Un chico fuera de este mundo

Da I_KaLi_

10.9K 1.4K 2.7K

La vida de Madeline da un giro de 180° grados en cuanto aquella pregunta llega a sus oídos: ¿Cómo sería su ch... Altro

Playlist
Créditos
Prólogo
Epígrafe
Capítulo 1| ¿Será real?
Capítulo 2|Segundo encuentro
Capítulo 3|Parque de atracciones
Capítulo 4 |La cena
Capítulo 5| Confrontaciones
Capítulo 6|Señales del corazón
Capítulo 7| Un favor inesperado
Capítulo 8| Intenciones
Capítulo 9| Indecisión
Capítulo 10| Dejando las cosas claras
Capítulo 11 (1/2)|Momentos preciados
Capítulo 11 (2/2)| Momentos preciados
Capítulo 12| Ausencia
Capítulo 13|¿Qué haces aquí, Evans?
Capítulo 14| ¿Quién demonios es?
Capítulo 15| Leonel Evans
Capítulo 16| Rendirse
Capítulo 17| Fiebre de Logan
Capítulo 18| Afrontando mis sentimientos
Capítulo 19|Tomando una decisión
Capítulo 20|Morir y llegar al cielo.
Capítulo 21| Abdiel siendo Abdiel
Capítulo 22| Pasado
Capítulo 23|Lo prometo
Capítulo 24| ¿Secretos?
Capítulo 25| Honesto, ¿o no?
Capítulo 26| Intento fallido
Capítulo 27| ¿Accidente?
Capítulo 28| Conociéndonos (1/2)
Capítulo 28| Conociéndonos (2/2)
Capítulo 30| Llenos de secretos
Capítulo 31| ¿Verdadera personalidad?
Capítulo 32| ¿Esto es un adiós?
Capítulo 33| ¿Seguir sin ti?
Capítulo 34| ¿Estar alejados sería lo mejor?
Capítulo 35| De mal en peor
Capítulo 36| Compras (1/2)
Capítulo 36|Compras (2/2)
Capítulo 37| Impotencia
Capítulo 38| No lo pienses demasiado
Capítulo 39| Ayúdame
Capítulo 40| Partida difícil
Capítulo 41| Reflexión
Capítulo 42| Graduación (1/2)
Capítulo 42|Graduación (2/2)
Epílogo

Capítulo 29| La verdad es dura

145 25 31
Da I_KaLi_

Espero impaciente a Abdiel en la biblioteca, la ausencia de uno de los profesores fue una gran oportunidad que me abrió el camino hacia aquí. El lugar estaba casi vacío, escogí una de las mesas en la esquina la cual no podía observarse fácilmente y para mí eso era perfecto. Abdiel también había sugerido este lugar, así que no creo le cueste encontrarme.

Debería tomar un libro como distracción para dejar pasar el tiempo, pero las ansías de saber sobre lo que mencionó aquel día no me dejan. En especial también por lo del número desconocido.

Bajo la mirada con la vista en mis agujetas desatadas, cuando me agachó para atarlas unos zapatos se posan delante de mí y no me hace falta voltear para saber que es Abdiel.

—Lo siento, me detuvieron en el camino —Se sienta en una esquina de la mesa delante de mí, sin molestarle que en cualquier momento podrían reprenderlo.

—Bájate de ahí —Literalmente lo estoy obligando, pero él ni siquiera sé inmuta, solamente deja se mochila en la silla que él debería estar ocupando.

Él busca algo en ella como si fuera realmente importante, entonces hago un mohín de extrañeza sin entender del todo.

Saca un álbum de fotos junto con algunas hojas de periódicos como los que encontré en la caja, antes de soltar algunas palabras indiferentes y obstinadas:

—Después de esto tal vez cambies tu forma de ver las cosas —advierte tranquilo, queriendo arrepentirse.

Me inclino al frente un poco, intentando tomar el álbum de fotos, pero él lo aleja de mí.

—Deja de ser tan impaciente —zanjó irritado, bajándose de la mesa.

—No es fácil cuando estás a poco de conocer la verdad —bramé entre dientes.

—Pues algunas veces es mejor no conocerla —Se dejó caer de golpe en la silla, tirando todas las hojas del periódico frente a mí.

Todas son sobre el accidente, todas con el mismo titular «Trágico accidente deja a tres integrantes de una familia muertos» Exactamente como el que había leído. Pero no entiendo, él sabe que esto ya lo sé, ¿cuál es su punto?

—¿Estás segura? —Su pregunta me toma de sorpresa, ¿qué si estoy segura? No, pero solo así lograré comprender—. Puede que todo sea demasiado extraño, además, soy igual de culpable por ocultarlo.

—¿Culpable de qué? No entiendo.

Mi teléfono emitió el sonido de una notificación, interviniendo en nuestra conversación. Cuando reviso veo que se trata nuevamente de aquel número desconocido.

Desconocido:

¿No quieres conocer la verdad?

Estoy a punto de bloquear el número cuando decido preguntarle al pelirrojo, dejándolo más confuso que yo:

—¿Quién más conoce la verdad? —exigí saber mostrándole los mensajes, casi colocando la pantalla en sus narices.

—Solo mi familia y Evelyn.

—¿¡Evelyn!?  —Me levanté abruptamente, golpeando la mesa de la sorpresa.

—Sí.

—¿Por qué? —Mi ceño se hunde y hago un mohín de extrañeza.

Por lo que sé Evelyn y Logan no son tan cercanos después de lo que pasó entre ellos, además, sé que es amiga de Leonel y Abdiel. Pero, ¿qué tan malo debe ser cómo para qué yo aún no lo sepa?

—Tranquila —Su boca forma una línea—. Ese no es el número de Evelyn.

Me pide mantener la calma cuando en su rostro se puede ver el miedo y la sorpresa, incluso temo que comience a actuar paranoico. Es como si realmente nadie debería saberlo, bueno, nadie más aparte de ellos.

—¿Estás bien? —Estiré mi brazo para tocarlo, pero el reacciona y aparta mi brazo.

—Lo siento.

—¿No reconoces el número? —Dejé el teléfono sobre la mesa, intentando buscar alguna explicación.

—No —Negó lentamente con la cabeza, soltando un suspiro.

Deja el tema de lado aún no muy convencido y señala las hojas de los periódicos.

—Esto ya lo leíste, ya sabes del accidente —Me repitió, colocando su dedo índice sobre las hojas—. Pero creo que no lo recuerdas.

¿Recordarlo? No, definitivamente no y no es de extrañar con mi mala memoria.

—¿Quién estuvo en ese accidente? —Voy directamente al grano, tomando las hojas de los periódicos entre mis manos.

De manera súbita Abdiel se levanta de la silla, rodeando para acercarse a mí, entonces coloca sus manos a cada lado de mí rostro, sosteniéndolo. Intento evadir su mirada incómoda, pero él me reprende.

Me hace verlo fijamente a los ojos, a aquellos ojos color esmeralda que la mayoría de las veces reflejan felicidad y burla.

—¿Recuerdas lo qué te dije? —articula de forma lenta, casi arrastrando las palabras en su boca.

—Sí, pero ¿por qué dijiste qué estuviste conmigo el día del accidente? —murmuro casi dudosa de mis palabras.

Tiene los labios entreabiertos, su ceño se mantiene hundido y puedo observar un pequeño ápice de duda en su semblante. Está tenso, indeciso y ansioso justamente como yo.

—Te dije que éramos amigos en ese tiempo, ¿existe algún recuerdo en esa cabeza? —Una de sus manos abandona mi rostro para golpear levemente mi frente, le doy un manotazo, volviendo a la realidad de que a Abdiel Evans es a quien tengo en frente.

—No, no recuerdo nada —Me encojo de hombros, alejándome de él lo más que puedo.

—Íbamos juntos a la misma escuela, por casualidad ese día tú y yo estábamos entre la multitud de personas que observaba la escena —explica sin perderse cada detalle de mi expresión—. Pero la diferencia es que tú hiciste algo, solamente porque te dije que eran de mi familia, porque me viste derramar lágrimas del inmenso dolor que me atacaba sin descanso. Estaba agobiado, asustado y no podía hacer ni el más mínimo movimiento.

—¿Yo?

Él sonríe, e instantáneamente su sonrisa se vuelve más amplía al ver mi rostro.

—Sí, Madeline, fuiste tú quien lo salvó esa noche, eras tú aquella niña que corrió desesperada.

Trago grueso, bajando la mirada para ver como mis manos no dejan de temblar. Abdiel me toma por los hombros.

—¿Recuerdas? Como diste aquellas simples palabras antes de perder el conocimiento, como yo y tu madre te sacudimos —Se arrodilló, mirándome a los para después tomar mis manos con seguridad—. Al parecer la sangre te causó demasiada impresión.

Yo permanecí sentada, inmóvil, solamente observando su rostro, su cara totalmente sería e indiferente. Inhalo y exhalo repetidas veces, intentando minimizar la sorpresa.

—Entonces, ¿quién era el niño? —murmure aunque posiblemente yo ya tenía la respuestas—. ¿Logan? Si es así entonces no entiendo porqué deberían ocultarlo.

Mi teléfono vuelve a sonar, entorno los ojos revisándolo para confirmar mis sospechas.

Desconocido:

¿Quieres saber sobre el accidente?, ¿por qué no conocer todo el misterio armado a base de mentiras? Eres demasiado curiosa, Madeline.

No he respondido a ninguno de sus mensajes, lo bloquearía, pero de cierta forma me intriga saber de quién se trata, aunque me inquieta que conozca mi nombre y su forma de afirmar cosas sobre mí.

Abdiel permaneció pensativo por un momento cuando le mostré el nuevo mensaje, pero al final no dijo nada y se levantó, irguiéndose en toda su esbeltez. Se acercó más a la mesa estirándose para tomar el álbum de fotos, lo abrió por fin después de tanta espera dejándome ver algunas fotos familiares.

Me señaló una de las tantas fotos, tendiéndome el libro para que pueda observarla mejor.

No son los tíos de Logan. Son sus padres.

Frente a ellos yacen tres niños pequeños, al que no reconozco instantáneamente deduzco que se trata de Asher, va vestido con una sudadera roja, su cabello se encuentra desordenado y su mirada parece perdida. Pero entonces algo llama mi atención, algo de lo que debí darme cuenta antes.

Recuerdo cuando Katherine y Adelaida encontraron las redes sociales de Logan, cuando repasé rápidamente cada una de las fotos, había una en especial que llamó mi atención.

Coloco el teléfono en la cara de Abdiel, es la misma foto, pero en la que le muestro aquel chico tiene la cara cubierta para que nadie más vea su rostro, es raro, quiero decir, ¿por qué?

Las redes sociales de Logan tienen varias fotos, en ellas principalmente se le pueden observar con su familia, en las primeras aparece aquel chico con el rostro cubierto, después ya no aparece en las fotos, ni siquiera se le menciona o se explica la razón.

—Ahora busca su nombre —habla por lo bajo, con las manos hechas puño sobre la mesa.

Cuando busco el nombre de Asher Evans en el buscador me aparecen algunas redes sociales, entro a una de ellas y no puedo evitar hacer un mohín de extrañeza, acompañado por un leve dolor de cabeza.

Su última publicación fue hace dos semanas, pero no son fotos de aquel chico, son fotos de Logan.

—No comprendo.

—Viviste en tu propia burbuja todo este tiempo —Pasa las hojas rápidamente, sin permitirme detallar cada una de las fotos como yo desearía.

—¿Mi propia burbuja? —digo casi en un pequeño murmullo lastimero, todo a mi alrededor se vuelve confuso. No comprendo nada y ya no sé si quiero hacerlo.

—No sé si sea amor lo que él siente por ti, porque yo no le he dado significado —Se sienta al lado de mí sobre la mesa, miro hacia arriba encontrándome con su semblante serio, que no muestra ningún signo de burla—. Pero en definitiva las cosas no son como las has visto, tu punto de vista es uno de color rosa mientras que el otro es un túnel que no tiene final ni regreso.

—¿No tiene regreso? Abdiel, no comprendo —Mi ceño se hunde manteniéndole la mirada lo más que puedo, buscando burla en todo esto.

—Respóndeme algo, Madeline.

—¿Qué cosa? —intento hablar con firmeza, pero por alguna razón siento la garganta seca.

Me toma de la barbilla, uniendo nuestras miradas cada vez que la alejo.

—¿Por qué Logan se acercó a ti sin dudarlo?, ¿por qué trató de ganarse tu corazón sin conocerte? Dímelo, ¿tan solo por qué era tu turno de conseguir un amor de novela?

Ladea su cabeza, con los labios entreabiertos y algunos cabellos rizados cayendo por su frente.

Aquello me lo pregunté en su momento, pero nunca busqué respuesta porque decidí creer que era una señal de que todo iba a mejorar, de que el destino me pedía a gritos dejar atrás el pasado. Es raro todo lo que ha pasado si lo pienso como él lo dice, pero una parte de mi quiere convencerme de que simplemente tuve suerte de unir mi camino con el de Logan.

—No lo sé —solté en un tono dudoso e inseguro, todas mis defensas desaparecieron de un momento a otro.

Al parecer el esperaba esa respuesta pues la curvatura izquierda de su boca se alzó en una sonrisa sin gracia, no quería admitirlo, pero está faceta de Abdiel me inquieta, me pone nerviosa porque ni siquiera sé que debo esperar de él. Normalmente esperaría algún tipo de broma de su parte.

Mi teléfono no para de sonar solamente aumentando mi dolor incesante de cabeza, esta vez es Abdiel quien lo toma, creí que leería el mensaje, pero comienza a mirar a nuestro alrededor casi con desespero.

Pero hunde su ceño y hace un mohín de molestia y desespero, se acerca a mi oído para susurrarme, erizándome la piel casi de forma instantánea.

No entiendo porque susurrar, pero en cuanto escucho lo que tiene que decir el mundo se cae.

Todo a mi alrededor se desmorona como si de papel se tratara, me veo a mí misma como una criatura deleznable, mis sentidos comienzan a fallar y puedo jurar no poder escuchar nada más que mis pensamientos negando todo.

—¿Logan Evans? Él murió en aquel accidente —arrastra las palabras su boca, lo suelta con tal indiferencia que me abruma—. Asher Evans es a quien tanto has comenzado a querer, quien te ha mentido desde el primer segundo en el que cruzó palabra contigo.

Continua a leggere

Ti piacerà anche

97.5K 8.7K 29
Eliza Jones y Stella Lambert son el prototipo de: "personas correctas en el momento equivocado", pues sus vidas habían coincidido en preparatoria, cu...
34.2K 3.1K 75
Él era feliz y débil. Ahora no siente el dolor. Su pasado está marcado por un arma que amenaza con quitarle la vida en cualquier momento. Fue ahogad...
300K 16.8K 68
En inglés: Friendzone. En español: Zona de amigos. En mi idioma: Mi mejor amigo me mira como a su hermanita y jamás de los jamases me verá como alg...
268 60 11
El inicio de un conflicto entre los reinos de Aethelgard y Eldoria, marcado por siglos de odio y guerras sangrientas. Agotados por la lucha, los reye...