Capítulo 20

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—Vaya, vaya, vaya... miren quien está aquí...

Trato de visualizar bien por el callejón tan corto. *¿Por qué no puedo ir y acompañar a mis amigas NO infectadas a su casa sin que se me arme algún pleito?*

Any, un gran grupo de zorras, y fieles seguidores de Any que hacen todo solo por tener unas horas con ella.

— ¡Con un par de corrientes!

Miro a Emma y Hanna: están estupefactas y temblorosas. Nunca habían visto a un medar tan de cerca. Emma temblaba más que Hanna, y tenía los ojos vidriosos, si pestañaba salían lágrimas.

—Sigamos chicas...

—Espérate...— Albert me tomo de la muñeca— nos entretengamos un poco— me mostró una sonrisa— ¿Así que no le has dicho a tus amiguitas corrientes que eres una infectada?

Miré a las chicas, Emma lloraba.

—No conozco a esas personas.

—Aaaw...— dijo Any irónicamente, acercándose a Emma, la agarró de la muñeca— la cobarde está llorando...

Todos entonaron una risa. Any lastimó a su presa haciéndole una cortada en la mano, Emma chilló.

— ¡Déjala en paz! ¡La cosa es conmigo no con ella! ¡Tú eres la cobarde al abusar de gente que es más débil que tú!— le grito.

— ¡No me grites eso o no veras nunca más a tu amiguita estúpida!— me amenazó— Mira tú ojo, resalta más que todos al estar furiosa, me das ternura... Albert quítale las muñequeras— unas zorras que estaban observando el espectáculo vinieron a sujetarme. Yo me resistí— ¿Qué pasaría... si dejo caer mi sangre... en su cortada?— me mira con una cara de orgullo.

Empezaron a quitarme las pulseras, yo cerré los ojos y lo único que pensaba es que no se vieran, que mágicamente desaparecieran...

Me las quitaron, sentía un frio aire en mis muñecas, nadie decía nada. Abrí los ojos y vi mi brazo: era increíble, creo que estaba haciendo ilusión inconscientemente. Traté de seguir pensando en eso.

En este mismo momento me suelto de una mano ya que las otras estaban distraídas, mirándome el brazo sin saber cómo desaparecieron mis marcas.

Le golpeo con la mano cerrada la cara de Albert lo más fuerte que puedo, creo que fui demasiado ya que saltaron dos dientes y comenzó a salirle sangre por la nariz y la boca. Me dirijo rápidamente a Any y le pateo el estómago. Haciendo que callera.

— ¡No se queden como estúpi*s, corran!— les digo a Emma y Hanna, que se quedaron peor con mi reacción. Empezaron a correr.

Yo me puse las muñequeras tranquilamente y tome del cuello de la camiseta a Any, ella me miró sin moverse, había escupido una cantidad de sangre que ya no era un golpe fuerte, sino que la paliza que le di llegaba a otro nivel. Le acerco su cara a la mía y la miro fijamente a los ojos, con odio.

—Si crees que esto es la venganza por lo que hiciste en este momento estas completamente equivocada, te ira mucho peor pero no te hablo de más golpes— le amenazo— más te valga que Emma no este infectada por que juro que te matare ¡Cobarde!— la suelto bruscamente y me voy corriendo.

Justo las alcanzo. Hanna está consolando a Emma.

Emma alza la cabeza y cambia su cara de tristeza a una de asombro.

— ¿¡No estas herida!?— viene corriendo y me abraza.

— ¿Enserio tú le diste esos golpes? No sabía que eras buena en eso...— me dice Hanna.

Elected (Reescribiendo)Where stories live. Discover now