Malasaña I. (5° Historia)

By ladronademanzanas

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Vanesa Ramírez Malasaña se enfrenta al peor caso de su corta carrera como inspectora de policía. Aparecerá el... More

Capítulo 1. De madrugada (30/05/22)
Capítulo 2. Un cuerpo en la caseta del bosque.
Capítulo 3. En la cantina.
Capítulo 4. La resaca combinada con el trabajo.
Capítulo 5. La autopsia.
Capítulo 6. La peor noticia.
Capítulo 7. En el Dubliners
Capítulo 8. Reconociendo emociones
Capítulo 9. En el gimnasio
Capítulo 10. Una charla entre compañeros.
Capítulo 11. Cambio de planes y visita al anatómico.
Capítulo 12. Más impresiones y resultados de la autopsia.
Capítulo 13. ¿Te gusta Olivia?
Capítulo 14. Avanzando con las pruebas.
Capítulo 15. Vanesa y Elena
Capítulo 16. La forense
Capítulo 17. Lluvia, café y nórdico.
Capítulo 18. Nuevos datos.
Capítulo 19. A Olivia le gusta Vanesa.
Capítulo 20. Estancados en la investigación.
Capítulo 21. Un poco de relajación.
Capítulo 22. Una charla entre hermanos.
Capítulo 23. La cena de Vanesa y Marta. 26/6/22
Capítulo 24. El malestar de Olivia.
Capítulo 25. En el Dubliners.
Capítulo 26. Con ganas...¿De algo?
Capítulo 27. ¿Bailamos?
Capítulo 28. El hechizo roto.
Capítulo 29. Dejándose llevar, con Marta.
Capítulo 30. Y arrepintiéndose después...
Capítulo 31. Buenas noticias.
Capítulo 32. La invitación a cenar.
Capítulo 33. La llamada y la consiguiente confirmación.
Capítulo 34. La búsqueda dio sus frutos
Capítulo 35. Una sorpresa inesperada, y desagradable.
Capítulo 37. Avances.
Capítulo 38. Preparándose para la cena
Capítulo 39. Una situación embarazosa.
Capítulo 40. La cena entre amigos.
Capítulo 41. Sobre el caso...Y sobre Vanesa.
Capítulo 42. Sintiéndonos libres
Capítulo 43. Y tanta proximidad... Sí era buena
Capítulo 44. Y pasó lo que tenía que pasar...
Capítulo 45. Entrando en calor.
Capítulo 46. Manteniendo el calor.
Capítulo 47. Un magnífico despertar.
Capítulo 48. Más amor por la mañana.
Capítulo 49. Vuelta a la realidad.
Capítulo 50. Compartiendo impresiones del asesino. 1/8/2022
Capítulo 51. Comida en familia.
Capítulo 52. Un café y una charla necesaria.
Capítulo 53. ¿Quién es Sara?
Capítulo 54. Sincerándose con Marco
Capítulo 55. Otro cuerpo en la madrugada
Capítulo 56. De nuevo en la caseta.
Capítulo 57. De nuevo en la cantina y de nuevo hablando de Olivia.
Capítulo 58. Cuando el trabajo se complica.
Capítulo 59. Preocupados por Vanesa.
Capítulo 60. De vuelta al anatómico.
Capítulo 61. En el anatómico, a solas.
Capítulo 62. De regreso al trabajo
Capítulo 63. La disculpa, y la proximidad...
Capítulo 64. El registro.
Capítulo 65. Más información sobre Álvaro.
Capítulo 66. Nuevos y relevantes datos en la investigación.
Capítulo 67. Con los señores Fernández.
Capítulo 68. En casa de Olivia.
Capítulo 69. Uniendo cuerpos.
Capítulo 70. Una mala noche.
Capítulo 71. Empezando el día con buen pie.
Capítulo 72. De nuevo en la cantina de Pepe.
Capítulo 73. Las citas online.
Capítulo 74. Las citas online dan sus frutos.
Capítulo 75. La desaparición de la segunda cita de Álvaro.
Capítulo 76. La visita al psiquiatra.
Capítulo 77. Lo que ya se esperaban.
Capítulo 78. Una bonita sorpresa.
Capítulo 79. Confiando en Vanesa.
Capítulo 80. Impresiones sobre la investigación y una noticia aterradora.
Capítulo 81. Juntas mejor que separadas.
Capítulo 82. Calidez en una noche fría y lluviosa.
Capítulo 83. Una noche para olvidar.

Capítulo 36. Trazando un perfil psicológico.

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By ladronademanzanas

Vanesa y García se quedaron sorprendidos pero a la vez esperanzados de que pudieran tener ya al asesino. La inspectora sabía que las razones por las que un niño podía llegar a maltratar a un animal podían ser tales como la falta de empatía, por haber sido víctima de abusos, maltratos o abandono; la falta de una educación adecuada, dirigida a reconocer el animal como un ser vivo, aunque de forma diferente; o, finalmente, la emulación de los gestos violentos cometidos por los padres hacia él o hacia el animal, incluso para punir el propio niño. Así pues podían estar ante una persona sádica. Tenía toda la pinta.

Vanesa quería ahondar más en la infancia del hijo. Tenía claro que ésta no habría sido una buena infancia si de pequeño era capaz de maltratar a un animal mientras disfrutaba haciéndolo.

-¿Su mujer y usted se llevaban bien cuando estaban casados?

-Bueno, mi mujer era la que "llevaba los pantalones en casa". Vaya genio tiene esa maldita mujer. Saben...Les seré sincero, yo creo que ella no quería a Álvaro. Lo maltrataba. Estaba siempre enfadada con él. Como se quedó embarazada tan joven, pienso que ella le echó toda la culpa al niño de haber tirado su vida por la basura. Ella, cuando la conocí, tenía planes de estudiar, de viajar, de hacer muchas cosas. Fue tener a Álvaro y sus sueños se desvanecieron. Entonces toda esa frustración la pagó con el chico.

Ahora sí iban encajando poco a poco todo. Que el posible asesino pudiera llegar a haber matado a Pilar. Vanesa creía que Álvaro tenía sus propios motivos para hacerlo.

-Y ¿usted cree que su hijo es como es por la infancia que le dio su mujer?

-Puede ser, sí. Mi mujer implantó el miedo en este hogar. Bueno, en esta casa, porque yo creo que no se le podía llamar hogar a lo que construimos. Y sinceramente, cuando me quedé en silla de ruedas, me costó asimilarlo, pero creo que en fondo me alegré cuando mi mujer nos abandonó. No hay mal que por bien no venga.

-Vaya, lo dice como si se hubieran quitado su hijo y usted una losa de encima. Pero por lo que veo, su hijo no fue a mejor cuando su madre lo abandonó, al contrario.

-Sí, en eso tiene razón. Mi hijo ya es un caso perdido. Por eso lo dejo hacer a sus anchas. Prefiero no molestarlo. Ve, eso me ha dejado mi ex mujer. Ella rehizo su vida y a mi me dejó un hijo que me ha dado más problemas que otra cosa. Y para colmo ya ven cómo me he quedado. Por eso les digo que no creo que el haber sobrevivido a ese accidente haya sido un milagro.

-Por cierto, ¿Cómo le iba a su hijo en el colegio?

-Le fue mal, pero porque se aburría en las clases. Sus profesores siempre nos decían que era un niño muy inteligente. Estaba por encima de la media, de hecho su profesora de matemáticas del instituto nos dijo que era el único que razonaba las matemáticas. Pero...Creemos que también sufrió bullying en el instituto. Así que cuando cumplió los dieciséis años, nos dijo que no quería seguir estudiando. Nunca nos dijo el motivo, pero yo alguna vez lo vi con la cara marcada.

Vanesa ya se imaginaba que Álvaro hijo podía tener un coeficiente intelectual elevado. También sabía que era posible que hubiera sufrido acoso escolar. Y al no tener en casa el apoyo necesario en esta clase de situaciones, el chico prefirió salir nada más pudo del instituto.

-Vaya, sentimos que su hijo tuviera que pasar por eso. Por cierto, ¿Sabe dónde podemos encontrar a su ex mujer?

-Pues no, ella se fue sin mirar atrás. Se puede decir que nos abandonó. Y lo prefiero así. Así que ahí no puedo ayudarles.

-Ya vemos, señor Martínez. Por cierto, cuando su hijo está en casa con usted, ¿Él suele salir de noche?¿A pasear al perro? Porque nos confirmó que su hijo sí había comprado un collar como el que le hemos mostrado.

-Sí, claro, el perro necesitaba que lo sacaran a pasear varias veces al día. Y por la noche mi hijo sí salía a pasearlo. Además solía aprovechar y se pegaba paseos largos. Siempre lo hacía, hiciera calor o hiciera frío.

-Ya veo. Bueno, le voy a dejar mi tarjeta y en caso de que su hijo se pase por aquí, ¿Usted podría llamarme?

Vanesa le tendió su tarjeta al hombre y éste la cogió y la guardó en su cartera.

-Por cierto, inspectora, yo les he permitido entrar en mi casa, y los he atendido. Pero...En realidad aún no sé el motivo de su visita. ¿A qué se debe?

-Caballero, no sé si usted ve las noticias, los sucesos concretamente, pero ha aparecido el cuerpo de una joven que llevaba desaparecida unos seis meses, y estamos buscando al asesino.

El hombre palideció.

-¿Creen que fue mi hijo el que hizo eso?- El hombre no quiso tirar piedras sobre su propio hijo, y se calló. Pero él sí veía capaz a su hijo de haber matado a esa joven. Al señor le daban ganas de llorar, por haber dado la vida a ese monstruo. Ojalá se hubiera matado en ese maldito accidente y ahora no tendría que pasar por eso.

-Verá, señor Martínez, aún no podemos asegurarle nada. Sólo estamos buscando al posible sospechoso. Estamos en ello, ¿Sabe?- los policías no quisieron decirle al hombre que sí, que iban a ir tras la pista de su hijo porque en ese momento era el principal sospechoso. Aún no era el momento de decirle que las cosas pintaban muy mal para su hijo.- Bueno, nuestro interrogatorio ha acabado por hoy. Por cierto, ¿Usted podría facilitarnos una fotografía de carnet de su hijo? ¿Y su número de teléfono móvil?

-Sí, claro.-El hombre se acercó a una cómoda que había en el comedor. Abrió el primer cajón y sacó un álbum lleno de fotografías. Cogió una foto de carnet que tenía por el álbum y se la dio a la inspectora.- Pero teléfono móvil, si tiene yo no sé cuál es su número. Cuando me llama lo hace pidiéndole el teléfono a alguien. Así es mi hijo. Saben, a su edad sólo ha tenido a su nombre a su perro, ni un mísero móvil, ni un coche, ni nada.

-Gracias, señor. Estaremos en contacto con usted.

-Por aquí estaré. No me iré muy lejos.

-Bien, porque vamos a volver.

Vanesa y García se despidieron del señor Martínez y se fueron directamente para el coche del policía. Cuando ya estaban cerca del coche, Vanesa fue la primera en hablar.

-García, en el jardín tienen olivos.

-De puta madre. Es una buena señal, Vanesa. Creo que lo tenemos. Tal como lo ha descrito su padre, tiene que ser Álvaro el asesino. Joder, este hombre es un perturbado mental, y el ambiente en el que ha crecido no le ha ayudado en nada.

-Estoy contigo, tiene toda la pinta. A ese hombre se le junta la genética con la vida que le debió de dar su madre cuando era pequeño. Bueno, y el padre que en vez de defender a su hijo separándose de ella, prefirió mirar para otro lado. Entonces es muy posible que sienta cierta animadversión hacia las mujeres por el trato que recibió por su propia madre. Si según el padre, la mujer culpó al hijo de cómo le había ido la vida, es fácil que Álvaro llegue a sentir incluso odio por las mujeres. Tenemos que investigar más sobre ésto y así tal vez podamos entender el por qué el asesino hizo lo que hizo con Pilar.

-La idea la tenemos, Vanesa, pero sí, necesitamos hacer un perfil psicológico más exhaustivo de este chico. Podríamos preguntar a los vecinos. Seguro que tienen alguna opinión de él, incluso del padre, porque éste nos ha dado su versión, pero quién nos dice que luego no concuerde con la realidad. Porque encontrar a la madre creo que va a ser tarea más difícil.

-Lo que vamos a hacer García es poner a una unidad de policía aquí vigilando la casa, porque no sabemos si el padre puede avisar a su hijo de que hemos venido a interrogarlo, y que además sospechamos de él. Por lo que es fácil que huya. Y creo que tal vez sea mejor pasarnos a hablar con los vecinos mañana. Ahora puede estar Álvaro espiándonos por la ventana y no es cuestión que vea que actuamos por detrás. Joder, necesitaríamos una orden del juez para pinchar su teléfono. Y también para registrar su casa. Creo que tenemos pruebas suficientes para que el juez nos dé luz verde.

-Sí, necesitamos tenerlo controlado. Estoy contigo. Como también con lo de pasarnos a hablar con los vecinos. Nos conviene saber cómo viven aquí en el vecindario, si son vecinos ruidosos o por el contrario son tan raros que ningún vecino sabe de ellos, cosa que dudo.

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