus caderas. Rápidamente sus labios se juntaron con los míos. Tomando mis manos, las posiciono arriba de mi cabeza cuando quise agarrar su cuello para profundizar el beso. "No tienes permitido tocarme ¿Recuerdas?"

"Tu acabas de perder. Eso no es justo" intente sonar tierna pero ella estaba siendo jodidamente sexy por lo que me era imposible ponerme en esa posición cuando en lo único que pensaba era en hacerla mía nuevamente.

Ahora la que me miraba de manera desafiante era ella, estábamos en una batalla de miradas. Mis ojos viajaban desde su boca hasta encontrarme con sus hermosos ojos chocolate y ella hacia exactamente lo mismo conmigo sin soltar mis muñecas. Su boca se encontraba ligeramente abierta tirada hacia un costado en una sonrisa traviesa y me había dado cuenta que hacia eso cada vez que me deseaba.

Aproveche su mínima distracción y comencé a atacar su boca. La chica menor abrió los labios en el momento en que mi lengua comenzó a acariciar su labio inferior. En ese preciso instante aproveche que su agarre en mis muñecas era más débil y rápidamente la agarre de la cintura para ponerla a ella contra la puerta. No le di tiempo a reproches ya que estábamos profundamente hechizadas por aquel beso, ninguna estaba dispuesta a romperlo, ni siquiera por 'ganar' este pequeño juego que yo había comenzado.

Apreté mis caderas contra el cuerpo de la menor haciéndola gemir en mi boca. Sus manos se movían de arriba hacia abajo por mi espina dorsal de manera constante mientras las mías estaban posicionadas en sus cintura apretando con fuerza hasta que tuvimos que parar para conseguir aire.

"Wow" Camila exhaló.

Descansé mi cabeza en el hueco de su cuello mientras intentaba componerme.

"¿Cómo puedes hacerme viajar de esa manera cada vez que me besas?" pregunto la chica menor haciéndome sonrojar.

"Es mi manera de viajar favorita; el estar entre tus brazos y simplemente besarnos" dije dejando un suave beso en los labios y mirándola fijamente a los ojos.

"Amo cuando te pones taaaaan tierna" alargo las palabras. "¿Quieres que te prepare café?" preguntó

"Me encantaría, creo que comienzo a tener hambre. Aunque podría alimentarme de tus besos todos los días y no necesitaría nada más"

"Me pasa exactamente lo mismo" sonriendo. Salimos a desayunar.

Tú siéntate aquí. Dijo cuando llegamos a la cocina.

"Mandona" respondí sacándole la lengua pero aun así obedecí.

Ella se movía a mí alrededor buscando lo necesario para prepararnos el desayuno y era genial poder observarla realizando cada acción.

"¿Azúcar o edulcorante?" preguntó

"Edulcorante por favor" dije despacio

"Debí suponerlo" me dio una pequeña sonrisa. "Voy a prepararlo de la manera que me gusta a mí, estoy segura que también te gustará"

"No voy a discutir eso. Ya hemos comprobado que tenemos gustos parecidos Camz"

"Iguales" dijo ella mientras seguía enfocada en el desayuno.

Después de unos minutos me acompaño en la mesa.

"¿Realmente no escuchaste nada de lo que sucedió esta mañana?" pregunte tomando mi taza de Café.

"Solamente cuando me besaste antes de dejarme sola, pero estaba muy cansada. Ni siquiera lograba abrir los ojos." Dijo susurrando ya que no estábamos solas.

"¿A qué se debía tu cansancio?" comencé a jugar con ella y vi como poco a poco se ruborizaba.

"Un Dragón entro a mi habitación para jugar conmigo toda la noche" dijo divertida y ambas comenzamos a reír. "¿Puedes culparme por mi cansancio? Deberías hacerte cargo Jauregui"

"Esta noche voy a dejarte descansar, si es lo que prefieres" me encogí de hombros. Bromeando.

"Yo en tu lugar no bajaría la guardia. Puede que el Dragón quiera atacarte a ti" me fulmino con la mirada y sabía que eso era un hecho.

Su madre entro en la cocina en ese momento y me preguntaba si se nos notaba en la cara lo que habíamos estado haciendo anoche y hace un momento ya que mis mejillas aun ardían por aquellos sexys besos.

"Buen día chicas" nos saludó a ambas. "Mila me ha contado que sabes cocinar unas pastas deliciosas Lauren."

Intente no ponerme roja recordando el intento fallido de aquella vez en New York. "Bueno, creo que ella está siendo amable simplemente por ser mi amiga" dije rompiéndome ante la palabra 'amiga' ya que la morena era mucho más que eso para mí, era mi todo.

"No seas modesta." La chica menor golpeo mi brazo ligeramente.

"Puedo cocinarles hoy si es lo que están intentando conseguir" sonreí

"Eso sería genial. Me encantaría probar tu comida" dijo Sinu y volvió a salir.

"Okay. Teniendo en cuenta que te debo ese almuerzo voy a hacerlo." Le dije a Camila que me miraba con ternura.

Después de cambiarnos, salimos a comprar todo lo necesario para la comida y no podía evitar pensar que parecíamos una pareja haciendo las compras habituales para su casa. Era adorable. Y hasta podía imaginar en tener un futuro con ella, era algo que deseaba pero al mismo tiempo era algo que veía demasiado imposible.

Al regresar comencé a preparar el Almuerzo con un poco de ayuda de la morena y su empleada.

Cada vez que observaba que nadie nos veía le robaba un pequeño beso haciéndonos sonreír a ambas. Era asombroso poder compartir estos momentos con ella teniendo en cuenta que mañana debería volver a mi vida solitaria y de estudio.

"¿No estas tentada de visitar a tu familia sabiendo que están tan cerca y que no los has visto en un tiempo?" pregunto ella cuando terminábamos de cocinar.

"En realidad lo he estado pensando. Ir de sorpresa mañana antes de tomar el vuelo pero sería una locura. Me sometería a muchas preguntas. Es decir, quiero verlos, los extraño, pero prefiero no arriesgarme" finalice.

"Estoy de acuerdo con eso" dijo ella "Seria demasiado arriesgado."

La comida fue bastante agradable, en compañía de su madre, Justin y Lucia. Ninguno dejaba de repetir lo delicioso que estaba haciéndome sentir alagada.

Al terminar volvimos a su habitación y Camila rompió el silencio: "Todos en mi familia te adoran ¿Eres consciente de eso?"

"Los quiero también, pero me pregunto si todavía me querrían si supieran que no puedo mantener mis manos alejadas de ti" rodeándola con mis brazos hice un camino de besos por todo su rostro.

Ella no respondió y no hacia faltar ser una experta para entender que hablar aquello nos hacía sentir que lo que estábamos haciendo estaba mal. Era mejor evitar esos temas donde solos nos hacía dudar.

La tarde pasó rápida, entre risas, charlas y sesiones de besos acalorados. Todo era demasiado perfecto, pero el sol poco a poco iba perdiéndose y no podía evitar sentirme nostálgica por ser la última noche que compartiríamos juntas.

"¿Quieres bañarte?" pregunto Camila entrando en la habitación donde yo estaba sumergida en mis pensamientos.

"¿Contigo?" pregunté jugando. Ella se ruborizo. ¡Era demasiado insegura y tímida! "Tranquila, solo fue una broma. Pero no deberíamos descartarlo para el futuro" le dije sonriendo.

"Si no estaría mi madre en casa posiblemente sería una posibilidad" afirmó.

Hacia demasiado calor por lo que necesitaba darme una ducha refrescante. Entre al baño mientras el agua golpeaba mi piel lentamente y no podía dejar de pensar en cada momento que habíamos compartido estos dos días.

Observe con cuidado cada espacio de la ducha pensando en la manera en la que el agua debía caer por su cuerpo, me agradaba bañarme y ver sus cosas al rededor. Mi cabello huele ahora a ella debido a que utilice su champú y me encanta. Es como si llevara una pequeña fragancia de Camila siempre en mí a pesar de que sabía que no dudaría demasiado.

Salí de bañarme colocándome ropa nueva en el baño. Luego de unos minutos regrese a su habitación y para mi sorpresa ella también tiene el pelo mojado.

"Use la ducha de mi madre" me dijo ante mi mirada instigadora.

Me encantaba la manera en que gotitas de agua iban cayendo lentamente sobre su remera y por alguna razón la encuentro aún más irresistible; Me siento un poco mal por tener estos deseos por ella constantes, me siento un chico de 15 años que acaba de perder su virginidad y no puede hacer otra cosa que pensar en sexo. Obviamente con Camila todo era diferente, porque era más que físico, pero sin duda era un condimento fundamental en nuestra relación ya que ninguna podía mantenerse demasiado alejada de la otra. Éramos imanes atrayéndose constantemente. Necesitábamos demostrar cuanto nos amábamos a través de aquella acción.

Volvemos a ser solo las dos en el momento en que la puerta se cierra detrás de nosotras y ninguna podía dejar de mirar los labios de la otra. Me preguntaba si las demás parejas eran así, si no podían quitarse las manos de encima cada vez que estaban juntos porque a mí me resultaba imposible dejar de desear a Camila.

Camine hacia ella envolviendo mis brazos a su alrededor, aspirando el aroma de su piel mezclada con jabón y perfume; Era alucinante.

"Adoro tu perfume" susurré mientras mi nariz se acomodaba entre su cuello.

"Yo amo el tuyo también" dijo casi jadeando, su piel se erizo por completo en aquel momento.

Solté su cuerpo a pesar de que no quería y nos acostamos en su cama para ver una película. Pero no la vemos en absoluto ya que no podemos parar de besarnos.

"Tengo algo para ti" dijo Camila aun en mis labios.

"¿En serio?" le pregunte sorprendida ya que no esperaba eso.

"Sí. Espera aquí" Levantándose de su cama se dirigió hacia su closet, lo abrió sacando una bolsa con un moño.

"Cierra los ojos" me dijo divertida. Se veía ruborizada.

Le hago caso y cierro los ojos. Por algún motivo me siento plena en este momento.

La chica de ojos marrones se acercó a la cama y puedo sentir cuando se sienta a mi lado. Mi corazón late rápidamente, estoy ansiosa por saber lo que tiene para mi.

"Muy bien abre los ojos" Cuando lo hago puedo ver sus grandes dientes y las líneas a los costados de sus ojos, sonriendo de la manera que tanto amo. "Lauren Jauregui ¿Quieres casarte conmigo?" dijo mientras me enseñaba una cajita de color rojo y al abrirla sacó un anillo con el símbolo infinito en él. "Es un poco grande, seguramente tendrás que hacerlo achicar, pero lo vi y pensé en ti. No te estoy pidiendo que nos casemos ahora, pero quiero que lo lleves pensando en que siempre voy a ser tuya, es una clara demostración de mi amor hacia ti, que no tiene límites"

Al terminar esas palabras no puedo evitar sentir un nudo en mi garganta por lo hermoso que acaba de decirme siendo consciente de lo mucho que le cuesta expresarse conmigo. "Camz, gracias, es hermoso" dije emocionada envolviéndola en un gran abrazo mientras me pongo el anillo.

"Hay algo más" Expreso enseñándome una bolsa con un moño en él.

"¿Puedo abrirlo ahora?" pregunte emocionada.

"Claro" respondió divertida. "Espero que te guste, va a ser como nuestro pequeño hijo"

Abrí la bolsa sacando un osito de peluche color marrón. Es demasiado tierno automáticamente lo envuelvo en mis brazos.

"¿Por qué eres tan encantadora?" me acerque a ella juntando nuestros labios dulcemente. "¿Sabes que soy tan tuya como tú eres mía verdad?" le pregunte queriendo sacar una conversación más seria ahora.

"Claro que lo sé" acariciaba mis mejillas con ternura.

"Camz. Sé que hemos decidido no estar con nadie más" ella me miraba con preocupación, tal vez pensando que me arrepentía de aquello. "Quiero que seas mi novia. Y no te estoy pidiendo que hablemos con nuestros padres, ni con Tay. Me alcanza con saber que aceptas serlo, no necesito que nadie más lo sepa"

"Me encantaría ser Tu novia" finalizo acercándose a mí para poder besarnos.

Nuestros labios comenzaban a doler debido al beso completamente violento, nuestros dientes chocaban de vez en cuando por la urgencia de probarnos.

Las manos de Camila intentaron levantar mi remera y la ayude ya que quiero esto tanto como ella.

La guio hacia la cama y su remera termina a un lado al igual que la mía.

Nos acostamos pero esta vez ella me deja abajo a mí y no me niego, verla tan dominante me enciende por alguna razón.

"Necesito que seas silenciosa" dijo la morena en mis labios divertida. "Por mucho que ame escucharte gemir, no creo que mi madre este durmiendo aun" finalizó.

Escuchar la palabra 'gemir' en sus labios me humedece automáticamente.

"¿Puedes volver a decirlo?" Le dije agitada y ella volvió a besarme ferozmente.

Mi mano lentamente iba acariciando la tela que cubría su pecho haciéndola suspirar en voz baja, lo que era música para mis oídos. Repartía caricias desde su estómago hasta sus pechos y podía sentir su respiración cada vez más agitada.

Tire la cabeza hacia atrás cuando los labios de mi novia recorrían mi cuello haciéndome olvidar de la tarea que estaba realizando. Dios, ella era malditamente sexy. Su cuerpo se movía encima de mí cada vez con más urgencia en el momento en que nuestros besos también se volvían más acalorados. Podía sentir la lujuria tomando el control de la situación.

La mano de Camila se deslizo por los costados de mi cintura hasta llegar a mi pantalón desprendiéndolo lentamente mientras su mano acariciaba la tela de mi ropa interior tironeando los costados de esta.

"Mmmh" dije despacio ya que me estaba haciendo temblar de excitación. Quería tenerla dentro lo más rápido posible y ella hacia todo de manera lenta, causándome sensaciones que jamás había experimentado.

"¿Quieres que te lo quite?" pregunto divertida al ver mi reacción.

"Si, si sácalo ya" Casi rogué.

Afortunadamente cedió y levante un poco mis caderas para que pudiera quitar finalmente mi pantalón.

Aproveche para tomar el control y la deje debajo de mí para quitárselo también. Ambas estábamos en ropa interior y quería hacerle sentir a la chica menor la excitación que tenía en ese momento. Todo debido a ella.

"Date vuelta" dije con un tono demasiado autoritario.

"¿Qué?" pregunto agitada.

"Haz lo que te digo, prometo no hacer nada malo" esta vez sonreí.

Camila se colocó boca abajo mientras desprendía su sujetador. Me senté sobre ella, podía sentir mi humedad en su ajustado trasero y comencé a besar con cuidado cada centímetro de su piel logrando que se erizara por completo, mis manos acariciaban con cuidado su perfecta piel mientras mi lengua la exploraba.

Al llegar a su espalda baja descubrí una pequeña hendidura allí, y me pareció malditamente tierna la manera en la que mi lengua encajaba ahí.

"Amo esto" dije colocando un dedo sobre él. "Lo voy a llamar pósito y ahora mismo lo hare mío" finalice mientras mi lengua se hundía en él.

"Oh" dijo Camila casi gimiendo. "Por favor basta" se retorcía mientras mis caderas estaban aferradas a su trasero masajeándolo y apretándolo con desesperación de vez en cuando ya que era mi clara debilidad.

Sabía que en realidad no quería que parara ya que mis manos acariciaban al mismo tiempo el interior de sus muslos y en el momento en que se encontraban cerca de su intimidad me apartaba. Causando que ella rogara por más.

Finalmente cedi ante sus suplicas. Al encontrarse nuevamente de cara a mí con cuidado me coloque entre sus piernas, empujándome contra su centro mientras mi lengua exploraba su boca sin pudor.

"Laur" ella gimió en mi boca y tuve que morderle el labio para hacerla callar.

Mi boca bajo esta vez a sus pechos expuestos ante mí.

Volví a empujarme contra ella mientras mis labios encerraban su ahora endurecido pezón entre mis dientes y chupaba ligeramente la piel sensible de allí. Ella gimió de nuevo pero esta vez más fuerte y podía sentir como nuestros centros palpitaban sobre el otro rogando por más.

Las manos de Camila viajaban por mi espalda imitando mi balanceo; Cuando yo presionaba mis caderas hacia arriba en su intimidad, sus manos ascendían por mi torso y cuando volvía a bajar ella presionaba mi trasero con fuerzas para volver a unirnos. Ambas estábamos descontroladas disfrutando la sensación de mis caderas moviéndose en ella sin parar.

Sentí mi sujetador caer a un costado y Camila volvió a horcajadas sobre mí, repartiendo besos por todo mi pecho desnudo. Parecía que estábamos en una lucha por quien iba a tener el control esta noche.

Sus manos ahuecaron mis senos causando que me revolcara debajo de ella, ahora también está empujándose sobre mí centro haciendo cada sensación más y más fuerte.

Coloque instintivamente mis manos en su trasero. Y DIOS, lo adoraba. No podía dejar de acariciarlo y presionarlo con fuerzas para que ella estuviera más cerca de mí.

"Tu trasero es tan caliente" dije separándome un poco de sus labios haciéndola sonreír.

"Tú eres caliente" dijo ella haciendo un sendero de besos hacia mi cadera.

"Deja de torturarme por favor" le suplique porque no sabía cuánto más iba a poder aguantar esto.

"Deberías dejar de ser tan sexy entonces" indicó ella esbozando una sonrisa pícara.

Su lengua se deslizo desde una punta de mi cadera hacia la otra haciéndolas subir involuntariamente. No sabía que podía estar tan excitada en este punto.

Comenzó a bajar mis bragas lentamente besando el interior de mis muslos.

Pero en cuando me las saco volvió a subir hacia mis labios conectándolos con furia.

"Mierda" maldecí por la espera. Ella estaba jugando conmigo.

Ambas estábamos ahora desnudas. La piel sensible de Camila chocaba contra la mía una y otra vez haciéndome jadear cada vez más.

Deslice mi mano hacia su entrada sin poder esperar más introduciendo primero un dedo pero al ver lo húmeda que estaba, dos dedos se perdieron fácilmente en ella. Acelere cada vez más los movimientos mientras escuchaba los gemidos descontrolados de la chica de ojos marrones.

"Necesito tocarte ahora mismo" suspiró Camila humedeciéndome con aquellas palabras.

"Lo que quieras" le dije intentando no morir cuando sentí sus dedos tanteando y acariciando mi centro completamente mojado

"Jesús Camila" murmuré cuando su dedo pulgar jugaba con mi clítoris mientras otros dos ingresaban en mi interior. La frente de Camila estaba apoyada en la mía, nuestros labios estaban cerca, pero no podíamos hacer más que mirarnos y respirar pesadamente sobre la otra.

Tenerla gimiendo sobre mí y ver como sus ojos se ponían blancos cada vez que mis dedos hacían presión en ella era lejos, lo más excitante que haya vivido.

"¿Estas bien?" jadee ya que sus ojos se cerraron con fuerzas.

"Estoy.. Si. Mierda." Dijo ella sacudiendo las caderas con más fuerzas sobre mi mano.

"No puedo más" dije despacio ya que su dedo estaba torturando mi nudo sensible en movimientos circulares sin abandonar nunca mi entrada, ya no distinguía lo que era dolor y placer, mis sentidos estaban completamente perdidos en este punto.

La más joven jadeaba y metí mis dedos tan profundamente como pude sintiendo a Camila temblar encima de mí sin control.

"Bésame por favor" rogo ella y comencé a devorar su boca desesperadamente mientras nuestras manos seguían en su trabajo meticuloso.

"Ayy" dije ya que había mordido mi labio inferior y comenzaba a chuparlo ligeramente.

Las caderas de mi novia se levantaban con fuerza haciendo que mis dedos se hundieran cada vez más mientras su lengua entraba con violencia en mi boca. Estaba perdiendo el control.

"Mierda" maldijo. Su espalda arqueándose sobre la cama tirándome de ella con fuerzas.

Comencé a perder los sentidos en el momento en que sentí los músculos de la humedad de Camila relajándose alrededor de mi mano y su mano libre rasguñando mi torso sin pudor alguno.

Un grito descontrolado se escapó de mis labios, por mucho que quise reprimirlo cuando la ola de éxtasis invadió mi cuerpo, acabando al mismo tiempo que ella.

"Eres jodidamente increíble" me dijo besándome lentamente mientras nuestros pulsos volvían a la normalidad. Ahora estábamos acostadas una al lado de la otra abrazándonos, mirando a la penumbra delante de nosotras.

"Siento como si en cualquier momento pudiera despertar de un sueño y temo darme cuenta que esto no es real" admití con cuidado por lo que acabábamos de experimentar. Ella siendo mi novia y nosotras haciendo el amor era algo que solamente podía imaginarlo, no lograba entender que era la realidad.

"Te puedo asegurar que esto no es un sueño." Tomo mi mano acercándola a su pecho, mirándome fijamente a los ojos "¿Sientes eso? ¿Puedes sentir lo acelerado que esta? No se debe a que acabamos de tener un increíble sexo, se debe a que estoy enamorada de ti, solamente tu produces esto en mí. Y te puedo garantizar que es real." Me respondió sonriendo suavemente. "Nosotras sabemos lo que es real. Lo supimos la primera vez que nos vimos."

"¿También sentiste eso la primera vez que nos vimos aquella noche?" pregunte con curiosidad ya que nunca lo habíamos hablado.

"¿En new york?" pregunto y yo asenti "Sí. Sentí como si hubiese corrido una maratón por lo rápido que latía mi corazón cuando hicimos contacto visual después de aquel pequeño beso." Admitió

"Sé a qué te refieres por que experimente lo mismo Camz" Me di vuelta para mirarla ya que sentía como me estaba observando y ambas sonreímos cuando nuestros ojos se encontraron. Acercándome aún más bese sus tibios labios rozándolo como aquel día y era increíble experimentar la misma sensación una y otra vez cada vez que lo hacía; las mariposas en el estómago eran pequeñas en comparación con lo que me pasaba con la chica menor. Era un enjambre de abejas desesperadas por salir de allí. "Desde aquella noche supe que eras lo que había estado esperando siempre"

"Tú eres aún más de lo que podría pedir" Respondió conectando nuestros labios una vez más.

Pude sentir como lentamente mis ojos comenzaban a ganarme por lo agotada que estaba y abrazando a Camila me deje caer en un profundo sueño dejándome ser vulnerable por primera vez en mi vida, siendo plenamente consciente de que por fin había encontrado a la persona por la que valía la pena correr el riesgo de un corazón roto. Una vez más no importaba el final que pudiera tener nuestra historia, importaba cada sensación que experimentaba a su lado y pagaría cualquier precio con tal de ser felices, juntas, siempre.

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