Capitulo #16

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Al menos sé que no tendré más problemas para encontrar ninguna otra clase; Louis me ha mostrado cada salón del instituto y hasta un par de atajos para no llegar tarde, cosa que a mí me viene bastante bien. Me cuenta historias sobre «El día en que se escabullo con sus amigos en la sala de conserje para saltearse la clase de gimnasia» «El día en que hicieron una broma pesada al profesor Cholmes y luego culparon a un tal Eddie Mccarty-según él, un traga libros-». Mi perspectiva hacia Louis después de enterarme de ello y más historias bizarras, ha cambiado drásticamente. No sé si para bien o para mal.

Sentados en las gradas del campo de Fútbol, comienzo a pensar que todo este tiempo juntos ha sido digno de ganarme su confianza y el la mía, por lo que considero de que es hora de formular la pregunta que llevo atascada en la lengua desde que lo conocí, en aquella fiesta.

-¿Louis, eres gay?-suelto y casi se atraganta con su Smoothie de naranja. Después me mira y sé que intenta reprimir una sonrisa-. Lo sé, lo dije demasiado rápido.

-No, no -replica. Su confianzuda mano vuelve a posarse sobre mi muslo antes de agregar-. Esas preguntas siempre son predecibles si estas en el grupo de Peter Green-reímos al unísono-. Pero no, soy orgullosamente heterosexual.

Asiento con la vista fija en el campo de juego, hay dos hombres armando un pequeño escenario.

-¿Tienes idea de que están preparando?-pregunto a un Louis que también observa la situación-. Que yo sepa, el baile no es hasta Septiembre y además se prepara en el gimnasio de Basketball.

-Es una ceremonia antes del último juego de Fútbol, el más importante y donde seleccionan a los mejores jugadores para reclutarlos para sus equipos en la universidad.

Pienso en todo lo que me dijo Joshua, ahora si cobra sentido.

Nos quedamos observando como uno de los hombres-calvo y con una giba de cuatro centímetros en la espalda- intenta levantar un block de tablones de madera negra (seguramente para el piso del escenario), tambaleándose por el gran peso que suponen.

Lena viene caminando hacia nosotros, con una sonrisa de oreja a oreja en la cara.

-¿Vienes?-me dice cuando se acerca lo suficiente. Evade a Louis con la mirada y sé que es porque no está invitado-. Ya ha sonado el timbre y Zeeke se puso ansioso. Además, mis amigos nos esperan.

Tardo unos segundos en recordar haberle dicho a mi amiga que la acompañaría en su salida con amigos.

-Claro, vamos-me vuelvo hacia Louis y le guiño un ojo. La situación no le agrada y debo admitir que a mí tampoco, teniendo en cuenta que lo estoy dejando solo en medio de nuestra charla-. Adiós Louis, nos vemos.

Agarro mi mochila y la ajusto a mi espalda. Tardo unos segundos en pararme; tanto tiempo sentada en estas duras gradas me entumecieron las piernas y el trasero.

El otro me regala una sonrisa no del todo sincera como respuesta. Hago como si no lo hubiese notado y comienzo a descender detrás de Lena.

-No pienso donar mi auto para transportarnos-le advierto cuando la alcanzo.

Recuerdo que al final tuvo que buscarlo Harry en mi lugar, después de aquella noche ajustada. También recuerdo el problema que suponía lidiar con un par de borrachos y una Skylar que no sabía ni leer el GPS de Zeeke.

Definitivamente, mi auto tiene que quedar fuera de todo esto.

-No te preocupes. Zeeke quiere estrenar su Prius y no permitirá que vayamos en otro coche- responde. Suelto un suspiro de alivio.

No recordaba lo grande que era el patio del instituto hasta que tuve que recorrerlo con Lena para llegar al estacionamiento.

Como no tengo ni idea de cuál de todos los coches aparcados es el de mi amigo, me limito a seguirla. Llegamos hasta un coche blanco sin una mancha, modelo 2014.

KeeperWhere stories live. Discover now