Recién terminó el bautismo de Luca. Fui a buscar a Bianca, estaba corriendo por todos lados.
— dale hija. –la alcé. Te vas a ensuciar y tenes vestido blanco.
— pero quiero ir con Enzo. –se cruza de brazos.
— pero Enzo está con su mamá. –le di un beso en la mejilla. Vamos con tu mami.
— quiero ir con el tío Shulian. –me mira.
Caminamos hasta donde estaban todos. Bianca se fue corriendo con Julián, mi cuñado la alzó llenandola de besos.
Me senté al lado Ami, estaba comiendo torta, le di un beso.
— ¿pueden dejar de darse besos enfrente mío?. –habla Sofi.
— cállate vos. –le revolvi los pelos.
— ¡me despeinas!.
Nos reímos. Amira alzó a Luca, se veía tan linda con él en brazos. Bianca nos miró mal a los dos. Bastante celosa nos salió la pendeja.
Me empezó a sonar el celular, eran mensajes de Instagram. Lo desbloquee y me fijé las notificaciones.
@aldanagreem te ha enviado una publicación
@aldanagreem: sjsa vi esto y me acordé de voos😆
@aldanagreem: cuando fuimos a tomar algo al bar jajja
Bloquee el celular fijandome que Amira no estuviera viendo justo. Pero Santino si, me hizo señas de que vayamos adentro. Caminamos hasta la cocina.
— no pasa nada con ella. –suspire. Ni amigos somos.
— contame la verdad. –me miró. ¿Qué pasó esa noche?.
— ¡nada!, nada, no pasó nada, te lo juro Santi.
— Matías.
— no quise que pasará nada, pero se me tiró.. me robó un beso. –me rasque la nuca.
— ¿¡te robó un beso!?. –se exalta. ¿Me estás jodiendo Matías?.
— no le di bola, te lo puedo jurar por Bianca, por Amira... pero no pasó nada.
Me quedó mirando sin poder creerlo, iba hablar. Pero justo entró Celeste, la mujer de Enzo.
— los buscan sus chicas. –nos mira.
— ahora vamos.
Se dio media vuelta y se fue, mire a Santino y me empecé a reír.
— ¡te vi! Gil.
— fue sin querer, igual. No me cambies de tema.
Caminamos hasta donde estaban Ami y Sofía. Abracé a Ami dejando un beso cortó en sus labios.
(...)
Recién llegamos a casa, Bianca estaba dormida en mis brazos. La acosté con cuidado y le di un beso en la cabeza.
Fui hasta la habitación, estaba Amira poniéndose su pijama.
— ¿Santi?. –le pregunte.
— fue a comprarle helado a Sofía, se le antojó. –se ríe.
Hablando del embarazo de mi cuñada. Me gusta, me pone contento que Santino pueda vivir eso con ella, el ser papá, tener un hijo.. es algo hermoso.
— ¿vos tenías muchos antojos?. –me acosté al lado de ella.
— todo el tiempo. –sonríe. De frutillas con crema más que nada.
Asenti, me saque la remera para dormir más cómodo. Me di vuelta y sentí sus brazos rodear mi cintura.
— perdóname. –me susurro al oído. Perdón por sacarte esos momentos.
— dormí Ami, ya es tarde. –le agarré la mano.
Me dio un beso en la espalda y yo sonreí. Pasaron los minutos y se quedó dormida, yo no me podía dormir. No se porque, pero no podía.
Me levanté con cuidado y caminé hasta la habitación de mi hija, me acosté al lado de ella abrazandola.
— ¿te peleaste con mami?. –me susurra dormida.
— no mi amor, quiero estar un ratito con vos nomas.
— te amo papi. –me abraza.
— te amo más mi princesa.