𝓤𝓷 𝓵𝓪𝓽𝓲𝓻 𝓮𝓷 𝓶𝓲 𝓲𝓷𝓽𝓮𝓻𝓲𝓸𝓻 ~ 𝓝𝓲𝓴𝓵𝓪𝓾𝓼 𝓜𝓲𝓴𝓪𝓮𝓵𝓼𝓸𝓷

𝓔𝓷𝓽𝓻𝓮 𝓜𝓮𝓷𝓽𝓲𝓻𝓪𝓼 𝔂 𝓔𝔁𝓹𝓵𝓸𝓼𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼

Narra Emily

Cuando termino la visión, salí de su mente, aún desorientada.

- ¿Cómo te enteraste de eso? - le pregunté, buscando respuestas.

- La abuela de Bonnie se lo dijo y después me lo conto a mi - dijo un tanto nerviosa, ocultando algo.

- ¿Desde cuándo lo sabes? - insistí, pero su silencio fue la única respuesta. - Jen, ¿desde cuándo lo sabes?

- Desde que antes que pasara lo de Klaus y tú te fueras del pueblo - confesó con la cabeza gacha.

- Lo supiste desde entonces, ¿y aun así lo ocultaste? - expresé mi molestia - Por eso estabas distante, ¿cierto? Cada vez que intentaba hablar contigo, simplemente me ignorabas. Ahora entiendo por qué - le reproché - Eres una mentirosa ¿cómo te atreviste a vivir en mi casa y ocultarme algo tan importante? - le espeté molesta, acercándome a ella hasta quedar cara a cara.

- Emily, por favor, tranquilízate. No es lo que piensas - intentó tocarme, pero retrocedí evitándolo.

- ¿No es lo que pienso? ¡Por favor! ¡me ocultaste cosas importantes sobre mi pasado! - le grite molesta

- Perdón, no quería ocultártelo porque pensé que no era el momento adecuado, y sabía perfectamente que reaccionarías así - se disculpó.

- ¿Y quién te crees tú para decidir cuándo es el momento indicado para contarme algo sobre mi vida? - le dije, acercándome de nuevo.

Emily, por favor, escúchame, déjame explicarte - me rogaba mientras la jalaba del brazo, dirigiéndonos hacia la puerta de la casa.

- Tuviste mucho tiempo para contarte todo y no lo hiciste

- Emily tranquilízate por favor - intervino May.

- Tú no te metas, por favor no estes de su lado - supliqué antes de volver a centrar mi atención en Jen.

- Eres una hipócrita. ¿Cómo te atreves a enojarte solo conmigo después de enterarte de que los Mikaelson son los responsables de todo lo que tú y yo hemos sufrido? - expresó molesta.

- Por lo menos con ellos, sé que no debo confiar ciegamente, como lo hice contigo, perra mentirosa.

- ¿Qué dijiste? - preguntó enfadada.

- Además de estúpida, sorda - respondí cínicamente.

- Te estás metiendo con la persona equivocada, Mikaelson - dijo lanzándose hacia mí.

- Mi apellido es Parker, ya no soy más una Mikaelson. ¿Entendiste? – contesté, respondiendo a su ataque al jalar su cabello.

Sin embargo, la situación no duró mucho, ya que ella me contrarrestó con magia, sorprendiéndome y lanzándome contra la pared. Aunque perdí el equilibrio por un momento, mi superioridad en poder pronto salió a relucir. Le arrojé una silla, pero logró esquivarla, aumentando mi enfado.

- ¡Ya basta! - gritó Damon, pero reaccioné más rápido, creando un círculo mágico que bloqueaba cualquier intento de separarnos. Jen se defendía con todas sus fuerzas, pero mi poder superaba el suyo. En un momento, Jen ya no pudo levantarse. Asustada, me alejé y rompí el círculo mientras Damon se acercaba y le daba de su sangre a Jen. Aún en el suelo, retrocedí temerosa, mientras Maya se aproximaba y me abrazaba.

- ¿La maté? - pregunté, mirando a Jen con horror - ¡La maté!

- Emily, no es tu culpa. Has pasado por mucho, y simplemente explotaste - dijo abrazándome mientras sollozaba junto a mí.