Advertencia: el siguiente capítulo tiene material quepuede herir su sensibilidad, por favor tener precaución
❝Me encontraba sentado en el sofá de la sala de estar del antiguo apartamento de Jessi, donde ella había vivido con Lance un largo tiempo. Esperaba a la única persona quien vivía en este asqueroso lugar. No puedo creer que ella había vivido en esta mierda tan sucia y asquerosa. Entonces veo como Lance sale de lo que parece ser su habitación, él me mira con sorpresa sin entender porque me encontraba sentado en su sofá.
—¿Qué haces aquí? —preguntó confundido. Di un sonoro suspiro.
—Me has causado muchos problemas en estos los últimos días y no voy a permitir que tú y tu estúpido ego me fastidie los planes. Cada vez tus celos por Jess están empeorando—me levanto del sofá.
—¿A qué te refieres? —pregunta retrocediendo un poco.
—¿Cómo te lo explico? Oh... bueno... te voy a quitar la vida... te voy a matar... lo típico de mi vida y ¿sabes lo mejor de esto? —sonrío perversamente—Que lo voy a disfrutar y más cuando se trata de ti—saqué mi pistola con el silenciador puesto de mi chaqueta de cuero y le disparé en su rodilla derecha, él grito a todo pulmón por el dolor tan fuerte que sintió o al menos eso me imagino.
Lance había caído al suelo mientras se tomaba su rodilla y estaba prácticamente llorando. Caminé por el apartamento hasta llegar el comerlo, tomé una silla y caminé con ella hasta llegar donde Lance, quien todavía se encontraba en la sala tirado mientras se retorcía del dolor. Lo agarré por el cuello y lo senté en la silla.
Voy hacia el sofá donde había dejado unas cuerdas, entonces me vuelvo a acercar a Lance. Ato las cuerdas con fuerzas a sus manos con la silla y luego sus piernas dejándolo amordazado en la silla. Qué muerte más fácil para él.
—Ahora llega la mejor parte—digo atando la cuerda con las patas de la silla con fuerza para que no se resbalen. Hago varios nudos y miro el techo—Cuando era pequeño... mis amigos me consideraban callado... pero lo que no saben es que me pasaba todo el día torturando a animales hasta dejarlos sin vida... por ello disfruto tanto hacerles daño a las personas.
Teniendo un punto fijo en el techo, lanzo la punta de la cuerda por un tubo de metal que se encontraba en el techo y con mucha fuerza tiro de ella levantando la silla junto con Lance dejándolo de cabeza. Rápidamente ato la cuerda con la división de pared que había de la cocina y el comedor. No me quedaba mucho tiempo...
—Mucho mejor así ¿no crees? —digo ajustando más mis guantes.
—Llamaré a la policía, estás enfermo—dice en un lloriqueo—Esto no se va a quedar así. Tan pronto me bajes te irá muy mal.
—Te apuesto toda mi fortuna si lo logras hacer—digo mientras me vuelvo a dirigí a la cocina y tomo un cuchillo de la gran colección que este tenía en su cocina, luego tomo unas tijeras para cortar carne. Vuelvo a la sala de estar y sonrió al ver la linda imagen de Lance colgado del techo mientras es amordazado en una silla.
Me acerco a él y con mucho cuidado le corto con la tijera el pantalón de algodón que llevaba puesto dejándolo solo en bóxer.
—¿Qué estás haciendo? — pregunta horrorizado.
—Ya verás—ahora le corto el bóxer dejándolo completamente desnudo en la silla—Oh, pero mira nada más que tenemos aquí—me burlo mientras veo que llevaba una erección—¿Siempre se te erecta cuando te asustas? —digo mientras toco su pene... podre idiota.
—¡Déjame! ¡estás enfermo! —gritó desesperado—¡Iras a prisión por esto!
—Vamos a ver—tomo el cuchillo y sonríe—Un cuchillo muy afilado para alguien como tú, pero, en fin. Despídete de tu querido amigo personal, ya no volverás a verlo jamás—y ahí es cuando le corto el miembro de Lance a sangre fría.
—¡No! —gritó con más fuerza—Por favor... detente... ¿Qué quieres de mí? Por favor....
La sangre no tarda en salir, por lo que doy media vuelta y veo una colección de trofeos y medallas en un estante, me acerco a él y tomo una medalla de hierro puro, es puntiaguda, muy puntiaguda diría yo.
—Siempre he querido una de estas, pero se me daba mal el deporte—me puse frente de lo que quedaba de Lance, quien estaba agonizando del dolor—¿Sabes por qué maté a Lisa? Por puro antojo, porque simplemente entró en el momento donde no debió. Pensaba algo mejor como quemar la oficina de Jess, pero que te puedo decir. Ella apareció. Pero ¿sabes por qué te mataré a ti? Porque... porque siempre tenías que aparecer en los lugares que nadie te llamaba, ¿Por qué le haces la vida imposible a Jess? ¿No entiendes que solo soy yo quien puede hacer semejante cosa? Di algo antes de morir, perra...
—Dile a Jessi que la amo mucho... que me persone por todo lo que le he hecho pasar—dice débilmente mientras cerraba los ojos... oh el amor es tan enfermizo y asqueroso.
Miré la medalla de metal y con una sonrisa comencé a golpearle fuertemente en la cabeza, la sangre salpiquea toda la sala de estar, incluyéndome a mí. Podía sentir que con cada golpe la cabeza de Lance se rompía, el sonido de los golpes eran músicas para mis oídos.
Exhausto por haberme dado el gusto de matar a este estúpido, me senté en el sofá. Miré la erección que llevaba por debajo de mis pantalones y sonreí... quería tocarme mientras lo veía allí muerto, pero hacer aquello era como clavarme una sospecha segura. Luego de una hora fantaseando con tocarme mientras miraba al cuerpo sin vida de Lance me levanté del sofá.
Limpié cada cosa que podía usarse en mi contra, luego tomé todas las cosas con lo que lo había matado y lo entro en una bolsa. Miré nuevamente a Lance y algo se me ocurre... algo que dejará perturbada a Jessi Jones. ❞
Abrí los ojos después de haber despertado, Dylan no se encontraba en la cama, por lo me senté en la cama con la sabana cubriéndome. Miro la hora y pude darme cuenta de que falta unos 20 minutos para las 8 de la mañana. Me estiro y veo que Dylan acaba de salir del baño.
—Te has levantado temprano—digo con una sonrisa.
—Si, he salido a correr hace como una hora. Me estaba dando una ducha muy profunda... no te das cuenta cuando me levanto—dice sonriente.
—Tengo un sueño profundo... pero por alguna extraña razón siento que no había dormido contigo ayer en la noche... ¿te habías levantado?
—Si, no podía dormir después de lo que había hecho, pero te prometo que no pasará otra vez. Te prometo que intentaré controlarme cuando Lance me vuelva a provocar—dice quitándose la toalla que llevaba enrollada en su cintura.
—No te preocupes, Dylan. Lo entiendo—di un suspiro—Bueno, es hora de ir a trabajar.
Dylan y yo habíamos desayunado antes de irnos a trabajar, conversamos sobre como teníamos planear el día, luego llegué a la empresa, donde miraba mi celular sin despejar la miraba debido a que Dylan me llamaría. Entré a mi oficina y dejé mi celular sobre el escritorio, me siento en mi sillón giratorio y me acomodo con una sonrisa, de pronto Bart entra con algo en la mano. Este sonríe al verme sonreír.
—¿Sabes? La última vez que te vi así era cuando te casaste con Lance, ahora estás brillante, feliz, realmente te estás enamorando de Dylan, ¿No crees que debes decírselo? —Bart se sienta en la silla que está frente a mi escritorio.
—Bart, ¿tú crees? La verdad es que lo que está pasando entre los dos se está volviendo mucho más fuerte. Después de haber estado múltiples veces en su cama nos hemos querido más—digo con una sonrisa.
—Yo solo espero que él no sea un idiota y que te valore, sufriste mucho con Lance y al parecer creo que Dylan quiere algo serio contigo—dice animándome.
—Él solo quiere cogerme y nada más, Bart. Aunque vale la pena—di un suspiro con una sonrisa.
—Pero recuerda tener la mente positiva, a lo mejor te estás equivocando—sonrió.
Luego de que Bart saliera de mi oficina, me centré en terminar con el análisis del presupuesto que me había traído Bart hace un rato. Era una mañana como todos los días, pero en esta ocasión escucho que mi celular entona su melodía, lo tomo y veo que es Dylan quien me estaba llamando... sonreí llena de felicidad.
—¿No crees que este día es perfecto? —dice él desde el otro lado de la línea.
—Así parece y más cuando me estás llamando ¿Qué haces? —le pregunto juguetona.
—Estoy trabajando, pero... puedo hacer una pausa—noto como sonríe—¿Estarás muy ocupada esta noche?
—La verdad es que si—sonrió.
—Oh, ¿Dónde estarás? —pregunta con un tono celoso.
—Voy a salir contigo —le digo sonriendo.
—Oh, me has engañado—se ríe—Ya me iba a dar un ataque de celos— vi como entró Ariana con un ramo de flores y una caja decorada con un empaque de color rojo.
—Oh por Dios, Dylan, no debiste enviarme esas flores y él regalo—le digo encantada.
—Pero...—lo interrumpo de inmediato.
—Eres un amor—digo mientras Ariana me pasa la caja y el ramo de flores.
—Me ha llamado su abogado y me dice que Lance no se presentó a la cita que tenían previsto, intenté llamarlo, pero no me contesta. También llamé a su abogado y me dice que no ha recibido noticias de Lance desde ayer—dice Ariana mirándome.
—Bueno, llámalo en un rato. Ayer tuvimos un percance con Lance y se molestó al parecer—le digo a Ariana, ella asiente y sale de la oficina dejándome completamente sola—Las flores son divinas, oh y tiene una nota. Vamos a ver...
—Mmm, que conste que no es mío el regalo—refunfuñó.
—Pues debe de tratarse de mi admirador secreto—sonrió al ver la carta:
Lo que está en la caja es algo que te quitará todos tus problemas. Es algo muy raro. pero estoy seguro de que es lo mejor que te pueden dar en estos momentos... larga vida Lance.
—¿Qué hay en la caja? —pregunta Dylan.
—Vamos a ver—abro la caja y lo que veo es espantoso, grité fuertemente espantada por lo que contiene la caja.
—Jessi, ¿Estás bien? —preguntó, pero yo tiré mi celular junto con la caja al suelo.
Me levanto de un salto del sillón y salgo corriendo de mi oficina, Bart y Ariana me miran confundidos me mira confundido, pero de inmediato sus rostros se transforman en preocupación al verme en aquel estado.
—¡Llamen a Ed! Por favor, llámenlo—le digo alarmada y con las lagrimas recorrer mi rostro... no puede ser ¡Lance!