Hola Esteban:
Hoy confesaste que tú no pegaste mi nota en la pizarra, que aquellos causantes de todo fueron unos chicos que te encontraron leyendo mi carta y te amenazaron.
Como siempre tú tan amable, no perdiste el control de tus emociones y eso les hizo enojar a ellos, llevando a la consecuencia de que te quitaron tus cosas y mi carta.
Discúlpame por pensar cosas que no eran, espero que encuentres pronto tus pertenencias.
Att: Tu anónima