XIII

7.5K 427 12
                                    

Entré a casa con esperanza de poder descansar un poco por todo lo que ha pasado, hace unos minutos había estado en el triste y sombrío funeral de Lisa, mi secretaria. Sus familiares estaban totalmente desbastados y su hijo no paraba de llorar, aquello me había roto mucho el corazón... ¿Cómo alguien podía acabar con la vida de una persona inocente?

Mi padre siempre se mantuvo a mi lado dándome el apoyo que necesitaba, sin embargo, sabía que quiere hablar sobre el tema y mucho más saber que hay entre Dylan y yo exactamente, pero como puedo decirle aquello si ni yo misma sé lo que está pasando entre nosotros.

—¿Quieres comer algo? Te ves muy cansada—preguntó mi padre con preocupación mientras nos encontrábamos en la sala de estar, donde evidentemente estaba su esposa y su hijo.

—No tengo hambre, papá—miro a Dylan quien está sentado junto a su madre en el sofá, él me mira y se levanta rápidamente, se acerca a mí y me sonríe un poco.

—Hola—saluda en un tono de preocupación—¿Cómo te fue?

—Bien—digo en un susurro—Estoy muy cansada.

—Se te ve. ¿No quieres comer algo? Puedo prepararte algo de comer—dice con una sonrisa.

—Te recomiendo que elijas la propuesta de mi hijo, Dylan es muy buen cocinero—me anima la señora McCoy.

—Yo creo que pueden hacer la cena otras personas—miro a mi padre, sé que él no está de acuerdo con lo que pasa entre Dylan y yo.

—Si no te molestara. ¿Me harías algo ligero para cenar? —le pregunto a Dylan. Él sonríe aliviado de mi decisión, se quita su chaleco quedándose solo con aquella camisa blanca que llevaba.

—Te sorprenderé—me advierte para dirigirse hacia la cocina.

—Cariño, iré a buscar a Emily para que nos acompañe a cenar—dice la señora McCoy, mi padre asiente para luego darle un beso en la frente como signo de que se cuide.

La Sra. McCoy había salido de la sala de estar con dirección hacia la salida de la casa dejándome a solas con mi padre, quien tiene una expresión seria en su rostro. Aquí vamos Jessi Jones.

—Jessi, no estoy de acuerdo de lo que a pasado contigo y Dylan. Por Dios, es tu hermanastro. Solo piensa en lo que pueden decir los demás sobre semejante cosa. Lo que pueden decir de mí, aquello arruinaría mi reputación y me catalogarán como un fracaso como padre—dice mi padre malhumorado.

—A mí no me importa lo que piensen y digan los demás sobre este tema. Dylan y yo no tenemos algo serio, papá. Además, solo nos hemos acostado una sola vez—digo sin pensar en lo último que había dicho, mi padre arquea una ceja—No sé porque te digo esto.

—Te gusta ¿verdad? —me pregunta mirándome a los ojos.

—¿Quien? ¿Dylan? —él asiente—Pues... sí, supongo que sí a pesar de que sea un completo idiota y con un pasado oscuro me cae bien y me gusta. Es de esos hombres que al principio piensas odiarlos, pero cuando convives mucho con él se vuelve tolerante.

—Bueno. Por favor mantén aquella relación un poco privada en estos momentos. Hay un escandalo con lo que ha pasado con Lisa y no quiero que haiga otro tema de qué hablar—dice acercándose a mí y dándome un beso en la frente.

Mi padre se había ido a su despacho dejándome sola en la sala de estar. Entonces me dirijo a la cocina y veo a Dylan cocinando. Se podía ver que era bueno en ello por lo rápido que estaba rebanando las verduras. Sonrío porque se ve tan profesional haciéndolo y no lo digo porque sea mi amante...

—¿Qué preparas? —pregunto con una sonrisa poniéndome en la encimera de la cocina.

—Nada del otro mundo, había decidido en preparar filete de pescado con papas al horno y salsa blanca—dice llevando unas papas al horno, lo miré sorprendida porque no sabía que Dylan tenía esos dones.

Placeres y Venganza © *EN EDICIÓN*Where stories live. Discover now