|66|

3.2K 227 42
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.











Recién buscamos a Bianca en el jardín, al final terminamos buscándola los dos juntos.
Ella estaba feliz, estoy manejando hacía un restaurante.

— ¿cómo te fue hoy?. –habla Amira.

— bien.

— Bianca, la seño me contó que te portaste mal.

— ¿qué pasó hija?. –la mire.

— una nena me peleó. –se cruza de brazos. Conste que yo hice lo que mi madina me enseñó que haga por si me molestaban.

Cerré los ojos, que mierda habrá pasado.

— le pego a una nena en la cabeza con la silla.

Miré sorprendido a mi hija, al sentir mi mirada agachó la cabeza.

— ah con tu papá agachas la cabeza, pero conmigo. –habla Amira. Increíble.

— para Ami. ¿Qué pasó hija? ¿Por qué hiciste eso?.

— porque dijeron que boca era mejor que river, entonces le dije que cada uno tenía su opinión. Me dijo que me callara... la madina me dijo que cuando alguien que no sean mis papis me haga callar me haga respetar.

— ¿pegándole con la silla Bian?. –suspire. Eso esta mal mi amor, no se hace. Si una compañerita te esta molestando vas y le decís a la seño. Si un compañerito te molesta, venís y me lo decís a mí.

— perdón papi. –me da un beso en la mejilla. No vuelve a pasar, te lo prometo.

— dale un beso a mami también.

— no mami dijo que iba a castigarme.

Estaban las dos enojadas ahora, yo quedé en el medio. Bajamos para almorzar, Bianca estaba de mi mano, Amira me agarró la otra mano.

Estábamos almorzando lo más bien.

— allá esta tu amiga papi. –habla Bianca.

Amira la miró primero que yo, estaba Aldana a dos mesas de nosotros hablando con otra chica. Amira puso cara de orto y empezo a jugar con la comida, Bianca seguía comiendo.

— voy al baño. –se levanta Ami. Se me revolvió el estómago.

Se fue rápido al baño y Bianca me quedó mirando.

— tan enojada va a estar, tampoco hice algo tan malo. –se cruza de brazos.

Aldana me miró y yo le sonreí, me devolvió la sonrisa.

— ahora me enojé con vos también, no me hablen más.

(...)

— ¿te sentís mejor amor?. –me acosté al lado de ella.

— si, era algo del momento. –me abraza. Yo sabía que en algún momento íbamos a chocar con Bianca.

— ¿qué le dijiste qué se enojó tanto?.

— que ella no iba a viajar con nosotros a Inglaterra.

— ¡Amira! ¿Cómo vas a decirle eso?.

— para que aprenda.

— no podes ser tan maldita, no tenemos que castigarla, ya hablamos bastante con ella.

— así hace lo que ella quiere.

Suspiró, me subí encima de ella y empecé a darle besos por el cuello.

— ¿qué haces?.

— lo que hace mucho no hacemos.

Pasé mis manos por debajo de su pijama, se lo saqué y comencé a jugar con sus pechos. La única prenda que yo tenía era el bóxer, se la dejé fácil a Amira.

Le saqué el pantalón y saqué su tanga de pasó. Empecé a entrar en ella, tiró su cabeza para atrás gimiendo, le agarré sus manos poniéndolas detrás de su cabeza.

— ey, te amo. –le agarré el cuello. Mucho te amo.

Me agarra la cara uniendo nuestros labios, nos besabamos y moviamos desesperadamente, cómo si los dos nos necesitáramos.

Los dos nos necesitamos, no somos nada sin el otro.

Yo no soy nada sin ella.

𝚃𝚘𝚍𝚘 𝙲𝚊𝚖𝚋𝚒𝚘; 𝙼𝚊𝚝𝚒́𝚊𝚜 𝙶𝚊𝚕𝚕𝚊𝚛𝚍𝚘 [𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora