Camino por los pasillos llenos de gente hasta que llego al salón de historia.
Cruzo la puerta y todos me ven. La verdad es que el maquillaje de anoche se me habrá transformado en bolsas lilas debajo de los ojos, ni siquiera me he arreglado un poco ¿Quien quisiera arreglarse con esto de ir escapando de un lado a otro?
Me siento al lado de Amber, que desde que llegué me está mirando con cara atónita, en el pupitre tiene tirado sus libros.
— ¿Qué mierd* te ha pasado?— me pregunta con el tono que le combina perfectamente con su rostro.
—Los problemas me persiguen, eso pasa...— me tiro en el asiento como un ancla es soltada para atorarse en las profundidades.
Unos segundos después entra el profesor.
—Buenos días chicos— dice. Todos sueltan un "Buenos días" de mala gana—Hoy toca relato, no se preocupen.
Empezaron a alegrarse. Su mirada se posó en mí.
—Últimamente en las noches estas estudiando mucho ¿Cierto Ellie? Si no, ¿De qué serian esas ojeras?— sé que se quiere referir a preguntar si salgo todavía por las noches. Yo levanto los hombros en indiferencia.
—Empecemos:
"Erase una vez un niño campesino. Este niño era dulce y alegre, jugaba con su hermana mayor en el patio trasero de su hogar. Ella alejaba a su hermanito de sus padres mientras discutían, lo que sucedía muy a menudo.
Su padre era gran influencia en el castillo, ya que era el mejor amigo del rey, y quería gobernar en unos años más, quería tener poder. Ese objetivo cada vez se le veía más y más lejos, eso empezó a enloquecerlo, a tal punto que envenenó, ahorcó y apuñaló al rey, su mejor amigo, y sus hijos, ya que el rey le había dicho que si moría el cargo sedería a su familia. Él día en el que lo designarían a el rey, el ministro exigió que él no podía serlo, si no el hijo cuando fuera mayor, a menos que muriera.
El hombre se fue enojado pero agarró unas jeringas paralizantes al pasar por la enfermería.
Cuando llegó a su casa ya estaba atardeciendo. El hombre se agarró un cuchillo de la mesa y fue a la habitación de su esposa. Esta estaba leyendo un libro. Rápidamente le colocó la jeringa.
Fue al cuarto de su hija y la encerró con llave.
Lentamente, disfrutando de cada paso, fue acercándose a la última habitación que quedaba en el pasillo: la de su hijo. Cada segundo se escuchaba de fondo los sollozos de su esposa y los portazos de su hija.
Cuando llegó, el yacía en su cuna, riendo como siempre al ver a su padre. Él sostuvo con sus dos manos la hoja afilada y sonrió como psicópata.
Antes de clavársela, la hermana le golpeó con un utensilio de cocina muy fuerte en su nuca, lo que hizo que se desmayara.
La hermana huyó con su hermano y lo entregó a una familia de plebeyos, antes borrándole la poca memoria que tenía..."
Se quedó en silencio.
— ¿Y el final?— preguntó uno, todos empezaron a apoyar a quien preguntó.
—Aún no está trazado...— respondió con una leve sonrisa y cerrando suavemente los ojos.
Todos se fueron maldiciendo el final abierto o imaginándose que pasaría.
Voy en camino a la puerta cuando el profesor me detiene.
—Ellie, todavía no está trazado...—me dice.
—Ya lo sé, ya lo aclaró— le respondo y me suelta algo decepcionado.
En la puerta esta Toma esperándome. Amber se despide ya que tiene que ir a estudiar para un examen.
— ¿Por qué mierda acabo de escuchar que alguien después sería el rey, mataría a su padre y le daría dinero a su madre?— preguntó bromeando— A ya se... clase de relato ¿Con que otro cuento os ha engañado?— yo rio al instante al ver su reverencia y escuchar su habla sofisticada hacia mí.
—Un cuento medio traumatizante...— le digo medio entre risas— no creo que nadie tenga esa historia, ni la persona más desgraciada de este mundo.
Él levanta los hombros. Empezamos a caminar
—Lo que importa es que es buen tipo, después de todo, él me recogió del basural en el que me dejo esa vieja.
Yo me quedo en seco, me detengo y el solo avanza unos pasos y después para, y se da vuelta.
— ¿Él te recogió?— le pregunto incrédula.
—Al principio dude de él ya que recordaba esa cara muy bien...— hace unos minutos en pausa— pero después acepte, no tenía otra cosa que hacer, perdona...
— ¿Perdonar de qué? Solo me sorprendió un poco, obviamente habría hecho lo mismo...— él abrió un poco los ojos como si estuviera sorprendido.
Nos quedamos mirándonos, los pasillos ya estaban vacíos. Sentía una fuerza que quería que me uniera a él. Tenía su cara un poco más blanca.
—Sabes, a veces sigo extrañándolo, pienso que mi madre—pronunció la palabra con asco— ya tenía un amante antes de que mi padre muriera y solo quería deshacerse de nosotros lo antes posible, nunca le discutió de que era peligroso su nuevo trabajo, solo lo felicito y me prohibió hablar del tema. Pienso que sabía que iba a morir y a ella no le importó...— cerró sus puños con fuerza, de su ojo se escapó una pequeña lagrima de las muchas que retenían.
—Toma, yo...— no sabía que decir. Él se acerca y me abraza, agachándose un poco y escondiendo su cara en mi nuca. Yo le respondo rodeándolo fuerte con los brazos.
—Ellie, tu... tu eres— en eso paró de hablar. Se separó de mí y se limpió la lagrima con las mangas, luego sonrió—Ven, nos toca clase de poderes, tonta— esa última palabra me la pronuncia con cariño, no como una ofensa.
—Espera— le digo algo enojada— ¿A que vino toda esa bipolaridad?
El ríe.
—Olvida eso, solo vamos a clase— me responde con la misma sonrisa.
En el camino voy me eh dado cuenta de que actúa muy bien, finge que está bien cuando está desgarrándose por dentro. Espero que conmigo pueda desahogarse, liberarse.
En ese corto transcurso llegamos a la clase de poderes, cuando todos estábamos saliendo.
En eso nos encontramos con Josh y Connor.
— ¿Por qué han llegado tan tarde? Ya ha acabado— nos regaña Connor. Nosotros nos miramos y reímos.
En eso algo pequeño abraza la cintura de Josh, Aeryn.
— ¡Primo! ¡Cómprame algo de comer!— dice tiernamente.
—Bien— ella se pone a dar saltitos.
—Yo quiero descansar un poco más, me voy a la habitación— digo.
—Que floja eres— responde Connor con un tono de risa que acompaña Josh.
—Hoy tuve que derramarle agua en la cara para que despertara— dice entre risas.
—Y tu viste la venganza así que no jod*s— le digo previniéndolo.
En eso me voy al cuarto.
Cuando llego, salto hacia la gran cama de Toma, ocupo un gran lugar y quedo dormida.
No sé donde estoy, se ve todo negro, pero si escucho voces, de diferentes tonalidades, después me percato de que esa diferencia eran personas.
"Que patética eres" la voz de ese chico extraño "¿Así que tú también eras...?"Esa fue irreconocible "¿Sabes que sin ti hubiéramos...?" Toma... "Joder, ellie, me gustas..." Toma... "A veces sigo extrañándolo" Toma... esto me estaba alterando "Erase" la voz del profesor de historia se distorsionó y se convirtió en otra maliciosa, de esas que dejaban misterio "Una vez una niña, que nació entre monstros" el chico extraño.
Desperté agitada y sudando, estaba atardeciendo y la luz estaba apagada. Me levanté y la prendí. Me fui directamente a la cafetería.
**
En eso que voy yendo, veo que Toma, Amber, Connor, Josh, Aeryn y Alex están en la puerta de la entrada. Me acerco a ellos y veo que todos están con el ceño fruncido. En frente de ellos veo un chico con lentes, parecido a un cerebrito.
— ¿Qué está pasando?— pregunto confusa.
—Que te diga quien es...— dice Connor señalando a ese chico, él se acomoda los lentes.
— Soy Eliot, Eliot Baner, el hermano menor de Zoey...
HOLAAA!! como están?? jajaja la cosa se pone buena *-* yo lo se... tu lo sabes... el vagabundo de la esquina lo sabe... bue perdón, cuando tomo dos tazas de café con leche mas caramelos es como que... PUM! PUM! jaja. Hace no mas de unos días e editado los primeros capítulos para arreglar mi ortografía, ya que muchos me lo pedían jejeje. Bueno, espero que se cuiden, un abrazo grande y nos vemos en el próximo capitulo CHAO CHAO :D :D