Living with the dead

By KarlaKassapian

19.3K 2.4K 1K

Kwon Ji Yong es un joven de 27 años que vive feliz y tranquilo en el centro de Seúl con un buen trabajo como... More

El joven a orillas del lago
Un muerto en la casa
No te lastimes
Mi amigo Seung Hyun
Cita a ciegas
Una obra de arte
Entre mentiras
¿Quieres ser mi novio?
Verdades a la luz
Noche de brujas
Sólo tú
Los muertos no cumplen años
Arreglando el error
Perdido.
Te protegeré
El amor es la cura

Te amo

1.4K 189 74
By KarlaKassapian

El sol salió en un cielo despejado, calentando el frío ambiente con sus luminosos rayos pero aún así no era suficiente. Sin embargo en casa de Ji Yong, él y Seung Hyun sabían cómo darse calor, con una sábana arropándolos pero más efectivo aún, con sus propios cuerpos. Después de la noche que pasaron, quedaron rendidos; aún seguían dormidos cuando daban un cuarto para las ocho de la mañana y pretendían quedarse un tiempo más así si no fuese por el timbre que sonó a esas tempranas horas. Ambos se revolvieron sobre la colcha, quejándose por el ruido repentino que los sacó de sus tranquilos sueños. Ji Yong se levantó de inmediato para ver de quien se trataba, se vistió con lo que traía anoche, que seguía regado en el suelo y abrió la puerta encontrándose con Young Bae.

-¿Qué haces aquí? - preguntó serio el pelirrojo.

-¿A dónde fuiste ayer?

-¿Mi hermana no te lo contó, ya que son compinches? - quiso cerrar la puerta pero el mayor la detuvo con la mano.

-¿Por qué me tratas así?

-¿Por qué? Porque eres un traidor. Le contaste a mi hermana sobre lo que le sucedió a Seung Hyun y la ayudaste a investigarlo y por eso se lo llevaron a ese hospital mental...- vio que Young Bae iba a decir algo pero se adelantó a hablar - No vayas a decir que sólo lo hacías por mi bien porque no fue así, si quieres mi bien deja que haga lo que quiera con mi vida y que esté con quien quiera.

-Supongo que tienes razón, ya eres mayor de edad desde hace rato. Perdón por haberme preocupado por mi mejor amigo - se molestó, Ji Yong pudo notarlo por su forma de decir las cosas y se fue sin decir más.

Ji Yong suspiró cansado y desanimado, Young Bae es su mejor amigo desde la infancia y es primera vez que tienen un conflicto de ese tipo pero a pesar de sus años de amistad y de que ahora se siente mal por estar peleados, no puede perdonarle lo que hizo, por lo menos no por ahora.

Cerró la puerta y regresó con Seung Hyun quien seguía acostado pero sus ojos ya estaban abiertos y Ji Yong pudo ver que había escuchado su corta conversación con su amigo. El castaño le dirigió una mirada sería y algo melancólica.

-¿Qué?

Seung Hyun se sentó y miró a Ji Yong a los ojos.

-No te molestes con tus amigos y tu familia por mi causa. Ellos sólo buscaban lo mejor para ti porque te aman.

-Quisieron arrancarte de mí y eso no es bueno.

-Es normal que hayan actuado así, cualquiera se asustaría si un amigo o familiar se involucra con un enfermo como yo. Ellos no están al tanto de saber cómo me comportaré, si de repente sufro un ataque y te hago daño...

-Pero tú nunca me dañarías, lo sé.

-Pero ellos no lo saben, así que no te molestes con ellos ¿Sí?

Ji Yong bajó la mirada y solamente se encogió de hombros, tendría que pensar lo que iba a hacer porque en esos momentos estaba molesto. Seung Hyun llevó su mano a la mejilla del pelirrojo y la acarició con su pulgar, lográndole sacar una leve sonrisa y hacer que levantara la mirada. Eso ayudó a Ji Yong que olvidara su malestar y ahora que volvían a estar los dos solos en ese silencio de la mañana, se sentía en calma y con una inmensa felicidad que invadió su interior, lo cual lo empujó hacia Seung Hyun para abrazarlo y quedarse así por un buen rato. El castaño lo rodeó con sus brazos y se tendió hacia atrás sobre la colcha, llevándose al pelirrojo con él y dejándolo parcialmente sobre su cuerpo. Ji Yong levantó la cabeza para encontrarse con la mirada de Seung Hyun y le dio un corto beso en los labios.

-Tengo hambre - dijo Seung Hyun, sonriente.

-Ay, Seung Hyun - se sonrojó y sonrió tímido. El castaño frunció el ceño, sin entender.

-No sé que estés pensando pero me refería a hambre de comida.

-Oh, ya - desvió su mirada y se levantó. Seung Hyun lo imitó.

-¿En qué pensabas?

-En nada - dijo dándole la espalda mientras se metía en el baño para asearse. Seung Hyun sabía a qué se refería pero sólo quería molestarlo.

Ji Yong estaba sorprendido porque Seung Hyun le dijera que tenía hambre, eso era nuevo, él sólo toleraba la pizza y la única vez que lo vio comer con gusto fue en el apartamento de Seung Ri cuando se lo llevó del hospital; eso era una buena señal y tal vez un progreso de su recuperación. Entonces el pelirrojo salió a hacer unas compras al mercado cercano a casa y preparó un buen desayuno tal cual haría una ama de casa, no es que en realidad lo fuese pero esa mañana le dieron ganas de comportarse como una, no todos los días Seung Hyun está hambriento y debe aprovechar.

-No tenías porque fajarte tanto.

-Lo hice con mucho gusto - terminó de poner el último plato en la mesa y se iba a sentar en cuanto su celular sonó - Atenderé, tú come y allí está la pastilla que debes tomarte después - fue a atender y dudó en hacerlo pues se trataba de su madre, ya se había tardado en llamar. Respiró profundo y aceptó la llamada, tan sólo se llevó el teléfono al oído y esperó a que ella hablara.

-¿Ji Yong?

-Sí - dijo en voz baja.

-Ven a casa ahora - trancó.

Lo que tenía que decirle su madre no era algo que tuviera que decir por teléfono, Ji Yong sabía de que se trataba y era muy serio, por lo que lo que le esperaba en casa de sus padres sería una tempestad pero debía ir o sería peor; era mejor aclarar las cosas de una vez y no dar más rodeos. Tomó su chaqueta y las llaves de su auto, dejando a Seung Hyun comiendo con gusto su desayuno, diciéndole que debía salir un momento a hacer una diligencia y se fue directo a la casa en donde una vez vivió. Detuvo el vehículo al llegar y dudó unos cuantos minutos hasta que al fin se llenó de valor, bajó y llamó a la puerta. Su padre le atendió y lo dejó a pasar a la sala en donde estaban reunidos para hablar, su hermana no estaba y en esos momentos deseaba que lo estuviese para apoyarse en ella; estaba muy nervioso y más por el semblante de su madre que en cualquier momento explotaría.

-Aquí estoy mamá - se anunció Ji Yong y se sentó en el sofá de enfrente a sus padres.

-Quisiera creer que lo que me dijiste ayer es mentira. Dime que lo es, que sólo lo hiciste porque estabas molesto.

-No lo es. Soy homosexual desde hace mucho tiempo y lo oculté por miedo a sus reacciones, pero ahora amo a alguien y no se los puedo seguir ocultando.

De pronto el rostro de la señora se tensó y se levantó del asiento con intenciones de abalanzarse a su hijo y cachetearlo pero su esposo la detuvo. Él se mantenía calmado para tratar de entender toda la situación.

-No entiendo cómo pudo pasar esto, yo te crié bien, con valores y principios ¿Cómo pudiste desviarte de esa forma? - ahogó un llanto.

-Tú me criaste bien pero esto no lo decidí yo, es decir, tan sólo se dio. Eso pasa muy a menudo, la gente tiene gustos diferentes pero no por eso quiere decir que no tuve una buena base por parte de ustedes o que soy una mala persona. Mamá, papá, entiéndanme por favor, si esto es lo que me hace feliz deben aceptarlo.

-¡No lo acepto! - gritó la señora Kwon - Jamás aceptaré que mi hijo sea gay y mucho menos que esté con un enfermo - cubrió con sus manos su rostro - ¿Por qué tuviste que hacer esto?

-Lo siento mucho mamá - agachó la cabeza, llorando por la culpa que sentía.

-Amor, esto no es el fin del mundo. Ji Yong es nuestro hijo y aunque haya escogido ir por otro camino debemos apoyarlo pues lo amamos - habló el señor Kwon. Su esposa negó con la cabeza -Ji Yong...

El pelirrojo subió la mirada, con sus ojos empañados en lágrimas.

-Si esto es lo que te hace feliz no podemos imponerte otra cosa, además, ya tienes veintisiete años y eres responsables de tus actos - se volvió a su mujer - Él ya no es un niño.

-No lo puedo aceptar.

-Perdona mamá, pero nada de lo que digas me hará cambiar de opinión. Yo ya escogí lo que quiero.

La señora Kwon se levantó molesta y desapareció de la sala, pudieron escuchar el fuerte portazo en cuanto cerró la puerta del cuarto. Ji Yong limpió sus lágrimas y volvió su vista a su padre que lo observaba fijamente, no sabría descifrar que quería decir con su expresión pero a diferencia de su madre no se le veía molesto, era como una mezcla de comprensión e inseguridad, es decir, aceptaba el camino que había tomado tan sólo porque es su hijo y lo quiere mucho pero no quería decir que lo apoyaba.

-Debes estar decepcionado de mí.

-No es decepción – suspiró-Entiéndenos, es difícil para unos padres enterarse que su hijo es homosexual y más cuando nosotros venimos de una generación diferente donde eso no era común, pero ahora son tiempos modernos y las cosas han cambiado mucho ¿No? Ya hasta se pueden casar en algunos países. Lo que si me preocupa es la condición de ese muchacho.

-Él está bien, no tienes porque preocuparte.

-La enfermedad que tiene es seria y es muy rara.

-Mientras yo esté a su lado estará bien.

-Es un chico muy afortunado entonces – sonrió levemente.

-Gracias por entenderme papá, me gustaría que mamá también lo hiciera pero sé que ahora ya no debe ni considerarme su hijo.

-Hablaré con ella.

-Está bien – se puso de pie – Me voy entonces – hizo una reverencia para despedirse de su padre y salió.

Ji Yong no podía evitar sentirse culpable, destrozado y como una completa basura al hacer pasar a su madre por eso. Aunque él había elegido su camino y estaba firme en su decisión, no podía perdonarse haber lastimado a la mujer que lo crió, lo educó, le dio casa, ropa, comida y mucho amor; sabía que la había decepcionado totalmente, que la había hecho sentir como si hubiese fracasado como madre y quería encontrar a una solución pero no la había al menos que ella aceptara que a pesar de sus gustos, él seguía siendo su hijo, su pequeño Ji Yong. Lo que necesitaba era su apoyo para sentirse completo porque aunque ahora debería estar feliz ya que está con Seung Hyun, no se sentía así; se sentía miserable y un lo siento hacia ella, no arreglaría las cosas.

Regresó a casa encontrándose con Seung Hyun frente al televisor, el cual llevó su atención al pelirrojo en cuanto entró. Lo primero que Ji Yong hizo fue revisar la basura para ver si el castaño no había botado la comida o la pastilla allí pero no había nada de eso, él se había comido todo y hasta había fregado los platos. No era que no confiera en él pero tenía que estar pendiente como si fuese un niño o si no, seguiría empeorando su enfermedad.

-¿Todo bien? Te ves algo decaído, o mucho diría yo.

Ji Yong negó con la cabeza y sonrió pero Seung Hyun no era tonto y con eso no lo convencería.

-Cuéntame.

-Mis padres ya saben todo – dijo sin vacilar –Saben que soy gay y de lo mío contigo.

-Oh... ¿Y cómo lo tomaron?

-Bueno, mi papá fue más comprensivo, no se opondrá sabiendo que esto es lo que me hace feliz, pero mi mamá está muy disgustada – bajó la mirada, triste. Seung Hyun se acercó a él y lo abrazó para reconfortarlo - ¿Por qué no puede entenderme? Que me gusten los hombres no significa que haya cambiado como persona, sólo son gustos, nada más.

-Supongo que ella se imaginaba que te casaras y le dieras nietos para continuar con el apellido Kwon.

-Sí, eso era lo que quería, pero no se lo puedo dar. Es inevitable no sentirme culpable aunque lo que hago no esté mal.

-Yo siempre pensé que era heterosexual, no recuerdo haberme sentido atraído por algún chico, tú fuiste el primero, y que salga del closet ahora, como dicen ¿Qué haría pensar a mi madre? ¿Crees que me apoyaría o no?

-No lo sé, tú fuiste el que la conoció, deberías saberlo.

-Me gustaría preguntárselo – se separó de Ji Yong – Supongo que ellas deben estar enterradas en Busan ¿Crees que podamos ir a visitarlas?

-Por supuesto.

Cinco años desde el accidente, cinco años de la muerte de su familia y Seung Hyun no podía recordar cómo habían ocurrido los hechos, su cerebro bloqueó totalmente ese traumatizante momento que lo llevó a generar esa enfermedad y era mejor, así no sufriría. Pero sí podía recordar cosas felices del pasado, como cuando iba a la playa aunque siempre se dejara la camiseta porque no le gustaba mostrar su cuerpo algo relleno, o cuando cocinaba con su madre aunque no lo hiciera bien pero ella nunca se molestaba. Eran vagos recuerdos de su vida antes de "morir" pero que seguían presentes. Ahora se preguntaba cómo sería su vida si ellas siguieran con él, que pensarían de su relación con Ji Yong, o quizás tal vez seguiría en Busan y nunca hubiese pasado por todas esas circunstancias que lo hicieron llegar a él hasta el punto de que creciera un sentimiento en su corazón.

Un ramo de diferentes clases de flores, azucenas, margaritas y claveles, yacía ahora sobre la tumba de su progenitora y su querida hermana después de que Seung Hyun las dejara allí. Sintió un vacío y una tristeza, más no pudo derramar una lágrima, era como si él no se hubiese dado cuenta de su pérdida pero de todas maneras la sentía.

-¿Las recuerdas? – le preguntó Ji Yong, observando la placa sobre la tumba en donde los nombres de las dos se leía, acompañados por la fecha de sus nacimientos y decesos.

-Un poco, no lo sé, he bloqueado gran parte de mis recuerdos, quizás porque estoy muerto...-miró a Ji Yong de reojo – Sé que no lo estoy, pero aún me sigo sintiendo así – suspiró y se agachó, pasando su mano por la placa de mármol. Se preguntó quién la mandaría a hacer - ¿Alguien habrá venido a visitarlas? Nunca nadie lo hizo conmigo. Sé que mamá no tenía hermanos pero no recuerdo si mis abuelos tuvieran y habría algunos primos de ella. Quizás sí pero no querían responsabilizarse de un enfermo mental.

-¿Y tu padre? Sé que los abandonó ¿Pero nunca los visitó o se ocupó de los gastos de sus hijos?

-No, ni siquiera recuerdo su cara.

-Si lo encontraras ahora ¿Te gustaría verlo?

-Sí, sólo por curiosidad y para reclamarle el habernos abandonado – se puso de pie y volvió su vista a Ji Yong – Él no es mi padre, aunque su sangre corra por mis venas, no estuvo presente...Vámonos ya.

-No le preguntaste lo que querías preguntarle.

-Oh cierto – regresó su vista a la tumba – Mamá, hermana ¿Qué piensan de tener una relación con Ji Yong? Es decir, ser novios – se quedó en silencio como si esperara una respuesta – Dijeron que está bien.

-¿De verdad te lo dijeron o...? – miró a su alrededor algo atemorizado.

-Tranquilo, no fueron sus fantasmas los que me lo dijeron – rió para sí y avanzó para dejar el cementerio.

Ji Yong le dio un último vistazo a la tumba, despidiéndose de la familia de Seung Hyun y apuró el paso para alcanzar al castaño, tomándolo de la mano como los novios que son. Ese simple gesto le gustaba, lo hacía sentir cercano a él y que nunca se separarían, eso es lo que realmente esperaba, estar con él y dejar que el tiempo decidiera sus destinos porque no estaba escrito si estarían unidos para toda la vida. De camino a la salida, se toparon con un hombre que venía entrando con un ramo de flores en las manos. Seung Hyun se detuvo y lo miró por encima de su hombro mientras se alejaba hacia las tumbas.

-¿Quién es? - preguntó Ji Yong, alternando su mirada de Seung Hyun al hombre.

-No lo sé - frunció el ceño y se dio vuelta, siguiendo de lejos al sujeto. Paró el paso al ver que éste se detuvo al lado de la tumba de su madre y hermana y tan sólo se quedó allí contemplándolo hasta que el hombre se dio vuelta para irse. Seung Hyun se interpuso en su camino.

-¿Puedo ayudarte en algo? - preguntó el hombre.

-¿Es familiar de ellas?

-Ehh, sí, podría decirse que sí ¿Por qué?

-¿Quién es exactamente?

-Yo... - miró hacia atrás, hacia la tumba - Yo soy su esposo y padre de la joven.

Seung Hyun sabía muy bien quién era ese hombre, aquel que hace años dejó a su familia sin ninguna razón, tan sólo un día desapareció con todas sus cosas y no volvieron a saber nada de él. Jamás imaginó encontrarlo de nuevo, incluso llegó a pensar que tal vez ya había muerto pues nunca se preocupó por él ni por su hermana; pero ahora lo tenía en frente y no sabía qué hacer ni que decirle, si tan sólo darse la vuelta e irse o reclamarle por haberlos abandonado. Ni si quiera tenía derecho de visitar la tumba de su familia, era hipócrita de su parte luego de lo que les hizo.

-¿Tú las conoces?

Seung Hyun lo miró incrédulo ¿Que acaso no lo reconocía? Habían pasado muchos años pero los padres siempre reconocen a sus hijos, además, él se parece mucho tanto a su madre como a su padre.

-¿En serio no sabe quién soy?

El hombre entrecerró los ojos y examinó el rostro del castaño.

-¿Eres primo de mi hija por parte de su madre? Aunque ella no tenía hermanos...

-¡Soy tu hijo! - alzó la voz. El hombre abrió los ojos de par en par y negó con la cabeza lentamente.

-N-No puedes ser él, él era...

-Gordo. La gente adelgaza y más después de sufrir un trauma como el mío... ¿Nunca te preguntaste donde estaba, qué había pasado conmigo? ¿O se te había olvidado que tenías un hijo?

-No, claro que no. Yo supe de esto dos años después porque vine a buscarlos, pensé que todos habían muerto y me sentí destrozado pero cuando llegué aquí no vi tu tumba por lo que supe que seguías con vida.

-¿Y por qué no me búscate? Estaba solo ¿No se te pasó por la cabeza que necesitaba de alguien? Aunque en realidad nunca me importó, supongo que eso es un punto a favor de mi enfermedad.

-¿Cuál enfermedad?

-Estoy enfermo, mentalmente, estuve internado en un hospital psiquiátrico y no sabía por qué pero ya lo sé. Estoy muerto o eso es lo que me hace creer mi condición - suspiró y apartó la mirada hacia el paisaje - Pero supongo que es mejor así, de esa forma no sufro, sólo una persona es merecedora de ello y es el único que puede hacerme sentir vivo - miró hacia atrás en busca de Ji Yong y lo halló a varios pasos de ellos observando la conversación.

-Hijo...

-No me digas así - volvió su vista a su padre, poniéndose serio - Nos abandonaste cuando mi hermana y yo éramos apenas unos niños por lo que quiere decir que no nos querías así que yo no soy tu hijo.

-Yo sí los quería.

-Pues tu manera de demostrarlo fue muy extraña - le dio la espalda - Ya me voy.

-Sé que no tengo derecho si quiera a hablarte pero sigo siendo tu padre y tú mi hijo por lo que si necesitas cuidados, debo hacerme cargo de ti.

-Tengo veintiocho años, no necesito de tus cuidados, además, ya hay alguien que se ocupa de mí - se alejó de su padre hacia donde se encontraba Ji Yong, esperando al lado de un árbol.

Seung Hyun no quería hablar en esos momentos e incluso Ji Yong se dio cuenta así que no le preguntó nada pero pudo intuir quien era ese hombre por lo que sería un tema sensible de tocar, aunque no sabía que estaba sintiendo el castaño exactamente ya que su enfermedad le impide sentir afecto por alguien, con excepción de su persona. Durante el trayecto en tren de vuelta a Seúl, el silencio siguió, Seung Hyun miraba el paisaje en movimiento por la ventanilla y Ji Yong ocupaba su tiempo con su celular pero siempre pendiente del otro; ya le estaba preocupando su comportamiento *¿Y si tendrá una crisis?* Pensaba él, pero después de un rato por fin habló.

-Ese hombre era mi padre – dijo sin apartar la vista del paisaje.

-Me lo imaginé ¿Qué sentiste?

-No lo sé, pensé que sentiría odio pero no sentí nada, quizás algo de decepción nada más – volvió su vista al frente – Igual no lo recuerdo del todo, sólo de cuando nos abandonó y ya. No me acuerdo de los momentos que llegué a pasar con él antes de que se fuera.

Ji Yong tomó su mano. Seung Hyun le miró.

-Deja el pasado en el pasado, aunque sea tu padre, les hizo daño al abandonarlos así que no vale la pena que te preocupes cuando él no lo hizo.

-Lo sé y no lo haré. Me gusta que me entiendas tanto, soy afortunado en haberte conocido.

-Lo sé – rió ligeramente.

El tren bajó la marcha, ya habían llegado a la estación de Seúl y en cuanto regresaran a casa, Ji Yong se pondría a trabajar en las fotografías de Seung Hyun ya que con los días tan atareados que tuvo, se le olvidó por completo y su amigo seguro ya las necesitaría. Le sería difícil escoger entre todas las que le había tomado pues después de que Seung Hyun supo como relajarse y posar apropiadamente, en todas las fotos salió muy bien. Tenía alrededor de unas cuatrocientas, tal vez más, por lo que tenía que revisar una a una para que luego pasaran por el proceso de edición y después enviarlas.

-Ji Yong, deberías hablar con Young Bae y Dae Sung – dijo Seung Hyun, apartando un momento los ojos del televisor en cuanto fue a comerciales –Ya te dije lo que pensaba de eso, no tienes que estar molesto con ellos.

-Lo sé – dejó lo que hacía en el programa de edición y se recostó en el suelo, apoyado de sus codos en éste – Son mis mejores amigos y sólo pensaban en mi bienestar porque me quieren. Fui un egoísta el haberlos tratado así. Hablaré con ellos – se enderezó – Pero antes terminaré esto.

En la computadora, Ji Yong tenía una foto guardada que al principio la veía tan sólo como algo artístico, lo que le impidió eliminarla, pero ahora tenía una mayor importancia porque fue la primera vez en que vio a Seung Hyun. El día del casamiento de su hermana Dami, vio a un extraño chico a la orilla del lago observando su reflejo en el agua, dirigió su cámara hacia él solamente porque le gusto la escena pero nunca se hubiese imaginado que lo conocería y cambiaría su tranquila vida de esa manera. En él encontró el amor, gracias a él pudo liberarse y decir con orgullo sus sentimientos; aprendió cosas nuevas y que a pesar de que la vida no siempre te trata bien, el amor y el apoyo de una persona a tu lado, puede solucionar muchas cosas.

-Oye Seung Hyun, quiero mostrarte algo.

-¿Qué es? – se acercó hasta la mesa.

-Tomé ésta foto en el casamiento de mi hermana simplemente por tomarla, pensé en borrarla ya que era un total desconocido y si la guardaba parecería un acosador, pero no lo hice porque me gustó como quedó. Qué bueno que no la eliminé.

-¿Me tomaste esa foto sin que me diera cuenta? ¿Haces eso siempre? No creo que a la gente le guste.

-Claro que no lo hago siempre – hizo una mueca y cerró la imagen.

-¿Te molestaste?

-Ya deja, tengo que terminar de trabajar – dijo serio. Seung Hyun rió y lo abrazó por la espalda.

-No te molestes, te estaba echando broma. La foto quedó muy bien, me gusta.

-Me alegra que te guste y que no pienses que fui un acosador al tomártela sin permiso.

-Nunca pensaría eso – le dio un beso en la mejilla – Te dejo para que sigas trabajando.

-No- lo sostuvo de las manos que lo rodeaban – Quédate, más tarde puedo hacerlo – se giró un poco para encontrarse con el rostro de Seung Hyun y le dio un rápido beso en los labios –Te amo – dijo serio, mirándolo a los ojos.

-¿Uhm?

-Te amo Seung Hyun. Sé que no debes sentir lo mismo pero no importa, no te presionaré para que lo hagas.

-¿Quién dijo que no?

Ji Yong abrió los ojos, sorprendido. Seung Hyun asintió con la cabeza aunque el pelirrojo no le hubiese preguntado nada pero confirmaba lo que estaba pensando. Sus labios se juntaron de nuevo en un beso profundo que duró unos cuantos segundos pues Seung Hyun lo cortó, más no se separó ni un centímetro del otro.

-Te amo – dijo el castaño sobre los labios del otro que se curvaron en una sonrisa y continuó el beso.

------------------------------------------------------

-Lo lamento – se disculpó Ji Yong, poniéndose de pie y haciendo una reverencia.

Young Bae y Dae Sung que estaban sentados frente a él, compartieron miradas y luego las dirigieron de nuevo a su amigo que había vuelto a tomar asiento. Ji Yong estaba arrepentido por haber actuado como un niño ante ellos, culpándolos de todo cuando en realidad lo que ellos buscaban era su bien, sólo que en esos momentos no pensaba bien y lo hacía decir cualquier cosa pero luego de hablar con Seung Hyun, se dio cuenta que él tenía razón y que era estúpido estar peleado con ellos que son sus mejores amigos.

-Todo está bien – dijo Young Bae con una sonrisa.

-Sí, entendemos que te hayas molestado, aunque Young Bae fue el más responsable de todo, no me culpes tanto a mí.

-Me comporté como un tonto y sé que hicieron todo por mi bien pero no tienen porque preocuparse por mí, sé lo que quiero, a Seung Hyun y él me hace feliz.

-¿Y su enfermedad? – preguntó el moreno.

-Yo me ocuparé que esté bien. Él lo está ahora y sé que se mejorará.

-Si crees que es lo mejor para ti, adelante y sé feliz, no nos entrometeremos.

Dae Sung asintió confirmando las palabras de Young Bae.

-Gracias chicos – se puso de pie – Ahora debo irme.

-¿Irás con Seung Hyun? – preguntó Dae Sung.

-Por supuesto, ya comenzó a trabajar de nuevo en la cafetería e iré a visitarlo. Nos vemos luego – se despidió con la mano y salió del restaurante en el cual Dae Sung trabaja.

De nuevo Seung Hyun estaba en su puesto de mesero en la cafetería al cual se había acostumbrado y le gustaba, después de haber vivido cinco años encerrado en ese hospital mental por fin logró sentir que servía para algo a pesar de seguir pensando que estaba "muerto". Ji Yong lo miraba de lejos trabajar en esos momentos, ya Min Ji no le seguía los pasos a cada rato como solía hacer antes, se había convencido del todo que nunca se fijaría en ella pero ahora se veía más amistosa con él y no le lanzaba esas miradas resentidas; sí quería salir con alguien ¿Por qué no lo hacía con Dong Wook? Lo conoce y es un hombre guapo.

-Ji Yong – le llamó Dong Wook, acercándose a él - ¿Todo bien?

-Muy bien – contestó sonriente.

-¿Están saliendo, tú y Seung Hyun?

-Sí, lo estamos.

-Los felicito – le dio unas palmaditas en el brazo – Hay alguien en tu estudio que quiere hablar contigo.

-¿Quién es?

-Seung Ri. Ve.

Después de lo que sucedió cuando llegó la policía y los enfermeros a casa de Seung Ri para llevarse a Seung Hyun, no había vuelto a verlo o a hablar con él. Aunque ya lo había hecho, debía agradecerle de nuevo por su amabilidad y por haberlos ayudado a esconderse aún sabiendo que los estaban persiguiendo y podía meterse en un escándalo, pero por suerte nadie se enteró de lo que sucedió.

-Seung Ri.

-Oh Ji Yong – extendió los brazos y se acercó a él, dándole un amistoso abrazo.

-¿Qué sucede?

-Me estoy despidiendo, dentro de un rato me tomaré mis vacaciones. Me iré por un mes a estados Unidos, así cuando llegue ya todos habrán olvidado lo sucedido.

-Que te vaya muy bien y disfruta.

-Por supuesto que lo haré – se separó de Ji Yong – Vi a Seung Hyun, pensé que se lo habían llevado.

-Sí, pero lo saqué de allí, ya todo está arreglado. Seung Ri, gracias de nuevo por lo que hiciste por nosotros. De verdad que sí cambiaste, ahora eres más humilde y amistoso.

-Ahora me amarán más – rió ligeramente.

Ji Yong rió para sí y negó con la cabeza. Aunque Seung Ri pasara por malos momentos, siempre mantendría su humor y ego bien en alto.

-Bueno, ya me voy, espero verte dentro de un mes – se alejó hacia la puerta y se giró hacia Ji Yong – Y sé feliz con Seung Hyun.

-Lo seré.

-Lástima que lo nuestro no funcionó.

-¿Lo nuestro? – arqueó una ceja.

-Jajaja ¿Olvidas aquella noche...?

-No me la recuerdes...Ya mejor vete o llegarás tarde al aeropuerto.

-Nos vemos entonces – le regaló una sonrisa y salió del estudio al mismo tiempo que Seung Hyun venía entrando.

-¿Ese era Seung Ri?

-Sí, se va de vacaciones a América – se sentó en el sofá - ¿Es la hora de tu descanso?

-Sí – se lanzó a un lado de Ji Yong y acostó su cabeza sobre su regazo – Ji ¿Crees que algún día deje de creer que estoy muerto? Según esta enfermedad no tiene cura.

-¿Por qué preguntas eso ahorita? – acariciaba el cabello del otro.

-Sólo estaba pensando si seguiría así por el resto de mi vida.

-Quizás seas el primero en curarse de esa enfermedad. Harás historia.

-Jajaja, que exagerado – se incorporó y miró fijamente a Ji Yong. Sus frentes chocaron suavemente, al castaño acercarse a él pelirrojo – Gracias por estar conmigo sin importar mi condición.

-Hay personas que creen que aquellos con alguna enfermedad mental, sea lo que tú tienes, esquizofrenia, alguna condición de nacimiento u otra discapacidad, no tienen derecho a amar y son denigrados en la sociedad; pero eso no los hace menos humanos, incluso algunos hasta son mejor persona que aquellos que están sanos – rodeó el cuello de Seung Hyun con sus brazos – Soy afortunado de haberte conocido y no me arrepiento, tengas lo que tengas.

-Que hermosas palabras. Pienso exactamente igual que tú – lo rodeó con sus brazos y lo abrazó – Te amo, me haces feliz.

-Pienso igual que tú – rió, contagiando a Seung Hyun.

Y ese chico perdido y solitario, y aquel joven fotógrafo de cabello encendido, ahora estarían juntos sin importar lo que viniera, sin que les interesara los obstáculos en sus caminos; una piedra más en el sendero no sería algo que los detuviera si no algo que los ayudaría a superar y darse cuenta de que su amor puede llegar a ser más fuerte con el pasar del tiempo.


FIN

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Bueno, se ha acabado. Gracias a todos los que lo leyeron, al principio pensé en no continuarlo porque no tenía muchos lectores TT pero de repente aparecieron y eso me animó para seguir escribiendolo :D. Si les gustó, me alegro mucho! :)



Continue Reading

You'll Also Like

6.7K 698 13
¿Tener un romance que dure toda la vida? Eso solo existe en los cuentos de hadas, aquí es demasiado diferente. Porque si existieran, ¿entonces cuál h...
9.4K 1K 23
Arm y Pol son guardaespaldas de Khun pero al paso del tiempo empezaron a sentir cosas -Final feliz
504K 69.2K 43
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
11.9K 1.3K 29
Day siempre ha querido lo que tiene Sarawat, incluyendo su pareja sentimental, pero había una razón en especifico para buscar arruinarle su vida, ven...