Narra Emily
Después de mi conversación con Nik, decidí postergar mi viaje tras hablar con Maya. En ese momento, lamentaba quedarme, sintiéndome abrumada por el aburrimiento.
- Rebekah soy tu hermano ¿dónde estás? llama, por favor - insistía mi padre, marcando el número de Rebekah una y otra vez, mientras yo observaba boca abajo desde el sofá.
- Yathzee, si algo aprendido de ustedes es que siempre hay una botella con alcohol cerca. ¿quieres? - ofreció Camille a mi padre. Aunque había hablado poco con ella, la rubia resultaba muy amigable.
- Yo si - respondí desde mi posición.
- Suena encantador y después de eso ¿qué pasa Camille? tomamos otra y otra ¿tal vez otra luego? hasta que me encuentre abriéndome hablando de mi alma dañada que viejo truco. No particularmente bueno - dijo mi padre sarcásticamente, mientras Camille se acercaba al sofá frente a mí con una botella y vasos, tomando un juego de mesa en el camino.
- Su madre sí los dejó dañados ¿No es así? ¿no has pensado que no me interesa tanto arreglar tus problemas y prefiero olvidarlos míos? - cuestionó la rubia - básicamente estoy en un programa de protección de testigos súper natural porque tu psicótico hermano a quien prácticamente tuve que seducir me quiere muerta. Así que sí, por ahora solo quiero alcohol y entretenerme con juegos de mesa - añadió abriendo la caja del juego - Te toca contestar ¿cuál era el nombre del caballo de Don Quijote?
- Es absurdo - respondió mi padre
- Vamos papá. solo responde, amargado - le dije mientras me enderezaba en mi lugar.
- Bueno. Mala idea ¿Cómo está Hayley? Ustedes parecen unidos - comentó Camille, tomando un sorbo de su trago mientras observaba fijamente a mi padre, y yo luchaba por contener la risa.
- Rocinante. Su nombre es Rocinante - respondió, sirviéndose un trago.
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- Tres países europeos que empiezan A - lanzó rápidamente Camille. Aunque yo me había rendido en el juego hace rato, mi padre no había fallado en ninguna pregunta, así que Camille lo tomó como un desafío y buscaba una pregunta que él no pudiera responder.
- Albania, Austria, Andorra - respondió él de manera simple.
- A ver esta, ¿Cuál fue el único presidente estadounidense que obtuvo doctorado?
- El tedioso Woodrow Wilson - respondió nuevamente mientras se servía otro trago.
- ¿Quién fue el jinete de secretaría en la Triple Corona ...?
- Ron Turcotte - la interrumpió.
- ¡No me rehúso a creer que hayas aprendido todo esto! - exclamó sorprendida, derramando accidentalmente la botella sobre el brazo de mi padre - Lo siento, perdón Elijah. Toma - dijo pasándole una servilleta - Bueno, ¿quién fue? Elijah - preguntó, tratando de llamar su atención, pero él comenzó a limpiar compulsivamente su manga.
- Oye ¿estás bien? - le pregunté, levantándome de mi lugar para detenerlo - Oye, papá - dije, tratando de tomar su brazo, pero él me detuvo abruptamente, asustándome.
- No soy tan frágil como todos creen - dijo, soltándome cuando su celular comenzó a sonar.
- ¿Rebekah dónde estás? - preguntó al responder - Entiendo. No, marque el número equivocado, perdóneme.
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Habían pasado varios días desde esa llamada. Después de eso, mi padre informó lo sucedido a Nik y todo se volvió un desastre. Al parecer, durante la llamada, Nik y Kol estaban encerrados en el recinto bajo un hechizo de Finn, junto a los lobos de la manada de Hayley y los vampiros hambrientos de Marcel. Resultó ser una venganza planificada por Kol, quien también había transferido a Rebekah a otro cuerpo. Luego, Finn atrapó a los tres hermanos en una Chambre de Chasse para descubrir qué era lo que ocultaban. Por más que tratábamos de anticiparnos, no lo lográbamos. Llegó a la casa refugio cuando Camille y yo salimos con Hope, y atacó a mi padre. Este hizo explotar la casa con Finn dentro, y ahora estábamos de regreso en el recinto para la boda de Hayley.
Al entrar al patio, fuimos recibidos por Nik, Hayley y un hombre que supuse que era Jackson.
- ¿La trajiste aquí? ¡Finn podría estar en cualquier parte! - Enfatizó Hayley.
- He tomado precauciones - Le aseguró el original - No habrá invitados que no sean invitados en su boda, y después, los lobos serán la primera línea de defensa de este hogar. No tendrás que huir, reina - papá sonrió a Hayley, quien finalmente se acercó a la bebé que tenía en brazos y la cargó antes de dirigirse hacia Jackson.
- Hope, él es Jackson - dijo Hayley - Jackson... ella es Hope - concluyó la presentación. Jackson extendió su mano hacia Hope, quien balbuceó felizmente mientras agarraba fuertemente su dedo.
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Ahora me encontraba en mi departamento, buscando qué ponerme para la fiesta de esta noche. Al entrar, me invadió una extraña sensación. Había pasado tan poco tiempo aquí, y cada rincón me recordaba a los planes que tenía al llegar. No estaba segura de querer asistir, pero Nik me había convencido para que fuera su acompañante. Aunque en estos momentos, me arrepentía, especialmente porque no tenía nada que ponerme. Justo cuando estaba a punto de rendirme, mis ojos se posaron en el vestido que había usado en el baile de los Mikaelson, y decidí que sería la elección perfecta para esta noche.
Mire el reloj de mi muñeca, indicándome que tenía una hora para arreglarme. Así que, sin más demora, me dirigí hacia mi armario y seleccioné unos tacones que combinaran a la perfección con el vestido. Los deposité en la cama antes de encaminarme hacia mi tocador, donde tomé algunos productos de maquillaje y creé un maquillaje sencillo. El peinado también fue simple, unas ligeras ondas que realzaban mi estilo.
Al finalizar, me contemplé en el espejo, admirando el resultado y reflexionando sobre todo lo que había ocurrido desde la última vez que llevé ese vestido y sobre los planes que se truncaron en aquel entonces.
- Te ves perfecta - mencionó el híbrido, haciendo que diera un pequeño salto del susto.
- Vaya, gracias. Tú también luces bastante atractivo - comenté mientras lo observaba a través del espejo, dejando que mis ojos se deslizaran por el traje de Nik mientras me mordía el labio. Nik soltó una risa, sacudiendo la cabeza mientras se acercaba a mí, envolviendo sus brazos alrededor de mi cintura.
- Este vestido me trae muchos recuerdos. Sigue mirándome así y ni siquiera llegaremos a la ceremonia - advirtió Nik, con un tono lleno de deseo que provocó una sonrisa en mi rostro.
- ¿Es eso una amenaza o una promesa? - respondí seductoramente mientras Nik emitía un gruñido bajo, acercando mi cuerpo al suyo mientras él aplastaba sus labios contra los míos con avidez. Después de un largo momento, me alejó con una sonrisa - Por mucho que me gustaría continuar, debemos ir a la ceremonia - dije, haciendo que Klaus se riera y me diera un dulce beso en la frente mientras le sonreía afectuosamente.
- Estoy completamente enamorado de ti, Emily Mikaelson - expresó Klaus con felicidad, devolviéndome la sonrisa.
- Siempre y para siempre, Nik - respondí con un suspiro, sellando nuestras palabras con un dulce y prolongado beso. Tomé su mano, y juntos salimos en silencio del departamento, encaminándonos hacia el recinto.
Los invitados, vampiros y hombres lobo por igual, aguardaban en el salón de baile momentos antes de que la ceremonia comenzara. Nosotros estábamos junto a mi padre en el segundo piso, justo en frente del altar, donde podíamos ver la ceremonia.
Hayley avanzó con calma hacia la puerta del salón de baile, deteniéndose por un momento mientras todos los presentes se levantaban para recibirla. Jackson apareció a su lado en la puerta, tomándola de la mano con una sonrisa antes de caminar juntos por el improvisado pasillo. Llegando a la escalera, se separaron para subir por ambos lados y se reunieron en el balcón, donde Mary los esperaba para presidir la ceremonia. Una orquesta tocó mientras ascendían, intercambiándose cálidas sonrisas desde el otro lado de la sala hasta llegar al altar.
- Por favor, siéntense - anunció Mary, haciendo que todos los invitados ocuparan sus lugares - Nos reunimos como una comunidad que busca la paz, inspirada por esta pareja que está de pie ante ustedes. Hubo un tiempo en que los hombres lobo no se veían a sí mismos como malditos, sino bendecidos con la conexión con nuestros seres más puros. Y esta noche, honramos esa bendición con la tan esperada unificación de las dos líneas de sangre de la Media luna - prosiguió Mary antes de atar las muñecas de Hayley y Jackson con flores en un gesto simbólico - Al hacerlo, elegimos abrazar la naturaleza vampírica de Hayley. Con esta unión, Hayley compartirá sus dones únicos con su manada - continuó la loba mayor, colocando una vela encendida en las manos de Hayley y Jackson unidas para encender su vela ceremonial - Y ahora, tus votos - Jackson sonrió, respirando profundamente mientras miraba a Hayley.
- Prometo honrarte y defenderte a ti y a los tuyos por encima de todos los demás - juró el lobo mientras Hayley le respondía con una sonrisa.
- Compartir las bendiciones y las cargas. Ser tu defensora, tu campeona - continuó la mujer Marshall, dedicando a Jackson una sonrisa llena de ánimo.
- Para ser tu consuelo, tu santuario, y mientras ambos vivamos - Jackson suspiró en el momento en que Nik apretó fuertemente mi mano.
- Para ser tu familia - concluyó Hayley, con lágrimas en los ojos mientras Jackson le devolvía la sonrisa.
- Para ser tu familia - Jackson estuvo de acuerdo, y ambos encendieron la vela ceremonial juntos. Papá se puso rígido, con una expresión devastada, lo que me llevó a suspirar con compasión mientras le ofrecía consuelo tomando su mano.
- Ustedes dos han soportado todos los rituales y pruebas tradicionales de los hombres lobo. Solo queda uno. Jackson, puedes besar a tu novia - Mary sonrió. Jackson miró a Hayley con nerviosismo, pero ella simplemente le respondió con una sonrisa alentadora. Después de un breve momento, Jackson tomó el rostro de Hayley entre sus manos y la besó apasionadamente. Papá hizo un gesto de dolor y apartó la mirada.
Cuando Hayley y Jackson finalmente se separaron, ambos ojos brillaban con un tono dorado, señal de que la Ceremonia de Unificación había tenido éxito. Ambos se miraron con felicidad antes de volver la mirada hacia los demás con curiosidad. Después de unos momentos, todos empezaron a sonreír y charlar, emocionados por el hecho de que la ceremonia había fortalecido a su manada, mientras Marcel y los otros vampiros se observaban entre sí, un tanto nerviosos por este nuevo desarrollo.