𝓓𝓮𝓼𝓪𝓯í𝓸𝓼 𝔂 𝓓𝓮𝓬𝓲𝓼𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼

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Narra Emily

Después de discutir el plan durante toda la tarde, decidí retirarme a mi habitación para descansar un poco. Mientras yacía allí, contemplando el techo, percibí la presencia de alguien que entraba.

- ¿Cómo estás? - preguntó Jen, acomodándose a mi lado.

- Bueno, dejando de lado el hecho de que dos personas importantes en mi vida podrían estar en peligro hoy si algo sale mal, creo que estoy bien - respondí con sarcasmo.

- Em, habló enserio - dijo Jen.

- Es solo que no sé cómo sentirme. Por un lado, debo ser fuerte por Hope, pero por otro lado, solo quiero esconderme aquí y llorar. Me siento demasiado inútil, y parece que mi magia está vinculada a mis emociones, porque en estos momentos está demasiado débil, y eso me frustra, porque entonces no podré ayudar a Freya con el plan, y perderé a mi padre y al amor de mi vida... - comencé a hiperventilar.

- Emily, respira, todo estará bien - trató de calmarme Jen, pero yo no la escuchaba, simplemente me senté en la cama - Emily, reacciona ya, con un carajo - dijo Jen dándome una cachetada - Eres muy capaz, así que deja de pensar tonterías

- Gracias enserio lo necesitaba.

- De nada - respondió dándome un abrazo. En estos momentos parecía bipolar - Ahora concéntrate en lo que debes hacer y deja de pensar demasiado todo - dijo dándome un beso en la mejilla para después salir de la habitación. 

°°°♥°°°

Freya logró ubicar a Elijah, así que nos dirigimos al lugar mientras Nik se marchaba con Vincent para llevar a cabo su parte del plan.

- Dime algo, ¿tienes idea de lo patético que es vender tu alma al diablo? - dijo Freya al entrar al recinto donde Elijah estaba retenido por dos brujos. Aprovechando su distracción, ataqué a uno de los brujos mientras Freya, con su magia, acabó con el otro.

- ¿Qué están haciendo? - preguntó mi padre.

- ¿Creíste que te dejaríamos morir? - le respondí.

- No, por favor. Deben irse ahora - dijo mi padre con dificultad mientras nosotros preparábamos todo alrededor de el círculo donde se encontraba.

- Ya no hables, ahorra fuerzas - le instó Freya.

- ¿Puedes liberarlo? - le pregunté.

- Es magia antigua, necesito tiempo - respondió.

- Freya, no lo hagas - rogó mi padre.

- Hermano, no te abandonaré - afirmó Freya.

- ¿Dónde está Niklaus? - preguntó mi padre. Miré a Freya para saber si debería decirle, pero ella negó.

- Está cerca, solo resiste - le aseguré, antes de comenzar el hechizo junto a Freya. Durante el proceso, sentí una extraña vibración.

- ¿Freya? ¿Qué pasa? - pregunté preocupada, pero ella no respondió.

Unos segundos más tarde, una ráfaga de viento repentino hizo que el ungüento que Freya había preparado para curar a Elijah saliera volando y se estrellara contra una pared, derramándose por completo. Freya corrió hacia donde se había caído el ungüento, mientras yo vislumbraba un humo negro con la silueta de una persona rodeada por luces azules. Instantáneamente supe que era el vacío. Intentó acercarse a mí, pero Nik me alejó a una velocidad vampírica, luego se dirigió hacia mi padre.

- ¿Qué pasó? - le pregunté a Nik.

- Ella sabía que vendríamos. No hay opción, tienen que poner a Elijah en el pendiente - dijo al ver cómo el vacío comenzaba a recitar un hechizo.

- Está muy débil, no resistirá - afirmó Freya.

- ¡Ahora, está muriendo! - grité desesperada a Freya, mientras le arrebataba el colgante a Nik. Freya tomó mis manos y comenzó a repetir el hechizo.

- Puedo sentirlo - dijo Freya.

- Su magia nos está bloqueando - expresé preocupada - Es demasiado fuerte.

- ¡Emily! - gritó mi padre extendiendo su mano hacia mí, provocando que soltara las manos de Freya y caminara hacia él tratando de acercarme, pero no podía. Solo veía cómo se comenzaba a tornar gris, mientras Freya seguía intentando poner su alma en el colgante hasta que salimos disparados, haciéndonos saber que el vacío había logrado su cometido. Nik fue el primero en levantarse para acercarse a él y sacarle las espinas del rosal que aún tenía incrustadas en la espalda. Inmediatamente me levanté y me acerqué.

- ¿Funcionó? - pregunté desesperada a Freya.

- ¿Dónde está el colgante? - preguntó Nik. Freya extendió su mano ensangrentada, mostrando el colgante hecho pedazos.  

°°°♥°°°

Decidimos regresar a casa, y durante todo el camino nadie dijo una palabra. Mi mente aún no podía procesar todo lo que estaba pasando. Al llegar, Nik decidió colocar a mi padre en su ataúd, mientras Freya intentaba reparar el colgante.

- Esto no puede estar pasando. Dime que mi padre está ahí - le dije a Freya, tratando de contener las lágrimas mientras caminaba nerviosamente por la habitación.

- Aún no lo sé. Estoy tratando, pero... - comenzó a decir Freya.

- Ya perdimos mucho tiempo. El alma de mi hermano está en ese colgante, debemos hallarlo y resucitarlo - dijo Nik. entrando a la habitación.

- Nik, dale un momento para respirar - le dije, molesta.

- Ya le fallamos una vez - comenzó a decir.

- ¡Klaus, basta! - grité.

- No hay... nada. No hay nada ahí. Creo que ya no está - dijo Freya, comenzando a llorar.

- Inténtalo de nuevo - le rogué, perdiendo la paciencia.

- Emily, lo intenté - dijo Freya.

- Te pido que lo intentes, sé que está ahí... - le supliqué desesperada.

- Emily... - comenzó a decir Nik acercándose a mí.

- ¡Inténtalo! - grité mientras Freya repetía el hechizo.

- Necesito tiempo - dijo después de que el hechizo no funcionara.

- Esto no está pasando, es una pesadilla. Nik, dime que no es verdad - dije mirándolo fijamente, pero sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas - No, no, no, él no se ha ido, no puede ser mi papá no puede estar muerto. Él lo prometió, prometió volver - dije cayendo de rodillas al suelo, llorando.

- Emily, por favor cálmate - dijo Nik hincándose junto a mí.

- No, no, no puedo. No quiero ¡Mi papá está muerto! - grité - Por favor, que ya acabé esto, haz que se acabe Nik - dije sintiendo que me faltaba el aire, y él me abrazó contra su pecho. Sentir su respiración hizo que la mía se normalizara, logrando calmarme.

- ¿Qué es eso? - dijo Hope viendo el colgante mientras entraba en la habitación.

- Hope... - dije limpiando mis lágrimas y acercándome a ella - Vuelve a la cama cariño, iré en un segundo - le dije tomando su mano para sacarla de la habitación, pero ella me ignoró. Se acercó a Freya, que seguía murmurando el hechizo, y tocó su hombro.

- ¿Viste eso? ¿Lo sentiste? - le preguntó Freya a Hope.

- El tío Elijah - dijo Hope, llamando nuestra atención - se oye muy lejos.

- Está ahí, lo oíste ¿Verdad? - pregunté con esperanza.

- Sí, lo escuché. Esta ahí dentro, pero... - comenzó a decir Freya

- Pero ¿qué? - preguntó Nik.

-Su voz era distinta, se escuchaba distorsionada y escuché... gritos - dijo preocupada. 

𝓤𝓷 𝓵𝓪𝓽𝓲𝓻 𝓮𝓷 𝓶𝓲 𝓲𝓷𝓽𝓮𝓻𝓲𝓸𝓻 ~ 𝓝𝓲𝓴𝓵𝓪𝓾𝓼 𝓜𝓲𝓴𝓪𝓮𝓵𝓼𝓸𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora