Narra Emily
Caminé durante un largo rato en busca de Hope hasta que la divisé, caminando por una calle junto a los adeptos, sembrando el terror entre la gente. Sin dudarlo, me lancé hacia ella.
- ¡Hope! Mi amor, sé que puedes oírme. Necesito que luces contra ella - exclamé mientras me detenía a unos metros de distancia.
- ¿Crees que puedes detenerme? - respondió con desdén.
- No permitiré que te la lleves - declaré con determinación, pero antes de que pudiera hacer algo, ella me alzó en el aire con su magia y me quebró el cuello.
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Desperté un tiempo después, desorientada, en un lugar desconocido.
- Estás a salvo. Unas brujas te encontraron en la calle. Me llamaron y te traje aquí - explicó Vincent, acercándose a mí.
- Debo regresar. Tengo que recuperar a Hope - dije, levantándome apresuradamente del sofá donde me encontraba.
- Es lo que intento hacer, Emily. Estoy reforzando mi poder para el ritual.
- ¿Qué ritual? - pregunté, confundida.
- El ritual del que debemos hablar - respondió, preocupándome.
Vincent había ideado una forma de enfrentar al Vacío: planeaba dividir su alma en cuatro partes y colocarlas en cada uno de los Mikaelson (Klaus, Elijah, Rebekah y Kol). Pero esto conllevaba una condición: no podrían volver a encontrarse, ya que el objetivo era mantener al Vacío separado para evitar su reconstitución.
- ¿Entonces los cuatro tienen que separarse para siempre? - pregunté, consternada.
- Sí, y no les dije esto. Cuando salgas de aquí, debes ir a casa, empacar tus maletas y abandonar la ciudad discretamente, solo tú y Hope - explicó Vincent.
- ¿De qué estás hablando? - inquirí, sin comprender del todo.
- El Vacío ha sentido el poder de tu hija... querrá recuperarlo. Una vez que el ritual termine, el Vacío residirá dentro de los Mikaelson. Los utilizará para localizarte e intentará acceder a tu pequeña hija, y eso no puede suceder. Cada vez que estén cerca de ella, estará en peligro. Siempre. Así que cuando el ritual concluya y tengas a tu hija de vuelta, debes marcharte.
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Después de eso, decidí regresar a casa, con la mente aún enredada en lo que Vincent había revelado. Mis pensamientos seguían sin poder procesar completamente todo lo que estaba ocurriendo.
- ¿Dónde estabas? - preguntó Nik molesto cuando entré al estudio.
- No importa. Vincent me explicó todo. ¿Realmente van a hacerlo? - pregunté a los tres Mikaelson presentes en la habitación.
- Si es que nuestro otro hermano contesta el teléfono - Respondió Rebekah.
- Necesitamos ayuda, Rebekah. Vincent dijo que los adeptos se están congregando en la iglesia.
- Iré por ella - respondió Nik de inmediato.
- Pero está poseída, Nik. Rodeada de adeptos. No llegaríamos a ella - le advertí.
- Emily, tengo un plan. Y es bastante bueno - intervino Rebekah. Luego de eso, se fueron en busca de Hope mientras yo esperaba su regreso. Mientras caminaba por mi habitación, Jen entró.
- Oye, Emily, necesito hablar contigo.
- ¿Qué sucede? - pregunte preocupada.
- Creo, y enfatizo en que creo, que encontré otra forma de detener al vacío - dijo seria, aunque también se notaba algo angustiada - pero... No creo que te agrade mucho la idea.
- ¡Habla de una vez! - dije nerviosa.
- Bueno... estuve investigando y hay otro hechizo que podemos usar para sacar el vacío de Hope. Como soy bruja sifón de nacimiento, puedo realizar un hechizo para absorber la magia de Hope.
- Sí, pero ¿dónde lo pondríamos? No podemos simplemente guardarlo en un jarrón y ya.
- Lo sé, sería mucho más fácil si eso fuera posible, pero ese no es el punto. La idea es que lo coloquemos en mí. Yo sería el recipiente, por así decirlo, para que la familia no tenga que separarse - explicó.
- ¡No! De ninguna manera te dejaré hacer eso. Tener tanto poder en ti podría volverte loca y matarte. No pienso permitirlo. No dejaré que te pongas en peligro - respondí con firmeza.
- Emily, debes dejarme hacer esto. Ya he hecho todo lo que quería en esta vida, incluso he tenido mi amor épico. Aunque tenía planes, tanto contigo como de manera individual, quiero hacer esto por ti. Mereces tener tu amor épico y ser feliz después de todo lo que hemos pasado. Y si no lo haces por ti, al menos hazlo por Hope. Ella ya perdió a su madre y no merece sufrir más. Ella necesita crecer rodeada de una familia que la ame, algo que, lamentablemente, nosotras no tuvimos. Si puedo hacer algo para que ella pueda vivir la vida que se merece, la que nosotros tuvimos que dejar atrás al entrar en este mundo, lo haré con gusto. Hope merece ser feliz con su familia, con sus padres, sus tíos. Aunque tendrás que recordarle mi existencia en el futuro - suspiró.
- Pero...
- No hay peros, no cambiaré de opinión. Necesitamos hacerlo porque quiero verte en ese hermoso vestido blanco que escogí para tu boda, como la perfecta dama de honor que soy. Aunque hay otra cosa...
- ¿Qué es?
- Bueno para este hechizo se necesita mucha magia, y aunque nuestro lazo nos hace muy poderosas puede que después de esto pierdas tu magia.
- Bueno, pues entonces tenemos un problema porque hace un tiempo que mi magia está débil.
- Nuestra magia está mayormente controlada por nuestros sentimientos, y es por eso que la puedes sentir débil, pero te aseguro que no lo está. Así que no tienes más excusas - dijo mientras tomaba mi mano y me arrastraba al estudio para explicar todo el plan.
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Durante toda la tarde estuvimos perfeccionando el hechizo para que no tuviera ninguna falla llegado el momento, Jen y yo habíamos decidido que no les diríamos nada hasta haber realizado el hechizo. En algún momento de la tarde Rebekah y Vincent tuvieron una pelea ya que yo le había contado a Nik lo que no les había dicho Vincent y ella había escuchado y se había molestado. En un rato libre decidí salir al balcón a respira un poco de aire fresco, pero ahí me encontré a Elijah y estuve a punto de irme, pero no lo hice decidí que era momento de hablar con él.
- Necesitamos hablar antes de que sea tarde - dije acercándome.
- No hay nada que decir, Emily - respondió él.
- Quiero decir que lo que pasó en el colgante no cambiará nuestra relación.
- Sé que ha terminado... ¿Qué soy en realidad? ¿Qué es la familia Mikaelson? Siempre en busca de un rastro de humanidad bajo el ridículo lema de siempre y para siempre. Sin importar que nunca podré ser lo que necesitabas que fuera. Lo mejor sería que desaparezca - dijo, las palabras resonando en el aire entre nosotros.
- Papá... - mi voz salió apenas como un susurro, cargado de emoción y dolor. Mis ojos se encontraron con los suyos, buscando desesperadamente alguna señal de conexión, alguna chispa de entendimiento.
Pero en lugar de eso, vi la oscuridad reflejada en su mirada, una sombra de desesperanza que me heló hasta los huesos. Sentí un nudo en mi garganta mientras luchaba por encontrar las palabras adecuadas para expresar lo que sentía.
- No puedes desaparecer, papá. Eres parte de mí, de nosotros. Aunque las cosas hayan sido difíciles, aunque hayamos cometido errores, eso no cambia el hecho de que somos familia. Y la familia se mantiene unida, incluso en los momentos más oscuros - mi voz temblaba, luchando contra las lágrimas que amenazaban con escapar.
Él me miró en silencio por un momento, su expresión impasible y distante. Sentí un dolor punzante en mi pecho, una sensación de pérdida que amenazaba con abrumarme.
- Emily, entiende... - comenzó a decir, pero lo interrumpí rápidamente.
- No quiero escuchar tus justificaciones, papá. Solo quiero que sepas que te amo, que siempre te amaré, sin importar lo que pase. Y si alguna vez decides regresar, estaremos aquí, esperando por ti - mis palabras salieron con más fuerza de lo que esperaba, impulsadas por el deseo desesperado de conectar con él, de recordarle que aún había esperanza.
Él me miró por un momento más, su mirada llena de una mezcla de tristeza y resignación. Entonces, con un suspiro, se dio la vuelta y se alejó, dejándome sola en el balcón, con el corazón roto y la esperanza vacilante.
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En las primeras horas de la madrugada, los Mikaelson finalmente regresaron con Hope. Con la ayuda de Vincent y Freya, preparamos un hechizo para mantenerla dormida hasta que estuviera listo para llevar a cabo el ritual.
Después de una larga espera, Kol finalmente apareció, completando nuestro grupo para el hechizo que Vincent estaba a punto de realizar, junto con el que íbamos a realizar Jen y yo.
- Kol tu ahí si quieres - indicó Vincent, señalando un lugar mientras él se ocupaba de los últimos detalles. Yo me encontraba en el centro, sosteniendo a Hope en mis brazos.
- ¿Tú que haces aquí? ¿Vienes a burlarle? - preguntó Rebekah al ver llegar a Marcel.
- No, solo vine a asegurarme de que esto funcioné - respondió.
- Todo está listo - anunció Vincent después de un momento, cuando todos estábamos en posición - Quiero decirles que lo que están haciendo hoy es de gran ayuda para recuperar esta ciudad. El vacío ha arruinado familias, ha perseguido niños. Y aquí estamos a pesar de todas las diferencias... y son muchas... les agradezco.
Vincent comenzó a recitar el hechizo, y supe que era el momento. Toqué mi brazalete y de inmediato Jen apareció entre las sombras.
- Jennifer ¿Qué estás haciendo aquí? - preguntó Elijah, visiblemente confundido.
- Hubo un pequeño cambio de planes. No puedo permitir que esto suceda - explicó Jen.
- Jen... Emily... ¿Qué carajos están haciendo? - Jen... Emily... ¿Qué están haciendo? - exclamó Nik, claramente molesto, mientras yo desviaba la mirada.
- Lo siento, pero tengo que hacer esto - dijo Jen, y rápidamente los durmió a todos antes de que pudieran reaccionar.
- No tenemos mucho tiempo, debemos actuar rápido - dije, dejando a Hope en el suelo y ayudando a Jen a trazar el círculo para comenzar el hechizo.
Jen y yo comenzamos a recitar el hechizo juntas, y pronto una esfera de magia azul comenzó a emanar de Hope.
- Es hora, Emily - dijo Jen mientras la magia entraba dentro de ella, le tendí el brazalete y ella dudosa, se lo puso.
- ¿Para qué es esto?
- Es un brazalete que te ayudará a contener la magia del Vacío y todos sus efectos secundarios. No sabemos cuánto tiempo tendrás... así que creo que es hora de enfrentarnos a los demás - expliqué, y con un pequeño movimiento desperté a todos, quienes no estaban muy dispuestos a tener una conversación tranquila.
Antes de que pudiéramos reaccionar, Nik se acercó a mí furioso, agarrándome bruscamente por los hombros, mientras Elijah hacía lo mismo con Jen, pero de manera más calmada.
- ¿Qué carajos hicieron? - preguntó Nik, claramente enojado.
- Salvarles el culo, bola de malagradecidos - dijo Jen, soltándose del agarre de Elijah y desapareciendo a la velocidad de un vampiro. Antes de que Nik pudiera decir algo más, Hope despertó y me acerqué a ella.
- Tranquila, Hope, estás a salvo - le dije, acariciando su cabello.
- ¿Papi? - dijo, levantándose.
- Está bien, todo ha pasado. No te preocupes, mi pequeña loba - dijo, acercándose a ella para abrazarla.
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Después de acostar a Hope, tuve que explicarle a los Mikaelson todo lo que habíamos planeado con Jen.
- ¿Por qué no hiciste nada para detenerla? - preguntó Elijah, visiblemente molesto y angustiado.
- ¿Crees que no lo hice? Lo intente varias veces, pero sabes cómo es ella. Si no hubiera aceptado ayudarla lo hubiera hecho todo sola y ni siquiera hubiera sobrevivido, hubiera muerto al instante después de terminar el hechizo. Lo único que quería era que estuviera a mi lado durante mi boda, y así cumplir su último deseo a la vez... ¡Es como una hermana para mí! ¿Acaso crees que no estoy sufriendo ya lo suficiente como para soportar sus reclamos? - respondí, saliendo de la habitación frustrada, buscando a Jen.
La busqué por todas partes hasta encontrarla en el bayou, sentada en el pequeño muelle del lago, con una botella de bourbon en la mano.
- ¿Hay un lugar para mí? - pregunté, llamando su atención mientras me acercaba.
- Siempre lo hay, ya lo sabes... ¿Qué tan mal estuvo? - preguntó.
- Lo normal, gritos, quejas, reproches, esta vez incluso de parte de Elijah...
- Al menos no me perdí mucho, aunque, ahora que lo pienso... Hace tiempo que no le dices "papá"... ¿Tan mal están las cosas entre ustedes?
- Después de lo que pasó dentro del colgante, las cosas se volvieron un poco tensas. Intenté hablar con él esta mañana, pero no me dejó hablar. Dijo que lo mejor sería que él desapareciera.
- Supongo que todos estamos lidiando con nuestros demonios internos últimamente... Aunque no sea de la mejor manera. La tensión, el miedo, nos está dividiendo. Ya no se siente como antes, éramos una familia... Necesito que me prometas que cuando yo ya no esté aquí, harás todo lo posible para que las cosas mejoren. No pido que vuelva a ser como antes, porque eso sería mucho pedir, pero deseo que mejore para todos ustedes, que sean felices y puedan vivir una vida plena, algo que yo no podré tener... - sin decir una palabra, la abracé y nos quedamos así durante mucho tiempo. Luego, pasamos toda la noche charlando hasta el amanecer. Aún no podía asimilar que después de todo esto, tendría que aprender a vivir sin ella.