El ruido de las sirenas resuena en mis oídos, aún cuando ya han pasado varios segundos desde que se alejaron, con un Harry inconsciente en uno de los móviles. "Aléjese señorita, por favor" fueron las palabras exactas que uno de ellos utilizo como excusa para empujarme varios metros de la camilla. La camilla donde Harry estaba, ensangrentado y con una máscara de oxigeno que le cubría la mitad de la cara.
Me seco las lagrimas con el dorso de la mano apenas logro salir del transe en el que me encontraba; necesito tomar un taxi rápido para llegar al hospital. Me subo a la acera (las miradas de los presentes fijas sobre mi) y al primer coche amarillo que pasa le hago una débil seña que parece ser suficiente para que frene junto a mi.
Le pido al taxista (el cual no es indiferente y se percata de mis lágrimas) que siga a la ambulancia que hace tanto ruido por la avenida.
Tardamos aproximadamente siete eternos minutos en llegar y apenas el taxista pisa el freno le tiro cincuenta dolares sobre el asiento contiguo, ignorando el hecho de que tenga que recibir mi vuelto.
Justo en ese instante sacan a Harry de la camioneta y se meten por la puerta de emergencias. Es solo un segundo en el que puedo ver su cuerpo inherte y aquella mancha espeluznante de sangre que parte desde su frente, pero aquel segundo alcanza para alertarme aún mas.
¡Lo he matado! estoy repitiendo una y otra vez en mi cabeza. Tecnicamente no fui quien lo atropelló, pero si la razón. No deberíamos haber estado peleando en la mitad de la calle como seres humanos inconscientes.
Doy un largo respiro antes de ingresar a las corridas por la misma puerta que los medicos.
-No puede entrar a esta sala-me advierte una enferma cuando intento transpasar la puerta en que lo metieron. Observo por encima de su hombro y presencio como recibe electrochoques, su cuerpo elevándose con cada uno.
Me tapo la boca con las manos y me siento en uno de los asientos mas cercanos, por si las dudas aparezca algún médico que pueda decirme como está.
Pasados unos cuarenta minutos Mara aparece en el lugar, gritando desesperadamente que quiere ver cuanto antes al rizado. Sin embargo, le dicen lo mismo que me dijeron a mi durante todo este maldito tiempo (que debo permanecer sentada mientras ellos se ocupan de todo) y la dejan sola. Sus ojos se dirigen a los mios instintivamente, aunque no parece estar sorprendida cuando se percata de quien soy. Yo, en su situación estaría preguntándome, ¿que hace esta zorra aquí? pero ella solo permanece callada y toma un lugar cerca mio, pero tampoco tanto.
-¿Hace mucho que lo ingresaron?-pregunta. Tiene los ojos cerrados y la cabeza apoyada contra la pared.
-Yo eh...si, una hora aproximadamente-respondo, sorprendida porque además se digne en dirigirme la palabra.
-¿Mencionaron algo sobre beber café?
-Eeh no-frunzo el ceño, ¿beber café?
-Entonces no es tan grave-suspira.
-¿Cómo...cómo lo sabes?
-Estoy acostumbrada a los malos ratos en los hospitales y cuando los médicos te dicen que te despejes un rato o vayas a por un café caliente, es porque las cosas no están yendo demasiado bien.
Asiento con la cabeza.
-Ah-solo digo, aunque no se si confiarme en eso o no-. ¿Mara?-hace un ruido mudo sin despegar los labios a modo de respuesta-, ¿no vas a...?
-¿Preguntarte que estás haciendo aquí? Ya sé la respuesta.
Por fin abre los ojos para encontrarse con mi expresión atónita.
-Sky, no soy tan tonta como parezco-esboza una media sonrisa. En estos momentos, no se si creer que está molesta o simplemente tranquila-. Sé que Harry y tu tuvieron historia.
-¿Te lo ha contado...?
-No, pero basta con estar cerca suyo. Además, jamás había comprendido porqué Harry murmuraba 'Skylar' mientras dormía, hasta que te conocí.
Aprieto los labios. Estoy muriendo de la verguenza.
-No tienes porque sentirte extraña Sky, en verdad que no me molesta. Después de todo, si eres el amor de su vida no hay nada que yo pueda hacer para cambiarlo.
-Es que no lo soy-intento consolarla, aunque sienta que mis palabras son ciertas-. Mara, nuestra historia ya pasó y ambos seguimos adelante. Ahora eres tú y él, Louis y yo. No hay nada mas.
-¿Ambos? Sky créeme, Harry no ha seguido adelante.
Tiro mi abrigo sobre una silla de mala gana; he pasado mas de cuatro horas en el hospital, hasta que por fin los médicos me han dicho que Harry estará bien, pero que mejor no reciba visitas por el resto del día.
-¿Dónde estabas?-Louis aparece en el umbral de la cocina, aún vestido con la ropa del trabajo.
Ruego en mi interior que mis ojos no sigan estando rojos, o ese simplísimo hecho podría delatarme.
-Buscando trabajo, pero no he conseguido-he practicado esa excusa durante todo el viaje de vuelta.
-¿Y por eso has estado llorando?-comienza a caminar hacia mi de brazos cruzados. Definitivamente esto no pinta para bien.
Me acerco a la mesada de la cocina para encender las hornallas. Coloco una olla y vierto arroz dentro de esta. Tardo segundos de mas en agregarle el agua, solo para que Louis no me vea la cara.
-Solo estoy congestionada, nada de lo que debas preocuparte-siento el contacto de sus manos sobre mi brazo y segundos después estoy frente a él.
-Sé lo del accidente de Harry, me lo ha dicho Mara mientras salía para el hospital.
-¿Harry ha sufrido un accidente? ¿que pasó?-arqueo una ceja inocentemente.
Louis larga una carcajada y luego comienza a reir sin razón alguna.
-¿Cúal es el chiste?
-Te ves muy graciosa cuando intentas fingir algo, Skylar.
Mis labios se separan inconcientemente ante sus palabras. Trago duro y siento como un manojo de nervios y saliva descienden por mi garganta, al tiempo en que él se acerca mas a mi.
-Harry llamó y yo fui. Hablamos un par de minutos nada mas. Jamás había sucedido.
-¿Y sobre que hablaron Sky? ¿Sobre sus fantasias frustradas? Creí que no quedaba nada entre ese y tu.
-¡Y no hay nada entre nosotros dos, Louis!-lo tomo por la cara, pero el se zafa.
-Entonces sincérate, y te prometo que lo olvidaré todo. ¿De que hablaban los dos en un edificio abandonado?
Apoyo mis manos sobre mis caderas porque no se que hacer con ellas. Me rasco varias veces la frente y al final, se lo digo.
-Harry escuchó sobre lo de mi padre y quiso que nos reunamos, pero fue solo para acompañarme en aquel momento, algo que tu no estás haciendo últimamente.
-Vamos, no hagas esta discusión de mi problema, esto es acerca de ti, Skylar-se apoya en la encimera-. ¿Y que mas? ¿Hablaron y súbitamente un auto embistió a Styles?
-Tuvimos una discusión. Yo le pregunté sobre aquella noche en la que...ya sabes.
-¿De nuevo con eso? ¡Pensé que lo habías superado!
-Si, si pero a veces se necesitan aclarar las cosas. El caso es que se enfadó y no vio a un auto cuando cruzaba.
Asiente.
-Prométeme que no ha sido nada mas-coloca su mano en mi rostro y aprieta considerablemente sobre mi mandibula.
-Nada, no ha sido nada-respondo obedientemente. En verdad que su agarre duele.
-¿Nada de nada?
-Louis, me estás haciendo daño.
Su mano se afloja.
-Louis, Harry no significa nada para mi, tienes que creerme.
Esa misma noche transladan a Harry a su casa nuevamente. Cuando baja del coche, lo observo desde la ventana del baño dirigirse hasta la entrada de su casa con la ayuda de Mara. Por supuesto que en el baño, si no quiero que suceda algo peor entre Louis y yo. Desde entonces, nace un extraño sentimiento de miedo dentro mio, un miedo que me mantiene alerta, sobretodo cuando él se acerca. Si estoy cocinando y me abraza por detrás, todos los pelos de mis brazos se erizan, como si de una película de terror se tratase. Mas tarde, cuando en realidad estamos echados sobre el sofá viendo Viernes 13, no puedo evitar tener mas miedo a su cercanía que a las personas que mueren en la película.
Louis ha logrado asustarme, y solo ha sido con un apretujón en la cara. Me pregunto de que mas será capaz.
Ocurre dos días después.
Cuatro de la mañana, tendida sobre mi cama, pensando en lo que sucedió entre Louis y yo hace mas de hora y media. Esta vez ha sido fría y silenciosa, mas que nunca. Por un segundo me encuentro en el silencio abismal de un vecindario por la madrugada, y al siguiente, los sollozos de una mujer transpasan el material de mis paredes. Pego la cara a la ventana que da al frente para ver a Mara en la entrada de su casa, llevando a un Harry inconsciente entre las manos.
-¡Alguien ayúdeme!-está gritando, como si el mundo fuera tan generoso como para levantarse de sus horas de sueño a ayudar a una mujer en apuros.
Mis ojos se abren como platos al ver el cuerpo inconsciente del rizado, como si estuviera muerto.
Me acerco sigilosamente al armario y me pongo lo primero que veo. Echo un vistazo a Louis antes de salir de la habitación para comprobar que esté dormido. Mas que nunca.
Desde el ultimo escalón a la entrada de la casa es como una carrera. Sin embargo, las llaves de la puerta no están colgadas donde siempre. Utilizo la linterna del celular para comprobar que no se hayan caído, pero no las encuentro por ninguna parte.
Me acerco a la ventana: Mara esta aún mas cerca de su coche, pero está luchando tanto con las lagrimas que el dolor no le permite avanzar. Necesita ayuda.
Cuando volteo, largo un gritito al encontrarme frente a Louis.
-Vuelve a la cama.
-¡Louis, Mara necesita ayuda, no podemos dejarla ahí!
-Ella puede sola.
-Louis por favor, ¡Harry podría estar muriendo!
-¿Te estás preocupando por él?-arquea una ceja.
Le muestro la cara mas desagradable que jamás le haya mostrado.
-¡Me estoy preocupando por otro ser humano! Vamos, ¿Dónde está la llave? ¡no me hagas enojar!
Solo me doy cuenta que estoy llorando cuando las lágrimas me llegan al cuello en una sensación helada.
Para mi sorpresa, saca las llaves de alguna parte y las tiende frente a mi. Yo las agarro rápidamente y abro la puerta en un santiamén.
-Tu elijes-escucho su voz, justo cuando estoy por dar un paso fuera de la casa-. Es él o yo: sales: el. Te quedas: yo.
-Louis...-
-Elije.
Vacilo por unos instantes.
¿Cómo puede si quiera estar haciéndome esto? No es una cuestión de amor, ¡es una cuestión de salvar a otra vida! Aunque, pienso, ¿en verdad es sobre la humanidad y no sobre mis pensamientos hacia él? Ahora que lo recuerdo, hace apenas unos minutos pensé en Mara pidiendo ayuda en el medio de la noche: ¿Quién la ayudaría cuando puede seguir durmiendo? Pensé y en definitiva eso es lo que haría una persona normal. Una persona normal seguiría durmiendo. Y lo peor es que le dije a Louis que no hay nada entre Harry y yo.
Una persona normal seguiría durmiendo.
-Me das vergüenza-le digo con sarna y paso junto a él para regresar a mi cuarto.