POV SOFIA
Metí las últimas maletas que quedaban en el coche. Las chicas se despidieron de sus padre, mientras tanto yo monte en el coche con Austin.
Vi a Charlie acercándose e inmediatamente subí la ventanilla. Estaba de buen humor y verle me bajaba todo el ánimo, aunque luego venía cierta anaranjada y se me pasaba todo.
El se dio media vuelta y las chicas entraron. Morgan, como era de esperar, se sentó de copiloto, mientras que Austin y Maddison fueron atrás.
Nos esperaban cinco horas de viaje en coche y de seguro me tocaría conducir las a mi. Me impresionó la facilidad que Austin tuvo de dormirse, solo llevabamos diez minutos en el coche y ya estaba roncando.
Puse un poco de música, bajo para no molestarle a él ni a Maddison, que también se durmió poco después. Eran tal para cual.
Morgan se mantuvo despierta la primera hora, se la paso dibujado, de vez en cuando miraba su dibujo. Era un bosque con animales, solo estaba en blanco y negro, pero ya tenía pinta de que iba a ser precioso.
Las siguientes dos horas me las pasé pensado sola, pues Morgan acabo durmiendo se también.
Pensé en todo lo que estaba pasado, pero sobre todo en mi tío, en que no tenía sentido su actitud y mucho menos lo del video, el fue quien nos lo dio.
¿También habría sido el quien lo edito? Porque si fue así había dos opciones, que les estuviera protegiendo de algo que yo no podía ver o que el fuera quien mandó matar a mis padres. La segunda opción era la que peor me caía, porque si es así, no tendría piedad, dejaría de ser mi familia.
Me quede barajando varias posibilidades hasta que me canse y decidí parar para poner gasolina y estirar las piernas.
Aproveche para coger algo de comer y llamar a Noah. El lo cogió enseguida.
- Hola, ¿que tal va el viaje?- preguntó feliz.
- Bien, te llamaba para saber si habías hecho aquello- respondí.
- Si, he desconectado vuestras ubicaciones reales y las he sustituido por otras direcciones, se supone que estáis rumbo a Nueva York, justo como cree Peter y Charlie- sonreí, adoraba a este chico.
- Te debo una Noah- mire al coche, aún seguían durmiendo, era impresionante.
- Tranquila jefa, lo que sea por ti- dijo tranquilo.
- Cuando llegue te aviso, gracias- con eso colgué.
Guarde mi teléfono y volví al coche. La chica estaba terminando de llegar el tanque de gasolina. Me miró y esbozó una sonrisa.
- Un coche muy bonito- comentó.
- Gracias- dije.
- De nada- retiró la manguera- Qué tengáis un buen viaje-
Asentí y entre al coche, deje la bolsa con comida detrás, justo en medio de los dos tortolitos. Me puse el cinturón y seguí con la ruta, solo nos quedaban dos horas y un poco para llegar.
Media hora después Austin comenzó a despertar se, estiró sus brazos y luego me miró.
- ¿Cuánto queda?- me miró.
- Hora y media o asi- respondí mirándole por el retrovisor.
- ¿Has comprado comida?- volvió a preguntar.
- La bolsa de tu lado tiene dulce y salado, también bebidas, pero ni se te ocurra tocar los ositos ni las lenguas de colores, ni los chicles, ni el nestie- dije seria.
- ¿Algo más?- preguntó con burla, yo negué- Un poco más y no puedo ni coger la bolsa- empezó a rebuscar dentro de ella.
Saco unos realices negros, eran sus favoritos, al verlos me miró y me sonrió.
- Te has acordado- dijo como un niño pequeño- Esto es que me quieres un poquito- se acero a mi con una sonrisa.
- Calla, que las vas a despertar- dije en un tono más bajo.
- No lo has negado- agitó su bolsa feliz- Yo tambien te quiero puñitos-
Le vi dejarse caer en su asiento, después cogió un regaliz y se lo comió feliz. Intente no sonreír, pero es que era estúpido y era inevitable.
Poco después, Maddison y Morgan comenzaron a moverse. Las dos se despertaron e hicieron la misma pregunta que Austin.
El se encargo de responderlas mientras seguía comiendo sus regalices. Maddi busco en la bolsa, sacó el nestie para su hermana y los ositos, luego cogió una coca cola para ella y unas chuches de fresas.
- Mis favoritas- dijo feliz- Te has acordado- me miró.
- Otra igual que Austin- suspiré.
- Muchas gracias- me dio una sonrisa y abrió su bolsa.
- ¿Quieres algo de comer?- preguntó Morgan.
Cogió la bolsa y se la puso en sus piernas. Después me miró y espero mi respuesta.
Me distraje un poco viendo lo guapa que estaba hasta despeinada.
- Las lenguas de colores- las busco dentro de la bolsa, segundos después las saco junto con los ositos.
- ¿Cómo sabes que me encantan?- me miró.
- Soy muy observadora, deberías saberlo a estas alturas- respondí con una sonrisa.
- Cierto- se hizo un moño y abrió ambas bolsas.
Saco una tira y me la acercó, estire mi cara y la cogí con la boca sin despegar la mirada de la carretera. Con mi mano la arranque y seguí conduciendo.
- Sube un poco la música- dijo Maddi.
Morgan giró la ruleta del volumen, haciendo que la canción sonará más alto.
- Me encanta esta canción- dijo Austin.
- ¿Eres fan de The Weekend?- preguntó Maddison.
- Y de Ariana Grande- respondió con energía- I saw you dancing in a crowded room- comenzó a cantar.
- O no, por ahí si que no paso, te prefiero dormido- dije mirándole, pero como era de esperar, no se calló.
Maddison se unió al él, cantando la canción al pie de la letra, esto comenzó a parecer un karaoke con estos dos.
Apoye mi bazo contra la ventanilla, mientras que con mi otra mano agarraba el volante. Deje salir un largo suspiro y mordi otro trozo de mi chuche.
De reojo mire a Morgan, la cual comía sus ositos con una sonrisa, no solo de felicidad, si no de risa por el show que estaban haciendo los de atrás. Se creian que estaban en un concierto o algo, hasta hicieron que sus puños fuera un micro.
Di gracias a que la canción se acabó, pero en cuanto volvió a sonar la siguiente y escuche la emoción de los de atrás, toda esa pequeña felicidad se me fue.
- Socorro- susurre para mi.
No era nada agradable para los oídos, ni entonan, ni cantan, gritan.
Juro que si no hibiera sido porque Morgan se unió a ellos, habría apagado la música, porqie verla hacer aquellos pequeños bailes o mirarme mientras cantaba algunas partes, fue lo que hizo este griterío más ameno.
Díez canciones más tarde pararon, aproveche para quitar su playlist y poner la mía. Necesitaba un poco de tranquilidad.
Maddi y Austin se pusieron a hablar y mostrarse cosas en el teléfono, mientras que yo disfrutaba de la canción que sonaba.
- Until i found you - dijo Morgan leyendo la pantalla con el ceño fruncido.
- Si vas a juzgar mis gustos te saco del coche- bromee.
Ella rió al mismo tiempo que negaba con la cabeza. Me miró por unos segundos y luego volvió su vista al paisaje.
Comencé a hacer el ritmo con mis dedos, dando golpes al volante, después me dio la vena y comencé a cantar por lo bajo, causado que esos ojos azules me miraran.
Sonrió en cuanto me escuchó y a mi, por alguna razón me dio vergüenza, así que pare.
- No, venga cantas bien- puso sus manos en mis brazos- Porfaa- suplicó.
Mire a los dos de atrás que también me miraron.
- Como grabes Austin te lanzó del coche en movimiento- le avise.
Los dos dejaron el teléfono a un lado y levantaron sus manos con una sonrisa.
- Te odio- susurre.
Tomé un poco de aire y canté la parte que venia, los tres me miraban atentamente, yo solo miraba la carretera para concentrarme en algo, aunque podía sentir sus miradas sobre mi.
Solo fueron unas cuantas frases, después pare y dejé que la canción fuera sola. Ellos aplaudieron como si esto hubiera sido un concierto.
- Cantas muy bien- dijo Maddison.
- Tiendas que haberla visto en una misión de Mónaco, se subió al escenario y comenzó a cantar, fue tan bonito que algunas personas lloraron, creo que tengo un video por...- le mire seria, no había necesidad de todo esto- No tengo nada, es broma- guardó su móvil.
Al final los dos siguieron a lo suyo mientras que Morgan no quitó suirada sobre mi.
- Nunca me dijiste que cantabas tan bien- sonrió.
- Porque nunca canto- respondí- Lo hacía con mi padre, desde entonces lo dejé-
- Menos para las misiones- comento.
- Fue más una obligación que por gusto- confese.
- Pues que sepas que, si Austin tiene el video, se lo pediré- dijo feliz.
- Ni de broma, te juro que no te hablo- intente ser seria, pero se me escapó una sonrisa.
- No serias capaz- me reto.
- No, no sería capaz- reí.
El trayecto siguió y, la hora y poco que nos quedaba, se me pasó volando. A medida que nos acercábamos a mi casa, me ponía un ponía nerviosa.
Logre verla nada más girar la esquina, era la primera vez que venía con alguien, ni siquiera con Charlie.
Saque la mano por la ventanilla y puse mi huella, las puertas se abrieron y metí el coche en el garaje. Salimos y cogimos nuestras maletas.
Fui a la puerta principal, seguía igual que hace años, se notaba que mantenían la casa justo como les pedí. Coloque mi mano en la ranura que tenía el escaner, la luz la escaneo y, segundos después un "click" se escucho, con el se abrió la puerta.
Antes de pasar pude notar la mano de Morgan entrelazarse con la mía, eso me animo a pasar más confiada. Termine de abrir la puerta y pase.
- Buenos días Lana- dije.
Las luces se encendieron y las persianas se levantaron.
- Bienvenida señorita Sofía- dijo ella.
- ¿Quien es Lana?- preguntó Austin.
- Soy un robot inteligente- respondió.
- Como mola...- dijo con una sonrisa.
Comencé a andar por todo el pasillo hasta llegar al salón, me quedé un poco ida al verlo, las imágenes de mis padres amenazan con salir, pero el apretón de Morgan me hizo volver a la realidad, ya no estaban.
- Las habitaciones están arriba, podéis coger la de mis...padres- dije con dificultad.
Ellos asintieron y subieron agarrados de la mano. Me giré para mirar a Morgan.
- Puedes subir a mi cuarto, haré algo de comer mientras, con cualquier cosa puedes pedírselo a Lana- ella me miró un poco preocupada.
- ¿Estas segura?- tomó mis manos y se acercó a mi.
- Si- respondí, regalándole una sonrisa.
- Vale, coloco esto, investigo tu cuarto y bajo a ayudarte- reí por lo segundo.
- ¿Investigar mi cuarto?- asintió con una sonrisa.
- No voy a perder esa oportunidad- se acercó, hasta que nuestras narices rozaron- Ni loca- dejó un beso en mis labios.
Cogió las maletas y la vi subir feliz las escaleras. Reí yo sola, fue como ver a un niño pequeño recibir un juguete.
- Lana, quiero que actives la protección de la casa, si pasa algo raro me avisas- dije en alto.
- Si, señorita Sofia- respondió.
Fui a la cocina, cogi comida de la nevera que, si no hubiera sido por el favor que le pedí a Lucrecia, la vecina de al lado, nos tendríamos para comer.
Se alegro de que le llamará, aunque fuera para pedirle que si podía comprar comida. Ella era muy amiga de mis padres, siempre me hacía regalos en mi cumpleaños o, cuando ellos no estaban, ella venía a cuidarme.
Luego me acercaría a darle las gracias en persona, así la saludare.
Comencé a preparar todo para poder comer y cuando ya estaba casi hecho, lo dejo a fuego lento y subí a ver a Morgan.
Al pasar por el pasillo vi la habitación de invitados abierta. Maddison y Austin estaban dentro colocando sus cosas. Pase de lago y fui a mi habitación.
La puerta estaba completamente abierta así que me quedé ahí, apoyada en el marco.
Estaba mirando todas las fotos que tenía colgadas en las paredes, la mayoría las sacaron mis padres, luego decidieron colgarlas todas.
Vi como tomó algunas en sus manos. Decidí acercarme y rodarla de la cintura por detrás. Apoye mi barbilla en su hombro y vi aquella foto.
- Ahí era un poco más pequeña, estábamos en la playa y acababa de romperle el castillo de arena a mi padre- ella rio- Me tire encima de él, en mi defensa diré que el empezó primero- dejó la foto donde estaba y se giro para mirarme.
Rodeó mi cuello con sus brazos y esbozó una sonrisa.
- Se me hace un poco raro ver estas fotos, parecías una niña tímida y callada y ahora....mirate- dijo feliz.
- ¿Y ahora que?- pregunte con curiosidad.
- Ahora eres una espía sexy......alta...fuerte, que no se calla nada- dijo con una tono seductor, al mismo tiempo que sus manos pasaban por mis brazos.
- Mhm....sigue, me gusta por donde va esto- la pegué más contra mi cuerpo.
- Inteligente....detallista...romantica, aunque te niegues a admitirlo- ambas reimos.
- Solo contigo- dije.
- Mmm....cuidado o voy a empezar a pensar que soy tu debilidad- bromeó.
- Lo eres Morgan- susurre, eso la pillo por sorpesa.
- ¿Lo soy?- preguntó.
- Si- respondí.
Ella sonrio a más no poder, creo que para ella significaba mucho escuchar eso.
Segundos después me besó y yo, felizmente, recibí ese beso.
- Señorita Sofía, ¿debería apagar la comida?- la voz de Lana apareció.
- Si, pofavor- me había distraído un poco.
Después de eso volví a besarla, esta vez la alce y le di una vuelta en el aire. Me sentía bien, feliz, me salió hacer eso.
- Que bien que estés animada- dijo feliz.
- Estoy feliz, contenta, no lo se- sonreí.
- Y a mi me encanta verte así, pero tengo hambre y por muy buenos que sean tus besos, no me van a llegar el estómago- apartó el pelo de mi cara y miró.
- Te perdono esto porque has dicho que mis besos son buenos- bormee.
Después la cogí en brazos, algo que la tomó pro sopresa.
- ¡Sofia!- dejó salir un pequeño gritó, seguido de una sonrisa- ¿Qué haces?- preguntó entre risas- Bajame- negué- Nos vamos a caer- siguió riendo.
- No seas gafe- la mire- Nunca te dejaría caer-
Ella me miró, un poco más seria esta vez, aproveche para aflojar un poco mi agarre y hacer como que iba caer. Su cara de susto fue un poema.
- ¡SOFIA!- grito del susto.
- Era una broma- reí a carcajadas.
- Idiota- me goleó en el brazo.
Seguí riendo hasta que llegamos a bajo y la deje en el suelo. Deje un beso en su mejilla y fui a la cocina.
- Gracias Lana- volvi a decir.
- De nada señorita- dijo.
Quite la comida del fuego, ya apagado y saqué los platos para servir la. Al abrir el armario de los vasos me quede perdida, agarre sus tazas y me quedé mirándolas, recordando aquellos desayunos.
Sentí los brazos de Morgan rodear mi cintura, haciendo que esos recuerdos se esfumaran.
- ¿En que piensas?- recostó su cabeza en mi espalda.
- En mis padres- respondí.
Ella se movió hasta quedar en frente mío para poder mirarme.
- ¿Eso es bueno?- lanzó otra pregunta.
- Si, eran recuerdos buenos- le sonreí.
- Entonces no tengo que preocuparme por distraerte con besos- comento.
- ¿Sabes que? Quizá no eran tan buenos- ella rio.
- Que lista eres- dijo con burla.
- No puedes soltar una cosa así y luego irte de rositas- me acerque a ella.
- "Ni pidis dicir ini cisi isi i irti de ñiñiiñ"- se burló con una sonrisa.
Se acerco a mi y besó mis labios. Aproveche aquel momento para rodear la con mis brazos.
Morgan se separó y me miró.
- No se si decirlo, pero tu casa es preciosa- dijo, amablemente.
- Comparada con la tuya la mia es una choza- ella rio.
- Lo creas o no, me gusta más esta, es más acogedora- comenco a mirar el lugar.
La mire embobada, cada ángulo era hermoso y, cuando sonreía, era como si todo mi alrededor desapareciera.
- Que rico huele todo esto- dijo Austin.
- Ya podías aprender- añadió Maddison.
Me separe un poco de Morgan para mirarles. Ellos se acercaron a la mesa y cogieron un plato de pasta. Cuando iba a sentarme también mi teléfono vibró.
Lo saque, solo para encontrarme con una llamada entrante de mi tío.
- Empezar sin mi, ahora vuelvo- fui al jardín.
Nada más salir descolgue la llamada.
- Hola, supongo que ya habéis llegado- suspiré, de verdad que no tenía ganas de hablar con él.
- Supones bien- conteste.
- Sofía, no me gusta estar asi contigo- se notaba cansado.
- Pues no te pongas en mi camino, eres la única familia que me queda y en vez de ayudarme y apoyarme, me pones trabas, me mientes y mandáis a Morgan para distraerme- dije con dolor- ¿Hace cuanto que lo sabéis?-
- Hace una semana, yo se lo dije- confesó.
- ¿Y por qué sigo trabajando aquí?- su silencio y la conexión llegó a mi cabeza.
Mire hacia la puerta del jardín, mirando a Morgan, que reía con el resto.
- La estáis usando para mantenerme aquí...- susurre.
- Sofía.. yo- le interrumpi.
- Dime que ella no lo sabe- solté molesta.
- No lo hace, su padre simplemente le dijo que te diera una oportunidad, ella no estaba muy contenta con tener otro guarda espaldas, cuando vio que entre vosotras había algo, él...- se calló.
- ¿El qué?- pregunté.
- El hablaba con ella sobre ti, lo hizo semanas antes de que llegarás- frunci mi ceño, estaba intentado entender todo esto.
- ¿Me estas diciendo que todo esto fue planeado?- dije con algo de miedo.
- Si y no, no sabíamos que os enamoraríais- respondió tranquilo.
- ¿Ella lo sabe?- volví a preguntar.
- No, no sabe nada y porfavor no- le interrumpi.
- Ni se te ocurra, no pienso mentir la, me mientes, me usas, la usáis a ella, ¿en que mierda nos estáis metiendo?- fue una pregunta más para mi que para él.
- Por eso mismo, porque no sabes donde te estás metiendo Sofia, intento protegerte- sonó a una amenaza más que un consejo.
- ¿De qué? ¿De qué me tienes que proteger tanto?- estaba desesperada por saber.
- No puedo decirte lo- susurro.
- Entonces apaña te las tu solo porque yo ya no puedo confiar en ti, esto se a acabado Charlie- colgué.
No me podía creer todo esto, sabía algo acerca de la muerte de mis padres y no quería decirme lo y, para colmo, me dice que había preparado todo esto con Morgan y que nos gustarnos había sido un golpe de suerte para su plan.
Era como si quisiera retener me aqui para algo, pero no sabía el que, aún.
Suspiré cansada, no habían pasado ni veinticuatro horas y ya estaba agotada. Me he alejado para no tener que lidiar con el y, hasta a quinientos kilómetros, lo tenía que seguir haciendo.
¿De verdad no podía tener algo fácil? Algo que no estuviera planeado, algo en el que terceras personas no estuvieran involucradas. Estaba cansada, ¿y lo peor? Morgan no lo sabia y me tocaba decirse lo a mi.
.........