Capitulo #51

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-Sigo sin estar de acuerdo-Lena niega con la cabeza, reacia a escuchar una sola palabra de lo que tengo para decirle.

Rodeo los ojos, dando un salto del escritorio para sentarme junto a ella, en su cama de dos plazas. Los viejos resortes resuenan bajo mi trasero cuando me echo sobre el colchón.

-Quizá deberías dejar de decir eso y comenzar con un "¡No sabes cuan feliz estoy por ti!" Así podemos saltar juntas sobre la cama y reír como desquiciadas.

-Al estilo de cualquier perra adinerada-arquea las cejas graciosamente. Ambas hablamos de una manera sarcástica -. Realizando compras por internet y utilizando la tarjeta de crédito de tu madre, la heredera de Dolce e Gabanna.

-Con calcetines Prada y unos bolsos que valen más que mi casa-bromeo para seguirle la corriente-. Pero ya, ya, no me cambies el tema.

La sonrisa que hasta entonces mantenía en su rostro se borra de sus gruesos labios.

-Está bien, 'estoy muy orgullosa de ti, Sky '-dice, con sarcasmo-. ¿Está feliz ahora?

-Sí, pero me gustaría saber porque no logras acostumbrarte a todo esto.

-Wow, ya hice más de lo que podía, no me pidas que responda a eso también.

Tomo mi celular para entretenerme y al mismo tiempo para dar por finalizada esta conversación; Si ella no quiere abrir la boca, pues entonces que permanezca cerrada, de todas maneras en algún momento conseguiré saberlo.

Observo la imagen de un Harry junto a mí que pasa su brazo por mi espalda en la pantalla de mi celular. Literalmente no puedo creer que haya pasado un mes desde que finalmente me pidió ser su novia y con ello, un mar de confesiones sobre su vida que jamás habría imaginado.

El viento soplaba aquella tarde y los faroles colgantes se movían tanto como un reloj antiguo su vara.

Harry puso su mano sobre la mía por encima de su regazo y me observo fijamente a los ojos, con una expresión indescifrable en sus ojos esmeralda. Entonces, entreabrió los labios para susurrar:

-No voy a repetir los mismos errores que la última vez-la comisura derecha de sus labios se elevó y con ello, una media sonrisa se formó en su cara.

La brisa corría su cabello hacia un lado, pero al mismo tiempo enseñaba más de su siempre oculto rostro. Me encantaba.

- ¿Qué cosa?-inquirí, interesada. Hasta ese momento estaba tan concentrada en cada una de sus facciones que había perdido el ritmo de sus palabras.

-No voy a preguntártelo-arqueo una ceja picarona-. Se mi novia.

Agito la cabeza para regresar a la realidad, una realidad en la que mi mejor amiga se encuentra echada junto a mí y Zeeke ingresa por la puerta con tres baldes de palomitas y, escurriéndose entre sus dedos largos, tres vasos grandes con coca cola.

Deja todo sobre la mesa más cercana cuidadosamente, procurando no manchar la tan preciada alfombra de Marian, la quejosa madre de Lena.

-Aleluya-rodea los ojos la morocha de mi lado-. Pensé que no llegarías jamás.

-Tu hermano me dio una representación de los power rangers en la cocina-responde con no tan buen tono de voz-. Ahora estoy en su lista de villanos por atrapar y además Jimmy tenía una espada de plástico con punta.

Acaricia su trasero, profiriendo una mueca de dolor.

- ¿Jimmy? -Lena frunce el ceño-. Pero si mi hermano se llama Jamie.

KeeperWhere stories live. Discover now