Un chico fuera de este mundo

By I_KaLi_

10.9K 1.4K 2.7K

La vida de Madeline da un giro de 180° grados en cuanto aquella pregunta llega a sus oídos: ¿Cómo sería su ch... More

Playlist
Créditos
Prólogo
Epígrafe
Capítulo 1| ¿Será real?
Capítulo 2|Segundo encuentro
Capítulo 3|Parque de atracciones
Capítulo 4 |La cena
Capítulo 5| Confrontaciones
Capítulo 6|Señales del corazón
Capítulo 7| Un favor inesperado
Capítulo 8| Intenciones
Capítulo 9| Indecisión
Capítulo 10| Dejando las cosas claras
Capítulo 11 (1/2)|Momentos preciados
Capítulo 11 (2/2)| Momentos preciados
Capítulo 12| Ausencia
Capítulo 13|¿Qué haces aquí, Evans?
Capítulo 14| ¿Quién demonios es?
Capítulo 15| Leonel Evans
Capítulo 16| Rendirse
Capítulo 17| Fiebre de Logan
Capítulo 18| Afrontando mis sentimientos
Capítulo 19|Tomando una decisión
Capítulo 20|Morir y llegar al cielo.
Capítulo 21| Abdiel siendo Abdiel
Capítulo 22| Pasado
Capítulo 23|Lo prometo
Capítulo 24| ¿Secretos?
Capítulo 25| Honesto, ¿o no?
Capítulo 26| Intento fallido
Capítulo 27| ¿Accidente?
Capítulo 28| Conociéndonos (1/2)
Capítulo 28| Conociéndonos (2/2)
Capítulo 29| La verdad es dura
Capítulo 31| ¿Verdadera personalidad?
Capítulo 32| ¿Esto es un adiós?
Capítulo 33| ¿Seguir sin ti?
Capítulo 34| ¿Estar alejados sería lo mejor?
Capítulo 35| De mal en peor
Capítulo 36| Compras (1/2)
Capítulo 36|Compras (2/2)
Capítulo 37| Impotencia
Capítulo 38| No lo pienses demasiado
Capítulo 39| Ayúdame
Capítulo 40| Partida difícil
Capítulo 41| Reflexión
Capítulo 42| Graduación (1/2)
Capítulo 42|Graduación (2/2)
Epílogo

Capítulo 30| Llenos de secretos

156 21 21
By I_KaLi_

Cuando te das cuenta de que las cosas no son como te las planteas todo se viene abajo, se desmorona con tal facilidad como una pirámide de naipes con un pequeño soplo, las esperanzas se rompen como un frágil cristal. Me veo como una criatura deleznable, me recrimino a mí misma por ser tan estúpida durante todo este tiempo.

No hice más que llegar a casa y encerrarme en mi habitación pese a la insistencia de mi familia, no le conté nada a mis amigas, ni a Leandro ni a mi madre. Sentía como se me oprimía el pecho y como algunos sollozos, incontrolables, se escapaban de mis labios, pero intentaba hacer el mínimo ruido posible para no alertar a mi familia aunque creo ya lo había hecho.

Mi teléfono no paró de sonar hasta entrada la noche, no tenía ganas de nada, pero después me sentí peor por llorar, como si eso fuera a enmendar algo. Como si eso fuera a ayudarme a encontrar alguna razón.

Solo decidí confiar en que el destino me enviaba una señal para que cambiara, que me enviaba así de fácil a aquella persona que tanto necesitaba en mi vida. Pero caí en el juego como cualquier otra adolescente enamorada.

Me levanté de la cama de mala gana, acercándome a la ventana para abrirla, dejando pasar un poco de aire fresco que golpea contra mi rostro.

Me acerqué a paso lento a mi escritorio, casi como si todo mi cuerpo pesara. Tomé mi teléfono y lo encendí a regañadientes, hastiada de todo.

La mayoría de mensajes eran de mis amigas, uno que otro de Abdiel y claro, el número desconocido. Pero había algo que me molestaba, algo que me dolía más de lo que debería y de lo que me gustaría admitir.

No podía bloquearlo, simplemente me dolía por alguna razón cortar toda relación con Logan o, mejor dicho, con Asher. Era extraño verlo así.

Sabía que esto no acabaría hasta que hablara con él, hasta que lo confrontara, aunque la valentía me faltara.

Entonces decidí revisar aquellos mensajes que tan nervioso dejaron a Abdiel. Ni siquiera sabía si sentirme molesta con él o Leonel por ocultarme esto.

Desconocido:

En la biblioteca cualquier persona podría verlos, incluso quien inicio con todo este cuento.

Mierda. Ese mensaje logró ponerme los pelos de punta, quien sea debió espiarnos cuando hablábamos, por eso el tan repentino cambio de Abdiel. Aunque, el me aseguró que no muchos sabían eso, y aún me faltaba descubrir el porqué de la mentira.

Hubo otro mensaje que me desconcertó, provenía de otro número desconocido, pero con tan solo leer el mensaje supe quién era, así que rápidamente registré el número pese a que mi lado racional me pedía a gritos no hacerlo. Aunque para este punto dejé de escucharlo hace mucho tiempo.

Leonel:

¿Podemos hablar?

¿Hablar? Si eso respondía a mis dudas supongo que sí. Dentro de todo esto olvidé que para estas horas Leonel ya estaría en su casa, debía sentirse bien y a mí ya no me molestaba saber quién le pasó mi número.

Me sentía engañada, por él, Asher y Abdiel, de Evelyn podría esperarlo. Pero de ellos no, de él no.

No necesitaba cambiarme, estaba con la misma ropa que la de esta mañana y no me molestaba. Cuando bajé las escaleras mi abuelo me veía entre curioso, enfadado y triste.

—¿Estás bien? —su voz salió áspera y la pregunta en un tono bajo, pero ya que estábamos solos en la sala logré escucharlo.

—Sí —Sonreí más falsa que una calcomanía.

Mi abuelo me entendía, él sabía que tan solo necesitaba aclarar mi mente, aunque fuera yo quien buscara ir más allá. Él no me haría preguntas que claramente yo no querría responder, con ver mi rostro fue suficiente para él.

Me despedí de él con pocos ánimos, se guardó sus preguntas y yo solo iba a donde Leonel pidió reunirnos. No estaba lejos, era una pequeña cafetería.

Comencé a caminar tallando mis ojos, seguramente los tenía rojos y quién me viera diría que algo definitivamente iba mal. Mis padres no dudarían en atacarme con preguntas al igual que Leandro, pero para mí era como un pequeño respiro que mi abuelo me respaldara, él no iba a insistir tanto y estaría profundamente agradecida por eso. Algunas veces era bastante gritón y exageraba, pero tal vez era su forma de expresar preocupaciones.

No me demoré casi nada, puede que sea por qué estaba casi corriendo, pero una extraña sensación me recorrió de pies a cabeza en cuanto vi el cártel con luces de aquel lugar, en cuanto a través del gran ventanal logré divisar entre tanta gente a aquel chico gruñón que podría sacarme canas del coraje.

Mi entrada al lugar fue acompañada por el tintineo de una campana, él me seguía con la mirada mientras caminaba en su rumbo con los nervios llenándome el cuerpo de un momento a otro.

Su vestimenta era sencilla, no había mucho que resaltar sobre su sudadera de un color azul marino, sobre su pantalón de mezclilla o sobre su cabello desordenado. Como si se hubiese vestido con lo primero que encontró en su armario, aunque yo no puedo decir mucho.

—¿Vas a tomar asiento? —Su tono malhumorado no pasa desapercibido, mueve su pie de arriba hacia abajo con impaciencia.

Asiento con frenesí, apresurándome a tomar asiento frente a él.

Era raro, ahora a quien menos quería ver era a Asher y ahora tengo justo en frente a una copia exacta de él, aunque claro, Leonel tenía sus pequeñas diferencias. Podía ver cómo algunas chicas lo observaban desde atrás, pues he de admitir que Leonel tenía su encanta muy personal, él tenía las facciones un poco más enfurecidas, aquel pequeño lunar en su entrecejo y su mirada tan magnética.

—¿De qué querías hablar? —Estiro el menú en mi dirección, pero negué con la cabeza. No tenía hambre.

—No puedes decírselo a nadie —No quise admitirlo, pero por su tono de voz eso parecía más una advertencia.

—¿Cómo lograron engañarme?, ¿por qué solo ustedes lo llaman así? —Mi cabeza dolía como el demonio, inhalo y exhalo intentando mantener la calma.

Mueve sus dedos de arriba hacia abajo, molestándome un poco con aquel incesante sonido al golpear contra la mesa.

—Asher quedó afectado, solo diré que creímos que era mejor seguirle el juego.

—¿Juego? —Hice un mohín de rareza.

—Él siente que le arrebató la vida a nuestro hermano, nuestra relación con nuestros padres no era la mejor sin embargo él y Asher eran muy cercanos —Era raro escuchar aquel nombre en su boca, me dio un escalofrío—. Piensa que así podrá disculparse, como si eso le hiciera sentir que Logan sigue con nosotros.  Además, no es algo que pueda controlar.

Eso último me inquietó.

Me quedé callada, no era como que tuviera mucho que opinar y además dolía, me quemaba por dentro.

—Ahora que lo pienso, de hecho, todos estos años siento que he vivido con un extraño —Sonrió sin gracia alguna—. Ni siquiera conozco sus verdaderos gustos, todo lo que conoces y conozco se basa en una actuación.

—¿La terapia no lo ayuda?

Mi pregunta queda en el aire cuando Leonel tuerce la boca, no sé si sea por la respuesta o solamente no le gusta el tema.

—No, él dice que mejora, pero sinceramente creo que esto no tiene arreglo —Suelta un suspiro, cansado.

Que pesimista, aunque yo tampoco sabría qué hacer.

—¿Solo le siguen el juego? Eso no va a ayudarlo —refuté sin rodeos.

—Ayuda a que se sienta mejor consigo mismo, ayuda a que, aunque por una estúpida mentira que se formó en su cabeza sonría y duerma tranquilo —Su voz sale áspera. Le molesta, y mucho.

—De igual manera en cualquier otro lugar lo conocen por su nombre, Asher.

—Lo sabemos, pero además él nos lo ha pedido —Se soba la cien, como si intentara calmar una batalla interna.

No conozco a Asher, no conozco sus gustos y mucho menos algo de su pasado que no sean mentiras, todo este tiempo se podría decir que estuve conociendo a alguien que se fue hace mucho.

—Vas a ayudarme —exigí decidida, soltando las palabras con seguridad—. Tenemos que encontrar una manera de parar esto.

—Vas a huir —dijo como una afirmación—. Solo hablarás con él y te irás.

—No.

—Sí, Madeline —Se inclina sobre la mesa, sosteniendo sus anteriores palabras.

—La familia Evans guarda demasiados secretos —murmuro intentando volver al tema, pero claramente fallé.

Leonel me toma de la barbilla sosteniendo mi rostro, lo gira con cuidado en dirección a un grupo de chicas que no para de reír, exactamente un pequeño grupo de tres. No había hablado con las mías hace un tiempo.

—Vuelve a tu vida anterior, olvídalo, no hace falta que intentes luchar una batalla que no es la tuya —Me suelta, acomodándose en su lugar dándolo por ganado.

Extrañaba a mis amigas, pero simplemente me dediqué a hacer lo que me hacía feliz, a experimentar aquello que era desconozco para mí.

—Nos llevarás al cementerio —Coloca mi mano sobre la suya, apretándola.

Hace un mohín de extrañeza, frunciendo el ceño.

—¿Qué?

—Tiene que ver a su hermano y reaccionar.

Abre los ojos de par en par, pestañeando con confusión.

—No, eso solo lo pondrá peor.

»Vete, aléjate lo más que sea posible porque eso no es amor. Eso para mí es una obsesión, él te conocía antes, sabía cosas de ti y solamente ese día vio la oportunidad de acercarte a ti. Te mintió.

—Nos llevarás —arrastro las palabras en boca, haciéndole entender que no me voy a ir así de fácil. No al menos hasta conseguir la respuesta que necesito, que solamente él puede decirme.

Está a punto de decir algo, pero se lo impido tapando su boca, me mira perplejo sin esperarse eso de mí.

—Necesito que me ayudes a encontrar quien está detrás de esto —Saco mi teléfono con torpeza, poniéndolo literalmente en su cara.

Leonel me arrebata el teléfono, leyendo los mensajes con tal seriedad que me abruma.

—Te llevaré.

Mentiría si dijera que su cambio tan drástico no me sorprende, coloca el teléfono en medio de la mesa.

—No reconozco el número, pero definitivamente a mis tíos no les gustará —murmura pensativo, releyendo los mensajes—. No sé si sea alguien que conozca, pero en definitiva sabía de tus planes para reunirte con Abdiel.

—¿No serás tú? —Arqueo una ceja, cruzándome de brazos.

Rueda los ojos.

—No, solo lo sé porque Abdiel me lo comentó.

No me sorprende, por eso debió pedirme hablar, aunque no sé si esta plática me está ayudando. Creo que me siento peor, otra vez aquello opresión en el pecho.

—¿A quién más le dijiste qué se reunirían? —Despega su mirada de mi teléfono, mirándome en busca de respuestas.

No puedo evitar sentirme extraña, quiero decir, no le dije a nadie. Absolutamente nadie.

—A nadie —Siento el aire atascarse en mis pulmones. Leonel apaga el teléfono, mirándome con atención.

—Tal vez Abdiel se lo comentó a alguien, aunque puede que esa persona ya te estuviera observando desde hace tiempo —Leonel es bastante perceptivo—. Descartamos a Asher, ahí dice la hora y día en que el mensaje fue enviado y tú estabas con él. No es su número.

»Ten cuidado, no sabemos si esa persona es peligrosa y saber que los observaban no me deja tranquilo.

—¿Preocupado? —Me obligué a sonreír, sorprendiéndome con su forma de actuar.

—No tienes que actuar como si todo estuviera bien —Alza un brazo llamando al mesero para pedir la cuenta, aunque solamente él había comido muy poco.

Después de pagar hace un movimiento cortante con su cabeza, haciendo que lo siguiera hasta la salida, en cuanto salimos estaba a punto de despedirme para ir a hundirme entre mis cobijas. Pero Leonel me toma del brazo, tirando de el para encaminarme con prisa por la acera.

Al lado del restaurante había un callejón, muchas preguntas comenzaron a bombardear mi mente en cuanto Leonel nos adentró en dentro en aquel sucio lugar.

Me suelta deteniéndose frente a mí, abro la boca para reclamarle, pero las palabras se niegan a salir de mi boca en cuanto él me estrecha contra su cuerpo, dejándome tensa en de un momento a otro. Creo que olvidé como respirar.

—No tienes que fingir que todo está bien —Por primera vez desde que lo conocí, la voz de Leonel transmitía tranquilidad—. Te ayudaré a salir de esto, estoy seguro de que Abdiel aceptará ayudar.

—¿Vergüenza de qué te vean abrazarme?, ¿demasiado para tu imagen de chico malo? —hablo aún perpleja, en un intento de disimular mis nervios.

Resopla, ignorando mis palabras.

—Pronto te alejaremos de esto.

El problema es que no me veo capaz de irme.

Continue Reading

You'll Also Like

7.1K 547 14
Los personajes no me pertenecen son de Kishimoto Como podria unirse una pareja por equivocación,¿Sera obra de destino? ¿o Sera un simple error? Eso...
3.2M 341K 64
Sinónimo de "Luce Webber" 1- Desafortunada. 2- Violenta. 3- Sarcastica. 4- Verborreica. ¿Quien diría que trabajo y diversión no van de la mano? Final...
34.3K 3.1K 17
Sunset le solía escribir cartas a Twilight y las dejaba en su casillero, pero en su diario le escribe cartas que no se atreve a mandar por miedo a se...
6.9K 478 27
Este es solo el comienzo de una Nueva Historia, Una Batalla entre Flyers y Demonios. Está es solo la muestra de como comenzó una historia de amor. Y...