Un chico fuera de este mundo

By I_KaLi_

10.9K 1.4K 2.7K

La vida de Madeline da un giro de 180° grados en cuanto aquella pregunta llega a sus oídos: ¿Cómo sería su ch... More

Playlist
Créditos
Prólogo
Epígrafe
Capítulo 1| ¿Será real?
Capítulo 2|Segundo encuentro
Capítulo 3|Parque de atracciones
Capítulo 4 |La cena
Capítulo 5| Confrontaciones
Capítulo 6|Señales del corazón
Capítulo 8| Intenciones
Capítulo 9| Indecisión
Capítulo 10| Dejando las cosas claras
Capítulo 11 (1/2)|Momentos preciados
Capítulo 11 (2/2)| Momentos preciados
Capítulo 12| Ausencia
Capítulo 13|¿Qué haces aquí, Evans?
Capítulo 14| ¿Quién demonios es?
Capítulo 15| Leonel Evans
Capítulo 16| Rendirse
Capítulo 17| Fiebre de Logan
Capítulo 18| Afrontando mis sentimientos
Capítulo 19|Tomando una decisión
Capítulo 20|Morir y llegar al cielo.
Capítulo 21| Abdiel siendo Abdiel
Capítulo 22| Pasado
Capítulo 23|Lo prometo
Capítulo 24| ¿Secretos?
Capítulo 25| Honesto, ¿o no?
Capítulo 26| Intento fallido
Capítulo 27| ¿Accidente?
Capítulo 28| Conociéndonos (1/2)
Capítulo 28| Conociéndonos (2/2)
Capítulo 29| La verdad es dura
Capítulo 30| Llenos de secretos
Capítulo 31| ¿Verdadera personalidad?
Capítulo 32| ¿Esto es un adiós?
Capítulo 33| ¿Seguir sin ti?
Capítulo 34| ¿Estar alejados sería lo mejor?
Capítulo 35| De mal en peor
Capítulo 36| Compras (1/2)
Capítulo 36|Compras (2/2)
Capítulo 37| Impotencia
Capítulo 38| No lo pienses demasiado
Capítulo 39| Ayúdame
Capítulo 40| Partida difícil
Capítulo 41| Reflexión
Capítulo 42| Graduación (1/2)
Capítulo 42|Graduación (2/2)
Epílogo

Capítulo 7| Un favor inesperado

289 33 75
By I_KaLi_

El sudor que cae por mi frente es demasiado, gota tras gota cada una las cuales se resbalan con tal facilidad por mi rostro, hasta que terminaban cayendo al pasto de la cancha, donde en este instante me encontraba corriendo alrededor de ella siendo órdenes del profesor.

No me dejó quedarme en las gradas.

Al parecer se cansó de mis tontas excusas para evitar la clase a como diera lugar, eso había sido suficiente para ser el origen de las burlas de Abdiel quien corría a mi lado.

No hace falta decir que el deporte no es lo mío, de las cinco vueltas yo apenas iba por la primera y ya me había cansado, cabe aclarar que Abdiel decidió acompañarme porque según él quería estar cerca cuando me cayera cara contra el piso.

—Si te sigues riendo el que caerá cara contra el piso, serás tú —le advierto amenazante entre jadeos. Me voy a morir aquí.

—Lo dudo, pero agradece que te estoy esperando —Redujo el paso hasta que se quedó inmóvil en medio del camino.

—Te espero, solo porque te cansaste.

Entre jadeos reduzco el paso apoyándome en mis rodillas. Era momento de aprovechar para darme un corto descanso.

—Vayamos a tomar agua, no quiero que te desmayes en media cancha —Suelta un suspiro fingiendo preocupación.

—No lo haré.

—Parece que te estás muriendo, camina —me obliga a caminar.

—Que considerado, Abdiel —digo sorprendiéndome incluso con mis propias palabras.

—Pase a ser amigo de la espanta chicos, muy bien —Sonríe victorioso.

Alza ambas manos e imita una felicitación, con aquel tan característico tono de burla.

—Retiro lo dicho, eres un tonto.

—Bueno, ya decídete —Mira por encima de sus hombros, soltando de manera fastidiosa las palabras.

Caminamos por las gradas en silencio, él acomodaba su cabello cual fuego. Abdiel tenía un llamativo cabello pelirrojo el cual no pasaba desapercibido. La verdad los momentos hablábamos en clases eran pocas, y las probabilidades de que no termináramos en una estúpida pelea eran nulas.

Me acerco a las gradas, la madera se encontraba pintada de blanco, la pintura se veía reciente y no podría decir que se encontraban descuidadas porque no era así.

Tomo la botella de agua entre mis manos, cerrando mis dedos alrededor de ella y con la otra retirando la tapa dándole vueltas a esta.

—Estás llena de sudor —señala de repente con desagrado.

—Pues perdón, señor. No sabía que eso molestara —refunfuñé mirándolo mal—. No creo haberlo deseado.

—No me digas señor, señora.

—Eres muy irritante —digo arisca señalándolo con mi dedo índice. Lo es, jodidamente que lo es.

—Que tú no sepas apreciar lo que tienes enfrente es otra cosa.

Puso sus brazos en jarra con la cabeza en alto. La sonrisa victoriosa que se formaba en su rostro era tan característica de él.

—¿Y qué tengo enfrente? —indago. Era momento de hacerlo enojar.

—A mí, no es por presumir, pero soy maravilloso —Sonríe dejándome claro que tiene el ego por las nubes.

—Tienes tantas cualidades Abdiel —Hice una pausa—. Pero está claro que humildad no es una de ellas.

—Ya, que grosera —Tuerce los ojos, sacándome la lengua cual niño de preescolar.

—Que maduro de tu parte.

—Gracias, es genial viniendo de la espanta chicos —menciona, está a punto de sacarme de mis casillas.

—Igual, espanta chicas. No entiendo como no he salido corriendo.

—Con él no eres así —opina en un tono confuso.

—¿Con quién? —Llevo la botella de agua a mi boca.

Pues mi cuerpo me exigía tomarla ya, sin embargo había terminado tan distraída en la plática con Abdiel.

—Mi primo —replica con obviedad.

—¿Cuál primo? —pregunto intrigada.

—Logan es mi primo —Hace una pausa—. Creí que lo supondrías por el apellido.

¿Qué?, ¿cómo?, ¿cuándo?

—¿Cómo te apellidas? —cuestiono con una risa nerviosa acompañando mis palabras.

—¿Es en serio? Mi apellido es Evans —espeta indignado.

—¿No te apellidabas Frey? —pregunto intentando hacer memoria. Sinceramente no es la mejor.

—¡Ese es de otro grupo!

—No te pareces.

—Obvio no, somos primos y me parezco a mi madre —Pone los ojos en blanco y juraría que quiere tirarme a un lago en ese mismo instante.

—Sí, ¿por eso tú fuiste el mensajero del poema?

—No me pagaron —Tuerce la boca al mismo tiempo que su vista se pierde en algún punto de la cancha.

—Pues ni modo.

—Ya, ¿te cae bien o algo por el estilo?

—Pues fue amable desde que lo conocí, no confío mucho, pero de alguna manera no puedo tratarlo mal después de todo lo que ha hecho —replico sincera ante la pregunta aleatoria que ha soltado el pelirrojo frente a mí.

—Entiendo, pero aquí tu servidor te conoce desde hace más tiempo —dramatiza.

—Pero tú eres irritante.

—Me lastimas, Maddy. Pero no tanto como que terminara mi serie favorita —Coloca una mano sobre su pecho, agachando levemente la cabeza imitando un semblante de tristeza.

—De actor te morirías de hambre.

Arquea una ceja, realizando un leve y cortante movimiento con la cabeza, haciendo entender que me dirija nuevamente hacía la cancha.

Comienza nuevamente todo lo que para mí era un suplicio, definitivamente Educación física no es de mis clases favoritas, sería más bien lo contrario a eso.

Las próximas horas a partir de la clase de educación física se fueron volando, lo que me dificultaba prestar atención era el escuchar constantemente las ocurrencias de Abdiel.

Lo conocía, obviamente pues somos compañeros desde el primer día que empecé la preparatoria, ya tres años y, sin embargo, rara vez hablábamos yo y él. Pero al parecer este día había logrado hablar con él por más de diez minutos y eso es un logro para mí.

Lo que me tenía agobiada era el tiempo extra que había agregado el profesor de Historia, siendo así que no pude detener la oleada de tareas y proyectos que me habían caído cual balde de agua fría.

Lo que más odiaba era aquello, que terminaran agregando más tiempo a la clase cuando se suponía había acabado y es que ya era un suplicio llegar temprano para esperar con ansias que terminé todo.

Los peores son aquellos días que pueden ser definidos con algunas palabras, aquellos que aborreces sin razón alguna o simplemente no tienes energía para hacer nada. Era uno de esos días.

Lo más seguro era que Adelaida o Katherine ya estuvieran camino a sus hogares, pues las esperaban y no podían permanecer mucho tiempo sin avisar que tendrían algún compromiso, además, había tardado mucho en salir.

El estacionamiento por el cual aún pululan algunos pocos alumnos no llama mi atención, sino fue una figura la cual logré distinguir a la lejanía, recargado en uno de los muchos vehículos que se encontraban aparcados con sus ojos fijos en su teléfono mientras deslizaba sus dedos sobre la pantalla, con alguno que otro cabello cayendo por su frente.

Cuando me doy cuenta ya me encontraba caminando en su dirección, sin apartar mi mirada de él.

No me había dado cuenta cuando mis piernas tomaron vida propia y empezaron a caminar solas en su dirección.

La mirada de él se levanta, observándome expectante.

Comienza a reducir mis pasos cuando estuve delante de él, deteniéndome a la distancia justa, sin invadir su espacio personal.

—Hoy saliste tarde —Guarda su teléfono en el bolsillo trasero de su pantalón, observándome fijamente.

—Sí, al profesor de historia le dio por alargar la clase —Reacomodo mi mochila, la cual comenzaba a pesar por todos los libros que llevaba. Lo peor es que si no lo llevaba así siempre terminaba olvidando algo.

—Déjame ayudarte.

De repente su siguiente movimiento me sorprende. Descuelga la mochila de mi espalda sin darme tiempo a reaccionar para después colgársela en el hombro.

—Gracias —murmuro con sorpresa—. ¿Esperabas a alguien?

—Sí. A ti, West —responde sonriendo risueño.

Este día definitivamente no puede sorprenderme más.

—¿A mí? —Me señalo.

—Sí, me pareció raro no verte con Katherine y Adelaida, además de que no te vi salir —Hace una pausa, rascando levemente su cabeza, avergonzado—. En pocas palabras quería asegurarme de que estuvieras bien.

—Gracias, pero seguramente perdiste mucho tiempo al hacer eso.

—No, además quería hablar sobre lo que quería pedirte —dice Logan pensativo. Lo había olvidado por completo.

—Antes debo preguntarte algo, Evans —Recuerdo con exactitud las palabras de Abdiel, quien había salido minutos antes que yo del aula de clases.

Se imaginarán lo que sufro cuando algunos profesores piden salir por número en el que se basa la lista de asistencia. Era de los últimos.

—¿Qué cosa? —Se ve confuso, extrañado ante mis palabras.

—No me dijiste que Abdiel era tu primo.

—No preguntaste —Se encoge de hombros, sonriendo ladino ante mi manera de exigir una explicación.

—Que graciosos, Evans.

—¿Cómo no lo pensaste por el apellido? —Arquea una ceja, preguntando en un tono dudoso.

—No me acordaba de su apellido —murmuro mirando hacía el suelo como si fuera lo más interesante del mundo—. Solo el de un chico de otro grupo.

En mi defensa no todos los primos tienen el mismo apellido.

La risa del chico frente a mí no tarda en hacerse resonar por el lugar, sujetando su estómago que posiblemente le dolía por haber reído de tal manera y es que yo igual lo hubiera hecho.

Por los ojos de Logan caían pequeñas y casi invisibles lágrimas, las cuales eran provocadas por la risa que poco a poco fue descendiendo de volumen.

—¿Cómo puedes recordar el nombre de alguien a quien apenas conoces, pero no el nombre de quien conoces hace tres años? —se burla, aún con leves risas.

Lo miro amenazante, casi quiero responderle de manera escueta a sus burlas, pero terminé aguantando las carcajadas que permanecían encerradas en mi boca, las cuales intentaban mantener con la boca cerrada para evitar que cualquier sonido lograra salir de ahí, tanto que mis mejillas ya estaban incluso infladas, pero las cosas no salen como quieres.

Nuestras risas se juntan en poco tiempo, la facilidad con la que podía hablar con él me sorprende.

Con los minutos nuestras carcajadas comenzaron a reducir de volumen, hasta que nuevamente el ambiente se encuentra sumido en silencio, pero no uno incómodo, sino totalmente todo lo contrario.

Logan ha sido amable y atento desde el primer momento, pero no quiere decir que confíe totalmente en él, posiblemente busca que yo caiga en alguno de sus juegos, para después presumirlo frente a sus amigos.

Los pensamientos que pasan por mi mente suelen hacer que termine por cuestionarme cada una de sus acciones, pero simplemente me parece horrible tratarlo mal cuando él ha sido amable y atento conmigo.

Simplemente aquellos pensamientos que me han atormentado por años me abandonan cuando cruzamos una mirada e intercambiamos alguna palabra entre nosotros.

Sin embargo, a veces no puedo evitar desconfiar, pensar que es uno de aquellos juegos de los típicos chicos idiotas y es que puede que sea posible. No lo conozco lo suficiente.

—Sobre el favor —Se recarga en el vehículo—. Espero no te molestes o me malinterpretes.

—Está bien. Dilo, Evans —demando confusa, preguntándome qué es lo que podía pedirme.

¿Qué tal me pide alguna idiotez?, ¿qué tal si me roba?, ¿me secuestra?, ¿me va a matar?, ¿quiere dinero? Porque si es así no soy banco, ¿quiere que le haga la tarea? No creo, pero ya sería pasarse de la raya.

—Eres graciosa, divertida, única y me encantan tus ocurrencias, West. De alguna manera siempre me sacas alguna sonrisa.

—Dilo, Evans —le cortó impaciente.

—Hazme el favor, no...Más bien, cúmpleme el deseo de pasar un día contigo, West —Me tiende su mano, totalmente seguro de sus palabras.

No, no lo conoces lo suficiente.

Posiblemente será una broma o una burla.

Puede resultar peligroso, puede ser un engaño.

Era lo que en mi mente pasaba, sin embargo, de mis labios sale algo totalmente diferente.

—Está bien, Evans.

Sonrío ampliamente mostrando sus perfectamente alineados dientes, sus ojos se arrugaron con felicidad. Entonces intento ocultar el cómo mi corazón se achica ante tal acción.

Continue Reading

You'll Also Like

Sacred Love By

Fanfiction

376 99 8
°.•Los destinos de Laurelinad y Maegalcarwen se entrelazan luego de eventos que escapan de su comprensión. Un Fanfic inspirado en SacredUnderworld po...
452K 54.4K 71
Meredith desde que tiene uso de razón, conoce la existencia de Darek Steiner, aunque ha estipulado una regla bien marcada en su vida: NO ACERCARSE A...
301K 16.9K 68
En inglés: Friendzone. En español: Zona de amigos. En mi idioma: Mi mejor amigo me mira como a su hermanita y jamás de los jamases me verá como alg...
5.1K 896 48
Flynn Can, sabe un sin número de definiciones. A pesar de eso se niega a usarlas o al menos para ciertos aspectos. Tras un año de ausencia debido a l...