Capítulo 28

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Los frágiles rayos del sol se asoman por los edificios y no puedo ver bien ya que me había acostumbrado mi visión para la oscuridad de la noche. Estoy sudada, cansada y sucia por sangre que ni siquiera es la mía. La imagen del cuerpo de las personas en las capsulas, Haydee, Aeryn, esto es insoportable. Pero más insoportable es lo demolida que estoy por dentro, como si no fuera humana, la culpa que siento por haber sido responsable de aquella muerte, por más que me repito que será una maldad menos en el mundo no puedo parar de pensar en eso, de las otras mil maneras que podría haber solucionado las cosas.

A cada paso mi cuerpo me pesa más. Lo bueno es que ya casi estoy llegando, pero no he pensado en algún plan para que no me vea la demás gente así, me cuesta pensar. Estoy concentrada en donde pongo mi pie y esforzándome por no perder el equilibrio ni cerrar los ojos.

Ya estoy en la puerta del instituto, entro un poco desorbitada. No hay mucha gente, es más, seguramente a esta hora todavía están durmiendo. Respiro profundo y, rechazando el gran deseo de tirarme en el suelo, voy hacia las habitaciones de los chicos.

Si llegaron con Haydee en sus brazos, estarán en el cuarto de Kenta, o por lo menos deseo eso ya que la habitación de él está más cerca que la mía.

**

Estoy enfrente de la puerta que comunica con las habitaciones de los chicos. Lo complicado es que escucho voces y pasos detrás de ella, seguramente está llena de gente que va de un lado a otro despertándose y arreglándose, tal vez pidiendo dinero u organizando algún acontecimiento.

Tendré que correr con todas mis fuerzas para que no distingan ni quien soy, ni la sangre, nada.

Me preparo y abro la puerta, empiezo a correr como si mi vida dependiese de eso.

Hay demasiada gente a mi alrededor que pasa demasiado rápido, mejor dicho, yo soy la que pasa rápido. Muchos dicen "¡Ey ten más cuidado!" "¡Fíjate por donde caminas!" "¡Casi me atropellas!" entre otros sinónimos. Cada vez que apoyo nuevamente un pie en el piso para seguir impulsándome hacia delante, mi rodilla se dobla más, tratando con todos sus esfuerzos de hacerme caer. Pero mis rodillas agotadas no me hacen tropezar, lo que me hace parar es un cuerpo. Cuando impacto contra el caigo al suelo, me froto la cabeza mientras tengo los ojos cerrados.

— ¿Qué demonios?— una voz femenina pero elegante suena, se me hace conocida. Abro los ojos y contemplo a Any con unos shorts demasiado apretados y una remera a tirantes con un escote que muestra demasiado, su dorado cabello recogido en una desordena trenza al costado y a su lado esta Albert, el súbdito de Any que me venció en esa pelea sin poderes con trampa.

Pronto, todos vinieron a ver a la persona que casi los habían atropellado. Se formó una rosca en mí alrededor, eso solo significaría una cosa, juego terminado. Ahora si estoy en graves problemas.

Any abrió un poco más sus ojos al ver la sangre y mi cara, todavía la tengo un poco cubierta por esa tela que sirvió de antifaz, pero mi cabello me delataba, como siempre. Me parece que estoy tomando en cuenta la posibilidad de raparme.

—Me parece que ahora te has metido en un nudo muy fuerte— dijo Albert con una sonrisa

—Mírenla ¿Jugando a los ninjas hasta tarde?— se burló Any.

—Pero tiene sangre y parece cansada ¿Estas bien?— dijo una chica del montón, empezaron los murmullos. Yo me levanté, fulminé a Any y Albert, los empuje como pude y huí.

Corro hasta que, después de doblar un par de veces, encuentro la habitación de Kenta. La golpeo bruscamente hasta que me abre Amber con cierto cuidado.

Elected (Reescribiendo)Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα