Capitulo 8

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—Adiós— me dijo antes de que pudiera defenderme y me clavo algo filoso en mi costado, yo caí al suelo—Mi querida….

No escuché nada más, y mi vista se me hacía blanca, era el fin, ya había muerto.

Estaba debajo de un árbol en un patio de una casa hogareña. En mi alrededor tenía cubos y juguetes para bebes.

Escuché que dos personas estaban discutiendo dentro de aquella humilde casa.

— ¡No puedes matar a tantos elected solo para extraer su poder! ¡Mira! ¡Te estas volviendo loco!— oí gritar a un joven.

— ¡Lo hago para derrotar al gobierno!— dijo otra persona con una voz más gruesa, aparentaba ser mayor.

Seguían gritándose pero no entendía quiénes eran, y de que estaban discutiendo. La vista se me nublo.

Aparecí en una habitación de un bebe, en una cuna. Todo era de color rosa y había juguetes por doquier. No era tan tierno, ya que todas las luces estaban apagadas, y solo se veía la sombra de un hombre con un cuchillo.

— ¿Así que tú también eras elected eh?— dijo el hombre irónicamente.

Fue caminando despacio hacia mi dirección, cada paso levantando un poco más el cuchillo. No podía hacer nada, por lo visto yo era una pequeña criatura inofensiva.

Cuando llego hacia mí ya tenía el cuchillo en su posición para apuñalármelo. Todo se hizo negro.

— ¡No!— escuché gritar a alguien.

Desperté debajo de un árbol, en el parque que estaba al lado de aquella calle donde apareció ese hombre tan extraño.

Habían niños jugando con barriletes o las escondidas. Vi que en mi regazo había un libro abierto.*¿No me mato?*

Me levanté entrecerrando los ojos, ya que mi ojo gris me delataría y empecé a caminar hacia el instituto.

Era una cálida mañana, pero el tráfico para ir a trabajar no faltaba.

Después de un rato caminando en dirección contraria, me rendí. Busqué algo de dinero en mis bolsillos para tomarme un autobús.

Caminé hacia la parada. Tomé el autobús que iba a pasar cerca del instituto. Me senté un lugar de uno y empecé a mirar el paisaje que me daba la ventana. Poco a poco el autobús se iba llenando.

En una de la cuarta o quinta parada que hacia escuché por adelante personas que hablaban con el que manejaba.

—Somos policías venimos hacer una pequeña prueba de ADN.

Empecé a desesperarme, estaban buscando quien era medar y quién no.

Lo primero que hice fue subirme la remera que tenía debajo de la campera hacia mi nariz. Caminé, empujando a las personas que estaban paradas, hacia la parte de atrás de autobús y toque el timbre para que me abrieran las puertas y bajara.

—La gente que este tocando el timbre no podrá bajar ya que le haremos una pequeña prueba de ADN, podrá bajarse en la próxima parada— dijo por un parlante el conductor.

Me senté en una escalera para que no me vieran pero no funciono. Unos tipos vestidos con chalecos antibalas blancos venían hacia mí. Un hombre venia por delante de ellos, creo que era el jefe.

—Danos tu brazo, solo será una pequeña prueba para ver si estas infectado o no— me dijo el jefe. Yo parecía hombre ya que todo mi cabello lo había cubierto con la capucha.

Elected (Reescribiendo)Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα