22 de Julio de 2013.
Leo la revista que tengo en mis manos, me rio cuando veo una foto mía junto a Colín desde hace dos días, desde el festival de música. Hay una pequeña nota sobre nosotros, sobre la propuesta de Colín.
Él estaba muy feliz cuando dijo esas palabras hacia su prometida, puedo jurar que ellos dos se aman y no están fingiendo una relación como muchos dicen. Colín ama a su novia y estoy muy feliz de que él haya encontrado el amor. Esas fueron las palabras de una fan cuando termino el concierto. Al parecer nuestro querido Findlay ha encontrado el amor y no solo eso, si no también la felicidad. Me alegro por él y muchas felicidades Whitney, te has llevado al mejor de los hombres.
Sonrió, se que es así.
- ¿Que lees? -me pregunta Colín Al entrar en la cocina.
-Algo sobre nosotros -Le muestro la revista-, estas muy enamorado.
Colín ríe y asiente.
-Sabes que te quiero mucho.
-Te quiero, Colín -digo.
Colín me mira, sus ojos verdes brillan al sonreírme, no se si darle una sonrisa o un beso. Nunca antes pensé sentirme así, sentir esto por un hombre, aparte de Jesse.
Jesse, a veces pienso que él se alejó por que ya no me queria o simplemente por cobardía, sea por el cual se fue sin decirme el motivo él actuó de forma egoísta. Yo no necesitaba a nadie así en mi vida, aunque a veces lo extraño. Jesse fue un buen amigo, siempre me hacia sonreír y reír cuando yo estaba mal y no quería acercarme a nadie.
Siento un dedo en mi barbilla, alzó la cabeza para encontrarme con Colín. Me sonríe, yo le sonrió.
- ¿Qué pasa? -me pregunta.
Quiero decirle sobre Jesse pero siempre va ver algunas cosas que no necesitas decirle a nadie, mucho menos a tu prometido. Hay secretos que nunca se deben de contar y yo tengo muchos de ellos.
-Nada, solo pensaba en que nombre ponerle a ella -mentí.
- ¿De verdad?
Asentí, él sonrio y dejo un beso casto en mis labios. Como siempre un hormigueo se extendió por mi piel, quería más de él.
- ¿Colín?
Colín se da la vuelta, me mira esperando a que me atreva decirle lo que pienso. Me levanto y corro hacia él, me cuelgo de su cuello y lo beso. No se de donde me ha salido estas ganas de hacerlo, de querer que me mire como siempre lo hace y que con un simple beso me recuerde y quizás sí, sea adicta a Colín Findlay.
-Yo te quiero más -susurro en sus labios.
24 de Julio de 2013.
Ayudo a Colín preparar su maleta, estamos en su apartamento , cosa que ya no es extraño para mi. Al parecer estoy más familiarizada con este piso qué el de mi casa y no me quejo, tengo una pequeña obsesión con dormir con Colín y estos días sin él se me harán una eternidad.
Dios, ¿por qué tuve qué enamorarme de un cantante?
Al parecer el manager, un tipo qué no conozco, hizo varias citas De entrevistas para promocionar el nuevo single de Colín, y este como un buen samaritano dijo que esta bien. No se por que me molesto sí sé que este es su trabajo, él lo disfruta y nunca lo pondría a que eligiera entre su profesión y yo. No soy de esas mujeres.
Colín cierra la maleta, se gira hacia mi. Toma mis manos, hace qué lo mire a los ojos y veo como estos están tristes.
Recuérdame por que no iré, Whitney.
Suspiro.
-Te voy a extrañar -susurro, no queriendo gritar ni derramar lágrimas.
Colín lleva una de sus manos a mi mejilla, me acaricia y sonríe.
-Yo mas, cielo -dice, sus palabras parecen ser sinceras -. No llores, pronto estaremos juntos. Sabes que si fuera por mi, te llevaría.
-Lo se -siento como el nudo en mi garganta se hace más grande, más difícil de ignorar. Muerdo mis labios, no voy a llorar.
-Te quiero, ¿lo sabes, verdad?
Asiento, no puedo hablar. No quiero llorar enfrente de él, él suelta nuestras manos para abrazarme con fuerza. Sus brazos me rodean la cintura, esconde su rostro en mi cuello y yo hago lo mismo, lo abrazo con fuerza. No quiero que se vaya.
Estoy siendo infantil.
-Esto sera muy difícil para nosotros dos.
-Mucho.
-Vamos a hablar siempre por teléfono.
-Lo sé.
-Te mandare cosas, si quieres te escribo cartas.
-Hazlo.
-No quiero dejarte, Whitney.
-No lo harás porque tu corazón sé quedara aquí, conmigo.
-Hasta que dé mi último respiro.
Aspiro una bocanada de aire, imaginarme una vida sin Colín seria como imaginarme una vida sin sonrisas, sin color. No, mi vida sin Colín es tan vacía y triste.
-No digas eso -susurro, siento como las lágrimas empiezan a caer. Me aferro mas a él. -Me parte el alma saber que te perderé algún día.
Colín se aparta de mi, grupo porque estaba muy cómoda y por miedo de que él en verdad ya no vuelva a mi vida.
-Es verdad, te voy a querer hasta el último día de mi vida porqué para mi siempre seras la única. Siempre seras tú, no importa que, yo siempre te voy a querer.
-Pero no hasta que tu corazón deje de latir, porqué te puedes ir así sin más y no quiero pensar lo que pudo haber sido. Prométeme qué no te morirás, Colín.
Colín me mira, sus labios se extiende dándome una de sus mejores sonrisas.
-Solamente a ti se te ocurre hacer una promesa como esas -dice, me extiende su dedo meñique para cruzarlo con él mío. -. Prometo no morir hoy, mañana o algún día sí no es contigo.
Sonrió.
-Con eso ya te puedes ir -digo, sintiéndome un poco mejor.
Aunque en mi interior sabía que él no podía detener su muerte, sabia que si algún día le pasaba algo a Colín que cobrará con si vida, ese día yo igual moriría. Y es que se que es pesimista pensar sobre la muerte pero se que esta no descansa, cada día muere alguien sin decirle a la persona que quiere lo mucho que la ama.
Y si un día perdía a Colín, siempre lo llevaría en mi corazón, para toda una eternidad.
28 de Julio de 2013.
Estoy haciendo galletas como una loca en la casa de mi madre, estoy enloqueciendo al no ver a Colín y eso que solo ha pasado cuatros días, aun cuando yo hablo con él por teléfono, no me gusta estar lejos de él.
Mierda, tranquilizate.
Dejo la bandeja en la mesa, me apoyo en el mesón y respiro. Sabia que no debería estresarme por el bebé, que debía pensar y estar calmada pero es que teniendo a Colín lejos era como tenerme privada de estar con él.
Si, en los últimos días parecía tener una obsesión con Colín, su cuerpo y sus labios.
Mierda.
Respira profundo, Whit.
- ¿Sigues en casa, Whitney? -escucho el grito de mi madre, la puerta cerrarse para luego escuchar sus pasos.
Otra cosa que me ha tenido un poco fuera de quicio era mi madre, al parecer sé estaba viendo con alguien pero no quería decirme con quien, lo cual me frustraba mucho.
- ¡En la cocina, mamá! -grito en respuesta.
Veo el cuerpo de mi madre caminar sin dificultad, llevar en la mano su maletín y en su hombro el bolso. Me da una media sonrisa, cómo disculpa. ¿De que se disculpa?
Mi mirada se posa en el intruso de atrás, mi padre sé ve mas viejo de lo que recuerdo. Su cabello negro se estaba empezando a poner blanco, tenia arrugas en las esquinas de sus ojos y sus labios lucían agrietados pero sus ojos, esos lucían tristes y arrepentidos. Al parecer Jared Brand estaba ansioso y atormentado por algo más.
-Hola hija -me saluda, da un paso hacia mi pero yo no le hago caso. Me doy la vuelta y empiezo a ver mis galletas, esas qué puse en el horno antes de que ellos vinieran.
Mi espalda duele por el peso extra, mis pies están hinchados y mis manos están sucias por estar cocinando. Aparte de que estoy sensible y le juntamos que el hombre que creía mi padre esta aquí, queriendo hablar conmigo es lo peor.
-Whitney tu padre vino hablar contigo, por lo menos puedes fingir que estas bien con eso -dice mi madre, dándome un regaño.
No quiero verlo, no quiero verlo.
-Necesito hablar contigo, hija.
Me volteo, enfrentó a mi padre cara a cara. Él esta ahí mirándome con sus ojos mieles, igual a los míos.
-No me llames hija, tu hija se murió hace mucho tiempo atrás -Le grito, estoy consciente de que estoy temblando y que me estoy alterando más de lo debido pero no puedo controlarme. No ahora. -. ¿Quieres que te lo recuerde? Tú mataste a tu propia hija, tú té fuiste dejándola sola y haciendo de todo para sobrevivir así que no, no soy tu hija.
-Se que hice mal al dejarte, no sabia como reaccionar ante lo que paso, Whitney -camina hacia a mi, su rostro sé arruga más de lo debido. -. Nunca quise dejarte, pero lo hice porque a veces los adultos cometemos errores y no queremos aceptar que somos cobardes.
Mi padre levanta su mano para acariciar mi mejilla empapada, llena de lágrimas innecesarias que han estado cayendo durante mi griterío. Pero aun cuando se que todos cometemos errores, yo no quiero perdonarlo. No ahora, no quiero que me toque o me mire, no quiero recordar como se fue.
Me alejo de él, Jared me mira triste y algo dolido, pero debe entender qué yo no puedo perdonar asi de la nada. Primero tengo que sanar esa herida antes de poder decir, te perdono.
-Lo siento, Jared -digo, paso por su lado y salgo de la cocina con la mirada atenta de mi madre en mi.
No subo a mi habitación, mucho menos me quedo en casa. Hago lo que siempre hago cuando estoy mal, conduzco hacia alguna parte que me relaje pero ahora solo quiero tener a Colín a mi lado.
¿Por qué debe de estar tan lejos?
{...}
Estoy en el apartamento de Colín, en su cama siendo más específico y abrazándome a su almohada qué tiene su olor. Estoy llorando, quiero gritar y decirle a alguien como me siento pero al único que confío esta lejos de mí y yo no le voy hablar a Jesse.
¿Por qué ahora que estoy siendo feliz viene él a arruinarme?
En buena hora viene Jared arruinarme la vida, primero me abandona por otra mujer y ahora regresa a pedirme perdón. ¿Por qué mi mamá lo dejo entrar? Yo le hubiera cerrado la puerta en la cara.
Suspiro, me abrazo mas a la almohada de Colín. Nunca deseé tanto tenerlo cerca de mi, cómo quisiera que él esté aquí.
Me levanto de la cama, arreglo mí ropa y camino pero antes de abrir la puerta, esta se abre. Abro los ojos al ver que del otro lado esta Zeev mirándome con arrogancia y ahora veo una sombra de maldad en su rostro. ¿Por qué hace esto?
-Hola Whitney, ¿pensaste qué te libraste de mi?
Doy un paso para atrás, error. Le permito entrar a la habitación, él cierra la puerta y la simple idea de él a solas conmigo me da escalofríos. Tengo que salir de aquí.
- ¿Qué haces aquí? -Le pregunto, tengo miedo y mi voz por un momento se tiñe pero puedo controlarlo.
-Por ti, te quiero de regreso conmigo.
-Eso ya no puede ser.
Otro paso más.
-Me casaré.
Se detiene. Palmeó hasta dar con algo duro y pesado con lo cual me pueda defender. Cierro sin que se de cuenta de que he abierto el mueble donde me estoy apoyando mi cuerpo.
-No te puedes casar, Whitney -dice, vuelve en si. Sus ojos verdes pálidos me miran y ahora me pregunto, ¿por que dure tanto con él?
-Zeev...
Zeev se acerca a mi, fue rápido qué no me doy cuenta cuando toma de mi cuello y me besa. Cierro mis labios, trato alejarlo de mi pero él utiliza su fuerza en mí que no puedo moverme. Recuerdos de yo siendo abusada a los nueve años vienen a mi mente, su mano acariciando mí pierna y luego subiendo, sus besos forzados. Todo viene a mi, me siento usada, sucia y teniendo a Zeev encima mio no ayuda.
Gimo de dolor al sentir sus dientes en mi labio inferior, las lágrimas se derraman en mi rostro mientras Zeev acaricia y me besa a la fuerza.
¿En serio voy a dejar que abuse de mí?
-No voy a dejar -Lo tiro con fuerza provocando qué caiga al suelo. -. No dejare qué abuses de mi.
Corro hacia la puerta pero Zeev me agarra, caigo al piso golpeando mi vientre y mi cabeza con un mueble. Lo último qué veo es a Zeev sonreír y luego la voz de alguien gritar mi nombre.
Hola, lindas criaturas de planeta tierra. ¿Como están? Yo estoy bien, creo xd
Espero que les guste el capítulo, la razón por la cual no subí ayer fue porque salí con mi mejor amiga y se me hizo tarde. Lo siento pero solo les pido una disculpa aunque creo que tardaré en subir, las clases ya se aproximan y no quiero reprobar ninguna materia.
¿Que parte les gusta ?
¿Colín dejando sola a Whitney?
Ahora es el tiempo del drama en esta historia. Comenten como se imaginan el siguiente capítulo, comente quien fue que grita su nombre y la que se aproxime le dedico un capítulo.
Si hay muchos comentarios, tal vez le suba otro capítulo hoy. Voten.
Besos y les mando un fuerte abrazo.
Avy.