Living with the dead

By KarlaKassapian

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Kwon Ji Yong es un joven de 27 años que vive feliz y tranquilo en el centro de Seúl con un buen trabajo como... More

El joven a orillas del lago
Un muerto en la casa
No te lastimes
Mi amigo Seung Hyun
Cita a ciegas
Una obra de arte
Entre mentiras
¿Quieres ser mi novio?
Verdades a la luz
Noche de brujas
Sólo tú
Los muertos no cumplen años
Arreglando el error
Perdido.
El amor es la cura
Te amo

Te protegeré

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By KarlaKassapian

A Ji Yong nunca le han gustado los hospitales, siempre se ha mantenido lejos de estos salvo cuando tiene que hacerse algún chequeo rutinario pero por suerte siempre ha sido una persona muy sana. Pero ahora estaba en esa sala de emergencias, no porque se encontrase enfermo o lastimado, por lo menos no físicamente pero sí sentía como si lo estuviese y todo por causa de Seung Hyun... *¿Por qué tuvo que hacer eso?* Pensaba una y otra vez. A pesar de sentirse vivo cuando estaba con él verse animado, Seung Hyun aún seguía con los síntomas de su enfermedad y por lo que Ji Yong presenció, era señal de que se estaba poniendo peor y quien sabe que podría llegar a hacer después de atentar contra su propia vida. Aún así, él no lo veía peligroso como decía su hermana y como se supone que pueden llegar a ser los esquizofrénicos, después de eso, sabía que debía estar con él ahora más que nunca y darle su apoyo.

El pelirrojo se incorporó en su cama, estaba sólo, salió y vio a Dae Sung y Young Bae sentados en una silla, durmiendo. No sabía ni qué hora sería, si aún era el mismo día o ya había amanecido pero por lo tranquilo que se veía todo, supuso que seguía siendo de noche, quizás de madrugada. Salió de la sala de emergencias y se dirigió hasta la recepción para buscar información sobre Seung Hyun, la mujer le informó que estaba en terapia intensiva y se dirigió allí de inmediato. Ese piso se encontraba solo, a excepción por una pareja que esperaban sentados afuera quizás esperando ver a algún familiar, y algunas enfermeras que salían de los cuartos. Le preguntó a una de ellas donde se encontraba Seung Hyun y lo llevó hasta allá.

-¿Eres familiar? – le preguntó la mujer.

-Soy su amigo, él no tiene familia – miró a través de una pequeña ventanilla de la puerta - ¿Por qué aún está ahí?

-Perdió mucha sangre, sólo es para chequearlo hasta que se componga de nuevo, cuando amanezca lo pasaran a una habitación y seguro más tarde le dan de alta.

Ji Yong entró al cuarto y sintió unas enormes ganas de llorar al ver en el estado en que se encontraba, tan pálido y demacrado, con esas agujas pegadas a su cuerpo por las cuales pasaba suero y una transfusión de sangre. Notó esas vendas en sus muñecas que ahora acompañaban a las cicatrices que tenía en todo su ante brazo y que cubrían unas nuevas. Tomó su mano y la apretó, dejando que sus lágrimas corrieran libremente en silencio.

-¿Por qué lo hiciste? Te dije que no me importaba lo que tuvieras, que yo estaría para ti y te ayudaría en todo. Aunque supongo que esto es en parte mi culpa, no debí haberte dicho eso, lo siento mucho – cayó de rodillas y lloró a su lado, tomándolo con fuerza de la mano y hundiendo su cara en ésta – Perdóname Seung Hyun, fui demasiado torpe e insensible, por mi culpa estás así.

-Ji...Yong – pronunció Seung Hyun débilmente. Ji Yong se levantó.

-Seung Hyun, mírame ¿Estás bien?

-Lo lamento mucho, soy un desastre, perdón por haber llegado a tu vida y hacerte pasar por esto – sus lágrimas corrieron por sus mejillas, llegando hasta la almohada donde reposaba su cabeza.

-No digas eso, no me arrepiento de haberte conocido y no me importa nada, yo aún te quiero.

-No digas locuras, yo no puedo estar contigo, como dijiste, estoy enfermo.

-No, no sé porque dije eso, pero no lo estás. No estás ni enfermo ni loco, sólo muerto ¿No?

-Ya no lo sé. Me dolió, dolió cuando pasé el cuchillo por mis muñecas, si estoy muerto no debería sentir nada – suspiró – Será mejor que te vayas, no quiero que me veas así. Por favor.

Ji Yong asintió a su petición, si eso era lo que quería, lo respetaría así que regresó a sala de emergencias. Cuando iba en camino pudo ver a través de una ventana como el sol comenzaba a salir por lo que debían ser las seis de la mañana más o menos y en cuanto llegó a la sala, se detuvo al ver a su hermana junto a sus amigos quienes ya habían despertado.

-¡Ahí estás! Nos preocupamos al ver que no estabas – le dijo Dae Sung - ¿Por qué no nos avisaste que saldrías?

-¿Qué hace Dami aquí? – preguntó Ji Yong viendo a su hermana.

-Yo-Yo la llamé y le conté lo que sucedió – le respondió Young Bae. Ji Yong lo miró con ojos acusadores porque sabía que lo que vendría no sería bueno y más por el semblante de su hermana – Lo siento, lo hice porque estamos preocupados por ti.

-Ji Yong, debo hablar contigo y creo que será mejor ir afuera – Dami se dirigió hasta afuera del hospital. Ji Yong la siguió – Debes sacar a ese muchacho de tu cuarto y olvidarte de él. Deja que su familia se ocupe.

-¡No! Él no tiene familia.

-Alguna debe tener, aunque no tenga padres debe tener algún tío o padrino, pero tú no puedes cargar con el muerto de otro.

-Yo le prometí que estaría con él fuese lo que fuese, no lo abandonaré.

-Hermano, ese muchacho está muy enfermo, se cortó las venas. Tú no debes hacerte cargo, él debe estar bajo cuidado médico.

-No lo llevaré a un hospital mental si es lo que insinúas.

Dami sacó su teléfono de su cartera, buscó entre sus imágenes y le enseñó una a Ji Yong la cual tenía la foto de Seung Hyun acompañado con un texto que decía "Perdido". El pelirrojo frunció el ceño, confundido y volvió su vista a su hermana.

-Hablé con Young Bae para saber más de ese muchacho y sólo me bastó saber su nombre para encontrar esto. La policía lo está buscando en Busan, se escapó de un hospital mental.

-¿Qué?

-Así como escuchas, tu amigo estaba internado en un hospital, eso quiere decir que está muy grave y debe regresar para que le den los tratamientos y la medicina que necesita para tratar su enfermedad.

-No ¡No lo encerrarán allí!

-Ya los llamé y vienen en camino.

-¡No! ¿¡Por qué hiciste eso!? ¡No puedes hacerlo! ¡Tú no lo conoces, él no está enfermo!

-¡Sí lo está! Y si hago esto es porque me preocupo por tu seguridad, no puedo dejar que estés con alguien que podría llegar a hacerte daño en cualquier momento.

-¡Él no lo haría! ¡El me quiere y yo a él! – se cubrió el rostro con las manos, sollozando – No dejaré que se lo lleven, yo lo protegeré.

-Nada puedes hacer. Ahora, sube al auto, te llevaré a casa.

-No, no me siento bien todavía, quiero quedarme aquí – pasó por al lado de Dami, de vuelta a la sala de emergencia.

Young Bae y Dae Sung lo interceptaron en el camino para hablar con él, pero los ignoró, en esos momentos estaba molesto con ellos y si se llevaban a Seung Hyun, sería la culpa de los dos, principalmente del moreno. Se acostó de nuevo en la cama y se tapó completamente para que no lo molestara nadie, ahora necesitaba pensar qué hacer. Si su hermana había llamado a ese hospital en Busan seguramente ya estaban cerca, si es que yo no habían llegado a Seúl, por lo que debía actuar rápido y hacer alguna cosa. Volvió a levantarse y se dirigió de nuevo a terapia intensiva, aún ignorando a sus amigos y vio como había movimiento dentro del cuarto en donde estaba Seung Hyun; por un momento pensó que había ocurrido algo malo pero era sólo que lo estaban desconectando para llevarlo a la habitación. Lo sentaron en una silla de ruedas y lo sacaron.

-Disculpe ¿Puedo llevarlo yo? – le preguntó Ji Yong al enfermero que empujaba la silla.

Éste lo dejó pero se mantuvo a un lado para guiarlo a la habitación. En cuanto llegó el ascensor, el enfermero subió, manteniendo la puerta abierta del mismo y quedándose a un lado para que Ji Yong pudiera pasar la silla de ruedas. El pelirrojo entró pero antes de que las puertas se cerraran, empujó al enfermero afuera y marcó la planta baja rápidamente sin dejar que el otro pudiera entrar de nuevo. Por suerte sólo eran dos pisos.

-¿Qué haces? – preguntó Seung Hyun.

-Sacándote de aquí. Quieren internarte y no lo permitiré.

El elevador llegó a la planta baja y Ji Yong corrió, empujando a Seung Hyun en la silla de ruedas, hasta la salida del hospital en donde al frente de éste había un taxi del cual unas personas se bajaban y antes de que pudieran alcanzarlo, ya que varios enfermeros iban tras él luego de que el otro avisó, se subió, ayudando primero al castaño a levantarse y entrar en el auto. Ji Yong le indicó al conductor que arrancará de inmediato lo más rápido que pudiera y éste le hizo caso.

-Ji Yong, no deberías hacer esto, puedes meterte en un problema.

-El que estará en problemas serás tú...Vaya más rápido por favor – le pidió al chofer.

-Voy lo más rápido que puedo, no puedo pasar el límite de velocidad.

Ji Yong tuvo que conformarse con eso, igual no es como si la policía los estuviera siguiendo, en todo caso sería su hermana la que lo hacía. Llegaron al edificio, por suerte el pelirrojo aún llevaba dinero en sus pantalones con lo que le pagó al taxista y también tenía las llaves de su auto, pero su teléfono no estaba, tal vez lo debía de tener Dae Sung o Young Bae. Le indicó a Seung Hyun que subiera a su carro y luego encendió el motor para ir a algún otro lugar. No podían quedarse en casa, era demasiado obvio, pensó en ir al estudio pero también podrían encontrarlos allí, así que tuvo una idea y como no tenía su celular para llamarlo, fue directo al apartamento de Seung Ri, esperaba por que éste aún no se haya ido de viaje como dijo que lo haría. Al llegar, aparcó el auto y ayudó a Seung Hyun a bajar, quien aún estaba un poco débil y se anunció con el vigilante en la puerta.

-Vengo a ver a Seung Ri, dígale que es Ji Yong.

El vigilante llamó por el intercomunicador por lo que Ji Yong asumió que aún el cantante seguía en casa. Después de confirmar con el dueño del apartamento, el hombre los dejó pasar al edificio y subir hasta el piso donde Seung Hyun reside. El pelirrojo llamó a la puerta y en pocos segundos el otro le abrió.

-Hola, que sorpresa – lo saludó Seung Ri.

-Necesito tu ayuda.

-Claro ¿Qué sucedió?...-miró a Seung Hyun - ¿Está bien? Se ve algo pálido.

-Déjame pasar, luego te lo explico todo.

Seung Ri se echó a un lado para dejarlo pasar y en cuanto entraron, Seung Hyun se desplomó pero Ji Yong pudo sostenerlo a tiempo; aún seguía consciente pero debía de estar mareado por lo que tenía que acostarse. El cantante le ofreció una de sus habitaciones, ayudó a subirlo y lo acostaron en la cama para que descansara.

-Ahora sí explícame – dijo Seung Ri una vez estuvieron abajo.

-Seung Hyun es esquizofrénico, o eso creo.

Seung Ri abrió mucho los ojos por la impresión.

-Él no está bien y quieren llevárselo para internarlo en un hospital mental pero no lo puedo permitir.

-¡Dios! Debes estarme tomando el pelo.

-No, es la verdad.

-¿Y por qué está así?

-Me lo llevé del hospital, él...Él intentó quitarse la vida.

-¡Madre de Dios! – se llevó las manos a la cabeza - ¿Quiere decir que son una especie de fugitivos? Seguro los andan buscando y yo los estoy encubriendo... ¡No! No puedo permitir otro escándalo más, si saben que estoy escondiendo a un loco...

-¡No le digas así! – Se alteró, no le gustaba que usaran esa palabra con él – Disculpa, pero él no lo está, que esté enfermo no significa que sea un loco.

-Como sea, debes llevártelo de aquí, puede ser peligroso.

-¿Tú también? Todos me dicen que lo abandone porque es peligroso, que no me meta en éste asunto que es responsabilidad de otros ¿Pero cómo puedo hacer si él no tiene a nadie? No puedo dejarlo solo, tengo que ayudarlo ¿Qué no se pueden poner en su lugar? Él está sufriendo mucho y si lo dejo será mucho peor para él... Por favor entiéndeme, Seung Ri, te lo suplico.

-Está bien, pueden quedarse aquí, pero en algún momento tendrán que salir y cuando lo hagan, sabes que sucederá.

-Tendré tiempo para pensar que haré – no dijo más y subió.

Seung Hyun ahora dormía, relajado y ya se le veía mejor color, en cuanto despertara debería de comer alguna cosa para recuperar todas las fuerzas. Ji Yong no sabía si lo que estaba haciendo estaba bien, si Seung Hyun necesitaría más cuidados médicos después de haber perdido tanta sangre, pero no podía dejarlo en ese hospital porque en cuanto se recuperara, se lo llevarían de vuelta a ese hospital mental en Busan y no podía dejar que regresara porque si escapó, quiere decir que no le gustaba estar allí. Ahora recordaba las cosas que le dijo, que vivía en una pensión y que no lo dejaban salir ¿Será que él creía que esa era una pensión de verdad o sí estaba consciente de lo que era en realidad y no le quiso contar nada por miedo? Prefería no preguntarle aunque sintiera curiosidad, ya había metido la pata al decirle que sabía que era esquizofrénico y no pretendía hacerlo de nuevo para no alterarlo.

Ji Yong se sentó a un lado en la cama y acarició el cabello del castaño, observándolo dormir tan plácidamente. Éste poco a poco fue abriendo los ojos hasta encontrarse con los del pelirrojo quien le sonrió.

-¿Te sientes mejor?

-Aún estoy un poco cansado – se sentó - ¿Dónde estamos?

-En casa de Seung Ri, no podíamos quedarnos en la mía ni en el estudio o si no nos encontrarían. Aquí no creo que busquen, nunca se imaginarían que estamos aquí – apartó unos mechones de cabello de los ojos de Seung Hyun – Todo estará bien, no dejaré que vuelvas a ese lugar.

Seung Hyun bajó la mirada.

-Ji Yong, perdón por no decirte nada – lo miró – Yo me escapé de ese hospital porque no me gustaba estar allí y porque no tenía porque estar. Yo no estoy enfermo, sólo estoy muerto.

-Lo sé – sintió con la cabeza para enfatizar.

-No te dije nada para que no pensaras mal de mí y te asustaras y creyeras que de verdad estoy loco. Perdón.

-No te preocupes – lo abrazó – Yo creo en tu palabra y te protegeré.

-Gracias – lo abrazó de vuelta y hundió su rostro en el hombro de Ji Yong.

-Debes seguir descansando – lo ayudó a acostarse.

-Quédate conmigo – pidió.

Ji Yong se acostó a su lado, abrazándolo y dejando que apoyara su cabeza en su pecho mientras acariciaba su castaño cabello para que volviera a dormirse... ¿Cómo alguien podría creer que Seung Hyun es peligroso? Él es una buena persona y muy dulce, él jamás sería capaz de hacerle daño a alguien, tan sólo tenían que conocerlo para darse cuenta. Era como esos perros pitbull a los que todos le temen por su aspecto intimidante pero a la final resultan ser muy tiernos.

Ji Yong terminó por dormirse junto a Seung Hyun y sabiendo que éste ya se encontraba bien y a salvo, estaba más tranquilo. Ya después tenía que pensar en cómo hacer para salir de allí porque no podía quedarse a vivir en casa de Seung Ri para siempre.

-Ji Yong, Ji Yong despierta.

-Hmm... ¿Seung Hyun?

-Sí y no - rió ligeramente - Ya, abre los ojos, llevas horas durmiendo.

El joven fotógrafo frotó sus ojos y se incorporó, notó que Seung Hyun no estaba a su lado y comenzó a buscarlo con desesperación, con la vista.

-Tranquilo, él está abajo, le di algo de comer porque bajó diciendo que se moría de hambre.

-¿En serio? - frunció el ceño - Eso es raro.

-No lo es, acaba de salir del hospital, supongo que no ha comido en horas.

Por supuesto, eso es lo más normal, es humano y lo común es que sienta hambre después de horas sin comer, la cuestión es que Seung Hyun era diferente a los demás, él podía estar sin comer sin problemas, sin quejarse ni un momento pero muchas cosas habían cambiado en él, sobre todo desde que sintió su corazón latir de nuevo, ahora si parecía más humano.

Ji Yong se levantó de la cama y bajó al piso inferior, encontrándose a Seung Hyun sentado a la mesa comiéndose una olla entera de ramen como si su vida dependiera de ello. Ni siquiera se detenía entre porción y porción que se metía a la boca, parecía que tenía toda el hambre acumulada y arrasaría con cualquier cosa que le pusieran en frente. Ji Yong rió en silencio al ver como comía con gusto, ni si quiera la pizza que era lo único que pasaba la comía de esa manera. Se acercó y se sentó en la silla de enfrente, cogió otros palillos que estaban encima de la mesa y quiso tomar un poco de ramen de la olla pero Seung Hyun detuvo su mano. El pelirrojo rió y se recostó del respaldar de la silla.

-¿Qué? - preguntó Seung Hyun con la boca llena.

-Tienes hambre ¿No? Eso es nuevo.

-Sí - tragó - También me pareció extraño pero hizo que me despertara y necesitaba comer alguna cosa o me sentiría mal.

-Ya tienes mejor color, supongo que estás más fuerte.

-Me siento mejor y más ahora - revolvió los fideos, cogiendo un puñado entre los palillos - Esto es delicioso - y se lo metió a la boca. Ji Yong sonrió, estaba feliz que Seung Hyun estuviese más animado pero no pudo evitar dirigir su mirada a las muñecas vendadas del castaño. Éste lo notó y escondió sus manos por debajo de la mesa - No las veas.

-Le pregúntate a Seung Ri si te puede prestar algo de ropa para que te cambies, no puedes estar con esa pijama del hospital - se levantó y volvió a subir a la habitación de Seung Ri - ¿Que ves? - le preguntó al verlo asomado en la ventana.

-Nada, es que escuché unas patrullas de policía, algo habrá pasado por aquí cerca - volteó a ver a Ji Yong - ¿Necesitas algo?

-¿Podrías prestarle algo de ropa a Seung Hyun? Aunque sea sólo un sweater y un pantalón.

Seung Ri fue hasta su armario y sacó un conjunto deportivo de mono y chaqueta así como también una franela para que se pusiera debajo. Considerando que Seung Hyun es más alto que Seung Ri, seguro le quedaría algo pequeño pero le funcionaria. Ji Yong le agradeció y volvió abajo donde el castaño ya había terminado de comer y entonces le dio la ropa.

-Gracias - dijo Seung Hyun.

Entonces en ese momento el timbre sonó.

-Yo abro - dijo Seung Ri mientras bajaba las escaleras - ¿Quién es?

-Abra por favor, es la policía.

Seung Ri miró a los otros dos con los ojos como platos y les dijo, tan sólo gesticulando con su boca que era la policía. Ji Yong se alarmó y el cantante le indicó que subieran y se escindieran mientras él trataba con ellos. Pero la pregunta era ¿Qué hacían allí? Si era por lo de Ji Yong y Seung Hyun ¿Por qué pensaron que estarían allí?

-Señor, abra por favor.

-Ya voy, deje que me ponga la camisa - contó hasta diez y luego abrió - ¿En que puedo ayudarlos, señores?

-Buscamos a dos muchachos, Kwon Ji Yong y Choi Seung Hyun.

-¿Y por qué creen que están aquí?

-Sabemos que conoce al joven Ji Yong y luego de buscarlo en su casa, su estudio y lugares que frecuenta, uno de sus amigos pensó en la probabilidad de que estarían aquí y al llegar, encontramos su auto aparcado al frente.

*Idiota*, pensó Seung Ri refiriéndose a Ji Yong. Era obvio que no tenía experiencia fugándose.

-Ellos no están aquí y si su auto está abajo no sé por qué sea, quizás es sólo para engañar.

-De todas formas debemos revisar.

-No los dejaré pasar, es mi apartamento.

-Tenemos una orden - le enseñó una hoja en donde claramente decía que tenían permiso de registrar el lugar - Así que si nos permite, debemos entrar.

Los hombres, tres en total, entraron al apartamento, afuera habían otros dos con trajes de enfermeros, esperando y uno de ellos tenía una camisa de fuerza en sus manos. Seung Ri se sorprendió ante ello, sólo esperaba que nadie se enterara de esto y no saliera en las noticias de que era cómplice al intentar esconder a un enfermo mental. Los oficiales registraron el piso inferior, sin lograr encontrar nada y luego fueron al superior para revisar en las habitaciones. Ji Yong y Seung Hyun se habían escondido en el enorme armario de Seung Ri que parecía otra habitación y se metieron entre un montón de abrigos que los cubría lo suficiente para que no los vieran. Podían escuchar como esos hombres abrían y cerraban las puertas de los cuartos continuos y como sus pasos pasaban por el pasillo, deteniéndose en la última habitación la cual era la del cantante. Entraron en ésta y comenzaron a registrar, el pelirrojo le indicó al otro que guardará sumo silencio, si era posible, que no respirara; Seung Hyun lo miró como diciéndole que de por sí no puede respirar porque está muerto.

-Busquemos en el armario.

-¡Un momento! - Seung Ri llegó a la habitación - No dejaré que entren a mi armario, ahí tengo mi ropa, zapatos y accesorios importantes y si llegan a tocar algo, los demando.

-No le haremos nada a sus cosas - tomó la perilla con su mano ya e adentró - Wow, lo que es ser un artista - se sorprendió.

-Sí, ya vio que no hay nadie allí así que salga ahora.

El hombre se giró para mirarlo con una ceja arqueada. Seung Ri giró los ojos hacia todos lados y luego se detuvo en el oficial que seguía mirándolo incrédulo. Podía oler su nerviosismo desde allí y era muy obvio que estaba escondiendo alguna cosa. Los tres entraron en el armario y revisaron, apartando la ropa en los percheros para mirar detrás de ellas. Ji Yong rezaba porque se convencieran que no había nadie allí y no se acercaran a donde estaban los abrigos pero uno de estos oficiales los corrió y descubrió a quienes buscaban.

-Los encontré.

-¡No! ¡Déjennos!

Uno de los oficiales tomó a Ji Yong mientras los otros dos se encargaban de Seung Hyun que era más alto por lo cual necesitaban más fuerza para sacarlos. Ambos se retorcían, Ji Yong más que el otro, éste gritaba que lo dejarán y pataleaba intentando soltarse del agarre del oficial. Al llegar abajo los dos enfermeros ya tenían la camisa de fuerza lista y en cuanto Seung Hyun la vio, comenzó a alterarse y a revolverse entre los brazos de esos dos hombres.

-¡No! ¡No! ¡No me hagan esto, yo no estoy loco! Suéltenme - logró empujar a los oficiales pero uno de los enfermeros, mucho más fuerte que él, tuvo que recurrir a inyectarle un calmante.

-¿¡Qué le hacen!? ¡No lo toquen, déjenlo en paz! ¡Seung Ri, ayúdanos! - le pidió con lágrimas en los ojos.

-No sé qué hacer Ji Yong, lo siento mucho.

-¡Ji Yong ayúdame! ¡No dejes que me lleven!...Por favor - Seung Hyun comenzaba a relajarse por lo que los enfermeros lograron ponerle la camisa y llevarlo fuera del apartamento.

-Déjenlo, él no se lo merece - decía Ji Yong sollozando y continuando queriendo soltarse.

-Señor, deje de moverse o será peor para usted.

Ji Yong hizo caso y bajó con los tres oficiales en uno de los ascensores mientras en el otro los enfermeros llevaban a un Seung Hyun casi inconsciente. Al bajar estaba la patrulla de policía, también una ambulancia y Dami se encontraba de brazos cruzados, esperando. Los oficiales lo soltaron para que se reuniera con su hermana y éste le dio un empujón.

-¡Te odio!

-¡Ji Yong! ¡Deja de actuar como un niño de una buena vez! Hago esto por tu bien y deberías agradecer que no les he dicho nada a nuestros padres.

-¿Por qué? Seung Hyun no es malo, él no se merece que le hagan esto.

-No, él no es malo, pero está enfermo y debe estar bajo cuidados médicos.

-Yo lo puedo cuidar.

-No, no puedes. Ahora dame las llaves de tu auto, el mío lo dejé en la comisaría. Te llevaré a casa.

-Yo quiero ir con Seung Hyun – vio por detrás de su hermana como lo subían a la ambulancia. Quiso acercarse pero Dami lo detuvo – Por favor.

-No Ji Yong, no lo harás, olvídate de él.

-Pero yo lo amo – sus lágrimas salieron, al igual que lo hicieron esas palabras sin pensarlas.

-¿Qué dices?

-Amo a Seung Hyun como nunca he amado a alguien y quiero estar con él, quiero protegerlo y hacerle saber que no está solo.

-Lo siento Ji Yong pero no puedes – buscó ella misma en el pantalón de su hermano las llaves y lo jaló hasta su auto para llevarlo a casa. Se quedaría con él hasta que se calmara para que no cometiera alguna locura.

Durante todo el camino Ji Yong estuvo llorando en silencio con la cabeza pegada a la ventanilla del auto, viendo el paisaje que se movía afuera. No había logrado cumplir su promesa, él le dijo a Seung Hyun que no dejaría que nada malo le sucediera pero ahora estaba de vuelta en manos de esos enfermeros, en camino a ese hospital psiquiátrico del cual se escapó y ahora volvía. Estaría muy lejos de él, en otra ciudad y aunque quisiera ir a verlo, seguro su hermana se lo impediría ¿Pero por qué debía hacer caso a lo que ella decía? Por más hermana mayor que fuese, él ya era mayor de edad y podía tomar decisiones por él mismo.

-Por favor, no me odies –le pidió Dami después de un rato de silencio – Sólo hago lo correcto.

-Si crees que esto es lo correcto, estás loca. A ti deberían internarte.

-¡Ji Yong por favor! No quiero que me veas como la villana. Ese chico se escapó de un hospital mental y si estaba allí es porque está mal y no puede estar sólo por ahí, y tú no eres ni enfermero ni doctor para que lo estés cuidando... Por cierto, me dijeron que es lo que tiene, no es esquizofrenia.

Ji Yong la miró con interés.

-Es algo extraño, jamás lo había escuchado – lo miró – Se llama síndrome de Cotard.

-¿Qué es eso?

-Lo investigue y dice que quienes lo padecen creen que están muertos después de pasar por algún trauma que casi los mata o incluso por querer suicidarse. Ellos creen que murieron y se aferran a esa idea, tanto que hasta comienzan a sentir como sus órganos se pudren y como se van descomponiendo como si fueran un cadáver pero que por alguna razón, aún siguen en la tierra caminando entre los vivos. También dicen que pierden la capacidad para sentir hambre, sueño y dolor. Es algo muy extraño de verdad, es increíble lo que el cerebro te puede hacer creer cuando no funciona bien.

-Eso no es cierto, sí, él pensaba que estaba muerto luego de que su madre y hermana murieron y decía que sus órganos se pudrían y hasta decía que olía mal, pero él sentía dolor, me dijo que cuando cortó sus muñecas lo sintió.

-Quizás sean sólo dolores superficiales los que no siente, lo que hizo fue más grave y es obvio que sintiera algo de dolor... La cuestión es que no es esquizofrenia, aunque tiene síntomas parecidos, como la depresión y la ansiedad, pero de todas formas necesita cuidados médicos. Él tomaba anti psicóticos y anti depresivos para controlarlo y cuando llegó aquí dejó de tomarlos y por eso se puso así.

-¿Y tiene cura?

-Según lo que sale en internet, no. Es una enfermedad muy rara que le da a muy pocos y aún no han encontrado alguna cura permanente.

Esos eran exactamente todos los síntomas que Seung Hyun tenía, ahora comprendía su insistencia de decir que estaba muerto. Aquel accidente en donde su hermana y madre murieron debió haberle causado ese trauma, se convenció a sí mismo que también murió para así superar la pérdida de ellas y no sufrir con eso por el resto de su vida, su enfermedad es como una especie de escudo que lo protegió. En cuanto llegaron a casa, lo primero que Ji Yong hizo fue investigar más en internet sobre esa enfermedad, llegó a leer algunos casos de otras personas que padecieron ese síndrome y lo que decían era sorprendente, no muy diferente a lo que Seung Hyun decía; algunos hasta decían que creían que todos a su alrededor estaban muertos y el mundo había sido plagado por zombies. Entre los síntomas estaban los que Dami le dijo pero también había uno que decía "perdida de afecto", que aquellos que sufrían la enfermedad dejaban de sentir incluso hasta afecto a sus familiares más cercanos porque después de todo, no tenían un corazón para ello y su cerebro no reconocía esos estímulos. Eso sí era diferente en Seung Hyun, él lo quería y sabía que no mentía cuando lo hacía, incluso dijo que su corazón volvió a latir por ello... ¿Qué significaba eso? ¿Será que era un progreso en recuperarse de esa enfermedad? ¿Los sentimientos que Ji Yong le mostró hicieron que se mejorara por lo menos un poco? Porque él sí tiene emociones, él se preocupa, se asusta, se alegra y quiere, y se lo demostró muchas veces.

-Ji Yong – lo llamó su hermana sacándolo de sus pensamientos – Debo irme pero no sé si debería dejarte solo. Ve al apartamento de Young Bae, o si quieres lo llamo para que te acompañe.

-No, no quiero verlo, él es un traidor.

-Él sólo se preocupa por ti.

-De todas formas no quiero verlo, quiero estar solo.

-Prométeme que no harás nada, de todas formas ese chico ya va en camino a Busan y no podrás buscarlo.

-Lo prometo, me quedaré aquí.

Dami lo miró incrédula.

-Es en serio, confía en mí.

-Está bien. Entonces nos vemos – salió de cuarto.

Ji Yong no sabía cuál era ese hospital mental pero seguramente en la imagen que su hermana le mostró debía decirlo y si ella lo encontró en internet, ahí lo buscaría. Buscó el nombre de Seung Hyun en el buscador y dio con una página de la policía de Busan, allí estaba la imagen de "Perdido" de Seung Hyun y decía el nombre del sanatorio "Hospital Wong Sae Mu". Lo buscó y encontró la dirección. Nadie se lo impediría, iría allí aunque su propia hermana le contara todo a sus padres y su madre se pusiera como una fiera, ya él es mayor de edad y decidió que es lo que quiere para su vida, quiere estar con Seung Hyun aunque tenga que ir a visitarlo cada día a ese lugar. No lo abandonaría y mucho menos ahora cuando necesita más de él, porque lo ama.

Ahora eran las dos de la tarde, era temprano todavía, pero en cuanto fuese un poco más tarde, tomaría su auto y manejaría a Busan por más lejos que fuera, aunque si iba en ferrocarril seguro llegaría más rápido y así no tendría que coger carretera de noche, de todas formas no recordó que su hermana le devolviera las llaves del carro, las buscó en varios sitios y no estaban; era de esperarse, se las llevó para que no saliera, pero eso no lo iba a detener. Esperó hasta que se hiciera más tarde, eran las seis y empacó algunas cosas, como ropa y productos de higiene personal, así como también algo de dinero porque se quedaría unos días en Busan y necesitaría pagar un lugar en donde se quedaría. Bajó con cautela, asegurándose que Young Bae no estuviera vigilándolo desde la ventana de su habitación que daba hacia el edificio donde vive y corrió hasta la estación de autobuses para coger el vehículo que acababa de llegar.

-Espérame Seung Hyun, no te asustes, iré por ti.


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