𝚃𝚘𝚍𝚘 𝙲𝚊𝚖𝚋𝚒𝚘; 𝙼𝚊𝚝𝚒́𝚊𝚜 𝙶𝚊𝚕𝚕𝚊𝚛𝚍𝚘 [𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊]

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Hace dos días llegamos a Buenos Aires, ahora estoy yendo a buscar a Bianca al jardín, bajé y fui hasta su salita.

— MAMI. –viene corriendo. Hola mami, hola.

— hola mi amor. –le di un beso en la mejilla.

Saludé a sus seños, entramos al auto, la senté en su sillita y llamé a Matías, tenía una llamada perdida de él.

— amor hola. –atiende. Acabamos de cerrar contrato.

— ¿cómo amor?.

— cerraron el trato entre los clubes.. a fin de mes nos mudamos a Italia.

Me dejó muy sorprendida esa noticia.

— ¿enserio amor? ¿Estás en casa?.

— no, estoy por entrenar ¿querés venir un ratito?.

— estoy con Bianca gordo, salió más temprano.

— venganse.

Corte para cambiar el rumbo hasta River camp, estoy pensando.. fue mucho para mí mudarme a Inglaterra en su momento, dejar a todos acá,  irme así de un día para el otro.. es difícil esto, aunque ahora nos vamos juntos, nos vamos cómo una familia.

— Ami. –atiende.

— hola Orne. –sonreí. ¿Cómo están?.

— bien gordita, terminando de merendar ¿ustedes?.

— bien.. che ¿te puedo contar algo? Pero no digas nada.

— ¿estás embarazada? Que lindo b..

— ¡NO!. –me reí. A Mati lo vendieron a la Juventus.

— ME JODES ¿POSTA? AY CULIADA, QUE BUENO.

— si.. no se Orne, estoy confundida.. es mucho irnos de un día para el otro ¿cómo hiciste vos?.

— ay chiquita.. fue difícil claro, pero también bueno ¿dudas en irte con él?.

— nono, pero es un cambio muy grande, para Bianca más que nada, imagínate que de pedo sabe hablar español, la llevó allá y se me estresa.

Nos quedamos hablando hasta que llegamos a River camp, Bianca apenas se dio cuenta de donde estábamos se empezó a desesperar por bajar.

— DALE MAMI, DALE. –patea.

— ¡no patees Bianca! Ahora bajamos.

Cerré bien el auto y la alcé, me senté en el mismo lugar, en el mismo lugar donde empezó todo, donde me pegaron un pelotazo y así lo conocí.

— ¿puedo ir a saludar al tío Enzo?.

— si amor, anda.

Fue corriendo para abrazar a Enzo Pérez, esté la alzó, la adoraba, era cómo su sobrina enserio, encima la otra le decía tío y se volvía loco.

Mirando a mi hija totalmente distraída con los demás, que me llegó un pelotazo.

— ESTÁ VEZ SI FUE MATÍAS. –grita Santino.

Pendejos de mierda, me caen mal.

— ME DEJARON SIN NUERA. –grita Marcelo.

— amor. –viene corriendo Matías. ¿Estás bien amor?.

— ¡me pegaste!. –me toqué la cabeza. Casi me matas.

— fue sin querer mi reina. –se ríe. Te amo.

Me agarra la cara y me da un beso.

Mire a mi hija, SANTINO LA ESTABA CORRETEANDO DICIENDO QUE LA IBA A TIRAR.

— SANTINO, DÉJALA. –grité. ME LA VAS AGITAR BOLUDO.

— TATAAAAAAA. –grita mi hija con desesperación.

Se refugia en los brazos de su abuelo, Matías fue a poner orden, yo tengo un chichón en la cabeza.

Me quedé mirando, Bianca vino a distraerlos solamente porque no la podemos dejar quieta, se va de todas maneras.

Yo la grabé mientras jugaba a la pelota con su papá, el verdadero podrán.

Les tiré un beso.

La familia que siempre imaginé de chiquita.