Más que un error

By MireSM

341K 17.8K 1.6K

Dime una cosa, si el peor error de tu vida, pudiera hacerte suspirar, y hacerte sentir lo que nadie ha hecho... More

Prólogo
Capítulo 1. Buen Viaje
Capítulo 2. Azul cielo
Capítulo 3. Es pura curiosidad
Capítulo 4. Pequeños juegos
Capítulo 6. Siempre lo fuiste
Capítulo 7. Cómo un pájaro
Capítulo 8. Un deseo
Capítulo 9. Solo ella y yo
Capítulo 10. Te escuchan a ti
N/A: Pido vuestra opinión
Capítulo 11. Sin frenos
Capítulo 12. La boda
Capítulo 13. Nuestro perfecto desastre
Capítulo 14. Un vuelo eterno
Capítulo 15. Dos podemos jugar
Capítulo 16. Montreal (1a Parte)
Capítulo 17. Montreal (2a Parte)
Capítulo 18. No te arrepientas
Capítulo 19. Problemas
Capítulo 20. No hay nada de malo
Capítulo 21. Cometamos un error
Capítulo 22. La manzana prohibida (1a Parte)
Capítulo 23. La manzana prohibida (2a Parte)
Capítulo 24. Mordisco
Capítulo 25. Little Bird
Capítulo especial: Buen Viaje (Nico)
Capítulo 26. Frío
Capítulo 27. Calidez
Capítulo 28. Pájaro y Cielo
Epílogo

Capítulo 5. Una tarde confusa

10.8K 631 44
By MireSM

Ya era medio día y había de admitir, que la pesca podía ser divertida, y más cuando estás a punto de conseguir sacar algún pez, y al final se suelte, dejándote plantanda como una idiota. Espera, ¿no debería ser vergonzoso y ridículo? Tampoco importaba, ya que en esas ocasiones que tuve, no dejé de reírme y eso que Nicolette no podía creerse que estuviera desperdiciando tantas oportunidades.

¿Cómo es posible que te parezca divertido? —me preguntó en una ocasión, mientras lograba lanzar con maestría el hilo.

¿Acaso quieres que llore? inquirí mientras recogía poco a poco el hilo, esperando que algún pez quisiera picar—. Además, te lo dije, el cebo es demasiado apetitoso, estoy que lo tiro.

Tienen suerte de que seas una negada con la caña en eso llevaba razón. Podría haberme llevado tres o cuatro pescados, pero se escaparon.

Al menos he hecho el intento, a ti ni se te acercan miró a otro lado con una sonrisa culpable y eché a reír.

Era cierto, llevábamos una media hora, y no sabía si era la suerte del principiante, pero al parecer a los peces les gustaba mi cebo. Nicolette no tenía tanta suerte, ni uno solo se le había acercado, o al menos había caído en la trampa.

Jamás debí traerte, eres demasiado creída.

Pero llevo razón, lo siento pececito, éste cebo es único.

Una lástima que no atraiga a quién te interesa la miré de reojo, topándome con sus odiosos ojos azules. Eran demasiado perfectos.

Decidí ignorar ese comentario y seguir con la pesca. Algo bueno estaba sacando de ésta experiencia. Nicolette y yo habíamos hablado más que nunca, y la verdad, era bastante agradable.

Largos minutos después decidimos marcharnos.

Entramos al coche y nos alejamos del lugar. Aquel lago se encontraba en una isla, bastante grande a decir verdad. Podíamos tardar como una hora o dos en volver a casa, pero tampoco me importaba. Me gustaba el paisaje, las casas, cualquier cosa para mí se tenía que ver.

Eva, ¿tienes novio? si hubiera estado bebiendo agua, la hubiera escupido en el cristal del coche. Pero no, por suerte no tenía nada de eso, y lo único que pude sentir, fueron nervios.

Eh... No, la verdad es que no.

¿Y te interesa alguien? no entendía a qué venía aquella pregunta. Es decir, estábamos en completo silencio, podríamos haber seguido hablando de cualquier otra cosa. Sin embargo, aquí estábamos, hablando de mi vida amorosa.

Podría decirse di como respuesta, sin dar ningún indicio de interés en el tema. Y la verdad, no lo tenía. Pero parecía ser que aquello le dio más curiosidad.

¿Es guapo?

Bueno, no es ningún orco tan mal gusto no tenía.

¿Y es de tu instituto? la miré de reojo, esperando encontrarme con sus ojos en mí, pero ella seguía centrada en la carretera. Finalmente contesté.

Sí, lo es, y sí, le intereso. Pero no, no quiero nada con él —en ese momento pude divisar una divertida sonrisa, aunque obviamente seguía sin mirarme.

Es un poco extraño, ¿por qué no quieres estar con él?

Es... complicado más bien yo era la complicada. Yo creía que ese chico me interesaba, pero ante su cercanía no sentía lo que supuestamente debía sentir. Su estúpido tonteo me era absurdo, me parecía incluso hasta pesado de aguantar.

Entiendo.

¿Y tú, qué tal con tu novio? ahora me tocaba a mí. A fin de cuentas a ella le había dado por hacerme un interrogatorio.

¿Cómo sabes que tengo novio? detuvo el vehículo por unos pocos segundos, miró a un lado de la carretera, después giró a la derecha.

Tu padre me lo dijo.

Qué raro comentó de un modo sarcástico—. Bueno, mi novio y yo estamos bien.

¿Desde cuándo estáis juntos? pensó un par de segundos y contestó.

Un año, creo... me reí al oír su duda. Y yo que pensaba que lo tenía muy claro. Al verme, Nicolette echó a reír también—. Lo siento, no soy buena para las fechas, nunca lo he sido.

¿No debería ser especial? Es decir, algo para recordar en ese preciso instante, estábamos cruzando el puente que nos llevaría fuera de la isla. Era largo, no pensaba engañarme.

Sí, debería aquella respuesta me sorprendió. Pensé que hablar de tu pareja sería algo más empalagoso, pero con ella no estaba siendo así. Parecía en la misma situación que la mía, sin querer hablar de ese tema.

Decidí dejarlo estar. Fijé mis ojos al cristal, observando cada coche que avanzaba o se mantenía a nuestro lado. Supuse que nuestro día terminaría por hoy, que volveríamos a casa, ella volvería a su cuarto y yo me quedaría con mis tíos, pero no fue así.

Cuando llegamos a su hogar, me preguntó si quería ir con ella y sus amigos. Estaríamos un par o tres de horas. Cenaríamos y volveríamos a casa. Decidí aceptar, creyendo que no estaría tan mal, además, podría acercarme un poco más a ella, por el hecho de mi deseo de llevarme bien con Nicolette.

Mi prima me sugirió coger una chaqueta, y también que me cambiase de pantalón, ya que el suyo era corto. Ella dejaría mi ropa para lavar, así que fui directa al sótano y me enfundé el pantalón largo. Hecho esto, busqué mi chaqueta, sin embargo, no di con ella. ¿Dónde la habría dejado?

¡¿Eva, estas lista?! obviamente no. Maldita sea, no sabía dónde la había metido. Me rendí y volví al salón.

Nicolette también se había cambiado. Y cuando estaba a punto de decirle mi pequeño problema, ella me tendió una sudadera de color negra. Un poco sorprendida, creyendo por un momento que me había estado leyendo la mente, la cogí y se lo agradecí.

¿Cómo sabias...?

La dejaste en la silla, abriga demasiado, podrías tener calor. Ésta te irá bien para el tiempo que hará.

Sí que era atenta. Me dedicó una dulce sonrisa, cogió las llaves de su coche y salimos, no sin antes despedirnos de mis tíos.

Ya en el vehículo el silencio volvió a inundarnos. Por mi parte, decidí evitar cualquier conversación. Hasta que entonces ella empezó.

¿Puedo preguntarte algo? me echó un pequeño vistazo, dándole tiempo para verme asentir—. ¿Podría presentarte algún chico de aquí? Ya sabes, para que tengas un Canadiense con quien estar.

Me reí divertida con su propuesta, pensé que estaría bromeando, pero ella insistió con una sonrisa. Le seguí la corriente y accedí. Nicolette me explicó que uno de sus amigos era un poco más mayor que yo; él quería conocerme, ya que mi prima estuvo hablando de mí —ese detalle me alegró un poco—, pero el caso, es que el chico era guapo, simpático, y más cosas que no escuché. Sinceramente, la veía muy animada, parecía contenta por conseguirme alguien con quien podría llegar a tener algo.

Finalmente llegamos a nuestro destino. El barrio no estaba nada mal, las casas eran un poco más grande y eso me decía que aquí la gente tenía un poco más de dinero.

Bajamos del vehículo, cerró el coche y empezamos andar a la casa de enfrente. Era más grande que la de mi tío, podía oír el murmullo de la música y risas. Al menos no era un fiestón, pero sí una pequeña reunión de amigos. Nicolette abrió una pequeña puerta que daba al jardín trasero, y tan pronto como entramos me topé con una piscina. Al lado de ésta, a unos cinco pasos o un poco más, divisé un jacuzzi, y justo a un lado un par de altavoces hacían sonar la música. Finalmente, no muy lejos de la piscina, había una mesa rectangular, y alrededor de ella se encontraban los amigos de mi prima, sentados en sus respectivas sillas.

Cuando nos vieron, nos saludaron, y Nicolette me presentó.

Seis personas, tres chicos y tres chicas, sin contar a mi acompañante. Y yo que pensaba que habría menos gente, pero no. La vergüenza me invadió tan pronto me senté en una de las sillas, y para mi sorpresa, Nicolette no se mantuvo a mi lado. Se sentó junto a una de las chicas, que ni siquiera recordaba el nombre. Podría ser la típica chica de ojos azules, pelo muy rubio, casi platino, piel blanca y sonrisa perfecta.

Le dijo algo en francés, que obviamente no entendí, y para aliviarme, Nicolette se dejó caer en la silla de mi derecha.

Bien, el chico del que te he hablado es su hermano, dice que llegará en unos minutos. Te encantará ¿En serio? Pero si ella no sabía mis gustos—. Ven, te voy a presentar a la dueña de la casa.

Había de admitir que ella estaba mucho más animada ahora. No entendía por qué eso me entristecía. Bueno sí, me planteaba el hecho de ser una chica aburrida, y eso podía ser cierto, cada vez que estábamos a solas el silencio se mantenía entre las dos. ¿Y si habíamos venido aquí para que ella pudiera entretenerse? Y claro, dejarme a mí en la estacada, maldita sea, ¿tan tonta estaba siendo? ¿Tan pesado era estar...?

Eva, esta es Raven desconecté por un momento de mis pensamientos y volví a la tierra, topándome con una hermosa chica frente a mis narices—. Raven, mi prima Eva.

Pelo completamente negro como la misma noche, largo y liso. Unos hermosos ojos marrones claros, con un toque de verde alrededor del iris. Piel clara, con unos labios rosados y tentadores. Me sonrió, mostrando unos dientes blancos y perfectos. Por un momento pensé que estaría en una casa de modelos, aunque recordando bien la cara de cada uno, no todos eran atractivos. Solo Nicolette, Raven y por la opinión de mi prima, el chico que iba a conocer. Pero eso último era lo de menos.

La famosa Eva, encantada de conocerte —aquel comentario no me lo esperaba. ¿Famosa, acaso Nicolette hablaba tanto de mí?

Lo mismo digo contesté con un poco de vergüenza, y más cuando la vi recorrerme de arriba abajo con sus ojos oscuros.

Bueno, Raven, quita esa cara de pervertida, ya le he pillado a Troy no sabía si se había olvidado de que yo seguía aquí y además estaban hablando en inglés.

¿Troy? No creo que sea su tipo —Sí, se habían olvidado de mí.

Miré a mi alrededor un tanto incómoda, aún seguíamos en al jardín trasero o patio, llámalo como quieras. Pero nos encontrábamos junto a unas escaleras, que daban a la casa de Raven.

Ahora me daba cuenta que estaban cocinando en una barbacoa. Esperaba comer todo. Volví a fijar mis ojos en la morena, quien aún seguía hablando con su amiga, pero yo desconecté de la conversación. Ahora mis ojos recorrían el cuerpo de Raven. Una camiseta de tirantes mostraban unas curvas que te dejaban sin aliento. Además, sus pantalones cortos dejaban a la vista unas piernas largas y perfectas.

Mira, ahí está Troy. Veremos si funciona lo que dices o no, pero te apuesto cualquier cosa a que yo tengo razón.

Lo último que escuché decir a mi prima. Después de eso las tres nos acercamos a la mesa. Nicolette me presentó al chico llamado Troy, y sí, era guapo. Alto de cuerpo atlético, profundo ojos verdes, pelo rubio hecho hacia atrás, sonrisa que a cualquier chica sacaría más de un suspiro, pero eso era todo. Vale, no todo para una de las amigas de Nicolette, pero para mí sí. Le saludé de un modo cordial y me senté en mi silla.

Por otro lado, vi a Raven con una sonrisa divertida en sus labios, mientras mi prima parecía estar sorprendida por lo que acababa de hacer, incluso el chico. ¿Qué, acaso debía babear por ver a un Dios griego o algo así? No era más que un chico, guapo, pero un chico a fin de cuentas.

¿No te gusta? me preguntó de repente mi prima, sentándose a mi lado con un semblante sorprendido.

Bueno, es guapo pero... —desvié mi mirada por unos instantes, topándome con Raven, quien me dedicó un guiño de un modo coqueto. Aquello sí que tuvo reacción. ¿Qué me estaba pasando?

¿Pero? insistió Nicolette.

Eh... Ya sabes, no creo que deba hacerle esto al chico que te hablé esta vez la mentira salió de un modo demasiado natural.

Está bien... —no parecía muy convencida, pero al haberlo dicho sin titubeos se lo creyó.

Por cierto, una pregunta, ¿por qué le dijiste a Raven que dejase de mirarme de ese modo? un modo que me puso de lo más nerviosa.

Bueno, ella... ella no está en nuestra acera, por decirlo de algún modo.

Media hora más tarde...

Por un momento creí que esta tarde iba a ser un desastre, pero no fue así. Raven se pasó la mayoría del tiempo conmigo, hablando de trivialidades, además noté que yo le estaba siguiendo un juego de miradas demasiado entretenido. Por otro lado, ignoré por completo al supuesto chico que debía darle mi completa atención, y Nicolette parecía no creerse la situación que había creado. Incluso sus amigos notaron lo que estaba ocurriendo.

Ahora vuelvo chicos, voy a traer los platos, ¿alguien me echa una mano? —silencio—. No os levantéis todos a la vez.

Todos sonreímos divertidos, y decidí ayudarla. Me levanté de la silla, y Raven captó el motivo. La seguí hasta entrar en su casa. Tan pronto cerró la puerta de cristal me encontré con una espaciosa cocina, a la par de lujosa. En ese preciso instante, observando todo curiosidad, sentí los dedos de Raven ceñirse alrededor de mi brazo, atrayéndome contra su cuerpo primero y luego contra la suavidad de su boca. Al principio no supe qué debía hacer, me había cogido con la guardia baja, pero entonces correspondí. Los movimientos de nuestros labios eran lentos pero firmes. Los míos me exigían que cubriera una necesidad que hasta ahora jamás supe que tenía. Y antes de poder contenerme la atraje con fuerza hacia mí, profundizando aún más nuestro beso. Sentí cómo mordía mi labio, pidiendo permiso para entrar, pero justo antes de acceder, un fuerte sonido, seguido de la brusca separación de Raven nos detuvo.

¡¿Qué coño crees que estás haciendo?! ¡Es mi prima, joder!

Continue Reading

You'll Also Like

Arcoiris By Danna

Short Story

41.3K 5.2K 17
«Blue es la tormenta. Katy es el arcoiris.» @ViolettDanna 2015 Nueva portada hecha por @CrownPrincessElena bajo la editorial @AstroEditorial. ¡Gracia...
4.2K 283 6
Comienzan las vacaciones y Twilight, junto a sus amigas Applejack y Rainbow Dash, vivirán el verano más loco de sus vidas. (Humanizado) Género: AU (U...
902K 47.1K 36
Melody Roberts es una chica muy sencilla, no es muy sociable y solo tiene una mejor amiga. Vive sola en un pequeño departamento, el cual debe de paga...
6.9K 778 9
Para la boda de Johnny y Ten, Taeyong había elaborado cuidadosamente un plan maestro de cinco etapas para que todo saliera a su favor. Su horario, at...