DARK MAGIC [DARKEST 1] (BORRA...

By iamangicv

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|Trilogía Darkest| Libro: 1 ¿Qué pasaría si estuvieras leyendo y de repente estás en otro lugar? ¿Qué pasarí... More

🍄Notas🌹
sinopsis
🖤00:00🖤
01•01
02•02
03•03
04•04
05•05
07•07.
08•08[ Parte:1 ]
08•08 [Parte 2]
09•09
10•10
11•11
12•12
13•13
14•14
15•15
16•16
17•17
18•18
19•19
20•20.
21•21
22•22
23•23
24•24
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By iamangicv

Capitulo 6:
💜Extraño cosquilleo💜

⟨⟨si el cielo inunda por la noche mi corazón está inundado de amor por ti⟩⟩
Angeles Carrasquero 💜✍🏻📖.

Montserrat White 💜🥀.

El camarote se ha quedado en silencio, suspiré y observé a Max que está a mi lado con el ceño fruncido y tiene la mano puesta en la sien.

Caminé hasta la mesa donde están los demás mapas y pergaminos, esas viejas hojas amarillentas subrayadas.

Entre tantas islas de este mapa, pude darme cuenta de la isla Clanista, misma la isla donde está Delmon. Acaricié las otras islas.

—Partiremos mañana temprano, está decidido —Dictaminó Caleb dando pasos para la puerta antes de retirarse.

—Espero que no te quedes dormido —bromea Dam colocándose unas gafas y sonríe —Y, como siempre digo: La misión cuanto antes mejor.

—Sí,  sabelotodo, ya sabemos a qué te refieres —replicó jasper dándole una palmada en el hombro  a Dam que lo deja confundido y se retira pero antes me mira con una sonrisa pícara —Montana mañana nos ayudará a guiar el barco.  Y el resto me encargo yo Dam —arrugue mi nariz escuchando mi nombre mal. Jasper soltó una risa y se fue con Dam.

Es injusto llamarme por ese seudónimo, respire profundo y tomé el pergamino en mis manos para observarlo mejor. Hay demasiadas islas y reinos coloridos.

Mi estómago comienza a rugir del hambre, yo me muerdo el labio inferior y sigo mirando las islas. Unos pasas provenientes de atrás vienen hacia donde yo estoy.

—Islas Nend... Islas Calaveras... Islas de sirenas —murmuré en voz baja solo para fingir que estaba pensando en las islas y no en la cena.

—¿De verdad lees libros? —preguntó Max.

Yo levanté la mirada del pergamino para encontrarlo mirándome con los brazos cruzados y una ceja alzada.

—Adoro leer, Alis dice que soy una come libros —sonreí sin mirarlo.

—¿Quien es Alis? —inquirió él.

Sentí un hueco en el pecho, mi corazón se estrujó y se puso chiquito, un nudo apareció en mi garganta. Él no quería tampoco que yo me separara de él por el viaje, todo fue por ese maldito viaje.

—Max...—lo llame —¿Como regresaré a casa?.

—Por el portal —baja la mirada —regresaras cuando termine la misión. Volverás conmigo y... Después sigues tu destino yo el mío.

—¿La misión es solo encontrar el libro?.—alce una ceja.

Aún tengo dudas.

—Encontrarlo y descifrar unas cuantas cosas que han estado pasando —afirma rascándose su cabello —cual es la misión de los Newandermanes y también el mercado negro.

—¿Es donde me encontraron cierto? —cuestione, él asintió —¿Quienes son ellos... Que es lo que hacen?

—Venden a las personas, putos miserables que solo necesitan solventar su vicio —Max arrugó su frente —Psicópatas, fenómenos extraños. Elfos.

—¿Hay más fenómenos aquí?.

—si te refieres a monstruos tenemos los Leone  azules, bestias salvajes, Dragones, sirenas oscuras —continuó —Zombies, esqueletos, hombres lobos y... Trolls.

—¿Leones azules? —negué divertida —¿Como son?.

—Son hombres de piel azul y melena de León —admitió —El nombre viene de su apariencia.

—ya, ya.

—¿Es cierto lo que me dijiste en el bote? —poso sus manos en la mesa y recargo su peso a ellas —Dijiste cosas sin sentido.

—¿Dije... Qué? —Abrí mis ojos .

¡¿Que locura habré dicho ahora?!

«Seguro dijiste una tontería boba, no tengas miedo»

¿Como no tener miedo enshandres... Y si le conté que no soy humana?.

—¿No lo recuerdas?—frunció el entrecejo.

—No —negué con un torpe movimiento de cabeza.

El chico se quedó pensativo mirando los pergaminos con las islas, esto me recuerda mucho a mi novio, empeoraba cuando le comentaba sobre que no sabía lo que le había dicho antes, él solía ponerse pensativo y desconectarse del tiempo.

—¿Que fue lo que dije en el bote?.

—Nada importante, olvídalo —su mirada chocó con la mía, nos conectamos, él parpadeo y siguió mirando el pergamino —Iremos a la isla de Clanista, la isla de Delmon el sabrá que hacer.

—¿Quien es, Delmon él, existe? —mi curiosidad es enorme me interesa saber sobre quién es.

—Uno de los dioses que mantiene en equilibrio este mundo —Enmarcó una ceja —Es el que escribe muchos libros, la mayoría de libros se... Están perdidos..

—Yo... Tengo uno —confesé él escudriñó mi rostro, después asintió.

—¿Cual de todos tienes? —se me acerco.

—No recuerdo el nombre del libro solo dice como se creó este mundo, y quien lo creo —hice una pausa —también explica sobre una niña que fue quien entró a esto primero.

Max se mantiene en silencio sumergido en sus pensamientos.

—Solo te diré que no es malo que lo tengas —su vista iba justo a la pared —Y... Puede ser peligroso. Es arriesgado tener cosas de este mundo en el otro, lo que es de aquí no sale para ningún otro mundo, a menos que, sea regalado por ella y ofrecido por este mundo.

—No es mi culpa, mamá me lo obsequio cuando cumplí tres años —expuse sin mirarle —es posible que ella hubiera estado en este mundo ¿No crees?.

—Entiendo que tengas el libro bajo tu poder y respeto mucho tu decisión —Replicó él, sus ojos ya me veían otra vez —Si tu mamá lo tuvo primero, si puede ser que ella, me consta que soy el único que entró del otro mundo, y ella dijo que otros también habitaron estas aguas.

—¿Quien es ella? —le pregunté.

Al preguntar, él quedó con la boca a media de responder, suspiro bajando la mirada, veo como su mandíbula se tensa al igual que sus músculos.

—Una vieja amiga—contesto en cuestión de minutos de incómodo silencio.

.🍷---💜---🍷.

Caminaba los pasillos del gran barco, al parecer es demasiado grande y lujoso, caminé hacia afuera donde el frío de la tarde me golpeó la cara y el cabello comenzó a volar, di unos pasos hacia el borde del barco para ver el océano.

Al no encontrar nada de relajación me enderecé para retirarme hacia el camarote de Max. Al llegar a la habitación cerré la puerta detrás de mí pero algo se me vino a la memoria: Me recordé que esa habitación es la del chico que está sentado en una silla. Le sonreí y me giré para salir de ella.

Max se levanta y camina lo más rápido a mí.

—¿Donde vas? —me detuvo cerrando la puerta de la habitación.

—A dormir con mi hermano.—él se puso en la puerta bloqueando que saliera —¿Y a que se debe esto? —cruce mis brazos, levanté el lado derecho de mi cadera, y enmarque una ceja.

—Tu hermano está durmiendo en la habitación de abajo y ya no hay más lugar —explicó con levantando sus palmas —No hay más camarotes con camas desocupadas.

—Entonces iré a dormir con tu hermana —retrocedí bajando la mirada —Supongo que no le importa si le hago compañía.

Lo vuelvo a mirar y rueda los ojos.

—Ella es irritante te va a preguntar de todo —Max hace una mueca de desagrado y me mira con ojos entornados —Te quedarás en esta habitación hasta que tengamos donde más ir.

—Max, este es tu lugar privado ¿Como crees? Además solo hay  una cama...—señale la cama. Me crucé de brazos —¿Dormiremos juntos?

—¿Que tiene de malo dormir juntos? —bromeo Max caminado hacia mí con una sonrisa levanta las palmas de su mano —para mi no sería una molestia.

Nunca he dormido con nadie, bueno, una vez que me tocó dormir con unas amigas en un club, y,  fue la peor noche de mi vida. Hubieron videos sobre el desastre que hicieron mis amigos. Aparte de vómitos, peleas, bailes eróticos, y... Bromas de chicos, algunos se fueron a sus casas con aparatos dibujados en su rostro.

—No soy pervertido, si es lo que piensas —mostró una sonrisa torcida y se me acercó —Tranquila dormiremos separados. Tú en la cama y yo en...—miró a todas partes hasta que se detuvo mirando el ropero —Espera.

Se dirige al ropero y lo abre, yo trague grueso cuando él arrugó la nariz y empezó a estornudar, sacudió su cabeza y dejó en la cama una especie de tejido.

—Ya tengo donde dormir —me sonríe con los ojos rojos y su nariz de tanto que estornudo —Voy a dormir en la hamaca.

Me acerqué a la cama tome la hamaca y la extendí dejando caer una parte en el suelo y sujetar la otra con mis manos, ladeo mi cabeza doblando la hamaca. Sentí la mirada de Max puesta en mi y escuche a penas lo que susurro.

—Que tierna —susurro pero lo escuché claro.

—¿Si? —fruncí el ceño sin dejar de doblar la hamaca.

—Nada solo... Que, pareces una niña doblando una de sus cobijas de princesa—bromea divertido.

—oh, ¿esas cobijas de la bella durmiente y Rapunzel? —seguí bromeando él asintió con una sonrisa.

El chico se me acerca más a mí con esa linda sonrisa que adorna su perfecto rostro.

—Majestad —llega un hombre moreno de ojos amarillos y si su físico parece ser un hombre lobo —Ya la comida está lista ¿Desea cenar aquí?.

—No —niega este con un simple movimiento en su dedo índice a los costados —, Iré a cenar con los chicos y gracias Resphi.

Este otro se retiró y Max volvió a verme, mi estómago rugió del hambre y dudo que Max no lo haya escuchado.

—Ya regreso —me dice para dar pasos a la puerta y se detiene —me esperas.

Después que quede sola en la habitación acaricie la hamaca polvorienta, la sacudí con cuidado. Me acerqué al ropero y lo abrí, tenía su ropa bien acomodada pantalones y camisas. Agarre una de ellas y esto seria una estupidez pero me provoco olerla y lo hice, ese delicioso aroma se adentro en mis fosas nasales, olía a hombre, a paz, a riqueza, olía a un hombre diferente.

—No —susurre alejándome de la camisa y la deje caer en el suelo.

«Alistair, Alistair Wonderleen»

Me acorde de él, de Alistair unos instantes, aún sigo con el dolor en mi pecho de cómo terminó todo esto.

Tome la camisa del suelo y la colgué en el ropero como estaba.

No puede estar pasando nada, Max, apenas lo estoy conociendo. No ha pasado ni un día.

—Volví —Entra Max con una sonrisa y una bandeja llena de frutas y una taza de comida —es para tí —deposita la bandeja en la cama yo le sonreí.

—Gracias —tome una manzana y le di un mordisco cerré los ojos luego los abrí, levante rápido las dos cejas —Esta rico —Di otro mordisco y Max tomó una uva.

—Que la aproveches—contesto colgando la hamaca.

Lo mire de espalda como se movía haciendo movimientos atractivos y muy lindos.

—Ya está —bajo de la silla donde estaba y tomó naranjas, me pasó una.

Él se sentó en la silla después de haberse librado de las conchas de la naranja, yo en cambio estaba luchando para abrir la mía. Max volteó a verme y me hizo ceña con la mirada para que le pase la naranja. Admire cada detalle que hacía.

Como se notaba frustrado abriendo la naranja como clava sus uñas en la cáscara como apretá sus labios cada que no puede librarse de la concha.

su rostro es demasiado impecable es un muchacho agradable mentiría si me negara a decir que sus ojos azul eléctrico con intensidad no son hermosos, él y su hermana no se parecen mucho pero ella también es linda pero este es más.

—Ya listo —me pasa la naranja.

—G-Gracias —tartamudeo tomándola, él sonríe y relame sus labios para después soltar un aliento de ellos.

Continuó mirándole y pruebo la naranja el líquido de jugo corre por mis dedos, tengo la costumbre de ensuciar mis dedos cuando como alguna fruta con jugo, es otro de mis hábitos.

El chico que está a mi lado muerde una pera, su rostro estaba haciendo simples movimientos ahora.

—Quise que, —traga un pedazo de pera —cenaras  aquí. Es más fácil y menos incómodo.

—Me voy a acostumbrar pronto, no te preocupes.

.🍷-🦋--💜--🦋-🍷.

Al otro lado del barco se podía ver a una mujer de vestido negro. Todos los marineros corren tomando las cosas y Max se lleva a su hermana consigo, me quedo mirando todo lo que pasa hasta que la mujer me mira.

—Montserrat...—sus ojos se agrandaron y mostró una sonrisa, me extiende su mano larga y pálida —Ven conmigo. Olvida a tu familia.

—¿Que? —un relámpago alumbró toda la zona del barco pero no pude ver el rostro de la mujer.

Ella se gira y mi hermano cruza en ese preciso instante, ella lo toma del brazo y con una daga lo apunta en el cuello y lo introduce un chorro de sangre sale disparado de él.

—¡No! —lleve mi manos a mi boca para tapar un grito.

Ver la sangre correr y verlo a él muerto me aterraba, mi hermano.

—Veo que los vampiros no son tan inmortales como la gente hace creer —suelta está, sacando el cuchillo —Veamos...—se lleva el cuchillo a sus labios y pasa su lengua sobre este limpiando toda la sangre —Deliciosa.

Un hueco en mi pecho apareció y las ganas de matarla eran otras. Esa perra mató a mi hermano y ahora está probando su sangre.

—Ahora te toca —terminó con el cuchillo y corrió hacia a mí.

—No, no—grito cuando ella se lanza sobre mí y caemos a horcajadas sobre el suelo. Ella toma el cuchillo y me lo clava...

Me levanté en un movimiento con la cara sudada, las manos me tiemblan y tengo el corazón a mil por segundo, mi pecho sube y baja descontrolado, cierro mis ojos y olvido que todo fue una pesadilla.

Abro mis ojos y veo que Max está en una silla, su pálido rostro se ilumina al hacer un relámpago.

—max yo... —me enderece y me golpeé con la pared de madera —yo... Solo...

—Tenías una pesadilla —su manera de hablar es serena, calmada misma que me da paz.

Yo asiento y me llevo una mano a mí cabeza sobando donde me he dado el  golpe.

—Buenos días Max...—Añadí para disimular. Él sonrió.

—Buenos días...¿Como amaneciste? —me preguntó —¿Te duele la cabeza por el golpe que te acabas de dar?.

—No —negué sosteniendo la orilla de la cama.

—Dudo eso —se levanta de la silla y estira su cuerpo —Necesito que te coloques algo de ropa,  Pronto llegaremos a la isla de Delmon.

—Esta bien, ya lo hago —mi vista fue directo al ropero.

Él asintió para después salir de la habitación con pasos calculados y con elegancia. Me levanté de la cómoda y me dirigí hacia el ropero.

Salí del camarote para encontrarme con el reto de la tripulación y con mi hermano. Unos pasos hacen que yo gire y encare al pelirrojo con una sonrisa curiosa que forma gracia.

—Buenos días Jasper —le saludé con mi cálida sonrisa.

—Buenos días montana —Me regresó el mismo gesto y yo puse los ojos en blanco.

Respire el aire puro del oxígeno que proporciona el mundo, experimente que el agua lila del mar acelera las olas cada vez que estamos más cerca de llegar es como si la corriente pensará por si sola y nos impidiera seguir.

Toque el cabello de mi hermano este parece estar como un chicle, está hecho un desastre. La mano de él acarició mis mejillas ladeó la cabeza y la apoyo a su mano.

—¿Como están tus heridas? —me pregunta. Sus mirada está preocupada.

—Ya desaparecieron.

Ventaja número uno de ser un monstruo: Te curas rápido.

Desventaja número uno de ser un monstruo: Las heridas igual quedarán marcadas en la conciencia porque sigo siendo mitad humana.

Mi hermano respira más aliviado se me acerca más, ahora la distancia es más corta entre nosotros.

—Tuve un raro sueño anoche —soltó encogiéndose de hombros —Sobre un bosque y un espejo quebrado.

—También tuve un sueño —le hice saber—Con una mujer, tú y yo. No te preocupes nada importante.

O al menos es lo que pienso.

«Sabes que puede ser importante lo único es que te da miedo decir»

Cállate Enshandres déjame.

La voz intimidante y atroz que retumba en mi mente habla por sí, los espíritus no pueden salir de mi cuerpo pero si pueden llegar a hacer otras cosas como: Molestar todo el día e ingresar a una conversación en mi mente.

—¡Isla Clanista a la vista!

El fuerte grito de un Cristopholiano refunfuñó en toda la habitación provocando varios eco. Mis ojos se perdieron en el azabache color de su cabello, lucía pensativo perdido en el mapa.

Puedo anotar a Max en la lista de posibles amigos en este otro mundo también considero a Jasper uno de ellos. Jasper más que todo está en la lista de los chicos bromistas, estoy segura de cuando esté en Newton comenzaré con la lista de los diferentes caracteres que describen a cada chico de este barco:

Dam es más sabio lo describo como el chico que se cree el sabelotodo pero no es más que un loco chico que brilla por si mismo es lo contrario a Caleb que parece tener siempre la respuesta correcta y no duda de si mismo, es atento e ingenioso es buen capitan—¿De cuando acá soy experta en saber qué tan bien debe ser un capitán?—No hay respuesta a eso.

Describo a Jasper como todo un buen líder bromista y muy divertido, Jasper es un chico igual a todos comediante y de mucho empeño por qué todo este bien.

Max es... Un chico distinto al reto que hipnotiza a cualquier persona solo con esos ojos azules que brillan, es muy importante tener en cuenta que, él puede ser bueno como puede ser malo. Su forma de ser lo expulsa, expulsa tener cariño cómo odio, y no me cae mal—De hecho me cae muy bien—Más allá de ese chico serio hay una pizca de: Sarcasmo, odio, rencor, cariño y educación. Es educado.

Max endereza su postura sin perder la vista del mapa yo me limito a verlo, Jasper creo que se dió cuenta de cuanto le estuve mirando a Max ya que al mirar a Jasper mostró una  sonrisa y me estaba escudriñando.

Esta listo: Jasper me atrapó mirándole boba a su amigo.

Nota mental: Deja de ver a Max y aprende a disimular un poco.

Es buena la nota pero no la tomaré en cuenta.

Llevamos horas sentados frente a la mesa que están posados los pergaminos y otros mapas.

Jasper no aguantó más y calló el silencio que nos acató en el camarote:

—Debemos salir —nos miro a cada uno espero una respuesta por parte de nosotros y de no ver señales el mismo se contesto —:Hay que estar atento, en esta ocasión iremos solo los cinco incluyendo a Emily.

—Formaremos dos grupos, uno se dividirá al bosque de la isla —dividió Caleb con sus manos —otro al lado oeste. No sabemos que ilusión nos atacará.

¿A que se refiere con que los cinco si incluye a Emily son seis, no?.

«Se equivoco o se olvidó de alguien.»

Analizando todo si.

—Los grupos irán en busca de solo una cosa: La misión es encontrar La mansión de Delmon.—Empezó Jasper moviendo sus manos —Sabemos que por mucho que él se oculte podemos encontrar pistas que nos lleven a su escondite.

—No lo sé —dudó Dam rascándose su nuca en expresión pensativa—¿Tú que opinas, Einstein?.

El Einstein no se inmutó en lo absoluto, solo seguía la vista fija en el mapa está vez su expresión era otra: Se distinguía a leguas que no quería opinar en el tema por lo que tomo su tiempo para después hablar y decir:

—Delmon sabe como ocultarse. Tenemos posibilidades de encontrarlo y de no.

Hizo en cada palabra énfasis, le odia saber que jasper toma todas las decisiones y el reto lo apoya.

—¿Quieres que nos vayamos por dónde están las piedras? —cuestionó Dam que casi no había estado opinando.

El ojos azules hizo un mohín de desacuerdo y no evitó levantar la mano para hacer un ademán a los costados.

—Genial —murmuro Caleb con la vista fija en la ventana del camarote —Hemos llegado a la isla.

Todos callaron y por fin de todos los fines Max apartó la vista del mapa para mirar a su amigo Caleb.

Miré a un más a este chico detectando alguna emoción por parte de la llegada pero su rostro se mantenía igual no hubo cambio en él.

«Deja de verlo, aprende a disimular un poco nena, le vas a hacer mal de ojo».

No seas malita conmigo vale, solo admiro la belleza de este chico no más.

«Nota nena: ¡VAMOS A MORIR AHOGADAS POR TU PROPIA BABA. ASI QUE, DEJA DE MIRARLO!»

Deja de joderme y de opinar sin mi consentimiento.

—¿Pasa algo? —me pregunta Max, con el ceño fruncido.

—No pasa nada.

Él asiente y entrecierra sus ojos antes de dejar de mirarme.

.🍷----💜----🍷.

Tengo el ceño fruncido debido a los rayos del sol que se posan en mis facciones.

Los de la tripulación están ocupados con los botes bajan uno por uno y llegan a la orilla,  verifican si la arena es segura —la arena de este mundo es diferente —oí decir a Dam: Las arenas seguras son las que no tienen en la orilla de la playa una bandera roja que indique PELIGRO, si no está una de ellas entonces hay que explorar por nuestra cuenta.

También me contó Barth, mi hermano, que, escuchó que  si la arena podía mantenerse fija hasta cierto punto si la persona la pisa está puede moverse. Es algo así como arena movediza.

Los Cristopholianos afirmaron que la arena es segura por tanto Jasper entró al barco junto a Max y Caleb, Dam está afuera a un extremo del barco observa y anota en su cuaderno que me hizo recordar mucho al mío: este tiene  la tapa negra con lunas verdes que le daban belleza al cuaderno.

«Se supone que estamos en un mundo que no es moderno como tal y viven aún a la edad medieval y de ser así ¿Por qué el de gafas tiene un cuaderno moderno... no debería escribir en un trozo amarillento de pergamino viejo?»

Lo sé, lo mismo me pregunto. ¿Como puede tener un libro tan moderno?.

No hubo forma inmediata de encontrar una solución de callar mi duda y el impulso me llevo hasta Dam con pasos firmes sin mirar atrás.

Quizás también el pueda decirme quién es Delmon.

«Ibas solo por una pregunta no por dos".

Joder chica, no tengo tiempo para discutir contigo.

El de gafas toma su tiempo, exhala y se reajusta sus lentes.

—entonces, Quieres que te diga cómo es que este cuaderno —Levanto el cuaderno y me lo mostró —Llegó a mis manos.

—Si.—asentí

—Bien, la historia es que yo, es que los Einstein llegaron a nuestras tierras siendo unos pobres niños, náufragos perdidos en la arena. —Comenzó a contar —Cuando la reina Celestina los encontró se los llevo a su palacio. Ahí conocí a Max, ambos estuvimos juntos en una misión. Jhose cuando aún estaba en la ciudad Cristopholis, antes de irse a la ciudad Celeste le dio a Max un regalo, obsequio su corona a él y Max la tomó sin dudas. Se la merece es un buen rey joven, en fin, Emily me regaló el cuaderno antes de que ellos se fueran a su mundo y lo considero un gentil regalo de su parte.

No me gustaría que está conversación terminara, Dam tiene mucho sentido y su historia igual. Las dudas aparecieron con más fuerza.

—¿Quien es Jhose? —tal vez mi pregunta fuera seria, pero él se lo tomó a chiste que comenzó a reírse.

—El rey,  nuestro rey. —me hizo saber, reacomodo sus gafas y me sonríe con orgullo.

Quiero seguir escuchando la historia si no fuera por una voz masculina que nos interrumpe:

—Dam te necesitan en el camarote principal. —Le avisó Resphi.

Dam asintió y exhaló un suspiro me sonrió como despedida para retirarse.

Gire dando pasos para el barco y una mano me detuvo. Sobresalté y encaré a Max que me ve con detenimiento.

—¿Todo en orden? —Cuestioné.

Max esta pensativo y aun así asiente sin mirar mi rostro está perdido creo que inspecciona mi collar de amatista.

No me siento incómoda de tener a Max a mi lado. Si lo tengo que dejar claro Max atrae paz a mi, atrae cariño y seguridad. Y si, sé que tiene rostro de pocos amigos aveces y no lo crítico yo soy así si me lo propongo; lo entiendo perfectamente.

—Esta isla me confunde mucho.—admitió cortando el incómodo silencio.

—¿Que cosa?.

—Muchas. Ya estuve aquí mucho antes, cuando conocí a Delmon. —desvía su mirada hacia la mar —el tiempo pasa sin tu darte cuenta, la isla tiene bosques como tiene muchas criaturas, fenómenos y... Monstruos.

—¿Que tipo de monstruos? —inquirí

—Leones azules, centauros, Minotauro, las hijas de medusas,

El tema parece cierto y aun asi dudo mucho que haya monstruos en esta isla, todo se ve calmado.

La mirada de Max regreso a la mía, un cosquilleo paso por mi pecho, la paz me invadió otra vez mi mente se relaja de su aroma. Nuestro pequeño momento es arruinado por Jasper que nos grita para que bajemos a experimentar la isla. Max bufo de igual forma que siguió a Jasper yo los imite.

Jasper bajo con nosotros en uno de los botes, descendí y toque la arena,  Max me ayudó a bajar del bote y esta será la escena que no voy a olvidar: "Creer poder bajar sola del bote y caerle casi encima al supuesto chico que me está empezando a  agradar".

—Lo siento.—busque en su rostro alguna expresión que me dijera lo molesto que está por caerle encima.

Solo encontré una cosa: Preocupación en su mirada. ¿Le preocupo o que esa mirada?.

«Quizá detesta tenerte cerca y le preocupa que no te alejes de él».

Cállate,no sabes lo que dices.

—Tranquila, pequeña.

Mentiría si dijera que ese "Pequeña" me dio mucha emoción, no sé por qué me siento como una estúpida y sin dudas se que también le agradó mucho.

La hora se fue tan rápido que para cuando dimos conocimiento ya era de noche y las estrellas perfeccionan la inundación en el oscuro cielo.

Ya es la segunda noche que pasó aquí en este mundo, me pregunto si ya mis padres se habrán enterado de lo que ocurrió en el río.

Agarre una rama del suelo y empecé a cortarla para tirarla al fuego es una manera divertida que apaga el aburrimiento mientras lo hago al otro lado de la fogata está Max en una conversación con Jasper y Caleb. Dam está dormido ya, Emily igual se quedó dormida al lado derecho de dónde está mi hermano. El resto de la tripulación permanece en el barco atento a cualquier cosa.

La conversación finaliza entre los chicos y cada uno se acomoda para descansar. No percate que Max se había alejado de ellos y se sienta a mi lado, yo le pase una rama y el siguió haciendo lo mismo que yo; quiebra la rama y la tira al fuego. Ambos soltamos un suspiro y nos vimos obligados a mirarnos.

—Hace tiempo que no pasaba por esto —Habló max sin dejar de jugar con las ramas —, sin ver este paisaje que, aprecio mucho.

Su rostro entre la iluminación de la luna y los destellos del fuego lo hace lucir interesante.

—No he conocido mucho las islas de este mundo —admito tomando otra rama para tirarla al fuego —Y ya me impresiona. Esto es, un mundo diferente. Muy distinto.

Cada palabra que dije fue como si Max las apreciara tenía la intención de preguntarme algo pero no dijo nada y solo siguió mirándome.

Minutos de tanto mirarme se decidió a romper el silencio para agregar:

—Me cuentas sobre ti —una curva apareció en sus labios —No sé nada casi nada de la Montana.

—Yo tampoco sé mucho de ti.—conteste él sonrió.

—hagamos lo siguiente —propone acomodándose más a mi lado —tú  me cuentas tu vida y yo te cuento sobre mi vida en el otro mundo.

Me parece una forma genial para iniciar un conversatorio y así conocernos mejor, después de todo quiero matar la duda.

—Me es justo. —acepte. —Empiezo yo.

Es mi turno de hablar y siento como si alguien nos estuviera mirando, Max giro a ver para atrás escudriñando los árboles que estaban cercan de nosotros y no había nadie pero la inquietud la tenía. Giro a verme nuevamente con el ceño fruncido.

—¿Viste algo? —pregunta mirándome.

—No, nada —negue con la cabeza y una sonrisa.

—No tengas miedo —se me acerco y me rodea con sus brazos —yo estoy contigo para protegerte.

Sonrío para mí y asiento.

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