Yuuka se sentó en un sillón de estilo rococó que Reiji tenía a una esquina de su biblioteca, con el libro de su padre sobre las rodillas.
¿Querría saber?
No meditó la respuesta. Comenzó a leer, sintiéndose cada vez más absorbida y abrumada a cada palabra.
"Los vampiros han utilizado a los humanos por muchos años, como los recipientes de sangre que son. Mi mismo clan comenzó con la tradición de las conocidas 'novias sacrificio', humanas enviadas a hogares de vampiros nobles para servir de alimento a los herederos de la casa y para después contraer matrimonio con uno de ellos. Yo mismo seguí esa tradición con mis seis hijos. Esa fue mi primera experimentación con los humanos, al fin y al cabo, iba a tener una en 'mi casa'.
Tengo que decir que la idea no fue mía en un principio, si no más bien de mi hermano Rihter. No necesité mucho esfuerzo para enterarme de lo que pretendía; la muerte de Cordelia, mi segunda esposa, había sido para él un gran peso que sobrellevar, y sabía que haría lo imposible para recuperarla.
¿Qué fue lo que hizo?
Un bebé humano, precisamente humano, recién nacido. Un corazón vampiro, el de Cordelia, recién fallecido. Unidos. ¿Qué podría haber salido de aquello? ¿Lo sabía siquiera Rihter, o su obsesión enfermiza por aquella mujer le impedía verlo?"
Junto a las palabras que Yuuka leía con una velocidad asombrosa, se sorprendió al constatar la imagen de un pequeño y tierno bebé ilustrando una página, con un solitario mechón rubio claro adornando su cabecita, envuelto en una manta rosa. ¿Era el bebé humano del que Karl Heinz hablaba?
Sintió un escalofrío de reconocimiento. Pero no podía ser cierto...
Pasó la página, y a la imagen del bebé le siguió la de una niña de unos 7 u 8 años, también con cabello rubio claro, rizado y a la altura del mentón. Sus ojos eran de color rubí y parecían sonreír con gentileza.
No podía ser cierto. Pasó de hoja.
Esta vez era una joven de 13 o 14 años. Mismo cabello, mismos ojos. Misma dulzura.
Pasó la página con un nudo en la garganta que casi le impedía respirar.
Una joven de 17 años ilustraba la hoja. Cabellos rubios con tirabuzones impecables. Ojos rubí cargados de inocencia. Piel clara, sangre dulce.
Estaba viendo la imagen de su mejor amiga.
"La humana en cuestión se llamaba Yui Komori. Era perfecta para lo que yo quería.
Fingí que ignoraba las ideas de Rihter y la mandé a la mansión de mis hijos como era tradición, como sacrificio. Hasta entonces, ella había estado viviendo como una humana normal; y de hecho, lo era. Observé todos sus movimientos mientras duraba su eterna estadía en la mansión. La vi ser torturada por su corazón vampiro y finalmente poseída por éste.
¿Adivináis que pasó después?
Yui se convirtió en una vampiresa, incluso después de que recibiese una poción que expulsase a Cordelia de su cuerpo. El corazón vampiro se había hecho suyo con esto, y ahora es lo que es. Sin embargo, yo no dejé de estudiarla. Yui no es una vampiresa como las demás, al fin y al cabo. Solo lo es por su corazón, eso significa; ¿su sangre es vampira, pero su cuerpo no?
Algo así. Yo observo y estudio en silencio. Y sé que la chiquilla jamás ha sufrido ni una sola ansia de alimentarse desde que fue convertida, hace ya muchos meses. Me fascinó ver en lo que se había transformado.
Una vampiresa sin sed de sangre. ¿Veis a lo que podemos llegar si nos juntamos con los humanos?"
─Una vampiresa sin sed de sangre─leyó en voz alta. Yuuka se sentía aterrorizada, pero ansiosa por seguir el relato. ¿Qué era lo que había en la mente de su padre para desear tales cosas? Cruces entre vampiros y humanos. Su obsesión iba mucho más lejos que lo que creía, al ver como la había criado, como una medio-vampira que era─. Yui...tú...
Intentó ahogar sus negros pensamientos pasando la página, pero esto no la tranquilizó en absoluto, pues lo único que consiguió ahogar fue un grito.
Porque allí estaba lo que había estado buscando.
Un bebé de piel de mármol y cabello azul, un color demasiado irreal para un humano.
A su lado, una niña de mirada repleta de falsa inocencia.
Y finalmente, una joven soñadora y de sangre helada, como sus ojos grises.
Yuuka acarició la imagen de Hanae que se descubría en las primeras páginas de un nuevo capítulo. Sabía que ella tenía algo extraño, y allí tenía que estar escrita. Por un momento no quiso seguir leyendo. Pero lo hizo.
"Pero mi curiosidad no llegaba hasta allí. Había tenido que esperar unos años mientras Yui crecía y llegaba a la edad adecuada para poder enviarla a la mansión de mis hijos. En ese tiempo, seguí investigando, probando nuevas combinaciones.
Me pregunté una cosa: ¿si mi hermano Rihter había podido insertar un corazón vampiro en un bebé humano, por qué no hacer lo mismo...al contrario?
Experimentar es divertido, os lo aseguro. Fue fácil adueñarme de un vampiro recién nacido y ponerle un corazón humano.
Decidí ocultar su apellido para ahorrarme problemas por apropiarme de un bebé así por las buenas. Sin embargo, su nombre era Hanae.
Sorprendentemente, nadie sospechó de ella a pesar de su aspecto y comportamiento fuera de lo común. Yo me volví a sentir maravillado, he de admitirlo. Su cuerpo era el de un vampiro; fuerte y frío. Y sin embargo, su sangre era humana; viva y dulce, bombeada por un corazón de igual origen.
Una vampiresa con sangre en las venas. Me dije a mí mismo que tenía que enviarla algún día con mis hijos, al ver como reaccionaban ante lo que parecía una humana, pero era casi tan vampiro como ellos."
─Hanae no era humana... ¡era una vampiresa! Lo sabía. ¡Lo sabía!
Yuuka sentía que quería ponerse a gritar de pura exaltación, y marcharse corriendo a gritar al mundo todo lo que había descubierto. Yui y Hanae, los ensayos de Karl Heinz, ¿quién lo hubiera dicho?
Sin embargo, algo la ató a seguir leyendo. Probablemente, el hecho de que su padre no había puesto punto y final.
"Eran éxitos, eso era lo que me decía. Sin embargo, no era perfecto. Tanto Yui como Hanae no tenían el ideal que yo buscaba. Seguí experimentando, ¿por qué no?, y decidí hacer uso de mi propia fuerza.
Hacía tiempo que había leído estudios sobre la transformación de humano a vampiro. No necesitaba ningún recién nacido ni ningún corazón, nada más que mis poderes como noble. No tenía pensado llevarlo a cabo, pues según lo que sabía, los resultados no se acercaban a lo que yo buscaba. Aún así, encontré a cuatro niños que me llamaron la atención, y quise infiltrarlos en este mundo, adoptarlos y hacerlos míos. Y por supuesto, experimentar.
¡Ellos no tenían apellido, así que los nombré yo mismo! Los cuatro Mukami, que más que una prueba, fueron una autentificación. Transformar un joven humano en un vampiro no te garantiza nada nuevo, eso fue lo que confirmé en Ruki, Kou, Yuma y Azusa. Eran casi vampiros, sin la sangre tan noble ni pura, pero tenían sed, poderes y colmillos.
Tenía una humana con un corazón vampiro, tenía una vampira con un corazón humano. Me estaba quedando sin ideas, pero la iluminación me vino de pronto gracias a mis hijos adoptivos. Si no eran plenamente vampiros, pues les faltaba ese 'casi' que los hacían llamarse 'convertidos', me pregunté si algo cambiaría usándolos.
Pum. Adueñarme con otra humana fue fácil, y todavía más juntarla con un humano transformado, cuyas identidades no importan. Quise dar un paso más y no me limité a unir un corazón y un cuerpo. Uní a dos personas distintas, dos entidades, y dejar que el flujo de la naturaleza otorgase dando lugar a una bonita niña. Me deshice de los padres, desde luego; una humana y un transformado solo me molestarían de aquella, pues solo quería al fruto de los dos.
Di la bienvenida al mundo a Natsuki, nacida de la más pura unión de una humana y un 'casi' vampiro. Al principio me llevé una decepción con ella, su sangre era humana, su cuerpo era humano, no había nada fuera de lo común. Sin embargo, ¡qué fuerza desarrolló con el paso de los años! ¡Qué dominio con las armas! Mi querida Natsuki tenía un poder especial para aquellas cosas tan violentas, incluso siendo una pequeñísima niña. Me gustaría poder contaros más, pero estas habilidades no se manifestaban perfectamente hasta una edad más avanzada. Pero tenía lo que quería.
¡Tenía a una más! Una humana con poderes."
Yuuka observó casi con miedo la imagen de Natsuki que se extendía por la página en la que se encontraba, de infante, de niña, de adolescente. Le resultó casi gracioso ver como en todas las ilustraciones la joven aparecía con el ceño fruncido y los puños apretados, con sus ojos dorados brillando con fuerza.
─ ¿Natsuki también es...? ─pensó en voz alta─. Esto si que nunca lo hubiera dicho...
Al lado de la chica, estaba también la imagen de los hermanos Mukami. Yuuka observó al pequeño Kou con una expresión de cariño inevitable, pero enseguida se borró al recordar su último episodio con él, junto con Subaru. Los recuerdos atormentaban su mente. Siguió leyendo sin esperar encontrar nada más.
"¡Fantástico! Tenía los experimentos que yo quería. Las tres chiquillas crecían, en el seno familiar que les había proporcionado, bajo mi punto de mira, desconociendo su origen y su razón de ser.
Hanae y Yui tenían un origen muy similar, pero eran completamente diferentes. Por su parte, Natsuki tenía mi cercano apego, aunque tenía un fallo. Si bien era cierto que tenía útiles poderes vampíricos, y al mismo tiempo sangre humana, no era algo perfecto. Quizá lo que fallaba es que se había criado con humanos, pensando como una humana, comportándose como tal. Era casi ordinario... Era el cruce entre humano y humano transformado. No veía lo ideal en ello.
Me dije a mí mismo que las mejores recetas solo quedaban bien si se hacían con los mejores ingredientes. Entonces me di cuenta; ¿por qué no usar mi propia sangre?
Natsuki se había acercado mucho a lo que yo quería. Sin embargo, ella solo era un humano vampiro. No un vampiro humano, que era lo que yo quería. ¿Se puede entender la diferencia? Hice lo que creí necesario para mi investigación: me casé con una humana, ya os imaginaréis con qué intención...
Ah, mi preciosa Marianne. Cuando la vi por primera vez, en seguida pensé que, a pesar de ser humana, había nacido para ser una vampiresa. Belleza luminosa, inteligencia aguda, y la sangre más deliciosa que hubiese podido probar. Por supuesto, la hice mía; y he de decir que el fruto de nuestro 'amor' fue algo todavía más perfecto que ella. Porque al fin y al cabo, me había asegurado de juntar los mejores ingredientes, a la mejor humana y al mejor vampiro; humildemente, yo.
No voy a entrar en detalles. Tuvimos una preciosa hija, mi primera hija, la última de los Sakamaki.
Mi ensayo perfecto.
De la misma forma que Yui era como Hanae, ella era como Natsuki...pero mejor.
Porque tenía la belleza, la fuerza, el orgullo de un vampiro. ¡Por fuera, era un vampiro; una excelente hija de nobles, una heredera! Pero por dentro... Oh, ella lloraba, se asustaba y se enfurecía. Sus emociones a flor de piel eran las de un humano. Su deliciosa sangre que había heredado de su madre...lo había logrado. Porque su sangre no era corriente como la de Yui, Hanae o Natsuki –grandes experimentos, no obstante, con sangres deliciosas y fuertes-.
En sus venas corría verdadero poder, borboteante y ardiente como la implacable sed de un vampiro. Un poder que se extendía por todo su cuerpo, desde su mente hasta su corazón. Humano y vampiro se habían juntado y habían dado lugar a lo que buscaba. Un medio-vampiro, una media-humana... ¿qué importaba? En realidad, no era nada de eso, por mucho que mi fallecido hermano lo hiciese ver así.
Yuuka Sakamaki.
La humana con colmillos."
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Y así consigues dejar tensión en el culo de una persona.
LOL NO XD
En fin. PRIMERO, he de disculparme por el ligero retraso, la verdad es que el capi ya lo tenía escrito xD Pero estoy en mi semana de exámenes y ya se sabe D: Además, ayer fue mi cumple :DDDDD (9 de junio bitches...por si alguien se lo preguntaba :v)
BUENO. Capi importante donde los haya. Personalemente, amí me ha gustado mucho, casi podría decir que me ha ENCANTADO. Sí, me pueden gustar las cosas que hago. Pasa poco, pero puede pasar :'v Por eso me gustaría saber vuestra opinión, sobretodo siendo un capi tan crucial en la trama y tan fuera de lo habitual -es pura narración de Karl Heinz-
La vampiesa sin sed de sangre, la humana con poderes, la vampiresa con sangre en las venas y la humana con colmillos.
Lo sé, es una flipada. ¿Pero os gustó?
Cambio y corto~