Mi reacción positiva a la forma en la que me esta follando sobre esta mesa de la manera más bestial, no da la cuenta. Es decir ¿hace cuánto estuve a punto de llorar, frustrada, y hundida en malos recuerdos, nueve minutos, diez? Es increíble, pero no me mortifica haberme dejado llevar hasta el punto de permitirle apoyar la mano en mi cara mientras estoy bocabajo sobre la mesa y con las piernas separadas para que me folle a su antojo.
Su mano sujetándome el rostro contra la mesa pudiera ser molesta si no me estuviese haciendo sentir de esta manera. Cierro los ojos, porque me cansa mirar la misma imagen. Las sensaciones se agudizan y este nuevo nivel de placer tiene familiaridad con el que sentí la primera vez con la venda en mis ojos. No estoy tranquila, estoy gimiendo y disfrutándolo mucho , es anormal, y me encanta.
Detrás mío no escucho más que varios aplausos con las manos mojadas, ya le he asignado varias muecas sexys al rostro de Jungkook mientras escucho sus jadeos y maldiciones.
Sin avisar, traslada la mano de mi cara a mi pelo, y no precisamente para acariciarlo. El primer halon llega a los segundos, boqueo aunque estoy preparada, me hala otra vez mientras maldice y tengo el turbio impulso de morderme los labios con una sonrisa lo bastante masoquista.
Estoy tomando su polla por completo con cada músculo de mis paredes vaginales, la lubricación es tanta que resbala demasiado y la penetración se interrumpe casi seguido porque su pene se sale, han sido tantas veces que me surge la insignificante duda de que no esté lo suficientemente apretada y no le complazca.
No hallo la manera de no callarme, pero es imposible que pueda estar quejandome de placer constantemente.
El tercer halon de pelo me lo da con intenciones de acercarme. Me enderzo como puedo sin dejar de estar inclinada , el sudor me tiene la piel brillosa y puedo sentir una gota salir desde mi pelo cerca de la oreja.
De pronto noto su sobrealiento en mi oído y me preparo para oírle susurrarme algo con mucho morbo.
—¿Sabes, Hae? — Jungkook detiene sus movimientos sin dejar de penetrarme, yo me empino inconscientemente hacia atrás—estas dos veces que he tenido la oportunidad de follarte y sentirte mía me han hecho pensar detenidamente en lo falso que hay en decir que este matrimonio no es real.— estaba hablando demasiado y la verdad que estar en puntitas y con su carne dentro de mí me está volviendo loca. Es como que te pique y no puedas arrascarte.
—J-Jungkook eso n-no ¿por qué h-hblas de eso ahora?— termino la pregunta con un gemidito involuntario.
—No sé, pero es lógico, ¿verdad?— me coge la barbilla con la mano que sostenía mi pelo y me gira el rostro hacia él.
Turno la mirada de sus ojos a sus labios hinchados y asiento totalmente convencida de que necesito que se mueva.
—¿Sí? — se ríe antes de retomar las embestidas lentamente como algo banal.— ¿Te gusta, HaeMi?
—S-s..ih... Oh, por Dios!— Jungkook coloca el brazo en mi espalda, colocandome de vuelta sobre la mesa, debo admitir que me he golpeado con su empujón , pero creo que sus embestidas lo justifican.
Jeon se encarga de separar más mis piernas. Yo tengo los ojos cerrados y la frente contra el cristal de la mesa mientras me tiene sujeta por el cuello y por la cintura. Su envite dice mucho de lo desesperado que está por hacernos llegar. Estoy muy mojada, la penetración es el sonido auténtico de un aplauso. El placer me nubla tanto los sentidos que creo que pierdo la noción del tiempo solo durante un pequeño ápice de segundo. He sentido cada contracción de mi orgasmo, y la verdad es que aunque esto sea maravilloso, agradezco que Jungkook se haya detenido ya porque una sobre estimulación sería más de lo que mi cuerpo podría soportar ahora mismo.
Entre una cosa y la otra, escucho un gemido ahogado a mis espaldas y seguidamente algo mojado cayéndome en un muslo.
Y unos segundos después escucho la voz ronca del hombre que me ha hecho vivir unos quince minutos de puta madre.
—Te he ensuciado, perdón.
Aún estoy respirando agitada con la mejilla en la mesa.
Guardo un poquito de aire para soltar una risa.— Te perdono.
—Espera, no te muevas, te voy a limpiar.— me quedo quieta y pronto siento como me pasan un paño en el muslo.
Me toma unos segundos enderezarme y darme la vuelta, estar con tan poca ropa me tiene la piel erizada asi que trato de cubrirme con los brazos del frío. Jungkook lo nota y coge su camisa para dármela.
Una vez me la pongo me acomodo el pelo y le miro, ha recogido mis bragas del suelo también.
Extiendo la mano.
—¿me puedo quedar con esto?— me pregunta mirando la prenda.
Se me enrojecen las mejillas al escucharlo.—¿Para qué?
Jungkook me mira y alza una ceja mientras se ríe un poco. La vergüenza que estoy sintiendo lo justifica. Fue una pregunta retórica,perdón.
—Ehm, verás, es que tengo una muñeca que no tiene ropa.— me dice mientras se acerca a mí con fingido lamento, no puedo no reirle la gracia.
—Vale pero prestadas.— se la quito de las manos y la guardo en su chándal.
—No te has movido.— me mira los pies.
—Me tiemblan.— susurro.
Se le forma la sonrisa que estoy acostumbrada a ver y coloco los brazos al rededor de su cuello a penas veo que se dobla para levantarme.
—¿Peso?— le preguntó cuando ha dado algunos pasos.
—Demasiado, haz dieta cuanto antes.—dijo subiendo las escaleras, no tuve que mirar su rostro para notarle el sarcasmo.
—Qué mala persona eres.
(...)
En el baño no sucedió nada , él solo me dio un último profundo y pasional beso y me dejó sola luego de decirme que serviría la comida de mi cachorro y se iría a su habitación. Culminando con un "llámame si necesitas algo" que definitivamente me hizo pensar en que después necesitaría algo.
El agua sacó todo el fluido que quedó en mi cuerpo después de ese intenso encuentro sexual. Unos minutos después estoy ataviada en mi pijama más limpio y cómodo mientras descubro una llamada perdida de mi hermano y otra desde el numero de Mina.
Me recuesto del espaldar de mi cama en lo que la llamada se conecta con el servidor y comienzan a sonar los primeros timbres, estoy llamando a mi hermano.
En un momento me responde.
—Hae, hola!— la voz varonil de mi hermano se escucha más ligera y es porque es Mina.
—Hey, hola!— dije amable.
—Soy yo quien quiere hablar contigo, perdón, Hoseokie está bien.
—Mhm Vale Mina ¿qué necesitas?
—Verás, lo que sucede es que llevo tiempo sin ir al salón de belleza que frecuento y me gustaría ir mañana. Quería invitarte ¿qué dices?
Mina se oye muy expectante a través de la línea y yo cojo un segundo para mirarme las uñas de los pies y las manos para darme cuenta de que también necesito ir a ese lugar.
—Me parece bien ¿sabes? Lo necesito, me encantará acompañarte.
—Cool! — celebra contenta y sonrío instintivamente a la nada.— Entonces quedamos así, te recogeré mañana a las nueve.
—Está bien.— dije.
—Vale, hasta mañana. Gracias por aceptar, nos divertiremos.— escucho su suave sonidito de felicidad.
—Sí, bye.— canturreo mi despedida y cuelgo la llamada.
Me acomodé mejor en la cama poniendo el cuerpo bocarriba.
Mis ojos andan por el aburrido techo blanco de mi cuarto mientras reflexiono acerca de algunas cosas. Los días posteriores a mi supuesta unión forzada con Jeon ruedan en mi cabeza como el vórtice de un ciclón pero de manera lenta y confusa. Y tengo el raro incite de mirarme la mano izquierda y contemplar el anillo que yace en mi dedo anular ya desde hace un tiempo.
Suelto un soplido por una desconocida razón y pongo mis brazos bajo mi cabeza. De pronto, mi mente cita el corto flashback de mi voz contándole la canción de feliz cumpleaños a Taehyung mientras tengo una tarta en las manos con una vela muy mona en el centro. También me recuerdo a mí jurándole que nadie podría alejarme de él, ni siquiera mis padres, el principal impedimento en aquellos días , pero también me recuerdo a mí con lágrimas de aceptación en los ojos y el peso de una relación rota sobre mis espaldas. Luego vinieron días duros, incomodos, hostigantes.
Esos días no fueron hace mucho. No ha pasado tanto tiempo desde que renuncié a ser feliz y me casé con un chico al que odiaba. Sin embargo, ahora mismo la manera en la que se están dando las cosas parece ser más llevaderas para mí.
Solo necesitaba descubrir que realmente no detestaba tanto a Jeon y que detrás de esos piercings en el rostro, esos tatuajes y esa sonrisita atractiva vive un hombre muy distinto al que yo hacía idea.
No pensé que nuestra relación evolucionaría a este extremo y que un día no tan lejano al terrífico momento en que nos casamos estaríamos conviviendo de una manera tan pasiva y normal.
¿Quién de los dos puede decir que no estamos volviendo lo falso real?
Ninguno puede asegurar que no estamos sintiéndonos bien juntos en casi todos los aspectos y que esto puede convertirse en algo más.
Las cosas han cambiado a tal grado que puedo asegurar que he cambiado yo misma. Hace tiempo que el cien por ciento de mi actitud hostil y mi cara fría con la gente no está.
No sé a raíz de qué ha crecido esta sensación de comodidad, pero quiero que no se detenga.
Porque todavía recuerdo haber dicho un día a Tae que nunca le olvidaría y haber asegurado que vivir así sería un completo infierno. Lo que no entiendo es cómo he podido dejar todo fluir de esta manera y que haya terminado... así.
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Saluditos 🧡👋
Pd: perdonen la ortografía TT
Graciasxleer 😚