POV SOFÍA
Comencé a pegar al saco más fuerte, descargando toda la ira que tenía dentro. Tenia que haberle matado y lo hibiera hecho si no fuera por la estúpida.....promesa.
- Hijo...de..puta- el saco se descolgó por el ultimo golpe.
Ya era el tercero que rompía, pero me daba igual. Cogí otro y lo colgué, seguí pegandolo con fuerza, imaginándome que era Cedrik.
Cuando se me vino su estúpida sonrisa junto con los comentarios que dijo de Morgan, le pegue con toda mi fuerza. Mi puño traspasó la tela del saco, quedando dentro de este. Al sacarlo la arena comenzó a caer poco a poco.
- Vaya...no quisiera ser ese saco- escuche.
Me giré para encontrar me con Laura apoyada en el borde de la puerta.
- ¿Qué te han hecho?- preguntó.
- Cedrik, es un imbecil- ella sonrio.
- Pues menos mal que no lo tenias enfrente, si no...- miro el saco.
- Tenia que haberle matado cuando tuve la oportunidad- la mire.
- ¿Ha hecho algo tan malo?- asentí.
- Le ha tocado el culo a Morgan esta mañana, a parte de sus comentarios- dije, aun molesta.
- ¿Y no estamos celebrando un funeral? ¿Por qué?- se acerco a mi.
- Por qué soy tonta y le prometi a Morgan no matar a nadie- suspiré.
- Pero él no es nadie- se cruzó de brazos.
- Eso le dije yo- cogí el saco y lo descolgue.
- Espera, ¿estas cogiendo los sacos? ¿Así, sin más?- asenti- Sofia eso pesa unos 70 kilos o más- abrió sus ojos con sorpresa.
- No pesa nada- lo tire al suelo, junto con los otros.
- Vale, hablaremos de esto luego...sígueme contando lo de Cedrik- me volvió a mirar.
- No hay mucho más, es un cerdo asqueroso que intenta provocarme, cosa que consigue, y se mete con mi novia- agarre un disco del suelo y lo coloque en la barra.
- Ya lo veo...¿y decirse lo a tu tío no es una opción no?- la mire mal, sabía como estaban las cosas con él- Vale, opcion descartada, pero a tu suegro si- se acerco a mi de nuevo.
- ¿Para que?- pregunte, colocandome en la máquina.
- Bueno, estamos hablado de su hija, no creo que que guste saber que ese tio la manosea- dijo seria.
Deje la barra con fuerza al escucharla decir aquello, porque la rabia que había disminuido floreció de nuevo al pensar en cómo fue.
- Vale, me tenia que haber callado, perdon- me miró- Mira, en otras circunstancias te diría si quieres tener sexo, para descargar y todo eso, pero ahora lo único que te puedo ofrecer es un abrazo-
La mire, ella se puso delante mía y abrió sus brazos.
- Ven- ordenó- Hace mucho que no me das un abrazo- sonrió.
- Entonces esto es una excusa- alce una ceja.
- Si y no, tu callate y dame el puñeteros abrazo anda- movió su mano, indicando que viniera.
Me levante despacio y me acerque a ella. Deje que sus brazos rodearan mi cuello, yo apoye mi barbilla sobre su hombro.
- ¿A que se siente bien dejarse querer de vez en cuando?- comenzó a hacer círculos con su mano sobre mi espalda.
Se sentía genial, lo admito, pero era por ese pequeño masaje que estaba recibiendo.
- Nunca e estado de vacaciones- susurre- No desde que murieron mis padres-
- ¿Y por qué no te coges unas? Estas muy tensa, tienes mucho encima- se separó para mirarme.
- Por eso, porque tengo mucho encima, quiero quitarme lo- cerré mis ojos, dejándome llevar un poco por esa sensación de tranquilidad.
- Entonces encontremos le, manda les a dormir y vayamos a las Maldivas o algo- dijo animada.
- ¿Las Maldivas? ¿Ahí quieres ir?- asintió.
- A tomar el sol y muchos cócteles- respondió.
La mire feliz, me alegraba tenerla aquí conmigo.
- Te...quiero- susurre.
- Perdona, ¿que has dicho?- puso su manos tras la oreja.
- Me has escuchado- dije con una sonrisa.
- No, creo que no, repite lo- sacó su teléfono y dio a la grabadora- Ahora-
- Idiota, que te quiero- dije.
Ella sonrio, un brillo se puso en sus ojos. Se que se lo decía poco y a ella le encantaba escucharlo.
- Yo tambien te quiero cabezona- volvió a abrazarme.
Esta vez lo hizo con más fuerza, yo sonreí, me había contagiado su ánimo.
- Ugh, estas sudada- se apartó, levantado las manos.
- ¿No querías abrazos? Ven, dame mas- me acerque a ella.
- Ni de coña, alejate- retrocedió.
- Ven, anda, no seas asi- seguí acercándome.
Ella salió corriendo y yo fui detrás, no se si era yo o no, pero la atrape en seguida, era como si se moviera más lento ante mis ojos.
- Vale, voy a hacerte unos test, esto ya es alucinante- me miró.
- Coincido- dije mirando la.
Las dos salimos del gimnasio y fuimos a casa. Me hizo una analítica y un electro. Todo parecía estar bien, no había nada fuera de lo común.
- Pasamos con las pruebas físicas- dijo con su tablet en la mano.
Me colocó más claves sobre mi cuerpo antes de subir a la cinta. Espere a que me diera el visto bueno para subir, uno vez lo hizo comencé a andar. Poco a poco fui subiendo la velocidad hasta que comencé a correr.
Me pareció que iba despacio así que subí la velocidad al catorce.
- ¿Eso no es muy rápido?- Le escuche preguntar a Noah.
- No, de normal no, ahora siento que estoy yendo despacio- dije.
Ni si quiera tenia la respiración agitada, de normal esto me tendría algo alterada.
- El pulso está bien, un poco elevado, pero no demasiado- dijo Laura, mirando su tablet- Súbelo un poco más si puedes- asentí.
La velocidad aumento y ahora si notaba el esfuerzo.
- Vale, a aumentado un poco el pulso- comento- ¿Estas bien?- asentí.
- Creo que puedo con más- lo dos se miraron algo inseguros.
- Adelante- dijeron.
Subí la velocidad hasta veinte y me mantuve ahí. Me concentre en correr y, por unos segundos, sentí como si la pequeña hoja que estaba en el suelo se movía más lenta.
- Ahora si ha subido mas- la escuche decir- A ver cuanto aguatas-
Corrí en la cinta hasta que me canse y no pude más. No sé cuanto tiempo fue, me centré tanto que perdí la noción de tiempo. Pare la máquina y me baje. Vi la mirada que compartieron.
- ¿Qué pasa?- pregunte un poco agitada.
- ¿Sabes cuanto has estado corriendo?- alce mis hombros.
- Dos horas y media- dijo Laura.
- Sofia, es una locura eso, cualquier otra persona hubiera caído desmayada- añadió Noah.
- Creo que ya está haciendo efecto el suero- comenté.
- ¿Te sientes distinta?- preguntó Laura.
- Si un poco- respondí.
Por el rabillo del ojo vi como algo se acercaba a mi despacio. Estiré mi brazo y lo atrape antes de que pudiera darme.
Mire la pelota que Noah acababa de lanzarme mientras no miraba.
- Vale, eso ha sido una pasada- dijo asombrado.
- A este paso te voy a pedir que trepes por las paredes- comento Laura, igual de sorprendida de este.
- ¿Enserio?- pregunte con ironía, ellos asintieron.
- ¿Que más podrás hacer?- dijeron en alto.
Y con eso me pase toda la tarde haciendo pruebas de todo tipo. Yo no me sentía mal, para mi todo estaba...normal, quitando el hecho de que podía levantar el doble de peso, o correr mucho más rápido que antes, mis reflejos y mi oído eran mucho más agudos...pero por el resto, me sentía bien, mejor que nunca.
Era casi de noche cuando terminamos con todas las pruebas. Cogí y teléfono y mire los ocho mensajes de Morgan. Todos eran para saber como estaba, aunque algunos eran de regaño por haber desaparecido.
Decidí darme una ducha e ir a verla, tenía ganas de verla, muchas. Subí a la moto y conduje hasta su casa. Me abrieron sin problema. Aparqué y fui a la parte izquierda de la casa, donde daba la ventana de su terraza. Como pasaba de ve a nadie simplemente iba a colarme, pero antes de hacer nada la escribí.
Segundos después abrió la puerta de su pequeña terraza y salió.
- ¿Que haces aquí?- preguntó con una sonrisa.
- Quería verte- respondí.
- ¿Sabes que hay una puerta verdad?- asentí.
- Pero no quiero cruzarme con nadie- ella rio- ¿Puedo subir?- se colocó el pelo tras la oreja.
Dios estaba hermosa incluso así, con ese pijama de dibujos y su moño desastroso.
- ¿Quien eres, Jacob?- preguntó, apoyando sus manos en la barandilla.
- ¿Y ese es....?- sabía de quien me hablaba, pero prefería fingir que no.
- ¿No te has visto Crepúsculo?- negué- Eso sí que es un delito amor-
- ¿Y tu me vas a arrestar?- pregunté con picardia.
- Sofia...- rio.
- No me importaría que me esposaras- sonreí.
- ¿No?- negué- Si subes de una pieza quizá me lo piense- apoyó su barbilla sobre sus manos.
- ¿Es un trato?- ella asintió, di unos pasos atrás.
Cogí un poco de carrerilla y salte, agarrándo me al sobresaliente del tejado que tenía abajo. Con las piernas me impulse hasta llegar a la tubería que subia. Escale un poco hasta llegar a la barandilla, me agarre y terminé por subir.
- Hola- dije con una sonrisa.
- Jacob- bromeó.
- Bella..- la tomé por la cintura y le di un beso.
Sonrio contra mis labios al mismo tiempo que rodeaba mi cuello con sus brazos.
- Si lo conoces...- susurro.
- No la he visto, pero Austine dio la chapa con la peli- la mire.
- Mm...entonces la tengo que a pintar en la lista- negué- Bien, entonces dime, ¿a qué has venido?-
- Te lo he dicho, a verte- mire sus labios.
No quería decir en voz alto que estaba un poco necesitada.
- ¿Me puedes mirar s los ojos?- negué.
- Tienes un cacao nuevo- comenté, esto no sabía cómo el de siempre- Me gusta-
Volví a besarla, esta vez con más ganas. Ella retrocedió hasta dentro de su cuarto, yo la seguí sin soltarnos.
- So..fia- dijo entre besos- Di..os..-
Cole mis manos por dentro de la camiseta del pijama, note la suavidad de su piel y, por lo bien que olía supuse que se había duchado.
- Espe..ra- se separó para mirarme- Jonah y Cedrik están tras la puerta- susurro.
- ¿Hablaste con tu padre de lo que el hizo?- ella negó.
- Lo haré- dijo.
- Perfecto, pues mientras tanto que nos escuche, a ver si así se entera de que eres mia- volvi a besarla.
Esta vez tome su rostro con un poco más de fuerza. Su jadeo se ahogo en mi boca. Sus manos subieron hasta mi cuello para volverme a empujar un poco.
Largue un suspiro, de verdad que esto me estaba matando.
- Ya está, solo quería comprobar algo- dijo con una sonrisa.
- ¿El que?- la mire.
- Lo necesitada que estabas- pego su cuerpo al mío.
Funci el ceño, ¿acaso ya lo sabía?
- ¿Laura te lo ha dicho?- asintió, soltado una pequeña risa.
- Decía que habías salido de casa desesperada y que el suero te estaba hormonando, pero no pensaba que tanto- dejó un beso en mis labios.
- Demasiado- sonreí.
Volví a besarla con deseo, me agaché un poco, agarre su culo y la subí, ella enrosco sus piernas alrededor de mi cintura. La apoye encima de su mesa tirando varias cosas en el proceso.
- ¿Todo bien Morgan?- pregunto Jonah tras la puerta.
- Si..si- dijo agitada.
Comencé a darle besos por el cuello, su perfume llegó a mis fosas nasales, era espectacular.
- So..lo...se me ha caído...algo- tomo mi rostro con sus manos y volvió a besarme- Te odio..- dijo con una sonrisa.
- Demuéstra me lo - susurre contra sus labios en un tono seductor.
Comenzó a quitarme la camiseta y, al ver mi torso desnudo se separó.
- Maddison tenia razón, este suero te hace ver más sexy- me miró a los ojos.
Junte de nuevos nuestros labios, sus manos pasaban por mi cuerpo mientras que las mías fueron a su culo. La empuje un poco hacia el borde de la mesa, despacio, puse una de mis manos por debajo de su pantalón corto, justo en su muslo. Comencé a subir poco a poco, siento la calidez de su piel contra la palma de mi mano. Al llegar casi por su cintura note la falta de ropa.
Morgan sonrió al ver como mi mano se paró.
- ¿No te gusta?- preguntó con un tono que me pareció lo más sexy del mundo.
- No, me encanta- la mire.
Sus pupilas estaban dilatas, sus labios hinchados y su respiración agitada, todo eso, para mi, era la perfección en persona.
Sonreí al pensar en todo aquello, nunca me había sentido tan feliz y completa con alguien.
- Te amo Morgan- ella sonrio de oreja o oreja.
- Te amo Sofia- tomó mi rostro con sus manos.
Volvimos a besarnos, pero esta vez sentí algo que di por perdido cuando murieron mis padres. Sentí esa sensación de poder empezar de nuevo, de tener una familia, de ser amada, me volví a sentir yo misma, esa Sofia de ocho años feliz, sin preocupaciones, me volví a sentir viva.
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