La adrenalina es la que me mantiene de pie, salgo del coliseo bajo el murmullo del público, dos hombres me esperan en la puerta por la que antes entre y me indican que los siga, para Park no sería nada bueno matarme ni mucho menos montar un numerito cuando tiene a todos sus socios reunidos.
Una camioneta me esperaba a la entrada del lugar, cuando me abren la puerta puedo ver que mi hermano ya está en un asiento esperándome, así que solo me queda pensar la explicación que le daré a Zeth y a Nickolas, el niño me sonríe apenas me reconoce y se lanza a mis brazos, pero con cuidado lo separo de mi para que no se me pegue a la herida.
-Llévame al hospital más cerca, ahí voy a quedarme –ordeno al conductor y este obedece sin rechistar - ¿Cómo estás? –pregunto dirigiéndome al niño.
-Bien, emocionado, mamá me decía que tú me rescatarías –habla con emoción en su voz –y tenía razón, tengo tantas cosas que saber y que contarte...
-Podemos comenzar con nuestros nombres –digo deteniéndolo –Mucho gusto, soy Kaira Oconnor y tengo 27 casi 28 años.
-Y yo soy John Murphy –mi reacción es espontanea al escuchar el nombre y el niño suelta una carcajada –sí, yo no escogí mi nombre, lo eligió mi padre y tengo 11 años recién cumplidos.
-Pensé que eras más joven –continuo la plática tratando de distraerme.
-No, ya casi soy un adolescente –dice con orgullo –oye, ¿me vas a llevar contigo?
Su pregunta me deja desconcertada y me tomo unos segundos tratando de idear que decir, y en esos momentos puedo notar como sus ojos antes brillosos de emoción se van apagando, pero no puede quedarse conmigo y Zeth, sería muy peligroso para él, la única solución es Nickolas.
-Temo que no podrás quedarte conmigo –explico con honestidad, pero con la voz más suave que puedo, pero te quedarás con Nickolas, nuestro hermano, y sus dos hijos y su esposa –al decir eso él sonríe de una manera difícil de explicar.
Es lo último que digo, el continúa hablando de las expectativas que tiene y de lo que hará para que Nickolas lo quiera, pero yo estoy segura que no tiene que hacer absolutamente nada, John tiene la cara de mi madre y sus ojos, Nickolas no podría rechazar nada que se la recuerde y menos un hijo de ella, es demasiado sentimental para hacer eso.
Al llegar al hospital pido un celular y le marco inmediatamente a Zeth, quien se escucha cansadísimo y le digo en donde estoy, quedamos de acuerdo en que vendrá por mí, pero que no traerá a Nickolas, ya que medio le explico la situación y comprende rápidamente que para que reunamos a mis dos hermanos debe de ser en un ambiente más tranquilo, también le comento lo de las heridas y le pido que saque una cita con el doctor _"especial", después de eso colgamos.
Paso a un consultorio en donde me hacen el chequeo normal, pero me niego a ser atendida, y en menos de una hora hay un helicóptero esperándome en helipuerto del hospital, con ayuda de los médicos subo y me acuestan en la camilla que tenían preparada para mí, y durante el trayecto a la FMCE ellos se encargan de limpiar mi herida, muevo mi brazo y tomo la mano de mi hermanito quien tiembla de los nervios.
Al llevar al comando me bajan rápidamente y me llevan a la parte privada de los consultorios, en donde ya hay varios especialistas confiables que se encargarán de mí, entre ellos está Mark y su equipo de obstetricia, mientras que John se queda sentado con una enfermera a la cual le encargo su cuidado hasta que llegue mi prometido, después de eso inmediatamente me dirigen a un quirófano cuando me ven entrar todos se ponen en marcha, intentan dormirme, pero me niego rotundamente así que solo me ponen anestesia local para limpiarme y coserme las heridas. Mientras pasa todo eso el Mark se encarga de comenzar el chequeo para asegurarse que el bebé esté bien, con el ecógrafo revisa todo.
-El bebé está bien, escucha su corazón –dice y activa el sonido y el sentimiento que me embarga me pone los ojos llorosos casi de inmediato –todo está perfecto, por lo que puedo ver su tamaño es el ideal y su corazón se escucha rítmico, no hay nada de lo que te tengas que preocupar.
-Gracias –digo y él toma mi mano en señal de apoyo.
-Me marcho, entre menos estemos, menos posibilidades de infección hay –se despide de mí y apaga los equipos.
-Mark, por favor habla con Zeth explícale que todo está bien –le pido y él solo asiente y se sale del lugar.
No sé cuánto tiempo más pasa, ni en qué momento me quedo dormida, pero cuando me levanto ya estoy en un cuarto de recuperación y a mi lado está Zeth dormido, pero tomando mi mano y en un mueble está completamente dormido John, observo el reloj de la habitación y veo que son las 4 de la madrugada, así que ni hago el intento de moverme, solo cierro los ojos y vuelvo a dormir.
-Buenos días hermanita –dice John levantándome con su voz y energía infantil.
-Buenos días –le respondo y por fin siento el dolor en la espalda, por lo que mi tercera palabra del día es una maldición.
Hago el intento de moverme, pero Zeth me quita esa posibilidad tomándome de los hombros con cuidado, manteniéndome en mi lugar, después de eso me pregunta lo que pasó y me pongo a relatar todo desde el momento de mi rapto, mi pequeño hermano escucha asombrado y se le ilumina la mirada cuando les cuento lo del tigre, todo lo contrario, en el caso de Zeth que hace caras de preocupación y terror con cada parte de mi relato, al finalizar, mi prometido sale a tomar aire y a tratar de entender todo lo que le dije, así que aprovecho y nuevamente cierro los ojos, ya que verdaderamente me siento cansada, después el también aprovecha para contarme todo lo que sucedió desde mi captura y trata de convencerme de que hable con Nickolas pero continuo negándome, ya soy consiente de que si le marco el no va a dudar en venir a verme y lo mejor para los dos es que nos veamos en una situación más tranquila.
Ha pasado varias semanas desde que regresé, y todos se han encargado de mí, los cuidados que ya tenían sobre mí en la casa aumentaron, y Mark va cada dos días a revisar que todo esté perfecto, con el transcurrir de los días y el final de mi primer trimestre de embarazó la panza comienza a ser mucho más notoria, por lo que me cambio de ropa mil veces para la rueda de prensa que voy a tener a causa de mi candidatura, pero en todos obtengo el mismo resultado, el leve relieve en la parte baja del vientre, relieve que claro no es "normal" en una soldado que debería de entrenar todos los días y tener la mejor condición física posible, lo cual hace que me frustre cada vez más.
-No creo que debas seguirlo ocultando -dice Zeth mirándome desde la puerta, pero ante sus palabras solo hago una mueca y me dan ganas de mandarlo al carajo, ya que el no tiene nada que esconder con ese perfecto abdomen que se carga -te vez preciosa, ya es hora que lo contemos.
-No me siento lista -respondo evitando que sigua diciendo estupideces -cuando sea el momento lo diremos, pero mientras ayúdame a buscar que ponerme.
-Te tengo la solución para ello -Dice y estira la mano en mi dirección, mostrándome un porta trajes, creo que por primera vez en el día le sonrío mientras tomo el objeto de su mano, me acerco a la cama y sin perder el tiempo abro el porta trajes, quedando deslumbrada ante un traje color azul marino, el cual en las solapas tiene pedrería del mismo todo del saco -siempre he pensado que el azul es tu color.
Trato de no llorar, para no arruinar el maquillaje, así que solamente abrazo a Zeth rápidamente. La reunión de hoy no era algo que tenia planeado, pensé que Benedict se tocaría el corazón por mi situación y aplazaría la rueda de prensa, pero cuando me llamó para confirmar mi asistencia se pretexto para con cancelarla con "los Murphy nunca dejamos atrás nuestros compromisos, sin importar la razón" y pues no pude refutar nada ante ello.
-No tardes- me dice separándose de mi- hay una sorpresa abajo.
Me visto lo más rápido que puedo y me miro al espejo haciendo que mi estado de animo mejore de una manera sobrehumana, no hay signos de embarazo con esa ropa, la pedrería que tiene el saco hace que no sea perceptible el bulto de mi vientre, y el cabello que antes llevaba suelto ahora lo recojo en una coleta que remarca más mi cara, tomo un bolso a juego y me coloco las zapatillas. Bajo las escaleras con mucho cuidado y al final de ellas veo como Zeth que estaba pasando se queda petrificado al verme.
-Lo sé, me veo divina -dijo alzando los hombros.
-Que puedo decir, era lo mínimo que esperaba, tengo buenos gustos -responde con sarcasmo y no sé si ese buen gusto lo dice por mí o por el traje.
-No tientes tu suerte James -Lo amenazo y el como respuesta solo me abraza apretándome contra el, aprovechándose de mi sorpresa para darme un beso en el cuello -Mi amor, eres muy libidinoso, yo creo que debes de ir con un terapeuta sexual.
-No lo creo, me gusta este estilo de vida -responde mientras ataca mi cuello con más besos y sus manos se pasean por mi espalda baja.
-Sí, pero eso a mi me haría una maquina de procrear bebés y digamos que eso no es tanto de mi interés -respondo separándome de él -bueno, tu tenías algo que enseñarme, te sigo.
-Primero tienes que vendarte los ojos -dice y solo le alzo una ceja en señal de respuesta -o bueno, mejor salimos así.
Me toma de la mano, pero aún así insiste que cierre los ojos y lo hago solo para no matar la ilusión, escucho como abre la puerta principal y bajamos unos cuantos escalones, y es cuando por fin puedo abrir los ojos.
Mi bebé, mi bebé –grito al ver el auto parqueado en la entrada de la casa.
El auto Nemesis RR Black Ops edition, está enfrente de mí, salto de la emoción y Zeth estira las llaves en mi dirección, se las arrebato de la mano y camino rápidamente hasta la puerta del carro, siento un orgasmo cuando escucho que se abre, y el éxtasis cuando escucho el sonido del motor pro primera vez.
-Llegó hace un par de horas, pero no quería interrumpirte en tu encrucijada para encontrar e atuendo perfecto para hoy -dice el sujeto con el que me iba a casar.
-Si me hubieras entregado el saco desde hace rato, no hubiera tardado tanto en ver a mi bebé -lo recrimino.
Después de un rato de pelea innecesaria por fin agarramos camino para ir a la rueda de prensa, pero me siento verdaderamente desconectada de la situación, es como si todas mis respuestas las estuviera mecanizando, lo único que mi cuerpo siente es la mano de Zeth acariciando mi pierna. El camino lo hacemos el silencio ya que mis ánimos para entablar una conversación son nulos. Solamente quedan 3 semanas para que el concejo escoja al siguiente Coronel de Londres, son tres semanas para que anuncien mi victoria, y claramente en tres semanas ya no habrá forma de ocultar mi embarazo.
-Llegamos -dice Zeth mientras se estaciona en su lugar designado en la central.
Estas ruedas de prensa y eventos que forman parte de la postulación normalmente se hacen en hoteles o residencias, pero por seguridad para todos los postulantes en esta ocasión Benedict autorizó que cada postulante hiciera los eventos en la central a la que pertenece.
Continúo caminando, mientras idealizo todo lo que voy a hacer y ya que lo tengo claro, la rueda de prensa comienza y dedico casi dos horas a responder preguntas, algunas necesarias, otras no tanto, pero todas la respondo lo más diplomática que puedo ser, de vez en cuando puedo ver gestos de desaprobación de mi tío ante mis respuestas, pero al final le resto importancia, al culmino de las preguntas doy un breve discurso.
-La División de las Fuerzas Militares Casos Especiales comenzó después de la Segunda Gran Guerra y fue una división que en sus comienzos se mantuvo oculta del mundo, pero que por las mismas necesidades del mundo tuvo que salir a la luz, desde el comienzo de la FMCE todas las personas que han pertenecido a el se han encargado de mantener la paz en el mundo lo mejor que se ha podido, con la unión de casi todos los países y con ayuda de todos los Presidentes, Reyes o como se le mencione al jerarca de cada país, y también con la ayuda de todas las demás ramas que se encargan del cuidado de los ciudadanos. El asumir el rango de Coronel no es nada que se deba de tomar a la ligera y se que muchas personas no han de estar de acuerdo al notar mi edad, pero la FMCE nunca se ha caracterizado por fijarse en la edad para delegar rangos, si no en su carrera como militar, y mi carrera tiene mucho que decir, sé que mis contrincantes políticos también han de tener carreras intachables, así que lo único que queda es elegir lo mejor, no para un país, no para una persona, si no, para el mundo, muchas gracias.