𝚃𝚘𝚍𝚘 𝙲𝚊𝚖𝚋𝚒𝚘; 𝙼𝚊𝚝𝚒́𝚊𝚜 𝙶𝚊𝚕𝚕𝚊𝚛𝚍𝚘 [𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊]

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Amigo se fueron al carajo con los comentarios JAJA las amo, son lo mejor 🥺❤

Maratón 1/?

— despertate, dale.

Sentí que me estaban pegando en la cara, abrí un ojo para encontrarme con Bianca, estaba toda despeinada.

— no encuentro mi chupete.

Me senté en la cama sin entender nada, mire la hora 07:40 ¿TAN TEMPRANO SE DESPIERTA ESTA CRIATURA?.

— toma. –le pase el chupete. Veni, seguí durmiendo.

— no, tenemos que desayunar.

— en un ratito Bianca, veni a dormir conmigo.

Hace puchero y empieza a llorar.

Muy temprano para ponerme de mal humor.

La alcé y bajé con ella hasta la cocina.

Llamé a mi mamá.

— hola hijo. –dice dormida.

— ¿cómo se hace una leche?. –le pregunte.

— ¿cómo? Son las siete de la mañana Matías.

— una leche mamá, cómo se prepara.

— pones a hervir la leche corazón, después que este tibia, no hirviendo literalmente, le pones el chocolate y ya esta.. ¿en qué andas?.

— después te explicó, chau mami gracias.

Corté y Bianca me quedó mirando.

— ¿vos también tenes una mami? ¿Cómo la mía?. –sonríe.

— si princesa.

Le preparé la leche, y me quemé.

Pegué un grito haciendo que Bianca salte de la silla.

— perdón, perdón pap... me quemé.

— ¿tas bien?. –se acerca.

— si, vos tranquila.

Le hice la leche se la di, me hizo sentar en el sillón y acostarse encima mío para tomar la mamadera y después volverse a dormir.

Me la quede mirando mientras le acariciaba el pelo, su naricita, sus labios, sus ojitos, era tan hermosa, tan linda.

Sentí que se abrió la puerta, una Amira con los tacos en la mano se hizo presente.

Tenía el pelo desarreglado y el labial corrido, Matías no te hagas la cabeza, nono, no paso nada.

— mi amor. –sonríe.

Pero me miro a mí, no a Bianca.

— ¿estas borracha?.

— tome poquito. –se empieza a reír. Me caí chinito, me hice mierda el culo.

"Chinito" deja de decirme asi porfavor.

Deje a Bianca acostada y volví con Amira.

— tenes la pierna sangrando.

— por eso mismo, te estoy diciendo que me caí. –se tira al sillón. Te extraño.

Esta en un viaje tremendo esta chica.

— veni vamos a bañarnos. –le agarre la mano.

— ¿juntos?. –se levanta.

— no Ami, te voy a ayudar nomas.

Me tiró al sillón y se subio encima mío, me quede inmóvil no me la esperaba realmente.

Me empezó a dar besos por el cuello.

— si los cuernos ella te los pega, pegaselos tú también. –me susurra.

Escuchar eso me trajo recuerdos, recuerdos de cuando yo se lo dije.

Esta borracha y yo no puedo permitir esto.

— no boluda. –la saque. Estas muy borracha, veni.

Caminamos hasta el baño.

— sacate todo menos la ropa interior.

Me di vuelta.

— que te das vuelta culiado, me viste de pies a cabeza y ahora te haces. –se ríe.

— eso fue en el pasado, ahora haceme caso.

— te necesito Mati. –se tapa la cara.

Basta Ami, basta.

La metí debajo de la ducha y abrí el agua fría, se quejó.

— esta Bianca durmiendo, no grites.

— unas ganas de que me digas eso en otros sentidos.

ESTA RE ATREVIDA ESTA CHABONA.

— no. –le lave la cara. No podes tomar hasta ponerte asi, mírate.

— yo solamente quiero que me mires vos, pero vos miras a la otra hueca descerebrada.

Ya no estoy más con ella mi am.. NO CAIGAS MATÍAS.

Únicamente por Bianca le hablas.

— y vos seguramente miras a Garnacho.

— fueron dos veces que estuve con él nomas, pero siempre pienso en vos.

Sin querer se me cayó el shampoo en su cabeza al escuchar eso.

— ENCIMA ME QUERÉS MATAR. –se pone a llorar.

— nono, no llores, fue sin querer, veni.

— perdóname por todo mi chinito, era una pendeja, no sabía lo que hacía, que hacer, no sabía. –me abraza. Te necesitaba y vos no estabas, no estabas.