Cap.6 Hermione,Ellie. Ellie, Harry.
—¿Tienen más hermanos? —Sacudí la cabeza impresionada, por las palabras del señor Weasley.
—Si. Bill y Charlie, son los mayores —Contesto Ron metiendo un gran bocado de comida a la boca —Nunca están en casa.
La familia Weasley desayunaban con tanta tranquilidad. Yo aún seguía preocupada por ser un peso más para mi tía y el señor Weasley. Aunque ambos me dijeron que no me preocupara por nada. Pero era imposible, el solo saber que tienen tantos hijos (aunque tres de estos trabajan), dos amigos de Ron por venir y yo, era tan abrumante. Claro que no podría molestarme el hecho de tener a más personas a mi alrededor. Ya que me daban techo y comida. Solo no esperaba ser un estorbo.
Ahora, con tan pocos días de conocer a mis primos, me daba la impresión de que las caía bien, o tal vez solo estaban siendo amables, aún así, tenía miedo de no caerles tan bien a los amigos de Ron, que eran de la misma edad que yo. Porque tomando en cuenta ya mi forma de ser, posiblemente ni a Cedric le agradaba como aparentaba. Griselda tenía razón, nadie quisiera ser amigo mío.
—Bueno, bueno —Mando mi tía a Ron, George y Fred —Apresurence, tienen que ir por Hermione y Harry, si no, se les hará tarde.
—¡Estoy en eso mamá! —Exclamo Ron a mi lado —Dejame terminar por lo menos mi tostada.
—¡No me hables de esa manera Ronald!
Ron se paro y fue tras George y Fred, que seguían a su padre a la chimenea.
—Iremos por Hermione —Hablo El señor Weasley —Espero que el cuarto de Ginny este más que ordenado.
—¡Claro!
Por supuesto que no lo estaba, cabe decir que la noche anterior miramos algunas revistas como "corazón de bruja" y comiendo algunos dulces que Ginny robo del cuarto de Ron. Ambas nos miramos y nos echamos a correr para poder tener decente aquella habitación. Afortunadamente, cuando regresamos a la sala de estar, aun no regresaban, según mi tía se tardaban menos de lo normal.
—Se debieron a ver perdido —Dijo Molly al ver la chimenea vacía.
Esperando unos segundos, George había vuelto con un baul, suponiendo que era de la tal Hermione. Despues llevo Fred con mas cosas. Entonces, una chica de cabellos castaños y rebeldes apareció por la chimenea.
—¡Oh querida! —Exclamo contenta mi tia. —Estoy muy feliz de que hayas venido, pasa, tengo el desayuno listo para ti.
—Señora Weasley, también es un placer verla —Saludo la chica —Muchas gracias pero ya e desayunado mucho antes.
La chica Hermione parecía ser demasiado propia, algo a lo que Ron suele ser muy diferente. Aunque hablando de Ron, mientras nosotras observábamos la escena el llego con un tono rojizo bastante gracioso.
—Lo siento, pero no llegue a casa de Hermione —Se disculpo mientras caminaba detrás de su padre.
—Querida ¿Por que no acompañas a Hermione a tu habitación? —Dijo a Ginny —Espero no te moleste que estén un poco apretadas, Hermione. Mi sobrina Ellie también se quedara con ustedes.
La castaña me miro de repente, cayendo en la cuenta de quien era yo. Le di una sonrisa nerviosa, pues no estaba tan segura de agradarle. La castaña me devolvió la sonrisa y después fuimos detrás de Ginny.
Estaba nerviosa, pues yo para agradarle a la gente, era un tema complicado, tal vez soy muy insegura o antipática, tal vez tengo reacciones muy molestas. No lo se, espero no estarla viendo raro ahora mismo.
Entramos al cuarto que por suerte habíamos limpiado a tiempo. Ginny ayudo con las cosas de Hermione y las coloco a lado de las mías para ahorrar espacio. Cunado las cosas estuvieran listas, nos miramos entre las tres con un silencio muy incomodo. ¿Debería presentarme? o ¿Espero a que Ginny nos presente?
—Hermione, ella es mi prima Ellie —Dijo la pelirroja para romper el hielo —Ellie, la mejor amiga de Ron, Hermione.
—Un gusto —Dije con una sonrisa amigable, extendí mi mano y ella la tomo como un gesto cortés. —Lindo suéter.
No sabia si decir eso, pero creo que la gente le gusta escuchar halagos.
—Gracias. También es un gusto —Comento la castaña alegre —Ron jamas te menciono.
—Entonces aun no lo conocía.
Hermione me regalo una cara de confusión.
—Es nuestra prima perdida, tiene la misma edad que ustedes. —Dijo Ginny sin rodeos.
—Que conveniente ¿En que escuela estas estudiando? —Pregunto la castaña.
¿Siempre hacen esa pregunta?
—Estudio en casa, aunque espero entrar a Hogwarts este año —Respondí.
—¿De verdad? Si estas al corriente con el nivel al que vamos posiblemente te acepten —Contesto la castaña —Te puedo ayudar con eso si lo prefieres. Podrías hacer un horario de estudio como el mio para que no te pierdas de nada.
Asentí gustosa. Tendría un buen apoyo para los estudios este año.
—Acabas de llegar, Hermione, déjala respirar. —Interrumpió Ron, que se encontraba apoyado en el marco de la puerta —Iremos por Harry ¿Vienes?
—No. Lo veré aquí. Suerte para llegar a su casa.
—¡No es gracioso!
En lo que los demás Weasley habían ido por el tal chico Harry, habíamos estado arreglando las cosas de Hermione. Ella era bastante agradable, aunque me daba la impresión de que era muy disciplinada. Le preguntaba algunas cosas del colegio de vez en cuando, lo que parecía emocionarle un poco, ya que tiene la respuesta correcta para todo.
Habia pasado mucho tiempo desde que Ron se había ido por la puerta de su hermana, y desde ahí no volvimos a escuchar de el, o de alguno de sus hermanos, excepto de las diplomáticas palabras de Percy hacia su ensayo de calderos.
De pronto un ruido se escucho en la chimenea. dejamos de hablar por un momento, para escuchar un par de voces misteriosas, que asumía no eran de ninguno de los que se fueron. Hermione y yo fruncimos el ceño, pero al parecer Ginny salio disparada del lugar con una emoción inexplicable.
—¡Bill y Charlie están aqui! —Exclamo la Pelirroja.
Nosotras la seguimos con curiosidad. ¡Eran los Weasley mayores!
La pelirroja corrió ha darles un gran abrazo, a lo que ellos correspondieron. Percy también los saludo con una gran cordialidad, mientras que la señora Weasley les miraba contenta.
—Es bueno volver a verlos —Dijo uno de los pelirrojos mayor —¿Donde están los demás?
—Bien, fueron por el amigo de Ron, Harry Potter. —Mi tia luego volteo a mirarme —A lo que me recuerda. Ella es Hermione es otra amiga de Ron.
Espero a que se saludaron cordialmente. Cuando estos terminaron de darse la mano la señora Weasley prosiguió: —Y ella es Ellie... su prima.
Ambos me miraron a los ojos impresionados, yo les salude con un gesto, pero estos seguían congelados. ¿Me salio un barro nuevo en la frente?
—No te hemos visto desde que eras una bebe —Dice el que creo es Bill.
—Bueno Bill, solo la vimos un par de veces. —Dijo esta vez Charlie.
—Es ridiculo, yo no me acuerdo de ella —Interrumpió Percy.
—Eran mas pequeños para recordarlo. —Bill se acerco a mi y me dio un abrazo corto —Un placer volverte a ver Ell.
Charlie solo me dio la mano con una sonrisa y desacomodo mi cabello con gracia. Les regale una sonrisa. Me sentí relajada al ver que comprendían mi frustración por tantas caras conocidas. Después de eso, regresamos a el cuarto de Ginny a platicar y seguir acomodando nuestras cosas.
—Los chicos están muy emocionados por la mundial de Quidditch —Comento Ginny —¿Que tal ustedes?
—Igual, es a la primera que asisto.
—Todos hablan de ello...
—¡Harry ha llegado!
Parecia una celebridad ese chico, pues tanto Ginny como Hermione se levantaron y fueron a saludar con emoción. Yo solo me pare con un poco de nervios, pues conocería a otra persona. Esperaba aprenderme tantos nombres en tan poco tiempo.
—Ya es hora de Cenar, debes estar hambriento Harry...
Soy la ultima en acercarme, mientras los Weasley, Granger y al parecer Potter, toman sus asientos en el largo comedor. Entro un poco tímida, pero ninguno le toma importancia a mi presencia, así que solo me siento a un lado de Hermione. Al hacer esto, Ron se acuerda de mi y se sorprende a si mismo porque aun sigo en su casa. Voltea a ver a Harry, y este lo mira.
—Claro. Ellie, el es Harry mi mejor amigo. Harry, ella es mi prima Ellie.
Ambos nos miramos, pero no demasiado tiempo porque me sonrojo y bajo la mirada rápidamente.
—Un gusto Ellie. —Habla el chico con anteojos y esta vez le miro mas segura.
—El gusto es mio, Harry.
Me regala una sonrisa bastante tierna, a lo que yo devuelvo con un latido agitante. Desvió la mirada antes de que esto de vuelva incomodo.
—No sabia que tenias una prima
—Yo tampoco.